Wang Xuan: el artífice de la digitalización de los caracteres chinos
Wang Xuan (1937-2006) lideró las investigaciones e inventos que permitieron la digitalización y entrada en los ordenadores de los caracteres chinos y sus correspondientes fuentes. China, pionera en la invención de las artes de la impresión y la imprenta con tipos móviles en el mundo, logró en 1981 que los caracteres chinos superasen con éxito el umbral de la modernidad científico-tecnológica de la digitalización.
Es posible que no lo sepas, pero cuando utilizas tu dispositivo móvil para editar y enviar mensajes en chino, o cuando te sirves del teclado del ordenador para introducir información empleando caracteres, o cuando echas un vistazo a publicaciones y libros en esa lengua, todas tus acciones están relacionadas con un científico chino. La digitalización y entrada en los ordenadores de los caracteres chinos y sus correspondientes fuentes se deben a las investigaciones e inventos de un estudioso, a quien debemos agradecer también la comodidad actual en la transmisión de información en chino. Esa persona era Wang Xuan (王选).
Nacido en Shanghái, Wang Xuan (1937-2006) llegó a ser miembro de la Academia China de las Ciencias, la de Ingeniería y la Academia Mundial de Ciencias, así como catedrático de la Universidad de Beijing. Dedicó su vida a los caracteres chinos, las artes gráficas y la investigación del procesamiento informático de la imagen. Fue él quien estuvo al frente del sistema de fotocomposición láser de caracteres chinos y abrió una primera ventana a la informatización de la industria editorial e informativa china. A este proceso se le conoce como “la reinvención del arte de la imprenta de los caracteres chinos”, lo que le granjeó al propio Wang Xuan el sobrenombre de “el segundo Bi Sheng” (毕升; Bi Sheng fue un famoso inventor de la dinastía Song). Asimismo, su labor se vio reconocida, entre otros galardones, con el Premio Científico y Tecnológico Supremo, la más alta distinción científica concedida en China, y con el primer puesto en el Premio Nacional al Progreso Científico y Tecnológico.
Impresión con estelas en piedra de Xiping. Ilustraciones y gráfico de Xavier Sepúlveda
China es pionera en la invención de las artes de la impresión y la imprenta con tipos móviles en el mundo. Si la dinastía Han (汉, 226 a.C.-220 d.C.) ya fue testigo de la invención del papel, con la llegada del periodo de las estelas en piedra de Xiping (熹平, 172-178 d.C.); en la dinastía Han del Este (东汉, 25-220 d.C.) tuvo lugar la inscripción en este material de los clásicos confucianos. Ello, a su vez, anticipó la copia e impresión de textos mediante el método de aplicar el papel sobre las propias estelas, previamente entintadas. No obstante, por aquel entonces la transcripción de obras y libros era aún, en su gran mayoría, manual. Por el año 600 d.C., durante la dinastía Tang (唐, 618-907 d.C.), comenzaron a utilizarse moldes de madera grabados para la impresión de algunas obras de uso extendido y amplia demanda en la vida cotidiana, como por ejemplo escrituras budistas y almanaques. La gente de aquella época se inspiró en los moldes de sellos. Este método de impresión utilizaba moldes de un determinado espesor, llanura y lisura que se emplearían para la transcripción de obras de manera cuidadosa y pulcra sobre un fino y translúcido papel estandarizado. Al adherir el anverso del papel al molde, los caracteres chinos se revelaban claramente sobre la página. Al volver a utilizar el buril para cortar aquellas partes del cliché que carecían de escritura, el carácter grabado quedaba en relieve, en contraste absoluto con las entalladuras cóncavas grabadas en la piedra. Al extenderse sobre el carácter en relieve la tinta china, se usaba el papel para cubrirlo y después se retiraba suavemente, y así los caracteres que quedaban impresos sobre el papel se correspondían exactamente con los grabados. Todo ello ahorró esfuerzos a nuestros antepasados en la transcripción de obras, redujo los costes de los libros y promovió la propagación y popularización de la cultura.
Moldes de madera con caracteres grabados en una misma tablaMoldes de madera con caracteres grabados en una misma tabla
Si bien la fabricación de moldes grabados para su uso en la imprenta ahorraba tiempo, trabajo y materiales, el almacenamiento de grandes cantidades de los mismos resultaba tan poco práctico como difícil la corrección de los caracteres erróneos u omitidos. Aproximadamente en la década de los cuarenta del siglo XI, y para dar respuesta a estos inconvenientes, Bi Sheng, científico de ladinastía Song del Norte, empleó la arcilla en la invención del primer sistema de imprenta de tipos móviles. Con la arcilla como material de fabricación de toda clase de tipos móviles,estos se disponían sobre el papel para imprimir libros y textos. Shen Kuo (沈括), otro científico de la época, realizaba las siguientes apreciaciones en su obra Ensayos del Arroyo de los Sueños (“梦溪笔谈”): en caso de imprimir únicamente un reducido número de documentos o libros, el uso de tipos de madera no parecía sencillo ni conveniente; sin embargo, se trataba de un método muy rápido si se deseaba imprimir una gran cantidad de libros. No obstante, existían numerosas razones por las cuales, tanto en aquella época concreta como posteriormente y durante un prolongado periodo, este formidable invento no logró alcanzar un uso extendido en China. El análisis posterior a este respecto indicó que un motivo de gran peso fue la ingente lista de caracteres chinos.El alfabeto latino se reduce a algo más de una veintena de letras, y al añadir toda clase de fuentes y tamaños el total sigue sin sobrepasar las tres cifras; sin embargo, existen decenas de miles de caracteres chinos, e incluso aquellos de uso frecuente se cuentan por varios miles. A todo ello aún es preciso sumar las diferentes fuentes y tamaños lo que da como resultado una considerable cantidad de tipos.
Reproducción de una plancha con tipos móviles de arcillaBi Sheng (毕升)
El arte de la imprenta mediante el uso de máquinas tipográficas en la China moderna fue un elemento importado de Occidente. Hasta la década de los ochenta del siglo XX, las imprentas chinas empleaban continuamente esta maquinaria para la producción de libros y prensa. La eficacia de esta tecnología era reducida puesto que la composición tipográfica de un periódico en página tamaño holandesa (un cuarto de la superficie completa de un papel de impresión estándar), incluso recurriendo a una industria especializada de inspección y composición, requería veinticuatro horas de trabajo. Asimismo, los tipos y muebles de imprenta pesaban varias decenas de kilos, y el contacto prolongado con los tipos revestía serios perjuicios para la salud humana.
Existen decenas de miles de caracteres chinos, e incluso aquellos de uso frecuente, se cuentan por varios milesLo que hace muy compleja la composición con tipos de plomo.
Durante la última mitad del siglo pasado, la electrónica, la óptica y la informática experimentaron un rápido desarrollo y universalización de la industria editorial occidental al popularizar sucesivamente el uso de la llamada “tecnología de fotocomposición”. En 1946, un estadounidense inventó el dispositivo de fotocomposición óptica y, aproximadamente en 1960, un alemán creó una máquina de fotocomposición mediante tubos de rayos catódicos, a la que en 1975 se sumarían los inicios de una investigación británica sobre la “fotocomposición por láser”. En agosto de 1974, también en China, dio comienzo la investigación científica sobre el llamado “Proyecto 748”, centrado en la transmisión de caracteres chinos, la recuperación de información cifrada en caracteres y la fotocomposición por láser de dichos caracteres. Wang Xuan, a la sazón catedrático en la Universidad de Beijing, participaría en el proyecto de investigación relativo a la “fotocomposición por láser del sistema de ideogramas chino”. Esta tecnología no es sino el proceso por el cual se codifica cada carácter chino de una manera determinada para su almacenamiento en un ordenador; cuando se precisa imprimir esta información codificada en caracteres, se emplea un rayo láser que escanea y recupera los caracteres y a continuación muestra la información en el ordenador.
Impresión con tipo móviles de madera. Ilustraciones y gráfico de Xavier Sepúlveda
Posteriormente, comenzó a producirse una diversificación en las funciones de los ordenadores, a las cuales se sumó, entre otras, la de gestionar datos a gran escala. Dado que en aquella época todo el software informático estaba escrito empleando alfabeto latino, los ordenadores únicamente podían procesar pinyin (sistema de transcripción fonética del chino). Al enfrentarse a un número elevado de palabras, tipos de letra, caracteres similares, trazos, estructuras complejas y, por encima de todo, a los pictogramas del sistema de escritura china, el ordenador parecía carecer por completo de recursos. En agosto de 1984, la Agencia de prensa de Francia (AFP) que cubría los Juegos Olímpicos en Los Ángeles, recogió el siguiente comentario: “La agencia de noticias Xinhua ha enviado 22 reporteros, 4 fotógrafos de prensa y 4 miembros de personal técnico para cubrir el evento. Del total de 7.000 profesionales de la comunicación procedentes de todo el mundo, únicamente el equipo chino toma notas para sus reportajes a mano (…)”. En aquella época, y a ojos de algunos occidentales, los caracteres chinos estaban destinados a convertirse en “la cultura abandonada por la máquina de escribir y el ordenador” y el pueblo chino condenado a quedar fuera de la era de la expansión masiva de la informática si se resistía a abandonar su sistema de escritura. Hasta tal punto se extendió esta corriente de opinión que incluso algunos académicos chinos suscribieron, con tono de lamento, la idea de que la escritura china debía “caminar por el sendero común de la escritura fonética”.
Almacén de tipos de plomoAlmacén de tipos de plomo
Wang Xuan y su pionero equipo de trabajo se sirvieron de métodos de descripción computacional basados en “contornos y parámetros”. Y, al mismo tiempo, investigaron sobre un conjunto de tecnologías de compresión, recuperación y transformación de información codificada de alto rendimiento en caracteres chinos. Así se convirtieron en los primeros en diseñar un microchip especial apropiado. En 1979 para tal fin, Wang Xuan dirigió el sistema desarrollado de fotocomposición por láser de caracteres chinos para crear desde el dispositivo la primera placa fotográfica de un periódico en octavo. Desde 1981, esta tecnología alcanzó progresivamente un uso extendido y a gran escala en toda China, lo que hizo posible que los antiguos caracteres chinos superasen con éxito el umbral de la modernidad científico-tecnológica de la digitalización. Esta suerte de resurrección en la era de la información, asimismo, posibilitó que la industria de la imprenta china abandonase rápidamente la era del “plomo y fuego” para entrar en la de “luz y electricidad”.
Wang Xuan resolvió los problemas tecnológicos primordiales en la fotocomposición por láser de los caracteres chinos
Con anterioridad a las investigaciones de Wang Xuan, las consideraciones sobre el almacenamiento informático de caracteres chinos pasaban siempre por el uso de métodos de matrices de puntos. Sin embargo, debido a los numerosos trazos y las estructuras misceláneas, cada carácter poseía múltiples fuentes, diversos tamaños, y ocupaba un gran espacio de almacenamiento en el ordenador por lo que no resultaba ventajosa la ampliación o reducción del tamaño de los caracteres chinos. Wang Xuan combinó de manera armoniosa e inseparable las características de los caracteres, utilizando los trazos regulares horizontales, verticales y curvos para emplear a su vez una serie de parámetros de muestra, y empleando curvas y otros trazos no regulares para emplear contornos de muestra. Esto permitió que la suma total de información procesada en caracteres se redujese considerablemente, así como minimizar la distorsión resultante de la ampliación y cambio de forma de las fuentes de los caracteres chinos. Este invento resolvió los problemas tecnológicos primordiales en la fotocomposición por láser como el almacenamiento y transmisión del ingente volumen de información codificada en los caracteres chinos.
Preimpresión e Impresión ófset. Ilustraciones y gráfico de Xavier Sepúlveda
Al comienzo de este siglo, la Academia China de Ingeniería y la Asociación China para la Ciencia y la Tecnología (科协) organizaron de manera conjunta una votación pública para decidir sobre “los grandes logros de la ingeniería en la China del siglo XX”. “La revolución de la imprenta y el procesamiento de información codificada en caracteres chinos”, liderada por Wang Xuan, fue la elegida por abrumadora unanimidad. Y ha alcanzado una impresionante segunda posición en la lista de hitos de la ingeniería y la innovación tecnológica independiente de China de todos los tiempos. Hasta el día de hoy, y según datos aún no contrastados, los métodos de inserción de caracteres chinos sucesivamente inventados alcanzan un total de 1600. Las lenguas oficiales empleadas formalmente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) son el inglés, francés, ruso, español, árabe y chino, y para cada documento de relevancia de esta organización, se imprimen y distribuyen versiones en los seis idiomas, si bien la versión china es siempre la que menos espacio de texto ocupa.
Una aproximación a la historia de la fotografía en China
La fotografía llega a China desde occidente durante las Guerras del Opio (1839-1842 y 1856-1860), aunque el principal fundamento de la fotografía, la cámara oscura, ya fue citada por el filósofo Mozi en sus trabajos durante el periodo de los Reinos Combatientes (475-221 a.C.).
Isla Pagoda en el río Min, 1871. Fotografía de John Thomson
Resulta curioso que en casi todos los libros sobre fotografía que existen en librerías especializadas, por no hablar de las generales en las que ni encontramos un texto sobre esta técnica, se olvida la historia de la fotografía que se ha realizado fuera de Occidente. Y con ello limitan la historia a los felices descubrimientos de fotógrafos como Niépce, Daguerre o Talbot.Fotografías tomadas por Felice Beato entre 1860-1901Fotografías tomadas por Felice Beato entre 1860-1901Fotografías tomadas por Felice Beato entre 1860-1901
Si leemos esos textos hallaremos multitud de notas, fragmentos de periódicos o avisos de la época donde se da un pormenorizado balance de la evolución del invento en Francia e Inglaterra. En función de la procedencia del autor o hacia qué público se enfoque encontraremos más o menos información sobre dicho país.
Joven cantonesa, Guangzhou (provincia de Guangdong), 1871. Fotografía de John Thomson
Pero raros son los casos en los que se da alguna mención sobre Oriente y la mayoría obvian las posibles raíces asiáticas de algunos descubrimientos occidentales. Sin ir más lejos el principal fundamento de la fotografía, la cámara oscura, ya fue citada por el filósofo Mozi (墨子) en sus trabajos durante el periodo de los Reinos Combatientes (战国时代, 475-221 a.C.). En ellos habla de cómo la luz proyecta imágenes invertidas al pasar por una pantalla que posee un orificio. Este pequeño fragmento en uno de sus textos es la primera referencia conocida de la cámara oscura, anterior incluso a las explicaciones que da Aristóteles o Alhazen.
Dos personas observan pinturas a través de lentes en una calle de Beijing, 1874. Fotografía de John Thomson
La fotografía entra en China de la mano de exploradores occidentales durante las Guerras del Opio(1839-1842 y 1856-1860). Uno de los primeros del que se tiene constancia es Felice Beato quien, durante el conflicto, toma unas de las que son consideradas las primeras imágenes de China, llegando a fotografiar las ciudades de Hong Kong y Guangdong. A partir de ese momento, y gracias a la apertura de China a Occidente desde 1842, comienzan a proliferar los artistas y las fotografías de China.
Fotografías de John Thomson
En el periodo entre 1846 y 1912 se censaron en el país 84 fotógrafos, la mayoría de ellos occidentales pero ya se enumeran 24 locales. Salvo dos, el resto establecieron sus estudios en Hong Kong.
Fotografías de John Thomson
En esta época la fotografía era un medio nuevo para la población china y esto se percibe en la lenta proliferación de artistas locales en contraposición con la gran masa que venía de Occidente. Sin embargo se aprecia cómo, poco a poco, muchos aprendices de fotógrafos occidentales nacidos en China deciden, cuando dominan la técnica, montar sus estudios independientes.
Fotografías de John Thomson
Es en la segunda mitad del siglo XIX cuando vuelve a existir un interés hacia Oriente en gran parte debido al romanticismo imperante en Europa durante esos años y, también, motivado por la apertura de fronteras tras siglos de aislamiento. Muchos fotógrafos consiguieron gran fama gracias a sus viajes a Oriente como John Thomson quien, gracias a sus imágenes captadas durante su estancia en China, consiguió una gran reputación de vuelta a Londres. Sus imágenes de Beijing y Hong Kong se pueden considerar hoy en día los primeros trabajos documentales en territorio chino.
Fotografías de Fu Bingchang
Con el fin de la dinastía Qing(清, 1644-1911), China se impone una mirada al futuro y modernizar su sociedad. Por ello, pese a que la fotografía se conocía en algunas zonas, no es hasta ese momento cuando se empieza a emplear de manera masiva. También ese cambio de actitud hace que muchos extranjeros visiten el país para fotografiarlo y, así, las técnicas inventadas durante el principio del siglo las asimilaron rápidamente los fotógrafos chinos.
Fotografías de Lai FongFotografías de Lai Fong
No obstante la fotografía china, durante el siglo XIX, tuvo la dificultad de no ser buscada por el público occidental quien ya estaba acostumbrado a una estética fotográfica concreta y no poseía aún la suficiente capacidad para incorporar otras tradiciones más próximas al gusto chino. En Occidente se buscaban escenas pintorescas como las pagodas o los palacios y la fotografía que creaban los artistas chinos bebía de otras fuentes más antiguas, y recreaban una paisajística casi bidimensional poniendo en valor en muchos casos caligrafías o sellos sobre la propia fotografía con una clara continuidad de la pintura y el grabado que para los occidentales se hacía molesto.
Fotografías de Wu Yinxian
A pesar de todo ello, en los últimos tiempos se ha podido observar cómo hay de nuevo un creciente interés en la fotografía china y en su historia al reconocer a fotógrafos que habían caído en el olvido y ahora se han vuelto indispensables para entender el gran valor de este legado como Fu Bingchang (傅秉常), Lai Fong (赖阿芳), Wu Yinxian (吴印咸)o Li Zhensheng (李振盛).
Autorretrato y paisaje de Li ZhenshengAutorretrato y paisaje de Li Zhensheng
El pabellón de las Orquídeas es un lugar de una belleza extraordinaria situado al suroeste de la ciudad de Shaoxing, famoso por aparecer en la obra de Wang Xizhi, escritor y gran maestro calígrafo de la dinastía Jin oriental (东晋, 317-420 d.C.). Cada año, son innumerables los calígrafos y viajeros que acuden hasta aquí atraídos por su encanto y valor artístico.
Wang Xizhi (王羲之) fue un escritor de la dinastía Jin oriental (东晋, 317-420 d.C.) que, por su gran habilidad artística, llegó a ser conocido como el “gran maestro de la caligrafía”. Su obra más representativa fue Lanting xu (兰亭序) o Prefacio de la colección de poemas del pabellón de las Orquídeas, considerado por muchos expertos la “mejor obra de la historia del estilo caligráfico corriente”. El pabellón de las Orquídeas es un lugar de una belleza extraordinaria situado al suroeste de la ciudad de Shaoxing, en la provincia de Zhejiang. Famoso por su aparición en la obra con la que comparte nombre, y por ser la antigua vivienda de su autor, hoy en día se ha convertido en un importante foco de interés turístico.
Cada año, son innumerables los calígrafos y viajeros que acuden hasta aquí atraídos por su encanto y valor artístico. El Lanting xu, por su parte, es la obra más admirada de toda la carrera artística de Wang Xizhi. La zona de Shaoxing en la que está ambientada es conocida por su magnificencia y el propio calígrafo la describió como “un lugar de majestuosas montañas y abruptas cumbres, frondosos bosques, exuberantes árboles de bambú y arroyos de agua cristalina que rodean todos sus paisajes”.
Además de Wang Xizhi, otros muchos literatos también encontraron la inspiración en este pabellón, un enclave perfecto en el que dejarse enredar por los placeres que proporciona un ámbito tan mágico. Como testimonio de ello el famoso poeta Su Dongpo (苏轼), que también cayó bajo las garras de su encanto, le dedicó los siguientes versos: “Hasta el mismo Yu el Grande vino a este lugar para vivir en la montaña Kuaiji”. O el poeta Li Bai (李白), que varios siglos antes había escrito: “Cuánta hermosura encierra el paisaje de Kuaiji rodeado por el río Shanxi. Las montañas, una tras otra, parecen nacidas en el mar, quienes pasean por allí cerca se ven reflejados en las aguas cristalinas”.
En definitiva, multitud de literatos han inmortalizado con tinta y pincel la belleza de Shanyin, un condado que no solo destaca por sus escenarios naturales sino también por un contexto histórico de incalculable valor. Lu You (陆游), considerado el más grande de los poetas de la dinastía Song, llegó a compararlo con la ciudad de Jinling (antigua denominación de Nanjing): “Los parajes más hermosos del mundo son Jinling, y Kuaiji”.
Ocasionalmente, cerca de medio centenar de personas se rodeaban de belleza en el pabellón de las Orquídeas para disfrutar de las composiciones poéticas realizadas por los participantes. Mientras los demás recitaban versos, Wang Xizhi anotaba los productos de la creatividad de sus compañeros para, más tarde, recopilarlos en la obra que se convertiría en la máxima representación de la caligrafía de estilo corriente. Ambas vertientes artísticas del Lanting xu, esto es, tanto su representación en caligrafía como en literatura, esconden un significado implícito extremadamente profundo, digno de análisis y admiración.
Wang Xizhi
Como obra literaria, el Lanting xu simboliza el aislamiento de la mente de su autor en los bellos parajes que lo rodeaban, su amor por la naturaleza y su actitud natural y optimista ante temas como el paso de la vida a la muerte. Wang escribió su reputada obra durante el noveno año del emperador Yonghe y, solo dos años más tarde, abandonó su puesto como político renunciando así a su carrera profesional, por lo que es muy probable que mientras escribía ya tuviera tomada la decisión de cambiar de estilo de vida. En la obra se vale del concepto de la alegría para descubrir el regocijo que proporciona la naturaleza. Más adelante reflexiona sobre el dolor que produce la transición de la vida a la muerte y finaliza meditando sobre la tristeza. El autor del Lanting xu es un Wang Xizhi que atraviesa un periodo de abstracción, y que se encuentra confuso por no tener la certeza del camino que le deparaba el futuro, si el del funcionariado o el del retiro.
Aunque comienza con la exposición del regocijo en la naturaleza como una actividad libre, alegre y sin restricciones, esconde implícitamente en sus versos el desaliento que realmente siente, así como la melancolía por el paso del tiempo y por la imposibilidad de escapar al destino mortal. El final del prefacio abarca la tristeza como un aspecto negativo pero también plasma su aprecio por la vida y su rechazo a abandonarla.El famoso escritor Qian Zhongshu (钱钟书) resumió de forma muy acertada la actitud de Wang en dos sentimientos: la adoración al tiempo y la tristeza al sentir su inevitable paso. Además de apreciar enormemente todo lo que posee, ¿qué más puede hacer el ser humano para aliviar la impotencia que siente cuando es consciente del devenir y de la imposibilidad de escapar a la muerte? El Lanxing xu es una forma de ahogar la angustia ante estas cuestiones. De alguna forma, Wang se sirvió de esta obra, con la que alcanzó la máxima expresión de su arte, para comprender la muerte y, al hacerlo, introdujo sus sentimientos en el corazón de todos sus lectores.
La belleza del pabellón de las Orquídeas ofrece un escenario perfecto para disfrutar de la naturaleza y beber vino con alegría. Fue precisamente por ello por lo que Wang Xizhi acudió a este lugar con sus compañeros y, por consiguiente, este espacio se convirtió en la inspiración necesaria para la elaboración de su obra maestra.
Respecto del éxito de su representación caligráfica, el Lanting xu es una obra de enorme belleza artística reproducida mediante una técnica sencilla y desenfadada, alegre y elegante. En ella aparece hasta en veinte ocasiones el carácter “之” (zhī), representado siempre con una apariencia diferente. Un hecho que no solo ha sido motivo de admiración para las generaciones posteriores, sino que su autor fue incapaz de repetir la obra pues, como dice un refrán muy conocido en China, “de artículos está el mundo lleno pero es por suerte que uno se convierte en una obra de arte al caer en manos de un experto”.
El calígrafo Wang vivió en una época marcada por unas condiciones históricas muy particulares, como la inestabilidad política y la coexistencia del confucianismo, el taoísmo, el budismo y otras doctrinas filosóficas y religiosas que comenzaban a propagarse por aquella época. La ética confuciana, que hasta entonces había calado muy hondo entre la población, comenzaba a perder su poder e influencia y el pueblo, movido por el anhelo de perseguir sus propias aspiraciones, había emprendido una búsqueda de mayores libertades en su vida cotidiana. Son todos ellos fenómenos que ejercieron una enorme influencia en su personalidad y en el estilo confiado y despreocupado de su obra maestra. Trazos naturales e irregulares conforman una composición armoniosa y llena de energía en la que el espectador puede deleitarse por su belleza, a la vez que captar las ansias de libertad y la búsqueda de ideales del autor.
La belleza del pabellón de las Orquídeas ofrece un escenario perfecto para disfrutar de la naturaleza y beber vino con alegría. Fue precisamente por ello por lo que Wang Xizhi acudió a este lugar con sus compañeros y, por consiguiente, este espacio se convirtió en la inspiración necesaria para la elaboración de su obra maestra. También contemplaba su creación como una forma de agradecer la oportunidad que el pabellón le había brindado y quiso dejar una eficaz muestra de su encanto a las generaciones posteriores. Fue así que, gracias a Wang Xizhi, el pabellón dejó de ser un sitio cualquiera, pues pasó a ser parte de un sentimiento, de todo un fenómeno cultural, hasta llegar, hoy en día, a convertirse en una viva representación de la cultura natural, de un estilo caligráfico desenfadado, del paso del tiempo y de la melancolía del ser humano ante su efímero paso por este mundo. Lanting xu es la obra de mayor valor artístico producida por Wang Xizhi y, al mismo tiempo, hizo que la fama de este lugar se extendiera y perdurase para la posteridad.
La sericultura y el hilado y tejido de la seda tuvo su origen en China hace miles de años. Por sus ricos colores y estampados, la seda desempeñó un importante papel en las solemnidades y ceremonias antiguas y originó también una rica tradición folclórica.
Era un día de julio del año 1405 correspondiente al tercero en el poder del emperador Yongle (永乐). En el estuario del río Yangtsé ondeaban numerosas banderas que cubrían el cielo mientras una cuantiosa y poderosa flota, formada por más de 240 barcos y una tripulación total de 27.400 hombres, navegaba hacia el vasto mar de aguas neblinosas cuyo horizonte se extendía tan lejos como podía alcanzar la vista. Además de porcelana y té, la carga de estos barcos se componía de seda, un bien estimado por los occidentales como un producto de incomparable valor. Esta es la descripción, registrada para la posterioridad en los anales de la historia, de las expediciones al oeste del océano Pacífico de Zheng He (郑和, 1371-1433), el famoso almirante y explorador de inicios de la dinastía Ming (明, 1368-1644). Fue a partir de este momento cuando se abrió la Ruta Marítima de la Seda, una vía de intercambio entre China y el mundo occidental, y dio comienzo la era de las grandes navegaciones en la historia de la humanidad.Yacimiento arqueológico Hemudu
Tal y como demuestran los hallazgos arqueológicos, China fue el primer país en desarrollar la sericultura y el hilado y tejido de la seda. En 1977, en Hemudu (河姆渡), un yacimiento arqueológico de 7.000 años de antigüedad en la ciudad de Yuyao (余姚), en la provincia de Zhejiang (浙江), se halló una talla con forma de gusano de seda que representa un testimonio de la temprana dedicación de los antiguos pobladores de China a las actividades relacionadas con la sericultura. Entre las inscripciones en huesos y caparazones de tortuga descubiertas en las ruinas de Yin (殷墟), capital de la dinastía Shang (商, hacia 1600-1046 a.C.), figuran numerosas referencias a los gusanos de seda, el Morus alba o árbol de la morera y la seda. Ello refuerza la tesis que la crianza de gusanos de seda y el tejido de la misma representaban ya parte importante de las vidas de las gentes de aquella época.
Telar de Jacquard
Hasta llegar a los años de los Reinos Combatientes (战国时代, 475-221 A.C.) el desarrollo en China del ahora conocido como telar de Jacquard, los diversos tejidos de seda, una seda fina y resistente, gasas de seda, brocado, sarga de seda, damasco y otros tipos de telas fue duradero y fructífero.En las dinastías Tang y Song (唐宋, 618-907 y 960-1279 respectivamente), el bordado realizado en telar con sedas e hilo de oro, el estampado y teñido de tejidos, así como otras artesanías derivadas de la seda alcanzaron una cierta madurez. La aparición del brocado representó especialmente un hito en la historia de la artesanía de la seda en China. Hasta el día de hoy los conocidos como tres grandes brocados del mundo: el de Sichuan (蜀锦, shǔjǐn), el Song (宋锦, sòngjǐn) y el de nube (云锦, yúnjǐn) aún representan su máxima expresión mundial.
Por sus ricos colores y estampados, la seda desempeñó un importante papel en las solemnidades y ceremonias antiguas y originó también una rica tradición folclórica. En el Libro de los ritos (礼记) se indica que solo los miembros de la familia real pueden vestirse de seda. Las primeras referencias a esta cuestión en El clásico de la historia (尚书) son las recogidas en las “doce indicaciones”, que establecen los doce tipos de decoraciones y estampados establecidos para el emperador y sus ministros con el fin de mostrar sus rangos y dignidades. Entre ellos, el tocado de seda del emperador incluía los siguientes motivos: el sol, la luna, las estrellas y constelaciones, las montañas, la figura del dragón y otros doce tipos de imágenes que se combinaban además en diversos colores, y que correspondían cada uno con la virtud propia del emperador. Esta tradición se transmitió hasta llegar a la dinastía Qing (清, 1644-1911) y se convirtió en parte importante de la cultura palaciega. La costumbre de ofrecer sacrificios a la “deidad del gusano de seda” (蚕神, cánshén) se convirtió igualmente en legado.
Emperador Amarillo
De Huangdi (黄帝), el legendario y ancestral Emperador Amarillo, se dice que “al colgar sus ropas, se imponía el orden en China” (垂衣裳而天下治, Chuí yīshang ér tiānxià zhì). Este dicho ejemplifica cómo, a través del preceptivo código de vestimenta imperial, se creía conferir a la nación con la debida propiedad y ceremonia, al llevar así a cabo el gobierno regular del país. La principal concubina del Emperador Amarillo, Lei Zu (嫘祖), fue la primera en enseñar al pueblo la crianza del gusano de seda, devanarla de sus capullos y confeccionar prendas con dicho tejido, por lo que ha pasado a las generaciones posteriores como la imagen divina de la “Madre de los gusanos de seda.” La costumbre de oficiar sacrificios en su honor se convirtió en uno de los ritos palaciegos y populares más importantes de la China antigua. En la actualidad, en el intacto jardín imperial de la dinastía Qing, correspondiente al rincón noreste del parque Beihai en Beijing, existe todavía el conocido como “Altar a la diosa de los gusanos de seda,” (先蚕坛, Xiāncántán) de paredes rojas y tejas verdes, solemne y majestuoso. Allí, las concubinas imperiales de las dinastías Ming y Qing oficiaron en su día numerosos y solemnes ritos de sacrificio, recogieron morera y criaron gusanos con el fin de bendecir a la nación por una actividad siempre fecunda y próspera.
Deidad del gusano de seda
Entre el pueblo, por su parte, se difundió ampliamente la leyenda de la “joven con cabeza de caballo” (马头娘, Mǎtóuniáng). El legendario caballo, de un blanco inmaculado y semejante a la nieve, sufrió incontables vicisitudes y peligros para ayudar a la joven de los gusanos de seda a encontrar a su querido padre, que había sido alistado a la fuerza y al que rescató del campo de batalla. El padre de la muchacha no solo no mostró agradecimiento sino que mató al caballo para anular la promesa de matrimonio que su hija le había hecho al caballo. Como resultado, la piel del animal se transformó en una fresca brisa que envolvió a la joven, y surgió así la “deidad del gusano de seda”, caracterizada con cabeza de caballo y cuerpo de gusano. Historias similares aparecen repetidamente en las obras Testimonios en busca de lo sobrenatural (搜神记), Extensos registros de la era Taiping (太平广记) y en otras antiguas recopilaciones sobre hechos fantásticos.
Es inevitable y muy estrecha la relación entre la seda y la literatura china. La cuestión de la crianza del gusano de seda y el cultivo de la morera como industria se convirtió en tema recurrente para muchos hombres de letras de las sucesivas dinastías en China. En el Shijing (诗经), la antología poética más antigua que se conoce, ascienden a un total de 39 los poemas que tratan, entre otras cuestiones relativas a la producción de gusanos de seda, de los diversos tipos de morera, su recolección, la crianza del gusano y los procesos de hilado, devanado y tejido. Conmueve especialmente la figura de las jóvenes recolectoras de la morera, laboriosas, bellas, inteligentes y honradas. Sus desvelos afectuosos y románticos han quedado ampliamente recogidos en los versos del Shijing y nos permiten, más de tres mil años después, revivir ese sentimiento conmovedor y cargado de una persistente melancolía. Obras como la Balada de la seda blanca (白丝行) de Du Fu (杜甫, 712-770), gran poeta de la dinastía Tang; Sarga de seda (缭绫) de Bai Juyi (白居易, 772-846), también perteneciente a la dinastía Tang; o la Balada del brocado (织锦曲) de Wang Jian (王建); representaron célebres creaciones de una profunda y larga influencia.
Pintura de la dinastía Tang Las doncellas imperiales adornando su pelo con flores
En el ámbito del arte, las Escenas de la labor campestre y tejido (耕织图) de Lou Shu (楼璹, 1090-1172), magistrado de los primeros años de la dinastía Song del Sur (南宋) cobraron fama como “la pintura en rollo que aportó el testimonio completo más temprano en China sobre el modelo de vida tradicional de la labor del campo para los hombres y el tejido para las mujeres”. El artista investigó a fondo los campos y sus labores y, aplicando una técnica de dibujo monocromático en tinta, creó detalladas escenas panorámicas que representan un retrato exhaustivo del mundo de los gusanos de seda, las moreras y el tejido de la seda. Una vez concluidas, las pinturas pasaron al palacio de la dinastía Song y gozaron del aprecio y elogios de los sucesivos emperadores, al utilizarse frecuentemente sus motivos en ropas de seda.
Más adelante surgieron todo tipo de copias oficiales y populares que se extendieron por toda China a la historia del arte, la ciencia y la tecnología, la agricultura y la artesanía en expresiones únicas. Con anterioridad a la popularización del papel como medio de expresión, un tipo de seda delgada y resistente, y la sarga de seda, representaron el material de libros y pinturas. La inmensa mayoría de las pinturas anteriores a la dinastía Song se realizaban sobre seda. Sirva como ejemplo la pintura de Las doncellas imperiales adornando su pelo con flores (簪花仕女图), de la dinastía Tang y cuya popularidad ha llegado a nuestros días, que fue pintada sobre un colorido rollo de seda.
Escenas de la labor campestre y tejido de Lou Shu
A través del comercio de este hilo de tan alto valor, se estableció un intercambio económico amplio, activo y duradero entre China y otros países en la antigüedad. De manera temprana en el siglo V a.C., China ya era conocida en la Grecia clásica con el hermoso nombre de “Seres”, palabra que significa “tierra de la que procede la seda” o “país de producción de la seda”. Se dice que para acabar con el control persa sobre la Ruta de la Seda, el emperador bizantino Justiniano I(527-565) envió emisarios para que, ocultando las larvas de los gusanos de seda en sus cayados, los trajesen a Roma. No obstante, y según los anales históricos, fue aproximadamente durante el siglo III cuando comenzó a desarrollarse, tanto en Bizancio como en otros países de la Europa occidental, la industria de los gusanos y el tejido de la seda. En la actualidad, la ciudad española de Valencia conserva la Lonja de la Seda, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
A look at some of the world’s most well-known literary cafés.
Written by Divya A | New Delhi | Updated: November 18, 2018 6:01:01 am
Sipping on words: Franz Kafka used to frequent Café Louvre in Prague. (Source: Divya A)
Café Louvre, Prague
A small walk from Franz Kafka’s home leads you to the busy Národní Trída (National Avenue), which houses Café Louvre — where the celebrated Bohemian Jewish novelist used to sit on most evenings and measure his life in coffee spoons. The doors of the café opened in 1902. Since then, history has marched through Národní, and friendships, associations and novels have been created at its café tables. Though the pace of the times has quickened, at Café Louvre, they are not keen on testing any new items on the menu. Even today, one can enjoy the leisurely atmosphere of a historical, grand café, as Franz Kafka, Albert Einstein or TG Masaryk knew it. Long queues notwithstanding, the waiting staff here is in no hurry to serve you fast and bring the next set of customers to the table. Everything takes it own sweet time — even if it’s a cup of Maria Theresia (large espresso with orange liqueur and whipped cream) or even a 1/2-litre helping of tap water (for CZK 29).
Must Try: Home-made puff pastry sticks, mini dessert plate.
Café Central, Vienna
While walking towards Michaelerplatz, the most touristy area of the city featuring the ruins of an ancient Roman wall, a large crowd can be startling in a city otherwise known to mind its business. It’s lunch time and the queue is building up for entry to Café Central, the most famous haunt for coffee lovers in Vienna since the time of Sigmund Freud, Leon Trotsky and Adolf Hitler. For coffee, cake and the odd cigar, some of the greatest poets, philosophers and storytellers have frequented this attractive kaffeehaus, which opened in 1876 in what was once the Vienna Stock Exchange. It is said that Café Central is the real centre of Vienna — and not St Stephen’s Cathedral — as many believe. The city’s best-known sights and museums and shopping streets — Graben and Kärntner Strasse — are all within easy walking distance. The menu includes a broad selection of classic Viennese dishes, traditional coffee specialities and sweet treats from the in-house patisserie.
Must try: Kaiserschmarrn, Wiener Schnitzel.
Literaturnoe Kafe, St Petersburg
Established in 1816, Literaturnoe Kafe (or simply the Literary Café) is said to have been frequented by the likes of Fyodor Dostoevsky and Nikolay Chernyshevsky. No other restaurant has survived St. Petersburg’s dramatic and ever-changing 300-year-old history save this place. The café is also where celebrated Russian poet-novelist Alexander Pushkin had his final meal in 1837, before dying in a duel. So, it’s only fitting that the elegant two-storey building features a bust of Pushkin, along with the menu items that the late poet would often order. Literaturnoe Kafe is located at a walking distance from the St. Petersburg State University, crossing the Neva river and the Winter Palace. Must try: Pancakes with salmon, lemonade.
Also visit: El-Fishawy Café in Cairo, Egypt; Caffe Reggio in New York City; The Elephant House in Edinburgh; Caffè Pedrocchi in Italy’s Padua; La Biela in Buenos Aires; La Rotonde in Paris.
In its 50th year, Shrilal Shukla’s iconic Hindi novel Raag Darbari continues to show us how the grand narrative of an overarching Indian democracy cannot be built by overlooking the little myths, delicious ironies and flawed romances of individual lives.
Written by Ashutosh Bhardwaj | Updated: November 18, 2018 6:30:35 am
Shrilal Shukla’s Raag Darbari can be read as an anthem of ambivalence, a critique of modernity and history. (Illustration: Suvajit Dey)
It is the only Hindi novel I have ever found in the office of an investigator — perhaps, the most unlikely of all places — the Jhandewalan headquarters of Director General, Investigations (Income Tax), Delhi. Having purchased copies in bulk, Aditya Vikram had been gifting them to his junior officers and friends. At our next meeting, I also received one from the cheerful bureaucrat who supervised sensitive cases of financial fraud in the capital.
That was how I rediscovered Shrilal Shukla’s Raag Darbari (1968) as a journalist. Like many others, I, too, had once found it to be the portrayal of a decaying society in a north Indian village, a caricature of regressive people responsible for the gradual failure of democracy. As reporting assignments took me to different places around the country, a task that demanded transcending one’s prejudices and listening to the perceived other, the novel was suddenly revealed in a new light. It captured the sluggish pace of life that moves beyond the calls of GDP growth and that worries little about the twin ideals of scientific temper and rationality. Shukla depicts a society that refuses to surrender before modernity and responds to history with its own mythologies. It does not always symbolise decay, it can also be resilience.
It was thus obvious that the residents of Shivpalganj subverted even love, an eulogised, and often exaggerated, emotion in Indian novels. Shukla’s contemporary Dharamvir Bharti, for instance, wrote Gunahon Ka Devta (1949), a romance emerging from a city that was still Allahabad. How does Shukla explain the condition of Ruppan Babu, the only character who can be accused of being in love? “He had needed a girl for a very long time, and while recognising this fact he had mistakenly come to believe that he needed only Bela… and he named it love, a word that perhaps entered his vocabulary through the fraud of poetry.”
Notably, the subversion is recorded with immense delight, without any malice. The charmingly irreverent tone continues as the novel demolishes the romanticised image of a village that was built by several generations of writers and thinkers and then nourished by Satyajit Ray’s Pather Panchali (1955): inhabited by simpletons, an idyllic land with small ponds and a nearby railway line. The lanes of Shivpalganj are muddy and stinking, its residents shrewd bullies, but they are also witty — they believe that the “significance of abuses is in hurling them loudly”.
And yet, they do not evoke revulsion in a reader. Perhaps, disillusionment, but never disgust.
A modern state governed by codified laws needs certitudes in its language and operations. It cannot afford to be ambiguous. A large population of India’s Hindi-speaking states — perhaps, in other parts of India, too — lives in an almost antithesis to the ideal. Giving directions about a place to making a statement on oath or even writing love letters, people often cherish prevarication. Not necessarily with an intention to mislead or deceive, but they enjoy answers that don’t bring any closure, rather raise new and even confounding questions. It’s a sign of a civilisation that refuses finality, cherishes the unfinished, and swears by the contingent and contextual.
A journalist recognises this trait quite early. Witnesses to a crime rarely give the right answers, politicians are circumspect during interviews, even a meeting with a friendly police officer, who has invited you to share information, may end after 90 minutes and three coffees without the officer revealing anything other than an uninvited primer to the reporter on dengue fever or Zika virus.
Are addebazi and flippancy, detailed so endearingly by Shukla, signs of regressiveness or do they reveal a fundamental aspect about Indians? The courtroom battle between Chhote Wrestler and his father Kusahar Prasad is one such delightful episode. Their family tradition has seen sons abusing, and, occasionally, thrashing their fathers for several generations. Prasad, marking a break, approaches the village court against Chhote. A case is made under the Indian Penal Code. As the Sarpanch accuses and abuses the father during the hearing, the son suddenly gets furious. After all, it’s only his right to do so. He threatens the Sarpanch, grabs his father’s hand and walks out of the sabha. The duo happily return home, oblivious to the fact that they had been fighting for months.
Book cover of Shrilal Shukla’s Raag Darbari.
Are such amusing contradictions visible only in mofussil towns? “After a lifetime with the sociology of MN Srinivas, he was seeking relief in the sociology of Ekta Kapoor,” Rukun Advani wrote of Ravi Dayal in his obituary of the man who, as the chief editor of the Oxford University Press, edited some of the finest books in social sciences that emerged from India for decades, before he turned into an addict of saas-bahu serials on television.
One can also turn to Shukla, a connoisseur of the oblique in personal life. Once he was having drinks with friends at home when his domestic help intervened. “Ab jhin pi (don’t drink now),” the woman said irritatingly. “Achha, ab tak rum pi raha tha, tum kahti ho to gin par aa jata hun (Ok, I was taking rum so far. If you say so, let me switch to gin),” Shukla said, while making another peg.
Fiction in many Indian languages gained a new theme of disillusionment and alienation in the 1950s and 1960s — characters uprooted from their soil, migration to the city, a quest for meaning, a yearning for a grand narrative in the post-Independence era. Shukla overturns these themes. Raag Darbari is firmly moored in the village. Its characters face no existential crisis. No resident of Shivpalganj can be accused of being dull, lifeless or colourless. They are cunning, but cherish their laughter and paradoxes. India is still in its second decade after Independence, but Kalika Prasad has already mastered the art of securing grants from every government scheme that reaches the village. Be it a grant for raising poultry, making fertiliser pits, fitting smokeless stoves in homes or installing new lavatories. “By the time the Central Planning Committee had worked out any new scheme, he had found out all about it…several times he had reached the district offices with his applications even before the funds had been sanctioned by the higher authorities.”
Shukla doesn’t deliver moral sermons on the decay, he traces its sociological roots. The colonial encounter, the setting up of institutions like courts that became the instruments of exploitation, the imposition of English and the consequent loss of identity. His diagnosis is accurate and incisive that can partially be attributed to his long stint as a civil servant. “Indians have invented, with British help, a science dealing with their old way of life. Its name is Indology,” he quips and notes that when the Planning Commission faces any problem it coins English phrases and believes that the issue has been resolved. And how does he describe “intellectuals” who occasionally get afflicted with a disease called “crisis of consciousness”? “The disease finally culminates in coffee house debates, liquor bottles, in embrace of random women, government job, or sometimes in suicide.”
Raag Darbari, in a way, is a successor to Fakir Mohan Senapati’s 19th century Odia masterpiece Six Acres and a Third (1896), among the earliest Indian novels to highlight the damage colonial institutions had brought upon the Indian society. Not a coincidence then that both the writers chose satire as their favoured genre.
The only election that takes place in Raag Darbari is for the post of a gram pradhan that sees Vaidyaji propping up his puppet Sanichar as the candidate. This election amply reflects the country’s politics. Independent India had seen only three general elections when Shukla enumerated “three methods to win elections”. It rings true even today.
In the 2014 Lok Sabha elections, the Mahasamund seat in Chhattisgarh witnessed a Shivpalganj-like contest. Facing the Congress candidate Ajit Jogi, BJP’s Chandu Sahu suddenly found that there were 10 other Chandu Sahus in the fray, all independent candidates. Who were they and from where had they sprung up overnight? An extraordinary talent hunt, apparently by Jogi, had unearthed these absolutely apolitical men, seven of them carried BPL cards, who lived across five districts and 1,100 km. They were then propped up to confuse voters. None of them knew about the ploy until some journalists came looking for them.
Raag Darbari reminds us that the dream of democracy in India was, perhaps, destined to falter at what was to be its sharpest edges.
Or consider the instance in which Gayadin of Raag Darbari elaborates the failure of artificial insemination (AI) for buffaloes and expresses a preference for a he-buffalo: “I’ve sent this buffalo to the centre twice. But god knows what sort of syringes they use. She won’t get pregnant.”
That was the mid-1960s. A month ago, in October 2018, residents in some Himachal villages conveyed the same displeasure with the AI centres. “The syringe is of no use. We have our Sheru (a he-buffalo) for the job. We give him desi ghee and chana. He mates with nearly 100 buffaloes in a year,” said Om Prakash, a resident of Galot village, emphasizing that Sheru “is always in demand”. Sheru’s owner charged a “high price” of Rs 1,500 per “cross”, but was committed to the task. He would take the amount only if the pregnancy came through.
Another instance when the novel crossed my path during a reporting assignment was in Jaunpur, Uttar Pradesh. A local advocate Upendra Vikram Singh could recall its long passages by memory, even comparing Vaidyaji with Baba Ramdev. Both advocated for a supreme male potency and sold desi medicines to strengthen it. Both, Singh said, wove a cocktail of Ayurveda, business and political power.
The fate of modern institutions was, perhaps, foretold in their stubborn belief that they could govern a complex nation like India by rigid certainties. Leaders wanted to inculcate the virtues of rationality and scientific temper, but they ignored that these ideals cannot easily decode the lives of humans who find myths and fables no less virtuous. Noting the “enormous range of language” the Hindus used, 10th century Iranian scholar and polymath Al Beruni was puzzled as “nobody could distinguish between the various meanings of a word unless he understands the context in which it occurs, and its relation both to the following and the preceding parts of the sentence”.
India had realised much earlier that homogeneity— be in language, politics or religion — often breed intolerance. It has flourished through several millenniums precisely because its guiding lights deliberately chose a path that nourished diversities.
Hope in such a social system often lies beyond the obvious. Aditya Vikram, who is now Member (Investigations) at the Central Board of Direct Taxes and oversees topmost probes across the country, was aware of the light Raag Darbari offered. As he gifted the novel to his juniors, he wanted them to recognise the accurate diagnosis Shukla had given. Hope exists as long there’s a diagnosis. A disease is half cured if diagnosed properly.
The hope of the novel lies in its ability to identify ambivalence as a charming, perhaps necessary, trait of a society — a characteristic that adds colours and sounds to an ordinary life.
It’s not without reason that the residents of Shivpalganj never name the city, they always refer to it as “city”. Similarly, the judge or the magistrate is always addressed as “adalat”. They know that as one names or defines an idea or a thing, it instantly gets restricted.
Raag Darbari reminds us that the dream of democracy in India was, perhaps, destined to falter at what was to be its sharpest edges. Shivpalganj contests the imposed ideals and as it fumbles in its negotiations with the state, it nevertheless attempts to draft its own version of democracy. Its residents are not always averse to change, but they also cherish their individual identities. The only character who turns disillusioned is Rangnath, an outsider. The failure of the government schemes in Shivpalganj may also be a local resistance to the thoughtlessness with which a homogenised development model was, and is, being foisted on people without their involvement.
A function organised in Delhi by Rajkamal Prakashan to celebrate 50 years of Shrilal Shukla’s Raag Darbari.
The novel can also be read as an anthem of ambivalence, a critique of modernity and history; the ideals that were supposed to obliterate old hierarchies, instead, created new ones. Such a reading makes one humble, prompts a realisation about the inadequacy of external laws to decide the human life that is full of colour.
Is there, AK Ramanujan once asked, an Indian way of thinking? He then illustrated that Indians don’t believe in certainties, as almost every rule, code and law is contextual. If there’s a similar question about the Indian way of prevarication and fabrication, its cues may be found in Raag Darbari. The grand narrative of an overarching Indian democracy cannot, perhaps, be built by overlooking the little myths, delicious ironies and flawed romances of individual lives.
The writer is a Fellow at the Indian Institute of Advanced Study, Shimla.
el dispensador de las energías cósmicas (cuerdas y huecos) - by Cerasale Morteo, Víctor Norberto | Salta | ARGENTINA - 18 de NOVIEMBRE de 2018 [05] DIEZ AÑOS navegando los paralelos simultáneos de las memorias alteradas... buscando las gracias pendientes y los destinos no resueltos... atravesando tiempos revueltos... en una selva de espíritus desiertos... y de otros (espíritus) que no hallan sus conciertos... el dispensador dice: buenas tardes, ¿cómo está?... le agradezco que haya venido... además, le agradezco que se haya molestado hasta aquí, seguramente estaría ocupado, pero estoy seguro que su viaje no habrá sido en vano... ¿vio?... tengo un árbol azul, único en su especie... no sólo genera oxígeno para que puede respirar... también marca un límite... entre la sensibilidad y la sensación... ya reconocer la diferencia es un logro, imagine esto de poder determinar la frontera... si se queda en la sensación, se ata a las cuestiones del cuerpo, del tiempo y del espacio... si va más allá y se introduce en el universo de la sensibilidad, comienza a entender el alma, trasciende hacia el espíritu, se libera de la mente y se descubre como consciencia... ¿vio?, no es cuestión de límites, ni siquiera de fronteras, es cuestión de letras... si se escurre, posiblemente no vuelva... ¿sabe?... este mundo anda embrollado... la clase política se ha apoderado de los presupuestos y se ha olvidado de las gentes... ellos gastan a cuenta del hambre de los otros... que se evaporan entre penas y dolores... zozobrando sus rutinas al modo de náufragos de sus propias circunstancias fabricadas por otros que andan flojos de sensibilidad y densos de espíritu... desde luego, no se me pierde de vista que ellos son las marionetas de poderes mayores, ocultos, financieros, que necesitan del olor a la moneda para justificarse vivos en la muerte ajena... rara conducta entre la raza humana... algo que no sucede en ninguna otra parte del universo, por eso tengo la suficiente autoridad para decirle a usted y a quien sea, que la miseria es sólo humana, del mismo modo que la mezquindad lo es... o si quiere, del mismo modo que la estupidez, es únicamente humana... otras civilizaciones de superiores inteligencias han aprendido rápidamente que en sociedad, el uno no puede prescindir del otro so pena de ahogarse en la propia desidia... otras civilizaciones de superiores consciencias han entendido que la suerte del uno depende de la suerte del otro, indisolublemente, por lo que si éste cae, todo lo demás cae por arrastre, más tarde o más temprano... de allí que nadie comprende en ningún universo qué pasa con los humanos... están tan densas las almas que son incapaces de despegar los pies de cualquier suelo, al punto que se han quedado sin cielo, y están a punto de matar al último árbol, que era aquel que les permitía respirar... ¿si imagina si en la Tierra hubiese nada más que agua salada?... sencillamente no habría humanos... como le digo, al hombre le anda faltando cielo... le anda faltando estrellas... le anda faltando universos... o dicho de otra forma, el ser humano se ha vaciado de poesía, y de tanto se ha quedado sin poema, sin verso, pero también sin prosa, esto es... denso... cree que la vida comienza y concluye con la moneda... y cuando se muere se da cuenta que se le escurrió la vida corriendo detrás de algo que no le hacía falta y que tampoco le agregaba valor a su karma... tan densa anda la Tierra que ahora se juntan los políticos para asegurarse que el mandato de los miserables se sostenga en el tiempo... pobreza para todos es sinónimo de indigencia para muchos, tanto es así que la miseria envuelve al planeta como un todo, garantizando que el bienestar sea para pocos que cada vez son menos... siempre respondiendo a la miseria humana de los pocos, esos mismos que se precian por ser mezquinos... mirando por sus hombros a los que van cayendo mientras otros se van apagando... noches pasadas me encontré con un viajero que anda siempre de paso... me dijo, ¿vio el árbol?... respondí, ¿cuál, el azul es del que me está hablando?... sí, me dijo... vaya hacia lo sensible antes que sea demasiado tarde... la tierra se está volviendo un infierno... y las sensaciones se funden como nieve después del invierno... ya me fui, le dije esperanzado... no es con mi cuerpo con aquel que usted está hablando... conversa con un eco desprendido, de la sensación de algún pasado... hace rato que me escurrido, y no he vuelto, como verá, porque no he regresado... vivo en mi sensibilidad... que es lo único que me ha alimentado... así es que no se demore usted, sígame ahora que todavía se puede... lo que permanezca denso, seguramente será olvidado... NOVIEMBRE 18, 2018.- los que han llenado sus mochilas... esos?, están fosilizados. Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
el dispensador de las energías cósmicas (cuerdas y huecos) - by Cerasale Morteo, Víctor Norberto | Salta | ARGENTINA - 15 de NOVIEMBRE de 2018 [04] DIEZ AÑOS navegando los paralelos simultáneos de las memorias alteradas... buscando las gracias pendientes y los destinos no resueltos... atravesando tiempos revueltos... en una selva de espíritus desiertos... y de otros (espíritus) que no hallan sus conciertos... el dispensador dice: te descubres a ti mismo... vienes andando atendiendo ruidos... mucha gente en medio del río... sobran palabras, nadie oye, todos aturdidos... soledad agobia, gritos y silbidos... mucho desprecio pendiente de un hilo... no hay manos solidarias protegiendo el nido... sonrisas falsas sin ningún testigo... abrazo sin brazos... tiempo perdido... huecos y vacíos... parece espacio en un cosmos extendido... órbitas inquietas y trayectorias en vilo... parecen destellos, quizás meteoritos... los espíritus invisibles son almas sin destinos... viven, respiran, mienten como rito... algunos se arrodillan ante altares de vinos... demasiado fiesta para ningún camino... todo está quieto... movimientos de idilios... átomos alterados en burbujas despegando hacia vapores en trinos... las galaxias miran... revuelto está el río... muchos discursos y luego el vacío... aplaudidores que aplauden el ego engreído... algunos se la creen, otros se han ido... barcas, pateras, salvavidas, noches de consciencias que se han consumido... muchos esclavos, comprados y vendidos... no hay estados para sociedades atropelladas por realidades sin ritmo... mucha deriva... ningún objetivo... mundo utilitario de descartables caminos... esto me sirve... desechado el perimido... se caen del sistema humanos agotados de tanto rogar por los derechos perdidos... no te le creas, ni siquiera lo que te hayan dicho... usan a unos y a otros, para dividirlos... el negocio es de pocos, los demás no es más que un recitado vespertino... venden humanos como si fueran uvas, tal vez utensillos... lo que no les sirve lo descartan... y tú eres el siguiente cuyo esfuerzo se verá distinguido... te saquean la voluntad porque te has resistido... también el esfuerzo porque ése es el que les ha servido... pero no sabes dónde ir porque te sientes vacío... ellos tienen tu ego, lo demás es delirio... cuidado hermano, con lo que puedas haber oído... te sugiero que no te creas nada de lo que te hayan prometido... serás la próxima víctima al creerte considerado, quizás elegido... el empujón es fuerte, justo cuando enfrentas tu propio abismo... déjate caer... asume el destino... los que dijeron quererte son los que te han entregado para su beneficio... toma la soledad y el silencio omitido... ése que está dentro tuyo no es otro que el ser tú mismo... ahora que lo sabes, ya has aprendido... toma distancia y encuentra el camino... es cuestión de consciencia abrazarse a sí mismo... cuando te encuentres y te sientas preparado... da vuelta la página y transita el tiempo que te hayan concedido... allí comienza la vida... sentirte amanecido. NOVIEMBRE 15, 2018.- cuando el tiempo se dobla y el reloj solar marca el 45... sabes que sólo te acompaña aquello que es genuino... lo demás se va borrando, como la promesa que pudiste, alguna vez, haber oído... Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
el dispensador de las energías cósmicas (cuerdas y huecos) - by Cerasale Morteo, Víctor Norberto | Salta | ARGENTINA - 11 de NOVIEMBRE de 2018 [03] DIEZ AÑOS navegando los paralelos simultáneos de las memorias alteradas... buscando las gracias pendientes y los destinos no resueltos... atravesando tiempos revueltos... en una selva de espíritus desiertos... y de otros (espíritus) que no hallan sus conciertos... el dispensador dice: SÍ, como te dije alguna vez, la búsqueda es frenética... el hombre está empecinado en buscar afuera porque no reconoce su adentro... te habla del espíritu para inmediatamente negarlo... te habla del alma, pero asumiendo que desconoce qué es el alma, ni para qué sirve... siendo que entre los humanos, aquellos que no tiene valor moneda, demás está decir que no sirve para nada... más tarde o más temprano te recita la consciencia, pero cuando el recitado cesa, la consciencia no es más que una utopía de bolsillo, que por suerte, no ocupa lugar... también vienen explicaciones sobre el amor sexual y el asexual... donde el sexual contiene motivo y el asexual justifica la mentira consiguiente... sin omitir la explicaciones cuánticas sobre la importancia de los afectos, hasta que la intolerancia se vuelve odio y este se transforma en el T Rex de las excusas necesarias para sacarte de encima a como sea, porque en la puerta aguarda el próximo beneficiario de sábanas revueltas y otras almohadas embrolladas... como sea, la contradicción siempre ajusta el mensaje al argumento adecuado para atropellar, dejar el cadáver de lado, y dar el próximo paso hacia el bienestar elucubrado... si este proveedor no me provee de lo suficiente... ya tengo alguien en vista, para ejercer el reemplazo y obtener nuevos réditos de viejas artimañas... ¿solidaridad?, sirve para el discurso y la homilía, pero cuando ya sobran las palabras, la guardas en algún rincón del cinismo y te aseguras que estar en paz contigo mismo... ¿compasión?... sirve la chusma entre vecinos, pero cuando ya no hay vecinos, a qué le vas a tener compasión... como te digo, el diccionario está lleno de palabras que nadie sabe qué significan ni para qué se usan, en la práctica... ¿misericordia?, ha sido reemplazada por la miseria en discordia... extinguiéndose en la hipocresía de aquellos que se ríen de la suerte de los otros... creyéndose a salvo de los lobos de hoy, nadie sabe de los mañana... te lo traduzco de alguna forma... esta humanidad (con honradas y honrosas excepciones) anda seco de esencias y abundante de flujos de vacíos... sí, sí, cuando se secan las esencias hay algo así como una erupción de palabras que intentan atropellar el inconsciente del prójimo desprevenido, esgrimiendo argumentos que no dicen nada pero parece que dijeran mucho... algo semejante a un mensaje sin contenidos... donde la víctima suele ser el mensajero o aquel que pasaba por lugar justo cuando no debía hacerlo... eso es falta de sensibilidad para darte cuenta que la consciencia propia ya te había avisado que no debías ir donde finalmente fuiste, para convertirte en víctima... como sea, sobra ego, sobra densidad y por eso el espíritu se evapora hasta volverse gas innoble... nada de gas, en nada de nobleza... el barullo no te deja oír pero están preguntando que has hecho de tu vida... ahí no puedes hacer con las palabras... no las hay... sólo rigen los pensamientos, por lo tanto no se aceptan explicaciones... es necesario presentar los "hechos"... ¿no los hay?... por favor, diríjase a esta puerta... mientras que los que tienen "hechos" para presentar, debes dirigirse a esta otra... filas mediante, aunque no hace falta sacar número, todo es por orden de llegada... después del destello, la luz, y ante ella, más vale recordar para qué servía la consciencia... para qué el alma... y para qué el espíritu... NOVIEMBRE 11, 2018.- NADIE TE JUZGA... eres tú mismo el que se juzga... y la opción es luz... o nada... me escurro por la pintura de mi hermana, no soporto las falsas inocencias... nos vemos la próxima, si es que la hay... Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
el dispensador de las energías cósmicas (cuerdas y huecos) - by Cerasale Morteo, Víctor Norberto | Salta | ARGENTINA - 08 de NOVIEMBRE de 2018 [02] DIEZ AÑOS navegando los paralelos simultáneos de las memorias alteradas... buscando las gracias pendientes y los destinos no resueltos... atravesando tiempos revueltos... en una selva de espíritus desiertos... y de otros (espíritus) que no hallan sus conciertos... el dispensador dice: el humano anda desesperado buscando otros planetas habitables... alentando una alternativa imposible sin los conocimientos adecuados... la humanidad fue transplantada a la Tierra, pero cuando eso sucedió otras entidades, otras existencias, otras inteligencias, otras formas de vida, colaboraron para tomar el espíritu humano de su lugar de origen, llevándolo a este mundo que se está, ahora, agotando... no sólo tomaron el espíritu... también los cuerpos... y disponiendo de la tecnología adecuada, la humanidad sin consciencia llegó aquí para un recomenzar... la memoria de la raza humana no aprendió mucho de aquella gesta, causa y consecuencia de empecinamientos, desidias, soberbias y cinismos... y luego de miles de años de permanencia en la Tierra, la historia se repite... el humano busca un planeta donde recalar, a sabiendas que este que le guarda, está consumido... no obstante ello, la conducta no cambia... se factura la energía como propia de pocos antojados... se factura el suelo concedido en gratuidad por la propia creación... y luego se consume el todo como si estuviese allí para ser depredado según las locuras de cada quién... y una vez más la humanidad se enfrenta a la necesidad de tener que se transplantada... esto es, sacada de aquí... para ser llevada allá, a alguna parte que otros conocen y que la humanidad desconoce... es raro esto de poner en tela de juicio la creación, arrogándose derechos de propiedad que exceden los límites del planeta concedido... arrogándose el derecho de propiedad universal de todo lo que existe, según las chifladuras de poder de este o de aquel, empecinados en sacar provecho de las inocencias ajenas o de las pobrezas de sus prójimos... claro que hay planetas diseminados por todo el universo, pero el humano ignorante desconoce cómo es el procedimiento para sacarse de aquí y extrapolarse cuánticamente a vaya a saber dónde... y los "extraños" extranjeros de un mismo universo, siguen azorados los acontecimientos que ponen en tela de juicio la continuidad de los ciclos, según fueron escritos en el libro de alguna vida, para luego ser colgados (brotados) en el árbol de alguna otra (vida)... el poder es responsable a ultranza de la depredación de la TIERRA... y el karma humano sigue sin aprender cómo se respeta el suelo, el aire, las fuentes y el fuego otorgados a préstamo... porque los humanos siguen sin entender la significancia de su condición de mortales, justamente, en un universo donde todo es finito, tiene un comienzo y también un final... pero así como el poder se asume inmortal ante el resto de los mortales, cada generación que aborda la TIERRA lo hace bajo la consigna del "existir para siempre", y así procede diezmando el todo para fragmentarlo y consumir las partes, sin darse cuenta que inexorablemente aquello que iba a existir para siempre, no sólo lo hará, sino que se evaporará cuando la creación entienda que debe hacerlo... ¿sabes?... la soberbia no deja ver con claridad cuál es la significancia del horizonte... siendo que el cinismo anula la visión con los ojos del alma... y entonces, la humanidad anda ciega, sorda, pero no muda... aberrante consecuencia de una civilización donde la cultura es tenida por estúpida... donde los poetas simbolizan la vigencia de las utopías... donde los artistas representan a los bufones del tiempo libre del poder en sus sombras... ¿sabes?, ante la reflexión, me guardo en el silencio y me escurro por la pintura... a sabiendas que de el otro lado de los cuerpos, hay espíritus genuinos que no necesitan de la esclavitud de las formas. NOVIEMBRE 08, 2018.- la pintura es mucho más que una simple interpretación de las formas... es la filosofía extrema del pensamiento para el cual, no hay palabras... Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
el dispensador de las energías cósmicas (cuerdas y huecos) - by Cerasale Morteo, Víctor Norberto | Salta | ARGENTINA - 04 de NOVIEMBRE de 2018 [01] DIEZ AÑOS navegando los paralelos simultáneos de las memorias alteradas... buscando las gracias pendientes y los destinos no resueltos... atravesando tiempos revueltos... en una selva de espíritus desiertos... y de otros (espíritus) que no hallan sus conciertos... el dispensador dice: sí. claro está, me preguntas y te contesto... así es la cosa desde vaya a saber cuando... ¿sabes?, todo es una cuestión de memoria... la memoria del presente guarda su valor... retienes o pierdes... la memoria del pasado no es nada si no se respalda en una genuina memoria del karma, la eterna, ésa que te acompaña por siempre y desde siempre... si no recuerdas, repites lo mismo, y de tanto se convierte en vicio... el mismo error... la misma culpa... semejante conducta, algo que no te exculpa... ¿para qué vienes a la Tierra?, ¿para qué naces otra vez?, si regresas para hacer lo mismo que ya hiciste antes... en ése otro tiempo que se replica como eco desafinado... mira, la TIERRA está rara, algo anda pasando que la gente no entiende y que unos pocos aprovechan, tomando ventaja de la decepción de los otros que se sustenta en la frustración de todos los demás... negocio para pocos, zozobra para muchos... pero no vine a decirte esto... no es mi deseo que pierdas tu tiempo... no es bueno perderlo sin haberlo ganado, antes... no obstante, el tiempo se gasta consumiendo destinos que se licúan desapercibidos, sin que nadie tome nota... porque la soberbia es mucha, y el cinismo más... pero la humildad está ausente, la inocencia se ha perdido, y la memoria pareciera haberse extinguido... por ello, me preguntas y te respondo... Xilludonia es una especie de puerto cósmico al otro lado de la galaxia, sí, ésta, no las demás... se ubica en un planeta del tamaño de Júpiter en el lado opuesto de este universo inalcanzable, pero pequeño que cabe en el puño de una mano, según la perspectiva de los dioses... no busques, por lo tanto, Xilludonia en Google porque no está en la wiki, ya que pertenece a una lengua desconocida por los humanos, el acanh... no hay nada parecido aquí para compararlo... porque quienes hablan dicha lengua no tienen boca... no tienen oídos... carecen de ojos... pero se comunican con la capacidad de sus mentes y con la vibración que emiten sus auras magnéticas, o electro-magnéticas, no recuerdo si eran unas o las otras, pero a ti te da igual... ¿puedes imaginar gentes sin rostro?... sin embargo ven en 360 grados... oyen los latidos del universo contiguo y no adyacente... y conversan animadamente, aplicando una inteligencia matemática que produce para todos sin costo alguno, sin someterse a economía alguna, sin pobres ni ricos... una civilización que se renueva sin perder el sentido de sus karmas, y gracias a ello, evolucionan en serio... sin precios, sin negocios, sin nadie que compre, sin nadie que venda... nada... porque todo pertenece a todos y a ninguno... no hay utilitarismo... no hay ni uso ni abuso... por eso no comercian con ninguna otra civilización de ninguno de los universos alcanzables... tampoco de los inalcalzables... entonces, Xilludonia es un puerto cósmico que curiosamente tuvo alguna vez una réplica en la Tierra... porque los "aacanhes" alguna vez anduvieron por aquí... y no tuvieron mejor idea que conceder dicho nombre a un puerto norte en la desaparecida Lemuria, en el océano Pacífico, hace vaya a saber cuántos miles de años... sí, hubo un cataclismo registrado por el mundo antiguo que fue borrado de la historia cuando se quemaron Honduras y antes, Alejandría... léase, Xilludonia es algo que late en la memoria de los karmas aacanhes, esos mismos que se comunican mediante la lengua "acanh"... esos que no tienen rostro pero conservan una inteligencia matemática que los ha despertado de los "falsos" del poder y del cinismo impulsado desde las soberbias... eso que caracteriza a los humanos, ¿vale?... ya te dije que todos los astros están habitados, incluyendo a las estrellas y sus fuegos... todo respondiendo a un orden que no es humano... por suerte... ya que de serlo, a estas alturas, no pasaría de mentira, como todo lo es aquí... en la Tierra... y de ser así, los equilibrios se hubiesen consumido sin dejar nada en pié, en la creación claro está... como ves, la memoria de mi karma está intacta... pero lo que sigue, es parte de otra historia, por la que deberás esperar, si quieres o si puedes... nadie obliga a nadie a nada... así es que te espero para el próximo café... NOVIEMBRE 04, 2018.- por cuestiones hepáticas no tomo café, pero me traen del bueno, de Colombia, de Huila... sólo tomo mate con yuyos nativos de tierras desconocidas... antes me los traían de Xilludonia, pero ahora vienen de más cerca... y me conformo, estoy viejo y mis huesos no responden... ¿sabes?, sé que hay muchos que aguardan mi muerte para resolver cuestiones económicas propias de egoísmos e hipocresías recurrentes, pero les tengo preparada una sorpresa que ni imaginan... que alterará sus planes... generando consecuencias que ya vivieron pero que han preferido repetir... ¿sabes?, otra vez... con el karma no se juega... es una gracia... y la gracia contiene el don... y si éste está seco... el talento anida en el odio... y éste en el rencor afín a las ignorancias pendientes... Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes