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MISTURAS ► La poesía total de Tomaz Salamun | Rima interna

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La poesía total de Tomaz Salamun | Rima interna


Martín López-Vega

Martín López-Vega, poeta y crítico literario, ha sido periodista, librero y editor. Cada semana analiza con bisturí la actualidad poética española e internacional.

La poesía total de Tomaz Salamun

blog martin
De la mezcla de ingredientes tan dispares como Derrida, el Arte Povera y el absurdismo del grupo ruso Oberiu sólo puede surgir un poeta que parezca venido de Marte: es el caso del esloveno Tomaz Salamun (nacido en Zagreb en 1941), uno de los poetas más originales y sorprendentes que ha dado la poesía universal en las últimas décadas (y está tentado uno de decir “el más” si no fuera porque siempre se le puede escapar a uno algo, claro). Salamun rompe desde el comienzo de cualquiera de sus poemas nuestro horizonte de expectativas. Su capacidad para generar imaginería nueva no tiene límites, como no los tiene su capacidad de aprovechar cualquier experiencia (vivida, leída, imaginada, soñada, contada) como materia poética, de multiplicar los puntos de fuga del poema, de hacernos dudar acerca de las fronteras entre lo serio y lo paródico. La poesía de Salamun está hecha a partes iguales de filosofía y de locura, de sensibilidad y de hilaridad, es como un cerebro del que sus neuronas salieran corriendo generando un nuevo cerebro que sin embargo no deja de ser parte del primigenio. Sorprendente y honda, la poesía de Salamun siempre nos deja atónitos.

Su bibliografía es amplísima y difícil de resumir. En España teníamos una antología titulada Selección de poemas publicada hace años por Visor. Ahora Vaso Roto edita, en traducción de Xavier Farré, el más traducido y elogiado de sus libros, unánimemente considerado piedra angular de la poesía de Salamun: Balada para Metka Krasovec. El libro (cuyo único defecto es el precio, desorbitado para un libro de poemas) incluye todos los argumentos de la poesía de Salamun e incorpora un elemento autobiográfico que habitualmente está más oculto en su obra: fragmentos de viajes, indagaciones en los lazos familiares, una abierta visión del amor tratados con la absoluta libertad poética de este gigante de la poesía universal contemporánea. El largo poema que da título al libro introduce además un elemento narrativo que, sin ser raro, no es lo más habitual en la poesía de Salamun, y quintaesencia todas sus búsquedas y todos sus hallazgos.  Este libro, publicado en su versión original en 1981, es uno de los libros fundamentales de la poesía universal de las últimas décadas, el que hace obligatorio citar a Salamun como uno de los poetas esenciales de nuestro tiempo. Su influencia (no siempre bien entendido) en Europa y Norteamérica es enorme. Ha llegado la hora de que pongamos el oído a esta poesía que rompe con todo para construir algo nuevo con todos esos fragmentos. No es reconstrucción, sino construcción. No se conforma con los fragmentos ni se fía de los viejos mapas. La poesía de Salamun tiene la lucidez de quienes son capaces de vivirlo todo, al mismo tiempo, en todas direcciones. Leerlo es como tomar un hongo sagrado que abre la mente a nuevas percepciones.


el dispensador dice:
las mixturas todo lo curan,
desde el alma hasta una herradura,
se debe comprender que no todo dura,
ya es difícil tomar altura,
tomar distancia para diferenciar las locuras,
olvidar los ojos,
adecuar el alma,
desvelando las espesuras,
sucede que a veces todo se mezcla,
es bueno detenerse y dar valor a lo que se aprecia,
puede entenderse que algo se festeja,
cuando es el detalle lo que se convierte en reja...

puedes tener comarca,
o pertenecer al mundo,
puedes ser de Marte o también de Saturno,
dependerá de lo que se vea en el sueño diurno,
dependerá de la esperanza acunada en lo nocturno,
deberá entenderse como doblez de tiempos,
sucede lo propio que con los vientos,
mueven la luz con pasos eternos,
el espacio se nutre de un peremne invierno...
no caen hojas,
ni los fríos se traducen en hielos,
debes pensar en la "teoría de los huecos",
pueden conducir a mejores trechos,
pueden ser masa y anular los pensamientos,
por ello es necesario ser viajero,
nada pertenece a los que portan cuerpo,
es cuestión de espíritus el ser eterno,
cuando cruzas los umbrales... no hay regreso.
JULIO 30, 2013.-


SARGAZOS ► El Caribe paradisiaco e infernal de Jean Rhys

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El Caribe paradisiaco e infernal de Jean Rhys

Sobre este Blog

Papeles perdidos es un cajón de sastre de la cultura y la creación, elaborado por el equipo que hace cada semana Babelia, la revista cultural de EL PAÍS. Es el blog literario de este periódico que busca acercar el universo del libro a sus lectores. Como dijo alguien sobre la cerveza de botella y la de barril, "lo mismo, nomás que diferente".

La vuelta al mundo literaria / 8

El Caribe paradisiaco e infernal de Jean Rhys

Por: EL PAÍS31/07/2013
Por EDMUNDO PAZ SOLDÁN
Ancho-mar-de-los-sargazos1



























Pocas precuelas hay más atrevidas que Ancho mar de los sargazos (1966), la novela de Jean Rhys, escritora nacida en la colonia inglesa de Dominica en 1890 y fallecida en 1979. Rhys se atrevió a meterse con Jane Eyre (1847), la reverenciada novela de Charlotte Brontë. Al imaginar la historia de Antoinette Cosway, la “loca del ático”, al dotarla de personalidad, Ancho mar de los sargazos le da una respuesta post-colonial a una literatura inglesa que, a lo largo del siglo XIX, tuvo a las colonias del imperio como uno de suspuntos ciegos.
La novela está ambientada en su primera parte en una Jamaica en la que los negros esclavos acaban de obtener su libertad. Es una sociedad pigmentocrática, de colonos ingleses, negros, y criollos como la madre de Antoinette, una viuda joven rechazada por las señoras jamaiquinas porque proviene de la Martinica. Los negros también se burlan de ella: la pobreza los acecha, y la finca en la que viven en Coulibri muestra señales de deterioro: “Nuestro jardín era amplio y hermoso como el Jardín de la Biblia: allí crecía el árbol de la vida. Pero se había transformado en un lugar salvaje. La hierba borraba los senderos y el olor de las flores muertas se mezclaba con el fresco olor de la vida… La finca de Coulibri, en su totalidad, se había asalvajado al igual que el jardín, toda ella era salvaje floresta. Ya no había esclavos, ¿quién iba a trabajar? Esto no me entristecía. No recordaba el lugar en sus días de prosperidad”. Ancho mar de los sargazos es la historia de un descenso en la locura en pleno Paraíso, en un Caribe tan hostil como encantado, en el que la lluvia es música, el agua de los ríos es verde y la puesta del sol es un incendio en “el cielo y el distante mar”. La madre de Antoinette perderá la razón, y Antoinette, casada con un inglés en un matrimonio apresurado, la irá también perdiendo inexorablemente. Esa locura no sólo es hereditaria, sino también está relacionada con el pecado histórico de la esclavitud. Los colonos ingleses tardan en darse cuenta que esas islas de las Antillas no les pertenecen culturalmente; pertenecen a gente como Christophine, la nana de Antoinette, que canta canciones en patois de música alegre y palabras tristes, domina las artes de la magia negra (la versión local se llama obeah) y sabe de zombies, “personas muertas que parecen estar vivas o personas vivas que están muertas”.
No hay más esclavitud. Pero cuesta liberarse plenamente. En Ancho mar de los sargazos, los negros se aplican a la venganza, unos cuantos colonos ingleses todavía tratan de seguir haciendo fortuna, y, en medio del fuego cruzado, están los criollos, esos “blancos negros” o “negros blancos” rechazados por todos que deambularán como fantasmas hasta asumir su identidad dividida. Aunque eso les cueste la vida.
* Edmundo Paz Soldán ha publicado Billie Ruth (Páginas de Espuma)
Consulta AQUÍ la serie completa LA VUELTA AL MUNDO LITERARIA.
1- Viaje a la Babilonia de Gilgamesh
2- Vacaciones en la Nueva Zelanda, de Mansfield
3- La implacable Sudáfrica, de Coetzee
4- Canadá: la maqueta del mundo, de Robertson Davies
5- Japón: ¿Te buscas o te pierdes?, con Amélie Nothomb
6- Londres, la adolescencia nos hará libres,  a los ojos de Kureishi
7. El corazón del Brasil de Guimaraes Rosa    



el dispensador dice:
puede haber mares tranquilos,
puede haber mares inquietos,
depende de sus aguas...
más depende del espíritu del navegante,
¿los ha atrapado una tormenta?,
¿han quedado rodeado por selvas de algas?,
¿se han adentrado en un arrecife?,
¿qué condiciona su viaje?,
¿una tormenta o el propio paisaje?,
¿qué estrella lo guía, 
o bien, en qué horizonte deriva?...
aquello que parece un paraíso,
puede transformarse en un infierno,
dependiendo de las circunstancias,
dependiendo del momento,
si el alma está en paz... todo parece eterno...
si el alma no guarda paz... el tiempo parece lento...
depende del destino, así como de la distancia al puerto...
hay islas que están en los mapas,
otras aparecen y desaparecen por arte de magia,
concediendo la dicha de pisar sus costas,
concediendo la gracia de andar sus playas,
justo allí donde se doblan los tiempos,
justo allí donde lo que sucede, no pasa.
JULIO 31, 2013.-

SIN PAN ► El cine de Luis Buñuel | ESPECIALES | ELMUNDO.es.

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El cine de Luis Buñuel | ESPECIALES | ELMUNDO.es.

'LAS HURDES. TIERRA SIN PAN' Y 'LOS OLVIDADOS'

El mundo injusto que denunció Buñuel

por YASMINA JIMÉNEZ
«Una película siempre debe defender y comunicar indirectamente la idea de que vivimos en un mundo brutal, hipócrita e injusto... La película debe producir tal impresión en el espectador que éste, al salir del cine, diga que no vivimos en el mejor de los mundos». Fiel reflejo de este pensamiento del cineasta Luis Buñuel son sus obras 'Las Hurdes. Tierra sin pan' (España, 1933) y 'Los olvidados' (México, 1950). Con la primera cinta consiguió un hueco preferencial en la historia del cine documental y con la segunda realizó una película considerada un hito en el cine social. En cualquiera de los dos casos, el director acercándose a las desigualdades entre ricos y pobres marca un antes y un después en su trabajo y en su reconocimiento internacional.

Fue un premio de la lotería lo que le permitió al director aragonés realizar el documental 'Tierra sin pan', rodado en la primavera de 1932. Cuando Buñuel se propuso contar la pobreza que asolaba la región extremeña de Las Hurdes, fue el anarquista Ramón Acín quien le dijo: «Si me toca el Gordo de la lotería, te pago esa película». No fue ese premio concretamente, pero sí otro el que le tocó y Acín cumplió. Con 20.000 pesetas, Buñuel se dio de plazo un mes para hacer el documental. Un viejo Fiat que compraron por 4.000 pesetas sirvió para salir todos los días antes del amanecer de Las Batuecas (comarca de Salamanca colindante con Las Hurdes), conducir durante dos horas hasta la región hurdana y después caminar con el material a cuestas. «Tras el rodaje, sin dinero, tuve que hacer el montaje yo mismo, en Madrid, encima de una mesa de cocina», reconoció él mismo en sus memorias. El documental fue originalmente mudo aunque tres años después obtuvo dinero de la embajada de España en París para sonorizarlo con una voz en off en francés y la sinfonía de Brahms.

El aragonés quedó profundamente impactado por la lucha constante de los habitantes de esta tierra inhóspita. Contó el propio Buñuel: «Aquellas montañas desheredadas me conquistaron en seguida. Me fascinaba el desamparo de sus habitantes, pero también su inteligencia y su apego a su remoto país, a su 'tierra sin pan'. Por lo menos en una veintena de pueblos se desconocía el pan tierno».

Mucho antes que él, otros habían quedado horrorizados por la paupérrima vida de los hurdanos. Según recoge en un estudio el catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Málaga Demetrio E. Brisset, ya habían denunciado la cruda realidad de la región Miguel de Unamuno, el director del Instituto Francés en Madrid, Mauricio Legendre, o el doctor Gregorio Marañón, entre otros. El médico, tras acompañar a Legendre en 1922 a la comarca, escribió: «A las 11 llegamos a Martilandrán. Miseria, anemia, bocio, cretinismo. Espectáculo horrendo, dantesco. Muchos de los vecinos no han comido jamás pan. Algunos pasan días enteros sin comer más que alguna yerba, algún nabo». Fue precisamente el trabajo de campo realizado por el director del Instituto Francés el que leyó e inspiró a Buñuel para realizar este filme de denuncia, experiencia que terminó por decidirle a dedicarse totalmente al cine.

Tachado de partidista, tendencioso y falsario, lo cierto es que el documental sólo plasma una parte de los aspectos negativos que ya recogiera en su estudio Legendre. El cineasta reconoció en alguna ocasión que sí había filmado lo peor, que algunas de las escenas grabadas fueron provocadas —como el despeñamiento de la cabra— o falsas —como el funeral del bebé muerto—, pero que «se trataba de dar una imagen de la vida de los hurdanos y había que mostrar todo. Era muy distinto decir: 'A veces se cae una cabra', que mostrar el hecho como sucede realmente».

Para los que aseguran que Buñuel se alejó del surrealismo con este documental obvian imágenes como la del burro cubierto de abejas, el cadáver del bebé metido en una artesa para cruzar el río o la aparición de los enanos. El propio cineasta decía sobre esta cinta: «Estaba muy cerca de mis otras películas. Claro, la diferencia era que esta vez tenía una realidad concreta enfrente. Pero esta realidad era insólita y hacía trabajar la imaginación. Además, la película coincidía con las preocupaciones sociales del movimiento surrealista».

Su deseo de azuzar conciencias y denunciar las crueldades de un mundo desigual siempre estuvo muy unido al surrealismo, corriente a la que entró tras el estreno en París de 'Un perro andaluz' (1929). Como él mismo contó en sus memorias, «el verdadero objetivo del surrealismo no era el de crear un movimiento literario, plástico, ni siquiera filosófico nuevo, sino el de hacer estallar la sociedad, cambiar la vida». Y esto, «luchar contra la sociedad que detestaban», había que hacerlo usando como arma principal el escándalo. Tanto el documental de Las Hurdes como el largometraje 'Los olvidados' resultaron una provocación para la clase dominante, los ciudadanos bienpensantes e, incluso —como en el caso de la película mexicana— para el propio Partido Comunista.

«Entre 'Tierra sin pan' y 'Los olvidados' hay una diferencia de casi 20 años, pero hay fuertes vínculos de narrativa social entre ambas películas, las dos llevan en sus fotogramas una increíble carga de denuncia sobre la hipocresía de la sociedad burguesa en la que vivía» Buñuel, asegura a ELMUNDO.es Nacho Carballo, director del Festival Internacional de Cine de Gijón, muy interesado en el trabajo del director y los surrealistas.

Vea una selección de secuencias de 'Tierra sin pan' (1933) y 'Los olvidados' (1950).

La pobreza infantil en México

Con ese fuerte compromiso social Buñuel pasa de la pobreza rural a la urbana rodando en 1950 una de sus películas más personales, 'Los olvidados', que cuenta la difícil situación de los niños de la calle en México, abocados a la delincuencia, un problema que aún arrastra el país latinoamericano. Aunque el cineasta hace extensible esta realidad a todo el mundo iniciando el largometraje de esta manera: «Las grandes ciudades modernas, Nueva York, París, Londres, esconden tras sus magníficos edificios, hogares de miseria que albergan niños mal nutridos, sin higiene, sin escuela, semillero de futuros delincuentes. La sociedad trata de corregir este mal, pero el éxito de sus esfuerzos es muy limitado. Sólo en un futuro próximo podrán ser reivindicados los derechos del niño y del adolescente para que sean útiles a la sociedad».

En este caso, el director no se limitó a ponerse detrás de las cámaras, quería conocer esa realidad, mezclarse con ella: «Durante cuatro o cinco meses […] me dediqué a recorrer las 'ciudades perdidas', es decir, los arrabales improvisados, muy pobres, que rodean México DF. Algo disfrazado, vestido con mis ropas más viejas, miraba, escuchaba, hacía preguntas, entablaba amistad con la gente. Algunas de las cosas que vi pasaron directamente a la película».

Pese a que la película duró únicamente cuatro días en cartel por ser considerada «un horror contra México», tras obtener en 1951 el premio a la mejor dirección en el Festival Internacional de Cannes remontó en la cartelera. Contaba Buñuel: «Tras el éxito europeo, me vi absuelto del lado mexicano. Cesaron los insultos, y la película se reestrenó en una buena sala de México, donde permaneció dos meses».

Hoy pesa más el valor de estas dos películas dentro de la importante obra del genio aragonés que las ampollas que levantaron en su época. Ambas cintas provocaron rechazo nada más estrenarse por mostrar una verdad incómoda que enturbiaba la visión sobrevalorada de la patria que implica el nacionalismo más naíf. En el caso de 'Tierra sin pan', el propio Gregorio Marañón, que había sido elegido presidente del Patronato de las Hurdes rechazó la cinta por «enseñar el lado feo y desagradable». Buñuel le acusó de demostrar «un nacionalismo barato y abominable». Con 'Los olvidados', el director justificó el violento rechazo que sufrió la cinta recién estrenada a «un nacionalismo llevado hasta el extremo que delata un profundo complejo de inferioridad». En cualquier caso, en un principio venció el repudio a que alguien se hubiera atrevido a entrar y grabar ese patio trasero lleno de basura que se mantiene con la puerta cerrada.

Hoy mismo, el hambre, la delincuencia, la falta de oportunidades y esa muerte sórdida que denunció el cineasta continúan perturbando; primero porque las imágenes de la pobreza siguen siendo repelentes y antiestéticas; y segundo, porque esa realidad —rural o urbana— se mantiene aún con su misma forma repugnante en muchos lugares del mundo. Y resulta molesto o irritante que alguien nos recuerde —como hace el documental 'Tierra sin pan'— que «la miseria que se muestra no es una miseria sin remedio».




el dispensador dice:
hay quienes han sido olvidados,
hay quienes nunca serán recordados,
hay quienes habrán sido negados,
incudir omisiones es algo que suena a pecado...
hay quienes el pan les ha sido esquivado,
hay quienes el pan les ha sido dado,
hay quienes el pan se les ha tornado pesado,
hay quienes el pan se les ha quitado,
hay muchos a los que las pobrezas inducidas los han cercado...
vivir en paz y humildad no es cuestión de ilusionados,
mejor es no salir en la foto y pasar de largo,
sucede que el mundo todo se ha trastocado,
se usan a los pobres para salvar las soberbias de los que han despreciado...
no es cuestión de dichos,
la realidad tiene estampados,
la humanidad está pobre, repleta de descalzos,
gentes que se han visto atrapadas,
por trampas sociales,
que han sido urdidas por cinismos enquistados,
hipócritas a los que nada les llega,
andan sin alma cargando espaldas ajenas,
haciendo caridades de noches buenas,
falsas misericordias que ni se creen ni suenan,
todo semeja a una solidaridad hueca,
porque viven a costillas de terceras pobrezas,
donde las gentes están aisladas,
condenadas como entre rejas...
¿para qué tanta pobreza?,
la dignidad inhibe la entrega,
es necesario sembrar una humanidad donde todos sean cualquiera,
donde sea lo mismo ser blanco o negro,
donde no discriminen por ser distinto,
donde se toleren genuinos motivos,
cada gracia porta su propio signo,
nadie es quien para juzgar al vecino...
es necesario asumir a qué se vino,
la paja en el ojo ajeno condena al perdido.
JULIO 31, 2013.-

APOGEE ► Publican un mapa con características desconocidas de 60.000 estrellas de la Vía Láctea

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Publican un mapa con características desconocidas de 60.000 estrellas de la Vía Láctea

Publican un mapa con características desconocidas de 60.000 estrellas de la Vía Láctea

Día 31/07/2013 - 13.15h

Los datos son de de acceso abierto, y de libre descarga en internet

Publican un mapa con características desconocidas de 60.000 estrellas de la Vía Láctea
Sloan Digital Sky Survey
El objetivo es analizar 100.000 estrellas en solo tres años
Un grupo de astrónomos que integra la colaboración internacional Sloan Digital Sky Survey III (SDSS-III), en la que participa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), acaba de publicar las características desconocidas, hasta ahora, de 60.000 estrellas de la Vía Láctea. Esta nueva serie de datos de acceso abierto, y libre descarga en internet, permitirán explorar la «parte oculta» de la galaxia y ayudará a entender cómo se formó.

Esta guía se ha elaborado gracias a los datos obtenidos a través de las observaciones del espectógrafo de alta resolución conocido como APOGEE, que observa la galaxia en el infrarrojo, una luz invisible al ojo humano pero capaz de penetrar el velo de polvo que oscurece el centro de la Vía Láctea.

Lejos de las luces de la ciudad, la Vía Láctea aparece como una banda luminosa que cruza el cielo cubierta por «cortinas oscuras». Esta banda es el disco y el bulbo o núcleo galáctico y las cortinas son el polvo que impide a los astrónomos ver todas las partes de la Galaxia.

Cuanto más cerca se encuentra una estrella del centro, una mayor parte de su luz es apagada por el polvo. Por este motivo, los estudios previos sobre las estrellas de la Vía Láctea han estado limitados por la capacidad de medir de forma consistente las estrellas de esta zona polvorienta.

«Se trata de la más completa colección de espectros de estrellas en el infrarrojo nunca realizada», ha explicado el director del proyecto, Steve Majewski, que ha apuntado que «el total de 60.000 estrellas analizadas suponen casi diez veces más que el número de espectros de alta resolución en el infrarrojo obtenidos hasta ahora por todos los telescopios del mundo».

Seleccionadas de todas las diferentes partes de la Galaxia, desde la periferia casi vacía hasta el centro envuelto en polvo, estos espectros «nos permitirán descorrer la cortina que cubre la parte oculta de la Vía Láctea», ha añadido.

El espectro de una estrella es una de las mejores herramientas para aprender sobre ella ya quue «nos habla de detalles clave, como la temperatura, el tamaño de la estrella y los elementos que se encuentran en su atmósfera. Es como si consiguiéramos las huellas dactilares de alguien en lugar de solo conocer su altura y su peso».

Para llegar a la meta fijada en el proyecto de analizar 100.000 estrellas en solo tres años, el instrumento APOGEE observa 300 estrellas distintas de forma simultánea, lo que agiliza en cientos de veces la velocidad de recolección de datos si se compara con los instrumentos habituales, que analizan las estrellas de una en una.

Esta ingente cantidad de datos no puede ser analizada con métodos convencionales. «Los métodos clásicos de análisis de espectros se basan en gran medida en el trabajo manual e interactivo de una persona», ha indicado el investigador del IAC Carlos Allende Prieto.

«No podíamos contar con cien investigadores durante tres años para hacer el trabajo en este caso, así que tuvimos que escribir programas para ordenador que se comportaran como humanos, e incluso nos superaran en esta particular tarea», ha explicado.

Las preguntas sobre cómo se formó la Vía Láctea han sido objeto de especulación científica y debate durante cientos de años. El mapa de todas las estrellas de la galaxia que pretende obtener el experimento APOGEE proporcionará información crucial para resolver cuestiones centrales sobre cómo se produjo este proceso a lo largo de miles de millones de años de historia.


el dispensador dice:
luces de ciudades,
gentes sin curiosidades,
universos distantes,
estrellas errantes,
muchos viajantes,
espalgas cargadas,
cabezas gachas,
no hay tiempos para contemplar la Vía Láctea,
todo es nebuloso,
los sueños escapan,
hace falta un mapa,
¿dónde está mi casa?,
andar perdido,
almas derramadas...

Sol presente,
Luna presente,
estar tranquilo,
sobran ausentes,
demasiadas urgencias,
frustraciones presentes,
crisis eternas,
espíritus corrientes,
muchas son las cosas... que nadie atiende...
las estrellas pasan,
corazones silentes,
las miradas se pierden,
respuestas pendientes,
las culturas necesitan,
que el humanismo regrese...

¿dónde están los fundamentos?,
¿dónde las fuentes?,
ya no hay cielos disponibles,
para las gentes...
todos andan apurados,
trajinando como sobrevivientes,
ya no hay presencias,
abundan los ausentes...
hace falta un mapa,
para que las almas regresen,
a ocupar los cuerpos,
que se dicen presentes.
JULIO 31, 2013.-

COINCIDENCIAS ► El club de los poetas músicos

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El club de los poetas músicos

MÚSICA | Poesía

El club de los poetas músicos

[foto de la noticia]
  • Santiago Gómez Valverde musicaliza los poemas de los grandes autores
Rumbear un poema de Pepe Hierro, 'fadear' a Góngora o encontrar acordes con clima de jazz para Lope de Vega, es lo que Santiago Gómez Valverde, poeta y cantautor de Leganés del año 1957, lleva haciendo desde los 19 años, desde antes de su temprano 'Canciones de tarde' (1988). Sus composiciones han sido impresas, reproducidas e interpretadas sobre las tablas de escenarios como el Auditorio Caesar Palace (Las Vegas), el Ateneo de Madrid o el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, éste último el más antiguo de Europa (1601).

Ahora, Gómez Valverde acaba de presentar su último trabajo, 'La palabra y el tiempo II', la segunda entrega de un formato que él mismo denomina como un 2x1: una propuesta musical y poética en la que los versos de poetas universales se transforman en compases. Este proyecto arranca en el año 1976, "cuando empiezo a musicalizar poemas y, lentamente se aglutinan, hasta que llega un momento en el que el bául de la Piquer queda en 'overbooking'", relata el cantautor. Es el popular productor Paco Ortega, responsable de la carrera discográfica de Niña Pastori o Diego 'el Cigala', quien le dio el empujón y le animó a sacar adelante el proyecto. "vamos a darle forma, démosle unas voces espléndidas a la poesía", le dijo.

Valderrama, Pablo Guerrero, Paco Ortega, Jesús Márquez, Paula Chantada o Pez Gordillo son algunos de los cantantes que se dejan oír en este nuevo disco poniéndole voz a Gustavo Adolfo Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Luis de Góngora, Federico García Lorca y Pedro Salinas, entre otros de los grandes. Como dice Luis Alberto de Cuenca, en la breve introducción del disco, "poesía y canción nacieron juntas en el albor del mundo". También juntas navegan por la memoria con el don de los buenos recuerdos, un territorio que, como también apunta Gómez Valverde, "es un país de nunca jamás donde vivimos los poetas, hechos canción ahora nuevamente, reintegrados a la casa común donde siempre han convivido música y poesía".

 

El pedregal

"Un poema sin música es una piedra, un ladrillo, es cualquier cosa menos un poema", explica el poeta, dejando muy claro que éste es el principio por el que se rige todo su trabajo. Por eso, su disco es ecléctico, con autores de todas las épocas donde "lo que prima es la belleza".

Gómez Valverde confiesa haber sido un pésimo estudiante, "por eso sigo haciendo lo que hacía entonces, copiar. Copio la melodía que el poema tiene", comenta divertido el compositor. Asegura que los versos le cantan y él lo único que hace es darle a cada composición el traje que le corresponde. Tiene la certeza de que la poesía está sufriendo un abandono, sobre todo por parte de las últimas generaciones. Su trabajo es una manera de acercar a los maestros de la literatura a la actualidad y así no caigan en el olvido. "Estoy dando el jarabe con zumo de naranja. Así, entra solo", declara el poeta.

"¿Quién conocía a Miguel Hernández hasta que Serrat cantó su poesía?". El ritmo es anterior a la palabra y Gómez Valverde lo sitúa en el lugar que le corresponde. El disco es además espectáculo y se vestirá de largo el próximo 28 de septiembre en el Corral de Comedias de Leganés.


el dispensador dice:
sintonía de pentagramas,
rimas que convergiendo se cantan,
bemoles que se entrelazan,
palabras que embelezan el alma...

algo hace que las estrofas sean amadas,
¿pura alquimia?,
¿sintonía de almas?,
¿conductores de paz,
vestidores de calmas?,
algo hay en esas palabras,
suenan distinto según quien las pronuncia,
suenan distinto según quien las escucha,
permanecen vibrando en ecos reflexivos,
ondas sonoras no son para esquivos...

hoy los poetas enlazan horizontes,
las gentes buscadoras andan tras algo que no los aturda... sino que los asombre...
es condición humana en todo hombre,
pensar que su mañana le dará la paz que aún no halla...
mientras la vida pasa rápido como una música,
las estrofas se licúan buscando excusas,
ambas se guardan en un aljibe,
las almas acuden a beber de aquello que les recuerda que viven.
AGOSTO 01, 2013.-

 

ANTES DE DORMIR ► Para ser como Sherlock Holmes

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Para ser como Sherlock Holmes


ENSAYO | Maria Konnikova

Para ser como Sherlock Holmes

Ilustración: UlisesIlustración: Ulises
  • ¿Es ficción la inteligencia insólita del detective o podemos aprender sus habilidades? La autora rusa da las pautas en su nuevo libro.

Piense por un momento en el detective Sherlock Holmes. Por fuera el clásico atuendo, ya un tanto manoseado: gorro de tweed o como sea que se llame ese tejido, gabardina, pipa y Stradivarius. Alrededor, la niebla espesa que brotaba del Támesis.

Por dentro, la fórmula es más dificil de imitar. Su legendaria habilidad de observación y el razonamiento deductivo que usa para descifrar los casos parecían inalcanzables para el resto de los mortales, hasta ahora.

La periodista y psicóloga Maria Konnikova, gran aficionada de las novelas de Conan Doyle, ha escrito 'Cómo pensar como Sherlock Holmes' un libro con el que pretende acercar al público las pautas del pensamiento del detective para mejorar la percepción de los problemas y resolverlos. Una vuelta victoriana a la literatura de autoayuda.
La escritora Maria Konnikova.La escritora Maria Konnikova.

"Vivimos en una sociedad donde todo la gente está preocupada y se olvida de observar el mundo que la rodea, también del interior" cuenta la autora rusa. "Con el libro podemos aprender de Sherlock y evitar que se atrofie nuestra capacidad de observación y atención".

La autora Maria Konnikova es una escritoria estadounidense, aunque nacida en Rusia. Actualmente vive en Nueva York donde los rascacielos inspiran su primera novela. Es licenciada en Psicología por la Universidad de Harvard y tiebne una columna en la revista 'Scientific American'. Así que, como psicóloga, ¿cree que las habilidades de observación y deducción son innatas, o cada persona puede aprenderlas?.

"Las dos cosas. Aunque la observación es ciertamente innata, sólo hay que fijarse en la atención que tienen los niños para darse cuenta, hay que practicarla para hacerla fuerte" relata Konnikova. "En cuanto a la deducción debemos preguntarnos: ¿era cierta mi hipótesis?, ¿por qué?. Esta constante autocrítica es la única manera de avanzar".

El caso es que admitir que un es a veces más difícil que resolver el propio crímen. En el libro Konnikova habla del "sistema de Watson". ¿Es esta una actitud opuesta a la de Sherlock o la complementa?.

"No tan opuestos como las dos caras de la misma moneda, pero sí. Watson representa el pensamiento más intuitivo, del momento, que no requiere mucho esfuerzo consciente" relata la escritora. "Holmes por su parte es más reflexivo, más lento. Utiliza más recursos cognitivos y alcanza sus conclusiones de una forma más deliberada".

¿Y cual de estas dos actitudes cual predomina en la sociedad actual?. "Sin duda, gana Watson. Es la forma de ser por defecto, la que prevalece" explica la autora. "Somos Watson mayor parte del tiempo, imprevisibles y caóticos. Nos cuesta un gran esfuerzo ser 'Holmeses'.

Existe una leyenda ocultista del siglo XIX que afirma que todo aquel que se involucre en los textos y relatos de Arthur Conan Doyle corre un grave peligro. ¿Por qué no arriesgarse? El ensayo de Konnikova ya ha sido traducido a más de 15 idiomas y en él la autora se inspira en los casos de Holmes para ilustrar conceptos psicológicos. ¿Por qué eligió a Holmes como protagonista y no a otros detectives del XIX como Auguste Dupin?.

"Le elegí a él porque tenía buenos recuerdos de mi infancia,mi padre leyendonos las historias de Sherlock Holmes antes de dormir " confiesa Konnikova. "Aunque me impactaron mucho, no me acordé de ellas hasta que, escribiendo un artículo sobre la psicología de la atención, me vino Sherlock a la mente como una buena ilustración del concepto".

Sherlock es un personaje que emocionalmente se distancia de sus casos. Si hemos de imitar este comportamiento, corremos el riesgo de deshumanizar a nosotros mismos?


el dispensador dice:
la imaginación anda más rápido que los pies,
entreteje circunstancias que no se ven,
asumiendo que todo puede ser,
que quizás en el mañana no haya un ayer...

vinculado al sueño algo puede suceder,
tal vez hay una esperanza que no se pudo tejer,
está pendiente una ilusión que no pudo ser,
la voluntad quiere, pero algo lo impide "ser"...

nos rodean puertas que no se pueden ver,
nos rodean ventanas que no podemos ver,
hay umbrales que esperan ser descubiertos,
es tarea de sensibles... no de expertos...

no es cuestión de palabras ni de discursos,
vivir la vida no se aprende mediante cursos,
se hace experiencia mientras se camina,
cada paso es distinto a lo que se imagina...

aparece prudente nutrir las visiones,
no todo lo que se canta suenan como canciones,
a veces se desafinan las gracias concedidas,
a veces se miente mientras el sueño domina...

se debe investigar qué te ilumina,
se debe descubrir cuál es el oriente que te domina,
nadie debe apurar el paso aprendido,
no se puede correr tras los olvidos...
¿con qué estás comprometido?,
¿contigo mismo o con lo que has dicho?,
¿están tus sueños debidamente protegidos?,
¿estás atrapado en recuerdos o en los momentos perdidos?,
¿vas derecho o vas torcido?,
sin un mundo interior te verás perdido...
y al no hallarte te verás sorprendido,
por aquellos que declaman por lo que no han visto,
te harán amar afectos mentidos,
no te vendrán a salvar cuando reclames ser querido,
y allí quedarás esperando tu tiempo,
antes de dormir... la esperanza es tu sueño.
AGOSTO 01, 2013.-

NO NECESITAS ... ▲ Pueblos originarios. Kollas: La corpachada - Canal Encuentro

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Con importantes festejos en el noroeste, se celebra hoy el día de la Pachamama

El rito tradicional invoca a la Madre Tierra se realiza desde tiempos ancestrales; se toma caña con ruda y se entierra una olla con comida para pedir protección


Desde tiempos ancestrales, en la región del noroeste argentino se lleva a cabo durante agosto la celebración a la Pachamama , la más popular de las creencias de los pueblos originarios de América Latina. Es un tiempo de agradecimiento a la Madre Tierra por la buena cosecha."Pacha" significa universo, mundo, tiempo, lugar, mientras que "Mama" es madre.
Cada primero de agosto se revive el ritual de gratitud a la tierra, una tradición que sobrevivió a la colonización española y traspasó fronteras. "Seguimos haciendo este ritual porque consideramos que la Pachamama nos ha parido, nos alimenta y es ella quien nos va a recoger en su seno cuando muramos. Hay que andar bien con la madre tierra", explicó Toqo, colla jujeño y director del Museo Indígena de Salta.

En San Antonio de los Cobres, en Salta, como en la Quebrada de Humahuaca, en Jujuy, estarán los festejos más fuertes de hoy, en donde se devuelven a la tierra los mejores frutos, se le dan "coquita" y alcohol y todo se comparte. Las coplas y la música, también, forman parte de esos encuentros. En pueblos, plazas y hasta en Iglesias, organizado por familias, la comunidad o el Estado, el Día de la Pachamama en toda la geografía andina es un día festivo. En las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca y Tucumán reflejan en esta celebración su cosmovisión y reafirman el vínculo entre el hombre y la naturaleza.

En la provincia de Salta, la ceremonia apunta a recordar que todo lo creado proviene de la tierra. Los habitantes recurren al sahumerio para ahuyentar los posibles males que hayan quedado dando vueltas en sus casas. Mientras que en la provincia de Jujuy, luego de una comida comunitaria, se da de comer y beber a la Pachamama, depositando hojas de coca, chicha, alcohol y cigarrillos. Para completar la ceremonia, los presentes se toman de la mano para expresar el espíritu de hermandad que reina.

 
 
el dispensador dice:
no necesitas ser de los Andes para sentir la Tierra,
se está conectado sin que se sienta,
eres pila entre cielo y suelo,
eres pila entre agua y fuego,
así como no puedes prescindir de abuelo,
dos madres son quienes guardan tus consuelos...
tienes una madre que baña tus sueños,
tienes otra madre llamada suelo,
a las dos debes tener entidad de gracia,
a ambas debes tener el sentido de lo que se abraza...
la tierra es mucho más que aquello que pisas,
es lo que sostiene el sentido de tus días...
concede una parte de ti mismo para ser fundamento,
la tierra guarda el valor de tus momentos,
podrá ser el aire,
podrá ser el agua,
podrá ser el suelo,
así como podrá ser el fuego,
cada uno en su momento,
darán valor para "curar" cada destino... según lo escrito, en los libros de la vida que se conservan entre paraísos y desiertos...
 
no necesitas ser distinto,
necesitas hacer un culto de ti mismo...
AGOSTO 01, 2013.-
 





PACHA▲INTI ► Pueblos originarios. Kollas: La corpachada - Canal Encuentro


MUCHO - POCO ▲ Tanto - 02.08.2013 - lanacion.com  

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Tanto - 02.08.2013 - lanacion.com  

Línea & letra / Poesía interpretada por Pablo Bernasconi

Tanto

Tanto te quiero desde que te quiero
que el tiempo sucedido sin quererte,
más que en la vida, sucedió en la muerte,
que en mí la muerte sucedió primero.
Tanto te quiero desde que te quiero
que hasta el suceso natural revierte:
la vida, sucesora de la muerte,
da su amor tras la muerte duradero.
Tanto te quiero desde que te quiero
que falta la palabra de quererte,
pues no siendo la muerte ya la muerte
no hay término posible venidero
ni es posible decirlo de otra suerte:
tanto te quiero desde que te quiero.
En: Obras completas II, Universidad Nacional de Entre Ríos

Villanueva

Gualeguay, 1900 - Buenos Aires, 1969
 
Dos libros publicados en vida, Versos para la oreja (1937) y Son sonetos (1952), le bastaron a Amaro Villanueva para rodearse de un grupo de fervorosos lectores. Su imaginario pertenece tanto al litoral como a Buenos Aires. Escribió, además de poemas, ensayos y relatos..


el dispensador dice:
por momentos es mucho,
por momentos es poco,
por momentos hay magia,
por momentos hay distancia,
por momentos hay coincidencias,
por momentos hay disidencias,
por momentos hay ausencias, 
por momentos hay presencias,
he comprendido por la vida de las ciencias,
que mucho es lo que se necesita de paciencia,
para entender aquello que nos molesta,
a veces con mucho se resta,
a veces con poco se despierta,
es prudente comprender las diferencias,
capaces de modificar las esencias,
alterando las entregas...
no todo lo que navega,
despliega adecuada vela.
AGOSTO 02, 2013.-

lo poco puede ser mucho, dependiendo de la capacidad de creación que se guarda en el alma, donde se conserva la gracia original, esa misma que contiene el don potencial, que necesita transformarse en un talento causal, que debe derivar hacia un puerto singular.
 

SIMULTÁNEO ► Entre el delirio y la reflexión - 02.08.2013 - lanacion.com  

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Entre el delirio y la reflexión - 02.08.2013 - lanacion.com  


Entre el delirio y la reflexión

El escritor italiano se sirve de la ciencia ficción para ahondar en el vacío y en la ausencia de sentido
Por  | LA NACION


Tommaso Landolfi es uno de los más notables escritores italianos del siglo pasado (años atrás, Harold Bloom declaró estar "literalmente enamorado" de su obra). Nacido en una familia de la nobleza meridional, se graduó en la Universidad de Florencia con una tesis sobre Anna Ajmátova y fue un destacado traductor, en particular de autores rusos.

Inédita hasta ahora en castellano, Cancroregina es el nombre de una máquina asombrosa, improbable y tentacular, una nave espacial de "mil ojos" y "humor extraño", inventada para viajar a la luna y "mostrar a todos los hombres de buena voluntad nuevos caminos, para los cuerpos y para los espíritus".

La nouvelle es, de hecho, un inquietante diario de a bordo que el protagonista escribe durante lo que debía ser un viaje más allá de los confines de la Tierra, pero que después de algunas peripecias, comienza a ser un giro sin fin alrededor del planeta, una travesía sin meta y sin destino. Náufrago, desconectado del mundo, suspendido en una especie de limbo fuera del tiempo y del espacio humanos, el astronauta se hunde, con la acostumbrada ironía landolfiana -ese tono de falsa inocencia que contrasta con observaciones desesperadas y geniales-, más y más entre la reflexión y el delirio.

Se ha insistido en que Cancroregina no es un libro de ciencia ficción; que el género es sólo un pretexto de Landolfi para ahondar en el vacío, la ausencia de sentido, las preguntas sin respuesta. Es probable, sin embargo, que aquí la excusa sea central. Que, como bien entendió la corriente new wave en la ciencia ficción, Cancroregina represente el locus donde ocurre la gran metamorfosis social y antropológica de la segunda mitad del siglo XX: el movimiento de vaivén de la imaginación desde el asombro práctico por el espacio exterior y el futuro lejano hacia el misterio metafísico y político del futuro inmediato y el espacio interior. Precisamente para hablar de esto, el género resulta una nave perfecta.

La atmósfera en la astronave es alucinatoria y espesa; su protagonista habita en una zona de sí tan desamparada que difícilmente el lector pueda desembarazarse de lo que eso provoca en su propio ánimo. Pero ¿a qué es fiel un lector? Uno se aventura incluso al viaje literario de la locura y la muerte si la nave que lo lleva está cargada de un sentido sutil de la felicidad, de una secreta euforia, como sucede en Cancroregina 


el dispensador dice:
entre sueños y delirios,
algo acude a la mente,
para transformarse en escrito,
por allí, alguien ha dicho, 
que hay simultaneidad en los ritmos,
que hay otras Tierras que coexisten,
dentro de esta que ya conociste,
donde los tiempos se dividen,
donde distintas humanidades conviven,
según los destinos que eligen,
para transitar sus caminos...
"invisibles", según se dijo,
donde los cruces no se han visto,
donde todos son causalidades,
de mundos en paralelismos,
tangentes de distintos círculos,
geometrías que se han perdido,
por influencias de ciertos fundamentalismos,
que explican ciertos momentos,
según las soberbias en sus dominios...
puede verse como creencia,
también puede verse como delirio,
todo es cuestión de perspectivas,
o de cómo se reflexiona lo concedido,
a veces aquello "encontrado",
puede derivar en verse perdido,
haciendo de lo simultáneo,
un mero paralelismo,
donde un espíritu puede encontrarse,
a sí mismo... o a otro muy distinto.
AGOSTO´02, 2013.- 

 

kreative Räume ► Berlín, usina creativa - 02.08.2013 - lanacion.com  

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Berlín, usina creativa - 02.08.2013 - lanacion.com  

Arte / La Babel contemporánea

Berlín, usina creativa

Varios artistas argentinos contaron a adncultura cómo viven en la capital alemana, que convoca a colegas de todo el planeta con su estilo bohemio y su bajo costo de vida. Entre ellos, se destacan el tucumano Tomás Saraceno y el danés Olafur Eliasson, creadores de megainstalaciones de espíritu universal inspiradas en este clima cosmopolita
Por  | LA NACION

BERLIN.-Se promociona como la "ciudad del cambio". Y lo es. Después de las profundas heridas que dejó la Segunda Guerra Mundial, resurgió de las cenizas y se reinventó a sí misma, hasta convertirse en uno de los principales centros de arte del planeta.
Atraídos por la libertad creativa, la infraestructura y el bajo costo de vida de la capital alemana, donde se puede conseguir un departamento de tres dormitorios por 500 euros por mes, aquí conviven cientos de artistas de los cinco continentes. Entre ellos, muchos argentinos, como Tomás Saraceno, Charly Nijensohn, Edgardo Rudnitzky, Miguel Rothschild, Manuel Esnoz, Marula Di Como, Celina González Sueyro, Dolores Zinny, Juan Maidagán, Eva Pedroza y Ariel Lo Manno. En diálogo con adncultura , varios de ellos coincidieron en que Berlín cambió en forma radical en esta última década.
Lo confirmó luego Abaseh Mirvali, curadora de los espacios U-Turn en arteBA y LUPA en ArtRio, durante una cena en un exclusivo restaurante de la ciudad. Mientras pedía un schnitzel , plato típico idéntico a la porteña milanesa, la ex directora de la Fundación/Colección Jumex de México confesó que decidió radicarse en esta capital porque aquí vive gran parte de los artistas que le interesan.
En Berlín tiene su principal taller el danés Olafur Eliasson, uno de los artistas contemporáneos más reconocidos. En una antigua fábrica de cerveza montó un estudio donde trabajan unas cincuenta personas -artesanos, arquitectos e historiadores del arte- y forma a las nuevas generaciones en colaboración con la Universidad de Arte de Berlín (ver recuadro).
 
Admiradora de la educación alemana, Celina González Sueyro está haciendo una residencia en Berlín. Foto: LA NACION 
 
También aquí crea sus megainstalaciones el tucumano Tomás Saraceno, representado por la galería Esther Schipper, que luego de haber expuesto sus trabajos en la 53a Bienal de Venecia en y en el MET neoyorquino acaba de sorprender en Düsseldorf con su obra En órbita , por la que se puede caminar a 20 metros del piso.

Bajo perfil

Pese a la espectacularidad de estos proyectos de trascendencia mundial, Berlín cultiva el bajo perfil. Aunque tiene decenas de galerías de arte -varias internacionales-, muchas de ellas no dan a la calle. O no tienen un cartel que las identifique, como es el caso de Johann König, donde semanas atrás se inauguró una muestra de la argentina Amalia Pica. Lo único que se puede ver en la página web de Neugerriemschneider ( www.neugerriemschneider.com ), representante de Eliasson, Ai WeiWei, Tobias Rehberger y Rirkrit Tiravanija, es el siguiente mensaje: "Si quiere contactarnos, por favor mándenos un mail".
 
Compositor polifacético, Edgardo Rudnitzky colabora con Jorge Macchi. 
 
La ciudad ni siquiera tiene feria propia. Lo más parecido es Art Berlin Contemporary, un espacio centrado en los artistas que exhibe en septiembre solo projects de 130 galerías internacionales. Y en abril se realizan los Gallery Weekends, una suerte de Gallery Nights extendidas que convocan a importantes coleccionistas internacionales (ver recuadro).

Una gran vidriera

"A mí me atrajo el espíritu bohemio de Berlín. Su variedad me inspira", dice Esnoz, que llegó por primera vez a esta ciudad en 2004, con un grupo de más de veinte colegas argentinos que participaron de los festejos del décimo aniversario de la hermandad Berlín-Buenos Aires (ver recuadro). "Por otra parte, Berlín es una gran vidriera: está absolutamente proyectada hacia el exterior", agregó el pintor, representado por la galería neoyorquina Kravets/Wehby.
Esta ciudad concentra a creativos de todo el planeta, que suman aportes de distintas disciplinas. El escultor Ariel Lo Manno llegó a la ciudad hace cinco años y al poco tiempo comenzó a trabajar con artistas de Japón, China, Estados Unidos. Tres años más tarde, el grupo reunía a casi cien colegas de distintos países.
 
En su taller, Manuel Esnoz escucha hablar a los vecinos en varios idiomas. 
 
"Berlín es multicultural", coincide la joven Eva Pedroza, hija de la pintora Ana Eckell, que estudia becada en una universidad. "Es una ciudad cosmopolita, donde hay mucho diálogo", agrega Celina González Sueyro, que está participando de una residencia y expuso en la galería Kwadrat, de Martin Kwade. La diversidad étnica se nota especialmente en el barrio de Kreuzberg, el preferido por los artistas, que huyeron de Mitte cuando subió el precio de los alquileres. Por el mismo motivo, las galerías se reagruparon en torno a la calle Potsdamer... Hasta nuevo aviso.
"Berlín estalló en los últimos años. Es una ciudad muy dinámica", observa Rudnitzky, compositor devenido artista y radicado aquí desde hace más de una década. Además de realizar sus propias instalaciones colabora con Jorge Macchi, con quien produjo la obra La ascensión para la 51a Bienal de Venecia.
"Acá la escena es enorme: si no te llevás bien con uno, te llevás bien con otro", observa Rothschild, que participó en junio en Art Basel representado por la porteña Ruth Benzacar.
¿Se puede vivir del arte en Berlín? El sí es unánime. Si no alcanza con la venta de obras, otra opción es integrarse a una estructura universitaria que, según ellos, es "incomparable". Di Como, por ejemplo, además de impulsar el proyecto Migrantas, da charlas en instituciones y obtuvo varias becas desde que se instaló en Berlín, en 2002. En ese sentido, según González Sueyro, Berlín es "otro planeta".
 
Marula Di Como, integrante del colectivo Migrantas, en su lugar de trabajo. 
 

Datos & pistas

Exhibición. Lo más parecido a una feria de arte en la capital alemana es Art Berlin Contemporary ( www.artberlincontemporary.com ), que exhibe en septiembre solo projects de artistas representados por 130 galerías internacionales. En abril se realizan los Gallery Weekends ( www.gallery-weekend-berlin.de ), en los cuales unas cincuenta galerías -muchas de ellas agrupadas en torno a la calle Potsdamer- inauguran muestras con invitados internacionales durante tres días y tres noches. Entre los principales espacios de exhibición de arte contemporáneo se cuentan los museos Hamburger Bahnhof y Martin Gropius Bau, así como las colecciones privadas de Christian Boros -alojada en un antiguo búnker-, Thomas Olbricht, Arthur De Ganay y Erika Hoffmann.
Educación. El prestigioso artista danés Olafur Eliasson forma a las nuevas generaciones en el innovador Instituto de Experimentación Espacial, en colaboración con la Universidad de Arte de Berlín (UDK). Junto con la Kunsthochschule Weißensee (KHB), son las dos principales universidades para estudiar arte en Berlín. Sobre becas de estudios en Alemania se puede consultar al Servicio de Intercambio Académico Alemán ( www.daad.org.ar) .
Ciudades hermanas. El año próximo se cumplirán veinte años del acuerdo de colaboración entre Berlín y Buenos Aires. Para celebrarlo, Dudu von Thielmann impulsa la segunda edición del festival "Diálogo Cultural Berlín-Buenos Aires". La primera edición, en 2004, incluyó una muestra en la capital alemana del Movimiento Notango, con obras de 24 artistas argentinos.


el dispensador dice:
la creación demanda un huerto,
tal cada nave su puerto,
necesita hallar tierra fértil,
para reconocer y conocerse...

hay lugares donde se despiertan,
ciertas capacidades y otras artes,
a veces el pensamiento necesita desperezarse,
para lo cual es apropiado,
encontrarlo y encontrarse...

¿qué alienta el despertarse?,
las químicas forman parte,
de intercambios iónicos que pueden sintonizarte,
caminos que pueden llevarte,
a trascender los sentidos del arte,
sea escribiendo, sea pintarte,
a veces es bueno tener espejo y no mirarse...
porque la memoria debe cincelarse,
hasta dar forma a una entidad,
distinta a la que pensaste...

sí, hay usinas del pensamiento,
hay reflexiones que necesitan su tiempo,
encontrar sus ángulos en un desierto,
saber que ciertas alquimias,
destilan mercurios según los vientos...

¿sabes de cristales?,
¿sabes de vitrales?,
¿sabes de tintes en los esmaltes?,
todo es cuestión de saber... cómo destilan los errantes.
AGOSTO 02, 2013.-
 

AVIÓNICA LITERARIA ► Letras en vuelo libre | Cultura | EL PAÍS

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Letras en vuelo libre | Cultura | EL PAÍS

Letras en vuelo libre

Los nuevos novelistas latinoamericanos convierten sus vidas en ficción

'Babelia' inicia una serie de diez entregas con ellos


De izquierda a derecha, Lucía Puenzo, Alejandro Zambra y Wendy Guerra. / Daniel Mordzinski

Una creatividad libre de toda angustia de las influencias explica la diversidad y riqueza de los libros que surgen últimamente en América Latina. El auge del yo —ficcionalizado o no— que convierte la intimidad en literatura, una mirada no ideológica sobre la política, ritmos más propios del viaje iniciático que del exilio y variedad de historias pequeñas, fragmentarias —con tramas que van de la anécdota amorosa o familiar al policial o al humor, eludiendo la corrección política— dominan las tramas. Relatos que no se escriben contra nada, pero que tampoco aspiran a ser embajadores de un mapa ni a representar una identidad nacional o local, aunque a veces el pasado reciente resuene o el paisaje propio se imponga casi con la fuerza de un personaje, porque por fortuna —mal que le pese a la globalización— olemos a un lugar, sabemos a él.

Como en la vida, en la literatura hay capas, palimpsestos, y se escribe sobre lo ya escrito. Pero hoy nada urge y ese “vale todo” es la clave de lo nuevo. El boom latinoamericano —fenómeno que en los años sesenta y setenta del siglo pasado exportó universos complejos como los de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes o Julio Cortázar— no es mandato a seguir ni fantasma que sacudirse de encima. Algo que sí sintieron necesario los autores nacidos en torno a 1960 y publicados en McOndo, la antología editada por los chilenos Alberto Fuguet y Sergio Gómez en 1996, que dinamitaron el realismo mágico y pusieron en página smog, centros comerciales y “latidos digitales”.

Si les dieran a elegir hoy, muchos jóvenes escritores latinoamericanos iniciarían en Roberto Bolaño—nacido en Chile, forjado en México, que escribió en Cataluña con la desesperación del que no tiene demasiado tiempo la mayoría de su obra y devenido autor de culto tras su temprana muerte en 2003— el linaje que los define. Algo de esto se insinuaba ya en Bogotá 39, el encuentro en la capital colombiana de 39 autores de 17 países del continente, menores de 39 años y con al menos una obra publicada, durante el Hay Festival 2007.

A pesar de su juventud, algunos eran ya veteranos en las letras (el mexicano Jorge Volpi, la ecuatoriana Gabriela Alemán y el argentino Pedro Mairal, entre ellos). Muchos de esos nombres se reencuentran en este reportaje, pero han surgido nuevas voces, aunque la distribución deficiente de las obras siga siendo un obstáculo para saber qué se cuece hoy y con qué ingredientes en América Latina

Viajeros y cosmopolitas

“No hay producción en serie, no hay cables conductores maestros, cada quien busca por su lado, saca punta a su propio lápiz”, destaca de esta hora el nicaragüense Sergio Ramírez (Masatepe, 1942), para quien aún en los escritores muy jóvenes se verifica “el primero de los signos de la calidad literaria: la pasión por la búsqueda, no repetir a los de antes, experimentar con el lenguaje y con los temas, alejarse de lo tradicional”.
Ex vicepresidente de su país y ganador del Premio Alfaguara de Novela por Margarita, está linda la mar, Ramírez señala “menos inserción ideológica, menos tendencias, menos escuela”. Con todo, la libertad no supone, a su juicio, ausencia de realidad política en las ficciones. Con una nota distintiva: se trata, afirma, “del pasado familiar escrito por los hijos y juzgado por ellos, como en El espíritu de mis padres viene subiendo con la lluvia, del argentino Patricio Pron” (Mondadori).

El caso de este autor rosarino, nacido en 1975 y afincado en Madrid es similar al del peruano Santiago Roncagliolo (Lima, 1975), autor entre otras de Óscar y las mujeres (Alfaguara): hijos de familias con ecos de militancia o exilio, que eligen su vida en un mapa distinto del de origen y escriben con las alforjas llenas de ambos mundos. De la misma generación y residente también en la Península desde 2005 es Sergio Galarza (Lima, 1976), que acaba de publicar JFK (Candaya), segundo libro de su trilogía madrileña. Forzada en generaciones anteriores por razones políticas, la residencia en el extranjero —estadía más que mudanza en ocasiones— es hoy casi una seña de identidad del oficio de escribir: no hay autor que por su trabajo en universidades, sus tareas como traductor o su deseo de contactar con centros editoriales, no dé cuenta de becas, seminarios o premios que le permitan salir del terruño. De allí que cuando hablamos de literatura latinoamericana debamos sincerar algunas ficciones que se escriben en Europa, en EE UU o más lejos (tal el caso de Andrés Felipe Solano (Colombia, 1977), autor de Los hermanos Cuervo, que vive actualmente en Corea).

El 'boom' de los sesenta, que redujo al estereotipo la identidad americana, ya no es mandato que seguir ni fantasma que combatir
Lo nuevo no siempre es tecno. “Mi impresión general es que con las nuevas tecnologías no aparecieron los nuevos géneros que solían prometerse; más bien se reformularon algunos de larga data: la vuelta al aforismo con Twitter y la reactivación del diario personal con el blog”, apunta Martín Kohan (Buenos Aires, 1967), premio Herralde de Novela 2007 y autor de la reciente Cuentas pendientes (Anagrama), donde la vida de Lucio Giménez, un jubilado que debe varios meses de alquiler que no piensa pagar al dueño de casa, le permite trabajar el punto de vista y explorar una cotidianidad en descomposición, sin renunciar a ciertas marcas históricas (un pasado de apropiador de hijos de desaparecidos, que no sería esencial, pero que Kohan elige como prehistoria significativa). El presente, subraya, no obliga a nada: “Sabemos que la literatura del boom, aun con lo que tuvo de valiosa, condujo a una reducción estereotipada de la identidad latinoamericana. Hoy podemos ser perfectamente indiferentes a esa clase de expectativas, es decir, no encajar en el modelo de lo que se espera de lo latinoamericano, pero sin la presión de activar parricidios y rupturas”.

¿Qué formas toma esa diversidad? Todas las imaginables. Aunque el paisaje es predominantemente urbano, hay excepciones. El desierto a bordo de una camioneta rumbo a Iquique, donde el protagonista se someterá a un tratamiento dental, es el que escoge Diego Zúñiga (Chile, 1987) para Camanchaca (Mondadori), su primera y contundente novela: la historia de un divorcio y de la vida de hijo y padres, después de ese cisma privado. Otra familia y otra carretera enmarcan Hablar solos, de Andrés Neuman (Alfaguara), que renueva por el abordaje que se da a la experiencia de la pérdida y las contradicciones de quien cuida a un enfermo.
Selva Almada (Entre Ríos, 1975) escribe de la Argentina que mejor conoce: pueblos chicos donde llegan pastores evangélicos alterando la calma de la siesta; resentimientos rumiados por años, mientras el calor agobiante del litoral auspicia hervideros de sangre en forma de sexo o de ajustes de cuentas. Algunos hallan en su obra —las novelas El viento que arrasa y Ladrilleros, y los relatos de Una chica de provincia— parecidos con la de Juan José Saer, autor al que Almada —publicada por Mardulce— dice conocer poco, mientras sitúa deliberadamente sus relatos en contextos donde la tecnología no ha llegado (algún momento de los noventa, antes de que las computadoras estuvieran por todas partes).


FERNANDO VICENTE

El ambiente rural también es escenario de Los Malaquías (Edhasa), de la brasileña Andréa del Fuego (São Paulo, 1975), quien en su aclamada primera novela para adultos (ganó el Premio José Saramago 2011, pero tiene varios libros anteriores para niños) sigue las andanzas de Nico, Antônio y Júlia, tres huérfanos devenidos tales porque un rayo partió —literalmente— la vida de sus padres. La mirada infantil se reencuentra en otras ficciones: intenta entender un astillado universo familiar tras la muerte súbita de la hermana del protagonista en El amor nos destrozará (Tusquets), primera novela del argentino Diego Erlan (Tucumán, 1979) y permite rebobinar la historia reciente de Chile en Formas de volver a casa, de Alejandro Zambra (Santiago, 1975), que lo confirma como uno de esos autores cuyos libros esperamos.

Es una niña también, Lilith, la que fascina a José, que no es otro que el nazi Josef Mengele, cuyo presunto paso por Bariloche imagina Wakolda, de Lucía Puenzo (Buenos Aires, 1976), convertida en el filme homónimo aplaudido en el Festival de Cannes. Esta talentosa directora y narradora ejemplifica un rasgo de muchos jóvenes autores: su profunda vinculación con el cine. Una zona de encuentro de la que participan (la lista es incompleta, como todas) además de los mencionados Del Fuego y Roncagliolo, la escritora y actriz cubana Wendy Guerra (La Habana, 1970), autora, entre otros, de la varias veces premiada y traducida Todos se van (Bruguera), y también, Rodrigo Hasbún (Bolivia, 1981), guionista y autor de la inquietante El lugar del cuerpo (Alfaguara), que en poco más de cien páginas cuenta la historia de Elena, quien tras una infancia oscura coquetea con la muerte a lo largo de toda su juventud, en una trama en la cual escritura y sexo se conjugan inevitablemente.

Escribir para ser traducido

Las migraciones amplían el territorio de la lengua. Sergio Ramírez reconoce la “transgresión” de llamar la atención sobre los autores de origen latinoamericano que escriben en inglés y renuevan: “Es una nueva modalidad de nuestra literatura joven, producto de uno de los grandes fenómenos del tiempo presente, la emigración, la lengua que viaja y se asienta fuera, lo que me gusta llamar ‘la lengua mojada’: Daniel Alarcón, Junot Díaz, Francisco Goldman. La lista es muy larga; hay abundancia, buena abundancia”.

En la Academia se estudia ya hasta qué punto las creaciones de estos “l@tino writers” que provienen del Caribe hispano podrán influir o redibujar el mapa de esas literaturas nacionales. Tal es el caso de la investigación presentada en el seminario ALLICCO 2013, en París, por Rita de Maeseneer, de la Universidad de Amberes, centrada en las obras de dos autores dominicanos residentes en Nueva York: el multipremiado Junot Díaz (Santo Domingo, 1968), Pulitzer 2008 por La maravillosa vida breve de Óscar Wao, y la actriz y escritora Josefina Báez (1960), autora, entre otros, de los poemas que se transformaron en performance en Dominicanish. El trabajo (que será publicado por la revista Pasavento, junto con otras ponencias sobre los efectos de la globalización en formas y lenguajes de la literatura contemporánea en español), presta especial atención a cómo tratan estos autores de la diáspora dominicana la noción de hogar (home), que implica en ocasiones una idealización del lugar de origen frente a la visión negativa del sitio de llegada. Tanto Díaz como Báez cuestionan ese lugar común, dando testimonio de lo difícil que es ser ajeno, o no del todo propio, en ambos países. “Hogar es donde está el teatro”, escribe Báez en Dominicanish; “Ella era dominicana de aquí” (refiriéndose a Estados Unidos), afirma Yunior, álter ego de Díaz, en uno de los relatos del reciente Así es como la pierdes (Mondadori).


Participantes en el encuentro de jóvenes autores latinoamericanos 'Bogotá 39'. / Daniel Mordzinski

Pluricausal, esta riqueza tuvo socios indispensables. Las editoriales independientes “ampliaron las posibilidades de las búsquedas literarias, mientras los grandes grupos se enceguecían en la persecución del negocio rápido y seguro”, remarca Martín Kohan. Hay “autores de referencia”: al ya mencionado Roberto Bolaño, aventurero y cosmopolita, Kohan suma los nombres del argentino César Aira, que se ha ganado lugar de clásico y es una escuela de velocidad narrativa, y del uruguayo Mario Levrero, librero, guionista de cómics, creador de juegos de ingenio y autor casi secreto hasta hace muy poco. Hablamos, sin embargo, de las “huellas del impacto” de sus literaturas, “pero no en el grado de mandato estético que marcaría tendencias como se dice que se marcan en el mundo de la moda”, distingue.

La obra de Levrero (Montevideo, 1940-2004), que incluye cuentos y ensayos, cuestiona la idea de que lo renovador viene en envase joven. Reeditada por Mondadori, ya hay quienes le auguran tantos devotos como los del autor de 2666. La novela luminosa, su libro póstumo, se inicia con el registro de ciertas experiencias extraordinarias, bajo la forma de un diario escrito a partir de agosto de 2000, gracias a la tranquilidad económica que le brinda una beca. A lo largo de más de quinientas páginas se desmenuzan sueños, lecturas, imposibilidades, reflexiones sobre la ficción, el amor, el miedo a la muerte y otras obsesiones.

La gran apertura y variedad que registra la literatura escrita en español se da también en portugués, confirma el brasileño Silviano Santiago (Formiga, 1936). “El boom actual no es de libros, es de autores”, define el ganador de la última edición del Premio Machado de Assis, otorgado por la Academia Brasilera de Letras al conjunto de su obra. “Cada uno usa los géneros literarios y el lenguaje a discreción”, aunque siempre bajo el mandato de lograr “un texto apto para el consumo general”. Esto explica por qué “la escritura tradicional supera la vanguardista”. “El modelo no es Ulises sino El gran Gatsby”, grafica el autor de Stella Manhattan (Corregidor). “A partir de la década de 1930 los autores populares escribían con un ojo en la adaptación cinematográfica, ahora escriben con un ojo en la traducción”.

"Las nuevas tecnologías no trajeron nuevos géneros. Twiter reactivó el aforismo; los blogs, el diario personal", dice Kohan
En cuanto a los temas, Santiago afirma que el cosmopolitismo tiene en Brasil quienes le escriban y menciona la colección Amores Expressos, editada por Companhia Das Letras, de la que participan Daniel Galera, Bernardo Carvalho y Sergio Sant’Anna, entre otros. Sin embargo, a su juicio, “el rasgo saliente de la literatura brasileña está en la fragmentación del espacio sociopolítico nacional”. Así, si la visión de Brasil como un todo íntegro era “indispensable al momento de la lucha contra la dictadura militar y cimiento abstracto de la consagración de la novela de Clarice Lispector en los noventa”, a partir de 2000, la literatura da un salto hacia lo local y retoma temas políticos regionales. En este milenio, afirma Santiago, “a la línea política de fondo agrario típica del nordeste, se le opone otra línea, también altamente politizada, de novela urbana (Río de Janeiro y São Paulo), preocupada por la condición social y el destino de los villeros y marginales, frente a una policía corrupta”.

Escritores o aspirantes a serlo protagonizan muchas ficciones latinoamericanas del siglo XXI (tema que recorta, entre otros, los significativos Mis dos mundos, de Sergio Chejfec; En la pausa, de Diego Meret; los relatos de Punto de fuga, del peruano Jeremías Gamboa; Las teorías salvajes, de Pola Oloixarac; Phoenix, de Eduardo Muslip, y el reciente y conmovedor Mi libro enterrado, de Mauro Libertella). El uso de la primera persona y la identificación entre narrador y protagonista son frecuentes y hasta típicos de la literatura escrita en este tiempo. Certifican lo que la ensayista Beatriz Sarlo llama “el giro subjetivo de la cultura” en el insoslayable Ficciones argentinas (Mardulce), donde reúne 33 ensayos sobre libros publicados entre 2007 y 2012, de autores pertenecientes a generaciones y estéticas diversas.

Pero la tendencia trasciende el Río de la Plata, como prueban El cuerpo en que nací (Anagrama), de Guadalupe Nettel (México, 1973), que retoma recuerdos de infancia y la incidencia de un defecto de nacimiento en un ojo, para releer la propia vida. O la impactante y premiada Canción de tumba (Mondadori), de su compatriota Julián Herbert (1971), textos ambos nacidos de una invitación de la revista Letras Libres a jóvenes autores, para escribir sus memorias precoces. En la suya, ya convertida en novela, Herbert cuenta la compleja relación del narrador con su madre, prostituta y moribunda, mordida por la leucemia, que lo obliga también a revisar la realidad de un país asolado por la violencia y la corrupción en un vértigo con ritmo de web.

Ficciones reales

El pasaje de la cultura de la biblioteca a la cultura digital es el contexto de lo que Josefina Ludmer, profesora emérita de la Universidad de Yale, llama “literaturas posautónomas”, escrituras cuyos textos ya no se pueden leer autónomamente sino en relación directa con el ahora. En Aquí América Latina. Una especulación (Eterna Cadencia, 2010), la crítica argentina analiza estas narrativas propias de los años 2000: relatos que toman la forma del testimonio, la autobiografía y el reportaje periodístico salen de la realidad y entran a “lo cotidiano” (ya no la realidad tangible sino la que construyen Internet y los medios, que no necesita ser representada porque es pura representación). Así, define Ludmer, estas literaturas “fabrican presente con la realidad cotidiana”. Una tendencia que las editoriales receptan bajo el paraguas extragrande de la crónica, otorgando más espacio en sus catálogos a las escrituras híbridas. Ejemplo de ello es la colección Ficciones Reales, que promociona en Sudamérica el sello Marea.

Esta libertad elude moldes y corrección política. En las novelas de Yuri Herrera (México, 1970), autor entre otros de La transmigración de los cuerpos (Periférica), valen tanto los narcocorridos —subgénero musical que aborda el mundo del narcotráfico— como el uso de arquetipos, para metaforizar una realidad violenta, donde migrantes y mujeres la pasan peor que otros. El policial, que Herrera ronda, marca también al brasileño Altair Martins (Porto Alegre, 1975) en su primera y premiada novela La pared en la oscuridad (Adriana Hidalgo), que se inicia cuando un profesor de matemáticas mata en un accidente de tráfico a un hombre y huye. Los topos (Mondadori), primera novela de Féliz Bruzzone (Buenos Aires, 1976), reafirma la opción del autor de 76 (relatos) de desmarcarse del discurso de las víctimas del terrorismo de Estado (los padres del escritor son desaparecidos de la dictadura). A partir de un narrador que deja a su mujer y se enamora de un travesti que proyecta matar policías, Bruzzone convierte en literatura una pregunta hasta hace poco prohibida: ¿qué sucedería si algún hijo de desaparecidos pensara en hacer justicia por mano propia? Búsqueda y predestinación, con mucho de parodia y disparate, acompañan la metamorfosis pasional y física del protagonista.

Ásperos a veces, desgarradores, otras, imaginación furibunda o sobredosis de verdad, estos libros deparan esa atracción hipnótica, capaz de mantenernos en vela y en vilo cuando se apagan las demás luces de la casa.

Cómo mentir con la verdad

El auge de la escritura testimonial y la voluntad de lograr el efecto de lo verdadero define buena parte de la literatura del siglo XXI. Profesora emérita de la Universidad de Nueva York y autora de Acto de presencia, un ensayo sobre la autobiografía de los siglos XIX y XX en Hispanoamérica, Sylvia Molloy destaca lo “sintomático” del rótulo relativamente reciente de “escrituras del yo”, que ha ido reemplazando la noción de escritura autobiográfica, “algo desgastada y no demasiado favorecida” en América Latina.

¿Cómo se relaciona esto con la creciente importancia del escritor como personaje mediático, que ya no solo presenta sus libros sino que mantiene cuentas en redes sociales y participa de programas radiales y televisivos? “No creo que haya mucha diferencia en la construcción de aquella primera persona autobiográfica, aquel ‘yo’ que estudié en Acto de presencia, y el ‘yo’ del escritor como personaje mediático”, señala Molloy. “En los dos hay trabajo de pose y deliberada construcción: se busca persuadir de que ese es el yo del autor”. Si hay alguna diferencia, señala la autora de En breve cárcel, estaría en la recepción: “En el yo autobiográfico se parte de un texto que el lector lee, descifra, recompone en su lectura, sin necesariamente haber visto al autor. Es un proceso. En el caso del escritor como personaje mediático se trata de una performance contemporánea del espectador, no se necesita texto, o mejor dicho el autor, en su exhibición —en su performance— es, él mismo, texto. Al escritor se lo busca, se lo admira, se lo escucha (pienso en innúmeras ferias del libro) sin que sea necesario leer lo que ha escrito”.

Hay ejemplos con diversos grados de ficcionalización. Uno de los más recientes es Un comunista en calzoncillos, de Claudia Piñeiro (Buenos Aires, 1960), cuya portada es una foto de infancia de la autora junto a su padre. Novela autobiográfica confesa, la escritora aclara que miente lo suficiente como para que valga la pena leerla. También recrean la historia familiar y el clima político de sus países los estupendos El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince (Colombia, 1958) y Missing. Una investigación, de Alberto Fuguet (Chile, 1964). Otros narran desde la sinécdoque, prefiriendo la diagonal para interpretar lo macro. Un caso es la trilogía de Alan Pauls (Buenos Aires, 1959) sobre la militancia argentina de los setenta, que culmina el reciente Historia del dinero. Obras que su autor ha calificado de “testimoniales” porque los elementos escogidos —el llanto, el pelo, el dinero— tienen resonancias personales que le permitieron cruzar intimidad, política y extrañeza en las novelas. R. Garzón


el dispensador dice: aviónica es el conjunto de instrumentos que permiten desarrollar un vuelo... por consiguiente, todos los instrumentos en el tablero de un avión, constituyen su aviónica. indudablemente no hay instrumentos conocidos para que la creación literaria tome vuelo, por lo que es bueno apreciar la capacidad que los creadores escritores tienen en sus respectivos espíritus para desplegar alas donde antes existían vacíos de la imaginación... ello habilita a que el aire de la Tierra se impregne de ideas, de las que algunas podrán ser plasmadas, y otras permanecerán flotando como esferas invisibles, buscando mentes para descender... luego, las corporaciones editoriales elegirán qué obras priorizar según sus intereses... y que otras "negar" a efectos de frustrar a genios que pasarán desapercibidos gracias a las conveniencias de unos pocos perversos, que manipulan las opiniones y las lecturas a efectos de crear estancos culturales... dicho esto, se revela el qué y el cómo estratégicos que dieron lugar a la destrucción del pensamiento latinoamericano durante los años sesenta y setenta del siglo pasado, a partir del asesinato de sus pensadores, argumentando razones de "seguridad nacional"... desde luego, los asesinos desconocen los aspectos del karma... por lo que al truncarse los destinos de inocentes, las almas regresan décadas más tarde a retomar los caminos frustrados, por lo que nacerán nuevamente para transitar las "sendas truncas". Pavada de tema, ¿no?... pues bien, eso está sucediendo en nuestra América Latina empobrecida hasta el hartazgo... están regresando las bohemias y están renaciendo las culturas revisionistas tanto como las creativas... lo cual, al desplegar nuevas velas, irán tomando entidad hasta ocupar el lugar que les fue quitado por los militarismos del proyecto Cóndor, esos mismos que ahora se han enquistado en el narcotráfico y la inseguridad social manipulada por las inteligencias perversas de imperios venidos a menos.

andas transitando veredas,
andas desplegando tus velas,
necesarias son las bohemias,
para subir escaleras,
las letras que se piensan,
son causales reflejas,
necesitan convertirse en ideas,
para luego descender como letras...

no te preocupes por los rechazos,
no te preocupes por las negaciones,
esas son comunes acciones,
a los miserables y sus razones,
por ello es necesario pechar hacia adelante,
y sostener la voluntad sonante,
ya que el esfuerzo reconocerá su estrella,
cuando halle su propia huella,
y como todo lo relacionado con las letras,
no hay sombra que la desmerezca...

anda, ve, enaltece la cultura,
para crear hace falta locura,
que elabore las quimeras,
las que al incorporarse socialmente,
se transforman en ecuaciones,
que alimentan a las gentes.
AGOSTO 03, 2013.-


PASAJEROS ► El viajero ideal | Cultura | EL PAÍS

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El viajero ideal | Cultura | EL PAÍS

LIBRO DE LA SEMANA

El viajero ideal

El historiador argentino José Emilio Burucúa narra un original periplo por Israel y Grecia


Una mujer consulta un libro en la Acrópolis de Atenas. / Dimitar Dilkoff / Getty Images

La próxima vez que José Emilio Burucúa salga de viaje, quiero que me lleve con él. Quiero, guiado por sus inteligentes caprichos, explorar la geografía del presente de la mano de antiguos cronistas como Pausanias y Herodoto, enterarme de los chismes de hace muchos siglos para entender mejor el día de hoy, encontrarme con lejanos familiares que preparan comidas exquisitas y conocen lugares secretos en ciudades archiconocidas y, por sobre todo, quiero aprender a viajar en el espacio para mejor conocer lo que perdura en el tiempo. Y si no puedo ser parte de la comitiva Burucúa, quisiera al menos ser el destinatario de su luminosa correspondencia, su privilegiado lector, un viajero sedentario o virtual.

Las cartas, por lo general, no tienen un público lector: están dirigidas a un lector en particular y solo él puede reconocer las alusiones, entender las bromas, vislumbrar la historia oculta. No así estas Cartas del Mediterráneo Oriental que, a pesar de estar dirigidas a un amigo de Burucúa en particular, Nicolás Kwiatkowski, se dejan leer por perfectos desconocidos con admiración, provecho y placer. Las Cartas del Mediterráneo Oriental narran un viaje a Israel y a Grecia hecho hace dos años por Burucúa y su mujer, y prosiguen el epistolario iniciado en 2006 con las Cartas norteamericanas; como aquellas, estas recuerdan, por su inteligente encanto, sabiduría y humor, las elegantes correspondencias de viajeros del ilustrado siglo dieciocho.

El género epistolar es uno de los más antiguos, ya que nace apenas dos milenios después de la invención de la escritura misma. “Bulattal me ha traído noticias tuyas”, dice una carta escrita hacia 1700 antes de Cristo en Sumeria, “y me han llenado de felicidad; tuve la impresión de que tú y yo nos encontrábamos y nos abrazábamos”. Sin duda así lo sintió, casi cuatro milenios después, el amigo Nicolás al recibir las cartas que desde Israel y Grecia le enviara el itinerante y erudito argentino, contándole las pequeñas peripecias de su tour con un ojo indiscreto para todo detalle histórico, psicológico, arquitectónico, político, gastronómico. Y artístico, claro, puesto que Burucúa es discípulo de Carlo Ginzburg y Aby Warburg, y autor de una formidable historia sobre la evolución del pensamiento warburgiano. Lo cierto es que, en cualquier lugar en el que se encuentre, Burucúa nunca deja de interesarse por lo que Warburg llamó “la sobrevivencia de las imágenes”, rastreando en mosaicos de Galilea o en ciertos fragmentos de estatuaria griega, imágenes que reaparecen a lo largo de los siglos con sutiles variaciones de forma y de significado. Burucúa parece sentir el mundo antiguo como contemporáneo, como si él fuese no ya un profesor de historia de hoy sino un pagano erudito perdido en la pobre mitología de nuestro tiempo. “Un Jesús helenizado, no tanto el asceta Pablo, eso es lo mío”, confiesa.

Pocas cosas son más aburridas que el relato de nuestras vacaciones. No así en el caso de Burucúa, quien transforma la crónica de un tradicional viaje turístico en un apasionante ensayo sobre docenas de temas inesperados y diversos. Su compañera de aventuras es su mujer, Aurora, a cargo del reconocimiento del terreno y de imponer a las excursiones un necesario sentido práctico. Su implícita presencia da a la narración un sutil trasfondo de humor y de mesura, cualidades tan necesarias en toda empresa intelectual.

Burucúa es un historiador inmensamente docto, impecable conocedor de las fuentes antiguas, pero su estilo no es nunca académico ni pedagógico. Comentando las obras griegas robadas en el siglo XIX y exhibidas hoy en los grandes museos europeos, Burucúa opina que se debe “hacer bien las cuentas, convencer a los banqueros de que la deuda, más que de Grecia, sigue siendo con Grecia”. Cuando el nombre de una deidad antigua le recuerda a un profesor muerto. Burucúa anota: “Si la existencia más allá de la muerte consiste en la perduración de un recuerdo, mi viejo amigo, muerto en mayo de 2005, hoy ha sido inmortal”.

El doctor Johnson, gran amigo del género epistolar, observó un día que acababa de tener un pensamiento extraño: “En la tumba ya no recibiremos cartas”. Espero que el buen doctor se haya equivocado y que, cuando me toque cruzar el Aqueronte, las futuras misivas de Burucúa, escritas desde donde sea que se encuentre, me lleguen, a pesar de todo, para distraerme de la eternidad.

Cartas del Mediterráneo Oriental. José Emilio Burucúa. Adriana Hidalgo. Buenos Aires, 2013.168 páginas. 15 euros


el dispensador dice:
todos somos pasajeros,
de un viaje llamado "vida",
mientras algunos siembran razones,
otros siembran heridas,
argumentando mentiras,
que sólo rompen corazones...

todos somos viajeros,
de un lapso demasiado efímero,
por ello hay que vivir andando,
y omitir eso de los turismos,
porque aún cuando se conozca poco,
se debe dedicarle tiempo,
para comprender los contenidos,
que ofrecen esos argumentos...

nada de aquel pasado,
ha transcurrido en vano,
ninguna observación,
puede pasar por una mano,
por ello se debe contemplar,
qué vibra de aquel legado...

¿me preguntas que cómo me siento?,
debo responderte que soy pasajero,
de una vida y de un tiempo,
que nunca he andado de turista,
que me he movido como el viento,
asumiendo lo concedido,
como una gracia de momentos,
por eso a estas alturas,
estoy nutrido de recuerdos...
lo que he amado conservo,
lo que me lastimó lo he dejado extraviado... allá a lo lejos, en el tiempo...
sabiendo que cuando se regresa,
sólo llevas las esencias de tus afectos.
AGOSTO 03, 2013.-

sí somos pasajeros...
viajeros de varios tiempos,
si valoras la memoria del karma,
regresarás a recorrer tus recuerdos.

ARENAS EN LOS CALZADOS ► El secreto de Tánger | Cultura | EL PAÍS

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El secreto de Tánger | Cultura | EL PAÍS

El secreto de Tánger

La ciudad marroquí es como un cosmopolita escenario nacido de la ficción

Amada, explotada y odiada, no deja de producir literatura


Paul Bowles decía de Tánger que era "una sala de espera entre conexiones". / Harry Gruyaert / Magnum

A veces el lugar donde un escritor forja su destino tiene más importancia que su educación o sus lecturas. La ciudad donde nació puede no ser al final el lugar donde afianza su voz, construye su mundo y se convierte para siempre en alguien que, haga lo que haga, está “al otro lado”, pues solo de esa manera es capaz de conectar con su tiempo y mostrarlo. Y hay ciudades fronterizas que parecen imantadas para atraer las diversas virutas de hierro de la literatura. Esas ciudades atrapan al que creyó estar solo de paso y guían su mano, alimentan su pasión por escribir. Así hizo Tánger con Paul Bowles, Alejandría con Lawrence Durrell, Trieste con James Joyce.

¿Qué tiene Tánger?, se preguntaba Mick Jagger al volver de una estancia en sus fauces. ¿Y qué tenían Alejandría, Trieste, Estambul? Estas ciudades nos parecen hoy escenarios nacidos de la misma literatura. Mientras Alejandría se esconde en los versos de Cavafis y Trieste duerme en el humo enfermizo de Italo Svevo, Tánger, como decía Pierre Lotti, posa altiva como una vedette en la puerta de África. Se nos ofrece como la quintaesencia de la traición y el misterio. Ninguna como Tánger ha acaparado tantas ilusiones literarias, tanto énfasis misterioso entre los escritores exiliados-de-sí-mismos. ¿Será quizá porque Tánger, igual que una pirueta en un vuelo nocturno, produce, en palabras de Saint-Exupéry, “hermosos vértigos”? Espejo donde se mira lo ajeno, lo exótico, la ciudad caló en las mentes de los pintores africanistas y de los estetas del orientalismo. En los últimos cien años vio pasar bajo su balcón una miríada de escritores que buscaban en el laberinto algo diferente, digamos Barthes, Beckett, Burroughs, Bowles, Capote, Genet, Ginsberg, Juan Goytisolo, Kessel, Morand, Gertrude Stein, Tennessee Williams, Yourcenar.

La mayoría de ellos eran aves de paso. Algunos, sobre todo los americanos, nunca volvieron. Sin embargo, parecía que Tánger les hubiese otorgado una ciudadanía, un pasaporte. Y se dedicaron a proclamar a los cuatro vientos, remedando al Bogart de Casablanca, que siempre nos quedará Tánger. Una patria de palabras y frenesís desvanecidos. O, como dice Eduardo Jordá, autor de Tánger, “la patria moral que se han buscado todos aquellos que jamás podrán tener una patria”. Pero uno se quedó, negándose a mirar atrás con nostalgia beat. Paul Bowles dijo que Tánger era “una sala de espera entre conexiones, una transición de una manera de ser a otra”. En esa espera vivió cinco décadas. A partir de los setenta se encerró en su pequeño apartamento. Parecía estar por fin de acuerdo con Pascal en que la mayoría de los males les vienen a los hombres por no quedarse tranquilos en casa. Consideraba que el escritor “es un espía enviado a la vida por las fuerzas del más allá”, y “tiene que saber engañar y, en la medida de lo posible, permanecer en el anonimato”. En esto se parecía a Genet. Un día Bowles dejó de escribir sus propios libros y empezó a traducir relatos de amigos marroquíes. Pensaba que adaptar historias del árabe dialectal era “una manera indirecta de crear”. Y de dejar atrás la nostálgica estela de sus compañeros de viaje, anclados en un Tánger que ya no existía y tal vez nunca había existido al margen de la tipografía. Estos relatos mostraban la otra cara de la ciudad: la miseria y el abandono, la orfandad, los humildes placeres cotidianos que contrastaban con los de quienes se sentaban en el café Hafa o en el París a escribir sus sesgadas impresiones. Así lo hizo con Mohamed Chukri, Mrabet y Hamed Charhadi. De la mano de Bowles, la leyenda foránea de Tánger contribuyó a crear otra vía literaria, esta vez local, que perpetuase el inefable misterio gracias a una deconstrucción del colonialismo literario. Porque esos escritores, rescatados del analfabetismo y las esquinas dudosas, no solo empezaron a escarbar en su propia basura, sino que a la par renegaban de la herencia del tío rico que representaba Bowles.

Eduardo Jordá: “Es la patria moral que se han buscado todos aquellos que jamás podrán tener una patria” 
La sombra del autor de la mejor obra extranjera sobre Tánger, Déjala que caiga, con su loro al hombro, es de todos modos alargada. Amor por un puñado de pelos, de Mohamed Mrabet, fue uno de sus primeros experimentos de verter al inglés un relato oral de corte autobiográfico. Es difícil saber cuánto hay de ajeno en esa historia de conjuros amorosos en la que se mezcla el cuento oriental y la mirada de un lascivo puritano.  
Una vida llena de agujeros, de Charhadi, también tiene el sello inconfundible del americano. Es un libro duro, descarnado, nihilista. El narrador, un joven al que vemos maltratado por su padrastro y por la pobreza, se parece a los personajes de Bowles, empujados por un destino cruel e implacable. La odisea de Ahmed comienza cuando se muda con su familia a Tánger, donde trabaja como pastor y luego en un horno de pan. Tras su primera estancia en la prisión, el descubrimiento de las putas lo vuelve a tumbar. Le encierran en la cárcel de Malabata, se fuga, vuelve a ella y al salir siente que su “corazón es ligero y no le tiene miedo a nada”. Resignado a su suerte, aunque sea una suerte perra, Ahmed fascina por su imparcial relato de los hechos, sin apenas adjetivos, sin juicios. No se trata aquí de picaresca ni de realismo sino del noble arte de fabular lo vivido. Tras el tenso episodio de “El cable”, un Ahmed enamorado acaba siendo lacayo mientras hace de guardián en un café de Merkala, donde Charhadi encontró a Bowles, que puso su arte de narrador al servicio de la voz pura, ambulante, que sabía lo que había que contar y cómo. El tándem Charhadi-Bowles logra aquí un relato ejemplar, soberbio, de esa vida llena de agujeros y de espera.

Contribuyendo a cimentar la leyenda de Tánger desde el lado moro de la barrera, Mohamed Chukri ha jugado a dos bandas, manteniendo una libertad envidiable. Por un lado, su obra contiene el relato de la vida “verdadera” de la ciudad, que se vierte en la novela El pan a secas. Se trata de un relato brutal de su infancia, que empieza con el estrangulamiento de su hermano a manos del padre y se extiende en toda clase de vejaciones, miserias, de modos indignos de supervivencia. Viene a ser la cara más sombría y a veces insoportable (“si no les gustan mis libros, que vayan a protestar al que se inventó Marruecos y se inventó mi vida”, decía Chukri ante una copa de Soberano) de la moneda gastada, cosmopolita, de la ciudad. Por otro lado, Chukri se ocupa del extranjero y se revuelve contra él. No se muerde la lengua al escribir sobre Paul, su amigo americano, “el recluso de Tánger”. Le tilda de “criminal sexual en potencia”, de “rey de la astucia” y adicto al dinero, que siempre deseó vivir “en la penumbra de una gruta” mientras centraba su obra “en el odio del hombre a su semejante”.

Paul Bowles: “Es una sala de espera entre conexiones, una transición de una manera de ser a otra”
Pero el peor pecado que Chukri atribuye a Bowles es que odiaba el país en el que se había refugiado, que creía “habitado por bárbaros e imbéciles”. Para él, Bowles nunca se desprendió de su mirada colonial, algo que sí consiguiera mucho antes el comisionado inglés Samuel Pepys en sus Diarios, donde dejó escrito su aprecio del magrebí y el asco que le producía el caos y la degeneración moral que su país había traído a Tánger. El novelista marroquí quiere en su libro matar al padre literario y al mismo tiempo ofrecerle un homenaje. Al final adopta un formato de diario crepuscular y repasa los personajes que también conoció en la ciudad legendaria, como Burroughs, Capote y Williams. Y concluye, con ironía amarga, que “terminamos por morirnos sin llegar a descubrir el secreto de Tánger”. En otras palabras: no van a ser los escritores autóctonos que maten la gallina de los huevos de oro. La ciudad sigue albergando un secreto que los foráneos no consiguieron robar.

Vuelve a la carga Chukri, esta vez con Jean Genet, que le resulta más próximo. Entre 1968 y 1974 Genet pasa temporadas en la ciudad. Chukri, de una manera muy tangerina, se hace el encontradizo, aunque tampoco es que el autor de Diario de un ladrón se oculte ni oculte las razones por las que viene tan a menudo. En una conversación se queja de que en Tánger “la prostitución crece de una manera vertiginosa” (lo mismo que había visto Pepys tres siglos antes) y Chukri le responde que “ha sido siempre un paraíso para los homosexuales”, que “el colonialismo nos legó esa libertad en el comercio del sexo”. Genet, alojado en el lujoso El Minzha, es aquí un escritor que ha colgado los hábitos y por eso ya no vive peligrosamente. Aunque a veces le sale la vena rebelde que le dio fama y defienda con una sonrisa el robo y la traición, marcas de la casa, es decir, de Genet y de Tánger.

Mohamed Chukri: “Si no les gustan mis libros, que vayan a protestar al que se inventó Marruecos y se inventó mi vida”
Chukri murió a los 68 años dejando una obra valiente, original, que en cierto modo no ha tenido continuadores. En la última década, Ahmed Beroho ha escrito en francés varias novelas elegantes que tienen como telón de fondo la ciudad esfinge. Une saga à Tanger recorre la historia de varias generaciones y se adentra en la crónica familiar, mientras que Les Mystères de Tanger aborda la novela negra de las mafias locales y del integrismo religioso que tanto despreciaba Chukri y no consiguió tapar su boca ni cambiar sus costumbres.

Cuenta Jordá que como se sabía amenazado por su tendencia a beber y su promiscuidad con mujeres, amén de su ateísmo, el autor de Tiempo de errores mandó el recado a sus enemigos de que si querían ir a por él cada mañana estaba de once a una en el café Ritz. Pero que no lo pondría fácil porque tenía un cuchillo. El cuchillo era, por supuesto, la lengua afilada de Chukri, su memoria llena de rabia, ávida de justicia. Él tenía una relación de amor-odio con Tánger parecida a la de Thomas Bernhard con Salzburgo. En Rostros, amores, maldiciones el marroquí la tilda de “vieja decrépita, obesa, repugnante y cubierta de mierda”, y luego confiesa que pese a todo “nunca estaré en contra de ella: no renegaré de nuestra antigua convivencia, porque le debo mucho, por los tiempos en que fue mi bienhechora, también aliada; por los tiempos en que me apoyó, en la dificultad y en la incertidumbre”. Bernhard, en cambio, consigue ser un ingrato hasta el final. Pero la ingratitud es privilegio de los nativos. Joyce, por ejemplo, odiaba Dublín y adoraba Trieste, otra ciudad fronteriza. En Trieste, donde vivió 16 años, su arte y su vida brillaron igual que una cerilla al prender y antes de ir apagándose poco a poco. Como Bowles, como Tánger.

Una vida llena de agujeros. Dris ben Hamed Charhadi. Traducción de Javier Talayero. Capitán Swing. Madrid, 2012. 311 páginas 20 euros.
Paul Bowles, el recluso de Tánger. Mohamed Chukri. Traducción de Rajae Boumediane El Metni. Cabaret Voltaire. Barcelona, 2012. 197 páginas. 18,95 euros.
Jean Genet en Tánger. Mohamed Chukri. Traducción de Rajae Boumediane El Metni. Cabaret Voltaire. Barcelona, 2013. 157 páginas. 17,95 euros.


Bichos raros

Pío Baroja escribió que en el Zoco Chico se mentía en castellano igual que en la madrileña Puerta del Sol. La españolidad mestiza de la ciudad blanca quedó para siempre fijada en la novela de Ángel Vázquez La vida perra de Juanita Narboni, monólogo que compone una crónica histérica del Tánger de posguerra, en el camino a su decadencia.

El autor evoca la voz de su madre, joyciana Molly de muchas lenguas, jaquetía incluida, que en cierto momento exclama, como se muestra en la primera escena de la película de Farida Benlyazid: “¡Anda que no hay bichos raros en Tánger! Bichos raros y maricones. Oui, pedés, tapettes and bloody queers”. Mientras Juanita habla sin freno con amargura, la vida del puerto misterioso nos inunda con su torrente de fantasmas. Vázquez ya había abordado los dos mundos tangerinos, el “Monte” y la “Ciudad”, mundos en perpetuo conflicto, como era su ser, en otra novela, Se enciende y apaga la luz.

También Ramón Buenaventura poetizó a su manera en El año que viene en Tánger“una ciudad que ya no existe / en un país que entonces no existía”. Retratándose con su amigo del alma ante un fondo velado donde se adivinan paredes encaladas que se encabalgan, rinde tributo a no se sabe qué inasible. En la adolescencia fueron expulsados de su casa y se quedaron huérfanos de lugar, por eso el amigo dice al final “toda mi vida es mentira y además no la recuerdo”. Lo cual puede leerse como una metáfora de la vedette de Loti.

Fue Juan Goytisolo quien construyó desde la sátira la importancia simbólica de Tánger en su Reivindicación del conde don Julián. Como Vázquez, Goytisolo resalta la desmembración social de un espacio del que se quiere huir, al contrario que la mirada positiva y humorística de Juan Vega en El último verano en Tánger, obra que refleja bien su peculiar atmósfera cotidiana. Siguiendo la estela de Genet, el escritor barcelonés exhorta a la traición para reconquistar la identidad española o crear una nueva. Y lo hace desde el estómago en un solo día de la ciudad, recorriendo sus calles, el mercado y los baños turcos como un “minotauro voraz”, a la vez “verdugo y víctima”.

Más tarde, cuando ya ha dejado de vivir en Tánger, Goytisolo evocará su energía y sus desigualdades brutales, y dirá acerca de su legendario misterio: “La luminosidad del aire, la superposición de planos blancos de la Medina vista de la playa o abarcada desde la Alcazaba, el panorama grandioso del café de la Jafita, conservan toda su fuerza impregnadora y única”.

Sin embargo, cuando con hambre en las suelas él recorría “como un agrimensor” la Medina y anotaba todos sus topónimos, se persuadía quizá de que la contradicción entre el estereotipo romántico de Tánger y su realidad rota, desnuda, se resolvía en el estilo, es decir, era una cuestión de “sagacidad y cautela”. A la postre, hay misterios legítimos, traiciones inexplicables. Qué necesidad tenemos de descifrar esa “paradoja que roza el prodigio”. No hay que saberlo todo, como diría Mick Jagger hablando de Tánger. J. L. d. J.


el dispensador dice:
¿se te ha metido una piedra en el zapato?,
¿se te ha metido arena en el calzado?,
si eso no te ha sucedido,
tu propio desierto te habrá ganado,
y te irás sin haber encontrado,
una razón para haber vivido...

hay que saber de zandalias,
tanto como de andar descalzo,
las razones están en las plantas,
y no en las suelas del calzado,
cuando te conectas con el suelo,
eres pila de tus sueños...
por la vida andarás suelto,
minimizando el peligro de los anzuelos...

si has tenido la suerte,
de caminar por el África,
habrás visto a los tuaregs azules,
recorriendo sendas invisibles,
guiándose por las estrellas,
que ellos aprecian según sus días,
haciendo caravanas de sensaciones,
que se repiten como si fuesen canciones,
que nunca fueron escritas,
porque sus pentagramas pertenecen a las "visiones"...

si entre las arenas encuentras razones,
habrás descubierto el sentido,
del latir de los corazones...
entonces abandonarás los reclamos,
para asumir la música que emana,
de cada vida y sus sinsabores.
AGOSTO 03, 2013.-

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El renacimiento de Marsella como escaparate de las culturas mediterráneas | Cultura | elmundo.es


ARTE | Con motivo de la Capitalidad Cultural Europea 2013

El renacimiento de Marsella como escaparate de las culturas mediterráneas

Vista panorámica del nuevo Museo de las Civilizaciones de Europa y el Mediterraneo.Vista panorámica del nuevo Museo de las Civilizaciones de Europa y el Mediterraneo.

"Ser mediterráneo no es un acta de nacimiento, sino un pasaporte. Este lugar invita a viajar", dice Rudy Ricciotti de su última creación, el Museo de Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo (MuCEM). Tras haber triunfado estos dos últimos años con el Departamento de Artes Islámicas del Louvre y con el Museo Jean-Cocteau de Menton (Costa Azul), el reputado arquitecto italiano vuelve a dar qué hablar este verano con el proyecto estrella de Marseille-Provence 2013 (MP 2013): el edificio que ha cambiado desde ya la fisonomía de la más icónica ciudad portuaria francesa vista desde el mar y compite en espectacularidad con la flamante torre CMA-CGM diseñada por Zaha Hadid, 145 metros de oficinas para el gigante de los transportes marítimos en el nuevo barrio de negocios Euromediterranée.

Situado en la entrada del Viejo Puerto, junto al histórico Fuerte Saint-Jean –con el cual le une una pasarela de 112 metros– y asentado en una inmensa plataforma sobre el agua, el MuCEM es un edificio translúcido de 18 metros de altura, cubierto de una espectacular rejilla de cemento mate, que filtra la luz del Mediterráneo y evoca la estética de los arabescos.

Integrado en el proyecto urbanístico del llamado Front Mer, en el antiguo malecón, desde su reciente inauguración el museo se ha transformado en el faro cultural de esta renovada Marsella del siglo XXI, moderna y mestiza, que lucha por dejar atrás los fantasmas del paro y la violencia ligada al tráfico de drogas.

En sus 3.700 metros cuadrados de salas de exposición, el MuCEM incluye espacios dedicados a los niños, un auditorio de 400 plazas que acogerán conferencias, espectáculos, conciertos, ciclos de cine, además de una librería y un restaurante con una terraza panorámica dirigido por el afamado chef local Gérard Passedat (tres estrellas Michelin en Le Petit Nice).

 

Una mirada nueva al mar común

La colección permanente de este nuevo espacio, que se renovará cada tres años, procede de los fondos del Museo Nacional de las Artes y Tradiciones Populares de París y del Museo del Hombre y se completará con exposiciones temporales de historia, arte, antropología, sociología o ciencias, a través de las cuales intentará, según su presidente Bruno Suzzarelli, "mostrar la pluralidad de las civilizaciones que han constituido el mundo mediterráneo desde la prehistoria hasta nuestros días" así como "fomentar el diálogo entre las sociedades ofreciendo una mirada nueva" hacia ese mar común.

Los más viejos del lugar se asombran en estos días de que el MuCEM haya costado 216 millones de euros. Pero es que Marsella se ha tomado la capitalidad cultural europea como una oportunidad, no sólo para atraer a millones de turistas de aquí a final de año, sino también para reinventarse, dejando atrás el caos urbanístico, la inseguridad ciudadana y la corrupción política.

Y es que desde que dicha etiqueta fue creada en 1985, a instancia de Jack Lang y Mélina Mercouri, ministros de Cultura francés y griego, cada una de las ciudades ungidas con semejante honor ha interpretado el papel de distinta manera, ya sea en clave de reivindicación histórica, espectáculo colectivo, metamorfosis arquitectónica... Y cada cual ha cosechado diferentes resultados económicos, desde el triunfo de Liverpool 2009, que recaudó 900 millones de euros, hasta el fracaso de Estambul 2010, que perdió dinero y no logró interesar ni a los propios turcos.
Visitantes frente a la fachada del Mucem, con forma que recuerdan a los arabescos. | AfpVisitantes frente a la fachada del Mucem, con forma que recuerdan a los arabescos. | Afp

Para Jean-Claude Gaudin, alcalde de Marsella desde 1995 y senador por Bouches-du-Rhône del partido conservador UMP desde 1998, "la capitalidad cultural de 2013 es una oportunidad única para que 1,8 millones de ciudadanos que integran nuestro área urbana se asocien al proyecto y crean en el renacer de la ciudad. El reto ahora es atraer a dos millones de turistas suplementarios que se sumen a los 10 que vienen espontáneamente cada año".

 

400 actividades programadas

"Marsella es un sitio increíble con 2.600 años de existencia. Una tierra de acogida donde se mezclan todas las culturas, razas y religiones del Mediterráneo: aquí conviven en armonía 200.000 musulmanes, 80.000 judíos, incluso 80.000 corsos", prosigue Gaudin. "Y esta población fascinante se ha propuesto que dejen de hablar de ella los periódicos por los índices de criminalidad para apostar por la expresión artística, la convivencia pacífica y la integración".

Así que la segunda metrópoli del Hexágono se ha engalanado para estas fiestas como nunca se había visto, ha invertido más de 660 millones de euros en infraestructuras y se han inaugurado más de 10 nuevos centros culturales, tanto en las 110 hectáreas de litoral que albergan la Cité Mediterranée como en otros puntos del núcleo urbano.

En el llamado Front Mer se alzan el MuCEM, un antiguo y gigantesco almacén portuario denominado J4, hoy consagrado a las artes plásticas, así como otros proyectos como un multicine de alta tecnología diseñado por el cineasta Luc Besson o un viejo granero que, bajo el nombre de Silo, está destinado a ser la mejor sala de conciertos de la región. Y fuera de La Cité Mediterranée, destacan el Pabellón M, el Dock des Suds, los Archivos y Bibliotecas Departamentales, el Hospital de la Vieille Charité o la fantástica Friche La Belle de Mai, antigua fábrica de tabaco junto a la estación de Saint-Charles reconvertida en 1992 en un centro de producción multidisciplinar donde tienen su sede estable unas 60 empresas artísticas y que cuenta hoy también, gracias a MP 2013, con un espacio expositivo de 4.000 metros cuadrados en varios pisos bautizado como La Tour Panorama.

Para llenar de vida todos estos nuevos centros, el consorcio ha programado hasta el 31 de diciembre unos 400 espectáculos, conciertos, recorridos artísticos, talleres, fiestas populares y otros acontecimientos, de los cuales 60 son exposiciones. Así, bajo el título de 'Marsella-Provenza a cielo abierto', el cartel estival ofrece hasta septiembre una retahíla de muestras diversas como 'Au bazar du genre, masculin/féminin' (Mucem), 'Odyssées d’Antoine d’Agata' (Fort Saint-Jean) o 'Présentée vivante' (Centro de Conservación y Recursos), en las que como destaca el presidente de MP 2013 Jacques Pfister, rige como tema "el espíritu multicultural, la relación con todos los países del Mediterráneo y la ciudad como puente entre África y Europa".

Entre todas esas expos, luce especialmente 'Le Grand Atelier du Midi' (Gran taller del Midi) que, repartida entre el Museo de Bellas Artes del Palacio Longchamp (Marsella) y el Museo Granet (Aix-en-Provence), repasa la forma en que esta región idílica del sur de Francia ha atraído, con su luz, su paisaje y su paisanaje, a algunos de los más grandes maestros pictóricos del siglo XX.


el dispensador dice:
- es necesario establecer un puente cultural contemporáneo entre el África y Europa...
- es prudente convocar a las gentes a conocer que es lo que une, además de los genes...
- es imprescindible establecer nexos que destaquen los ángulos culturales que han permitido integrar a las personas del norte del África con las del sur de Europa...
- sería criterioso construir un puente para escritores...
- sería apropiado diseñar y construir un puente para pintores...
- sería notable el construir un puente para escultores...
- sería significativo habilitar un puente para músicos del pensamiento espontáneo...
- sería interesante contar con un puente para artistas de teatro...
- sería enaltecedor disponer de un puente que una los extremos de las vivencias...
- es bueno que dicho puentes se construyan a partir de necesidades culturales de las gentes, que no tengan nada que ver con los robos de pirámides, tumbas, obeliscos, y objetos de referencia y/o culto sobre las que Europa se ha sustentado durante siglos, enseñando un poder que sólo se traduce en sus capacidades militares y de piraterías oportunistas, entre las que se han ocultado aventureros disfrazados de arqueólogos y antropólogos que sólo han contribuido a molestar los descansos eternos y a deformar la verdadera historia humana de las regiones... los títulos y los honores conferidos por los reinos a los actos de piratería, sólo han dejado en el tapete la impunidad de los actos de despojo cultural ejecutados por "enviados" de las coronas para atropellar las consciencias de los indefensos...
- no es bueno armar la historia a partir del robo de documentos culturales de cualquier índole...
- no es bueno desmerecer a los otros por su color de piel...
- no es bueno denigrar a los otros por sus pobrezas, inducidas por y desde los reinos quebrados...
- las gentes necesitan unirse... no dividirse.
AGOSTO 04, 2013.- 


DE ACANTILADOS Y ARRECIFES ► El mar, Eros y Thánatos de las familias marineras | Noticias | elmundo.es

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El mar, Eros y Thánatos de las familias marineras | Noticias | elmundo.es

El Océano | Historias de naufragios

El mar, Eros y Thánatos de las familias marineras

[foto de la noticia]
La tranquilidad del mar una noche de verano o el oleaje rompiendo en la orilla de la playa puede convertir a éste en nuestro confidente. Un paraíso natural que nos escucha y acompaña cuando caminamos por su vera o lo contemplamos desde la distancia. Lugar de vacaciones y descanso que se erige como uno de los destinos más codiciados para desconectar del trabajo. Pero para otra gente, marineros y pescadores, personas por cuyas venas corre salitre, el mar, además de ser su medio de trabajo, es su vida, o más bien, el fin de una vida...

Lo que el mar no devuelve

Manuel Alvariñas tiene 57 años, es natural de Combarro, Pontevedra (Galicia). De sus primeras experiencias en el mar no guarda un buen recuerdo. Mientras contaba esta historia que voy a relatar, se le consumía el cigarrillo en la mano, como si poco a poco sus palabras fueran muriendo, al mismo tiempo que el tabaco.
Hijo de padre marinero siempre sintió curiosidad por la profesión de este. Con 14 años, durante las vacaciones escolares de Semana Santa, quiso acompañar a su padre en su faena diaria. Era el patrón del barco. Lo que no sabía Manuel era que ese día familiar quedaría grabado en su mente para el resto de su vida.Lea su historia íntegra

Huérfana en el fin del mundo

Helena López tiene ahora 20 años. Vive en Finisterre (Galicia), en el fin del mundo romano. Recuerda, aunque de manera difusa, como con tan sólo nueve, su padre salió a faenar como cada jornada, sólo que ese Día del Pilar de hace 11 años, no volvió.
Narra, en parte gracias al testimonio de su madre, que "sobre las 22.00 de la noche, el viento tornó sureste, lo que hace que el mar se pique, pero muy favorable para la pesca de la lubina, que normalmente está bajo los lunares espumosos de la rompiente". Lea su historia íntegra

Alimentando a piratas

Andrés Castro Fiuza se define como un marinero empedernido. Nació en Quilmas (Galicia) y, a sus 54 años, ha navegado por todo el mundo. Cada vez que rememora sus andanzas, esboza una sonrisa. El mar casi lo come varias veces, cuando no alimentaba él a piratas y guerrilleros que asaltaban su barco.
La primera fue en el Golfo de Bizkaia, donde la fuerza del mar hizo temblar de más la embarcación, y por el movimiento de esta, cayó. Tuvo suerte de que se encontraba en una operación de rescate de otro barco y sus compañeros pudieron actuar rápido. Lea su historia íntegra


el dispensador anota al margen
Tánatos - Wikipedia, la enciclopedia libre
En la mitología griega, Tánato1 o Tánatos2 (en griego antiguoΘάνατος Thánatos, ‘muerte’) era la personificación de la muerte sin violencia. Su toque era suave, como el de su gemeloHipnos, el sueño. La muerte violenta era el dominio de sus hermanas amantes de la sangre: las Keres, asiduas al campo de batalla. Su equivalente en la mitología romana era Mors.34

el dispensador anota al margen ►  2Thanatos (Saint Seiya) - Wikipedia, la enciclopedia libre
(Thanatos el dios que gobierna a la muerte死を司る神タナトス, Shi wo tsukasadoru kami Tanatosu?) es un personaje de la mitología griega. Es conocido como el Dios de la muerte (también es un personaje del manga/anime de Saint Seiya de Masami Kurumada) y es uno de los 2 dioses gemelos que fueron exiliados del olimpo por oponerse férreamente a Zeus y es un súbdito relegado a las órdenes de Hades junto a su hermano Hypnos, Dios del sueño. Es un Dios y como tal, su poder es enorme a diferencia de aquellos sirvientes humanos del Dios del Inframundo. Se diferencia de Hypnos en que es el más agresivo de los 2 (mientras que Hypnos es el más calmado de ambos), sus ojos y cabello son de plata y tiene una enorme estrella de cinco puntas grabada en la frente. Es el responsable directo de la muerte de Pandora cuando esta le entrega el collar que le había dado a Ikki.

Thanatos al ser un súbdito de Hades pese a su condición de Dios, carga junto a Hypnos una fuerte responsabilidad : cuidar y proteger el cuerpo mitológico de Hades que permanece escondido en los campos eliseos protegido de cualquiera que quisiera hacerle algún daño ya que Hades había sido herido por el Santo de Pegaso de la época del mito. Las veces que ha participado en la guerra santa ha sido especialmente para colaborar con Pandora (y sus reencarnaciones) en la búsqueda de cuerpos humanos para que su Dios Hades pudiera reencarnar y repetir así una versión de la guerra santa.En The Lost Canvas tiene una participación más importante sosteniendo un combate contra los dos santos de cáncer (Manigoldo y su maestro el patriarca de ese entonces Sage).

El Dios de la muerte mantiene una vigilancia extrema sobre Pandora a quien amenaza con matarla si intenta hacer algo que contradijera su voluntad. Amenaza que cumple al final de la saga de Hades cuando esta le entrega su collar a Ikki (collar con el cual Ikki podría viajar a los campos eliseos sin temor a ser destruido por la super dimensión del muro).


el dispensador dice:
tomar altura,
observar el mar más allá de las brumas,
divisar el horizonte aún cuando parezca una locura,
mirar lejos hasta hallar la la cura...

las distancias aclaran las visiones,
sanan el alma,
limpiando los corazones,
evitando quebrar los silencios,
que alimentan los razonamientos y sus razones...

no es lo mismo mirar el mar desde la cumbre del acantilado,
que hacerlo desde la playa o desde el propio llano,
a veces los arrecifes proveen de faro,
otras veces el que navega se convierte en náufrago...

el mar puede devolver algún recuerdo, 
también puede guardarlo para siempre en abismos negros,
se ven olvidos derivando aguas,
se ven desesperos buscando almas...

todo depende de a quién se llama,
ningún puerto es cuestión de piratas,
hay horfandades que el mar reclama,
hay tranquilidades que se arrebatan...

cada mar conserva sus distancias,
navegarlos es cuestión de almas en calma,
conocer de velas amerita visiones sabias,
saber de vientos alejan las rabias...

hallé un aparejo flotando cerca de las playas,
lo atesoré como quién lo ama,
intenté hacerlo mío, parte de mi alma,
me fue robado cuando regresé la mirada...

hoy soy náufrago en mi propia alma,
recuperé el sentido de mi íntima calma,
vivo en silencio, recorriendo la trama,
navego en un mar donde pocos espíritus descansan...

tengo cielo propio,
de azul profundo,
tengo un cielo estrellado,
donde mis sueños acuno...

un faro guía a otros navegantes,
no todos reconocen el valor del arte,
algunos creen ser dueño de partes,
otros se olvidan hasta de llamarte...

dependerá entonces de lo sembrado,
el mar lleva y trae hechos olvidados,
depositándolos en las playas,
o bien ocultándolos entre acantilados...

¿dónde quedó lo que ha pasado?...
busca entre las piedras que el mar ha bañado,
tesoros escondidos permanecen flotando,
ciertos reflejos significan "llamados"...

¿atiendes lo dicho?,
¿o te sientes náufrago?,
busca tu puerto... te está esperando...
siempre hay un muelle que borra el pasado.
AGOSTO 04, 2013.-



 

CRUZADOS ▲ Arqueólogos israelíes hallan un hospital de la época de las Cruzadas | Cultura | EL PAÍS

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Arqueólogos israelíes hallan un hospital de la época de las Cruzadas | Cultura | EL PAÍS

Arqueólogos israelíes hallan un hospital de la época de las Cruzadas

La Autoridad de Antigüedades cree que la estructura pudo albergar hasta 2.000 pacientes

Ha sido descubierta gracias a unas excavaciones en la vieja Jerusalén


Renee Forestany, directora de la excavación de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), en el hospital de la época de las Cruzadas descubierto en Jerusalén. / ABIR SULTAN (EFE)

Arqueólogos israelíes han descubierto en la vieja Jerusalén una estructura de grandes dimensiones perteneciente a un hospital del período Cruzado hace unos mil años, que tuvo gran actividad y pudo albergar hasta dos mil pacientes.

Así lo informa hoy en un comunicado la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) que llevó a cabo las excavaciones y dieron con una galería de arcos apuntados de hasta seis metros de altura, perteneciente al período Cruzado (1099-1291 d.C.).

El edificio, propiedad del Waqf, la autoridad de bienes inalienables islámicos, está situado en el corazón del barrio cristiano de la ciudadela antigua de Jerusalén, en una zona conocida como "Muristan" (una desviación del la voz persa para hospital).

Hasta hace aproximadamente una década, servía como bullicioso mercado de frutas y verduras, aunque desde entonces había quedado en desuso.


El hospital hallado en la vieja Jerusalén por los arqueólogos. / Yoli Shwartz (EFE)

Conforme a la investigación, la estructura descubierta es solo una pequeña parte de lo que fue el gran hospital que parece abarcar un área que comprende una hectárea y media.

Su arquitectura se caracteriza por numerosos pilares y bóvedas ribeteadas de más de seis metros, lo que sugiere que fue una amplia estancia compuesta por pilares, habitaciones y pequeñas salas.

Los responsables de la excavación, Renee Forestany y Amit Reem, han investigado en documentos de la época para conocer la historia del centro ambulatorio.

"Hemos aprendido sobre el hospital de documentos históricos contemporáneos, la mayor parte de los cuales están en latín", aseguran, y explican que estos mencionan la existencia de un sofisticado hospital construido por una orden militar cristiana denominada la "Orden de San Juan del Hospital en Jerusalén".

Sus integrantes prometieron cuidar y atender a los peregrinos en Tierra Santa, y cuando fuese necesario sumarse a los combatientes cruzados como unidad de elite.

Al igual que los modernos hospitales, el edificio estaba dividido en diferentes alas y departamentos según la naturaleza de las enfermedades y condición de los pacientes, y en situaciones de emergencia podía tener capacidad para tratar a 2.000 personas.

Los integrantes de la orden atendían a hombres y mujeres enfermos de diferentes religiones y también acogían a niños recién nacidos que eran abandonados por sus progenitores.

Esos huérfanos eran atendidos con gran devoción y de adultos pasaban a integrar la orden militar, señala el comunicado.

La AAI destaca sin embargo, que en cuanto a medicina e higiene, los cruzados eran completamente ignorantes, y como ejemplo cita a un testigo de la época que relató que un médico amputó una pierna a un caballero solo por una pequeña herida infectada, paciente que murió.

La orden se servía asimismo de galenos árabes musulmanes y sus habilidades en medicina ya eran conocidas en la época.

El gran gobernante del mundo islámico Saladino (1138-1193) vivió cerca del hospital tras la derrota de los Cruzados, renovó y conservó el edificio y les permitió continuar residiendo en el lugar y atender a la población de Jerusalén.

El edificio se derrumbó en un terremoto ocurrido en 1457 y sus ruinas quedaron sepultadas hasta el período Otomano.

En la Edad Media, parte de la estructura fue empleada como establo y se han encontrado huesos de caballos y camellos, así como enormes cantidades de metal empleado para herrar a los animales, que datan de esa época.


el dispensador dice:
he visto caballeros cruzados,
de espadas relucientes, escudos, caballos,
custodiar una alianza de oro,
sus promesas con decoro,
también llevando una copa,
maderas y hasta ropas,
los he visto cruzar umbrales,
también navegar ciertos mares,
los he visto tomar distancia,
guardando el sentido de las cruzadas...

no han sido aventureros,
sino humildes caballeros,
que han sabido de rosas,
de miradas y de pañuelos,
han luchado por sus sueños,
y han evitado los anzuelos,
han sabido de caballos,
también de peregrinos y pasajeros,
no todo lo que se ha dicho,
refiere verdades sobre ellos...

por tratarse de caballeros,
simplemente desaparecieron,
cruzando umbrales de antiguas alquimias,
vetustos conocimientos,
que se han evaporado entre tiempos,
para resguardar al mundo humano,
de miserias y desprecios,
de mentiras urdidas entre vacías manos,
por aquellos que andan sueltos,
evadiendo a sus infiernos,
enaltecidos como santos,
mientras los inocentes padecen,
a unos pocos que parecen humanos,
pero que no tienen destinos,
porque se los han hipotecados...

hacen falta caballeros,
que regresen los cruzados,
hay que salvar la alianza,
burlada entre manos,
queda poco tiempo,
para que se concrete lo anunciado,
la humanidad puede ser historia,
convirtiéndose en pasado.
AGOSTO 05, 2013.-

DISTINCIONES Y PROPIEDADES ► La aritmética y los principios | Cultura | EL PAÍS

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La aritmética y los principios | Cultura | EL PAÍS

REPORTAJE

La aritmética y los principios

El gallego Ramón Verea triunfó en Nueva York como periodista y como inventor: patentó una calculadora y dirigió una revista que subsistió sin anuncios ni ayudas


Nueva York a finales del siglo XIX, cuando Verea dirigía su periódico. / Wallace G. Levison (Getty Images)

 
Hay aún varios testigos vivos de los primeros años de Ramón Silvestre Verea García en Curantes, la aldea de A Estrada (Pontevedra) donde nació en 1833. Pero aunque su talle diga cosas, los carvallos no hablan. Así que nada ni nadie puede evocar al niño aquel que zangolotearía entre olores inconfundibles a musgo, bosta e incienso. En general las aldeas gallegas olían al paraíso o el infierno, según momentos y tramos. Lo que singularizó la infancia de Verea respecto a otros niños fue que se crio al amparo de una sacristía. El clérigo Francisco de Porto le educó como un padre aunque en la historia figure como tío. Tal vez, ya saben… Su biógrafo, Olimpio Arca, no aventura maldades y constata la verdad documental: Ramón nació el 11 de diciembre de 1833 como hijo legítimo de Florentina García y Juan Verea.

El origen explicará algunos aspectos del subyugante Verea adulto, un tipo tan luminoso que lo mismo patenta una calculadora que escribe novelas o que monta un periódico que sale adelante sin publicidad y con independencia. El Progreso, la revista quincenal que dirigió casi una década en Estados Unidos, se presentaba así: “Único periódico en castellano que ha subsistido en Nueva York sin anuncios, sin subvención y sin degradantes adulaciones a los gobernantes y poderosos. Independiente en política, librepensador en todo”.

Entre Curantes y Nueva York discurrieron un sinfín de escalas, peripecias y ocupaciones. A pesar de nacer en una pequeña comunidad rural, Verea tuvo acceso al conocimiento, un lujo vedado a la mayoría de los niños de entonces de Galicia, donde, según el investigador Antón Costa, imperaba uno de los sistemas educativos más retrasados de Europa. Le salvó la tutela del tío religioso, que le abrió un singular pórtico de la gloria: una biblioteca a su disposición. “Debía de ser el único sitio de la aldea donde había libros”, subraya Olimpio Arca, que en su libro Ramón Verea. Inventor, xornalista, estradense presume que asistiría también a la escuela de primeras letras de Curantes.

Inventó la máquina por orgullo. Luego la patentó en 1878 y se desentendió. No le interesaba el dinero
A los 13 años, Ramón se fue a estudiar a Santiago, eslabón ineludible hacia el destino delineado por su familia: el sacerdocio. Permaneció en el seminario seis años hasta que, pese a su brillante expediente, perdió la beca. Con el tiempo vería el hecho como “una liberación” y afianzaría su anticlericalismo. En 1855, recuerda su biógrafo, embarcó hacia Cuba, la primera escala de una vida de movimiento perpetuo, que le llevará también a Nueva York, Guatemala y Buenos Aires, donde falleció sin descendencia y tan pobre que su cadáver fue recogido por la asistencia pública en 1899.

En Cuba trabajó de maestro, estudió inglés, escribió sus primeras novelas, descubrió el periodismo e inventó una máquina para doblar periódicos. Su talento bicéfalo explotará a partir de 1875 en Nueva York, donde funda la imprenta El Polígloto, crea una “agencia industrial para la compra de maquinaria y efectos de moderna invención”, patenta su calculadora y dirige El Cronista y El Progreso, que se difundirá en una veintena de países.

Y todo aquello, alineado, demuestra que aquel superdotado para la tecnología capaz de sacarse artilugios inexistentes de la manga se movía por principios, acaso por fanfarronería en alguna ocasión, y jamás por ambiciones materiales. El propio inventor enumeraba en un artículo en 1881 sus móviles: “1) un poco de amor propio; 2) mucho de amor nacional, el deseo de probar que en genio inventivo un español puede dejar atrás a las eminencias de las naciones más cultas; 3) el afán innato de contribuir con algo al adelanto de la ciencia; y 4) y último, un entretenimiento conforme a mis gustos e inclinaciones”.

Su calculadora de hierro y acero y color amarillo de 26 kilos fue la primera en realizar las cuatro operaciones aritméticas (dividía y multiplicaba números de hasta nueve dígitos). Después de inventarla y patentarla en 1878, se desentendió del asunto. No le interesaba el dinero, solo quería demostrar en Nueva York, el corazón de aquella gran nación que estaban construyendo emigrantes de todas partes, que su capacidad de innovación estaba a la altura de la estadounidense. Verea, uno más de los emigrantes gallegos que salieron a buscar vidas nuevas en el XIX, logró perfeccionar las máquinas con las que habían pugnado Schickard, Pascal o Leibnitz varios siglos atrás. Su prototipo, la Verea Direct Multiplier, se conserva actualmente en la sede central de IBM, en Estados Unidos. “Cuando creó su máquina, Nueva York estaba en el auge de las grandes transacciones. La patente podría haberle dado mucho dinero, pero no quiso”, señala Olimpio Arca.
 Poco sabíamos de Verea pese a todo lo que deberíamos saber de él. Al margen de la biografía de Arca, han rastreado su trayectoria Ana María Varela-Lago en su tesis para la Universidad de California Conquerors, immigrants, exiles: The Spanish diaspora in the United States, y mucho antes José Pérez Morris escribió en Cuba la primera biografía del personaje. Ni siquiera en su aldea se conservaba rastro de su memoria hasta la publicación de la investigación de Olimpio Arca y la colocación de un busto, junto a la iglesia, que recuerda a aquel librepensador, comprometido, aventurero y singular renacentista del siglo XIX.


“El hombre hace unas leyes para sí y otras para la mujer”, denunció en un artículo de 1884

Una mira a Ramón Verea y parece un Bécquer sin melancolía. Una le lee y parece Mary Wollstonecraft, que reivindicó para las mujeres excentricidades como la educación. He aquí lo que voceaba Verea desde su tribuna en 1884: “El hombre hace unas leyes para sí y otras para la mujer. Se queja del despotismo de los gobernantes y él es un tirano para su compañera. Quiere que el mundo progrese y no da a sus hijas, que mañana serán madres, más que una educación superficial... Mientras el hombre se considere el amo de la mujer, mientras le niegue la igualdad civil, mientras no la mida con la misma vara que a sí mismo, no podrá decir con verdad que ha dado un paso en la senda del verdadero progreso”.

Creyó Verea en valores que hoy resultan universales y que en su época se consideraban utopías. La igualdad entre hombres y mujeres, la abolición de la esclavitud o la libertad de expresión. En marzo de 1888 se defendía así de una campaña contra él y su publicación: “Aquí no se trata solo de difamar a la humilde personalidad del que suscribe, el objeto principal es matar El Progreso, porque estorba, porque dice las verdades, porque descubre los agios y porque no se vende ni respeta ladrones, cualquiera que sea el grado que ocupen en la escala social”. En ese mismo artículo confesaba sus “delitos”: “El de defender la razón contra el fanatismo; el de defender a los chinos, los negros, los indios y todos los oprimidos que nada podían darme, contra los opresores que son fuertes y poderosos y de los que puede obtenerse oro y favor”.


el dispensador dice:
aparecen ecuaciones, 
fórmulas que alguien se ha apropiado,
hay que leer ciertos números,
que desvelan los pasados,
no todo lo que se expresa,
deberá ser revelado,
hay principios que por sus fundamentos,
deberían permanecer guardados,
sin que nadie los descubra,
pues pueden ser mal usados...

alguien atrevido ha dicho,
que todo debe ser patentado,
oportunismos mediante,
algunas ideas se ha robado,
despreciando conocimientos genuinos,
por otras mentes alcanzados,
claro está lo sucedido,
los sentidos ha cambiado,
aquello que era social,
ahora es utilizado,
por mercaderes del saber,
que jamás han elaborado...

esos mismos oportunistas,
que viven de lo robado,
hacen alarde de conocimientos,
de ciencias mentidas y sus burlados,
empobreciendo a las almas,
para que clamen por ser sanados,
mientras ellos se regocijan,
de los dolores impuestos y de otros endosados,
ya que es producto de malas sapiencias,
el negar al atropellado,
mientras ellos siembran vanidades,
los otros andan arrastrados...

mundo de falsas distinciones,
donde los valores se han tergiversado,
las ecuaciones se han invertido,
y ya no arrojan resultados.
AGOSTO 05, 2013.-

DANTE Y SUS INFIERNOS ► Vivir en el infierno | Cultura | EL PAÍS

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Vivir en el infierno | Cultura | EL PAÍS

La foto de mi vida

Vivir en el infierno

Isabel Muñoz, autora de la foto, es defensora feroz de los derechos humanos



Isabel Muñoz

La limpieza que sugiere esta imagen se encuentra lejos de la verdad que oculta. Cuando Isabel Muñoz viajó por primera vez a Phnom Penh, Pol Pot y sus campos de exterminio ya habían desaparecido.

En el país imperaba el toque de queda, las familias habían sido diezmadas y los caminos se encontraban regados de minas. En 1996, las atrocidades de los jemeres rojos ya se conocían pero los responsables del genocidio camboyano todavía no habían sido juzgados. Sin embargo, el tiempo había empezado a cicatrizar algunas heridas. La danza Apsara ya no estaba prohibida. Las bailarinas habían sido exterminadas en su mayoría, pero una nueva generación empezaba a brillar, tras años de sacrificios.

La caída del régimen de los Jemeres Rojos, en 1979, facilitó la apertura de la escuela de Nom Pen y bailarinas, educadas en esa tradición milenaria, como la que torsiona su mano ante la cámara, una joven de apenas 17 años, destacaban en los salones. Tan bella como llena de vida. Así era la primera bailarina cuando posó feliz para la cámara de Isabel Muñoz. Su arrebatadora belleza atrajo la atención de un político que no cejó hasta convertirla en su amante. La vida parecía sonreírle cuando fue asesinada. Nunca se detuvo al culpable. Para la autora de la foto, defensora feroz de los derechos humanos, la imagen vale como un relicario: “Representa a toda la gente que sufre, un canto contra la impunidad y la injusticia”. De entre los miles de negativos, Isabel Muñoz guarda esta imagen enmarcada en el salón de su casa.


el dispensador dice:
el infierno ha descendido a la Tierra,
domina paisajes y hasta los humanos,
las comarcas ha sometido,
bajo imperio de sueltos diablos,
que transitan con forma humana,
confundidos entre los humanos,
que por carencia de sentidos,
no alcanzan a apreciarlos...
algunos andan por las calles,
otros de los gobiernos se han apoderado,
y algunos andan escondidos,
tras los gobelinos del Vaticano...
a ninguno de ellos les importa,
lo que sucederá a los humanos...
los diablos andan sueltos,
confundiendo a los humanos,
debes estar atento... para descubrir las señales que emanan de sus manos...
andan carentes de alma,
y tienen tatuados sus brazos,
no tienen olor a azufres,
pero sus auras indican barros,
no los admitas en tu casa,
porque los fuegos vendrán apurados,
será preferible andar sin techo,
tanto como andar descalzo,
recuerda llevar tu Fe, atada a un natural rosario,
y cuida de tener tus pies en el agua,
cuando el Verbo te descubra orando...
no lo digo para inculcarte miedos,
sino para liberarte de los diablos.
AGOSTO 05, 2013.-

ALMAS ► Hiroshima, 68 años después | Fotografía | ELMUNDO.es

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Hiroshima, 68 años después | Fotografía | ELMUNDO.es

JAPÓN 68 aniversario

Palomas para Hiroshima

La ciudad japonesa recuerda a las víctimas de la devastadora bomba atómica con una ceremonia en la que pide el fin de la proliferación nuclear.



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Afp
La ciudad japonesa de Hiroshima conmemora el 68 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica que se cobró la vida de miles de sus ciudadanos al final de la II Guerra Mundial, con una ceremonia en la que se pidió el fin de la proliferación nuclear, informa Efe. Al fondo, en la imagen, la Cúpula Genbaku, uno de los pocos edificios que quedó en pie tras el brutal ataque.


el dispensador dice:
vuela alma, vuela,
no te inquiete la huella,
no busques tu sombra,
ya tienes tu estrella,
has atravesado el umbral,
el aire allí no suena,
no tendrás sed ni cadenas,
nadie hablará de condenas,
regresarás a cursar tu gracia,
liberado de humanas penas,
sabiendo que nadie puede truncar,
las cargas de cada destino...
ven alma, vuela,
pronto recuperarás el sentido de tus sombras,
pronto estarás plasmando tu huella.
AGOSTO 06, 2013.-
DEDICADO A: HIROSHIMA y NAGASAKI, al espíritu humilde que nunca se apagará.
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