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SEMILLAS INVISIBLES ► Atrapar lo invisible | Cultura | EL PAÍS

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Atrapar lo invisible | Cultura | EL PAÍS

LIBROS / FOTOGRAFÍA

Atrapar lo invisible

El holandés Anton Corbijn lleva 35 años fotografiando a Tom Waits

Ahora sus fotografías se mezclan con imágenes y textos del propio músico en un libro


Tom Waits, en su estudio. / Anton Corbijn / Courtesy Schirmer/Mosel

Anton Corbijn (Strijen, Holanda, 1955) empezó a fotografiar a Tom Waits en 1977, cuando el músico tenía 27 años. Desde entonces y a lo largo de los 35 años siguientes, el fotógrafo y cineasta holandés no dejó nunca de seguir de cerca la trayectoria artística y vital del cantante californiano. Waits-Corbijn (‘77-‘11) es un volumen de 272 páginas de gran formato en el que se efectúa un impresionante recorrido visual por los momentos esenciales de la carrera de Tom Waits. El libro se divide en dos partes claramente diferenciadas. La primera reúne un total de 145 fotografías del músico tomadas por Corbijn, la inmensa mayoría en blanco y negro. La segunda, titulada Curiosidades, consta de 53 páginas en las que es el propio Waits quien a través de un sorprendente conjunto de textos e imágenes nos permite asomarnos a los aspectos más recónditos de su personalidad creadora. El viaje fotográfico propuesto por Corbijn tiene dos vertientes. La primera es un trayecto de signo cosmopolita con parada en ciudades como Ámsterdam, Nueva York, Londres o París. El segundo trayecto, con California como telón de fondo, presenta dos facetas contrapuestas del paisaje esencial del cantante: los parajes urbanos del sur (Hollywood, Los Ángeles) de un lado y, de otro, los del norte rural, donde el músico fijó su residencia en un lugar cuyo paradero exacto solo conocen sus más allegados. Un puñado de nombres no muy distantes entre sí configuran una constelación topo-fotográfica que ahonda el misterio: Santa Rosa, Dillon Beach, Sebastopol, Petaluma. Las fotos de Corbijn, de una teatralidad que extrañamente no está reñida con un alto grado de espontaneidad (el histrionismo de Waits es un factor fundamental en esto), logran extraer del fondo de su personaje una sorprendente variedad de registros, aunque al final, el verdadero sentido del viaje de que levantan testimonio las fotos es el inexorable proceso de envejecimiento del personaje retratado a lo largo de tres décadas y media. Como se dice de los vampiros, es cierto que lo único que no envejece son los ojos.

El libro incluye un prólogo del conocido crítico musical Robert Christgau, un texto lúcido que remite sin rodeos al centro de la poética de Waits. Si hay que reducir su oficio a uno solo, este sería “contador de historias”. No son otra cosa sus canciones: relatos breves envueltos en un ropaje teatral que Waits encapsula en las ásperas modulaciones de su voz. Christgau enumera unas cuantas favoritas, a sabiendas de que son decenas las que podrían figurar en lugar de ellas: Postal de Navidad enviada por una prostituta de Minneapolis, Invitación al blues, Chica de Nueva Jersey, Halcones nocturnos en el diner. El último título remite a Hopper y a Carver a la vez, aunque son muchos más los ecos que asoman.

Uno de los momentos mágicos del volumen es el brevísimo texto de presentación escrito por Jim Jarmusch, apenas media página. Intenso y fugaz como un relámpago, de las fotos de Corbijn afirma: “No sabría muy bien cómo describirlas. Es como si alguien le hubiera dado una cámara fotográfica a Hamlet o a Baudelaire, o incluso a Harpo Marx”. El acierto es triple: teatro, poesía y humor silencioso, aunque no está claro si vale más para el personaje que para quien lo retrata. Ciertamente, Waits se siente cómodo en su papel de bufón. ¿Qué hace si no encaramado en un tejado, con un paraguas abierto, como si fuera Mary Poppins? ¿O subido a un árbol sin hojas, imitando los gestos de un primate? ¿O apuntando al espectador con una pistola de agua? ¿O caminando por la arena con una silla a la espalda, y la bocina de un gramófono y un violín en las manos?

No sabría muy bien cómo describir las fotografías. Es como si alguien le hubiera dado una cámara a Hamlet o a Baudelaire, o incluso
a Harpo Marx
No sería posible de no haber preparado el terreno la portentosa fotobiografía de Corbijn, pero el libro se catapulta a dimensiones insospechadas en las páginas que están a cargo del propio Tom Waits. Démosle de nuevo la palabra a Jim Jarmusch: “De las innumerables y heterogéneas criaturas que pueblan nuestro planeta, mi favorita es Tom Waits. Me parece un privilegio haberlo conocido y trabajado con él, así como haber compartido algunas aventuras altamente extrañas e ilógicas. En mi vida faltaría algo absolutamente esencial sin sus creaciones, que son verdaderamente únicas. Sus transmisiones musicales son chispas en mi conciencia y en mi cerebro, donde a veces logran despertar sinapsis que llevaban tiempo aletargadas. La mera presencia de Tom en ciertos filmes sumamente interesantes reverbera en ciertos paisajes que estaban adormecidos en algún lugar dentro de mí. La verdad, Tom, es que siempre tengo la sensación de que andas merodeando por las calles oscuras del patio trasero de mi mente”.

Nadie lo ha dicho como él, pero Jarmusch no es el único a quien le ocurre algo así con Waits. Su contribución en Curiosidades resulta crucial en más de un sentido. La clave de todo lo que hace Waits está en sus cuadernos. En el largo encuentro que mantuve con él hace algún tiempo en un bar de carretera cerca de Petaluma, fue lo primero que sacó a relucir. Grabé entonces muchas más palabras de las que caben en un reportaje. Algunas cobran pleno sentido ahora. Waits describió así el contenido de las libretas que lleva consigo a todas partes: “Hay de todo. Listas de la compra, cosas que tengo que hacer y cosas que no tengo que hacer. Lo escribo todo sin seguir ningún plan. Las palabras tienen que encontrar su propia lógica por su cuenta”. Una expresión le hizo detenerse: “Mosca negra”, leyó. “Quería escribir una canción protagonizada por una mosca negra. Al final del verano su cuerpo ha aumentado mucho de tamaño. Pesan más y se mueven con dificultad. Andan merodeando por donde hay restos de comida y resulta muy fácil cazarlas. Saben que van a morir pronto”.

Los cuadernos que entreví entonces aparecen aquí abiertos de par en par. Primero los fotografía Corbijn. En la página 195 hay una imagen que recoge este rincón secreto del laboratorio de Tom Waits: seis cuadernos en total, tres abiertos, con las páginas llenas de trazos, y cuatro cerrados, con tapas de distintos colores. Otro segundo componente de la técnica compositiva del cantante, tan afín al collage, son los periódicos. Instigado por Kathleen Brennan, su mujer, íntima colaboradora del proceso creativo llevado a cabo por el músico, Waits suele recortar noticias y guardarlas. En Petaluma explicó el proceso con estas palabras: “Muchas veces, si uno se fija bien descubre que no hay que escribir ninguna canción. Ya está hecha, completa, terminada, delante de tus narices, en el periódico, por ejemplo. Por eso estoy siempre tan atento a lo que veo”.

En la foto de Corbijn por debajo de los cuadernos asoma la portada amarillenta del Lincoln Evening News, publicado en Lincoln, Nebraska, el 19 de abril de… el año no se distingue, solo el precio, 5 centavos. El titular, hacia la parte inferior de la página, dice: “Asesino. San Petersburgo, 18 de abril. Un desconocido abate a disparos a un oficial ruso de alto rango y se da a la fuga”. ¿Cuántas canciones de Tom Waits nacieron así?

En las últimas fotos, Waits tiene 61 años, pero aparenta más. Hacia el final de la serie hay dos retratos escalofriantes. En uno de ellos el cantante está en su estudio, rodeado de libros, leyendo con la ayuda de unas gafas de lentes gigantescas que le dan aspecto de abuela. En otra está ante el teclado, pero no del piano, sino de una ancestral máquina de escribir. La foto guarda relación con uno de los trabajos visuales más impactantes del libro: Semillas. Es en esta máquina donde tecleó los nombres de los héroes personales que figuran en su pieza.

En las últimas fotos, Waits tiene 61 años,
pero aparenta más. Hacia el final de la
serie hay dos retratos escalofriantes
Las piezas que integran Curiosidades incluyen, además del material visual, numerosos textos: el contenido vivo de los cuadernos, liberados del formato en que estaban aprisionados. Abundan las listas, así como los poemas. Con palabras o sin ellas, se trata de atrapar lo invisible. Hay una foto que capta la imagen de un ser que el común de los mortales considera que no tiene existencia real, como les ocurre (pongamos por caso) al monstruo del lago Ness o al yeti: el mítico conejo de oro (la criatura aparece en la página 227, y según Waits es la única imagen jamás captada del quimérico animal. Unas páginas después asistimos a un vivo diálogo que mantienen entre sí dos cuervos. Entre las listas, unas son absurdas, otras poéticas, y en muchos casos las dos cosas a la vez. Llaman la atención una que registra la búsqueda de metas disparatadas, un póquer de poemas dedicados a animales personificados, el listado de todas las estaciones de un trayecto ferroviario, o una nómina de suicidas históricos célebres, junto con el método elegido para poner fin a sus vidas. La imagen que pone fin a Curiosidades es la más desconcertante de toda la serie. En ella se ve a cuatro ancianas, todas con el rostro de Tom Waits. Son cuatrillizas y comparten el apellido del cantante. Las hermanas cuatrillizas Waits, reza una línea abruptamente mecanografiada, nunca se alejaron demasiado del agua. La foto es de color sepia y las cuatro hermanas, tres de ellas tocadas con sombrero, miran fijamente a la cámara, subidas a una barca que flota inmóvil sobre un río de aguas estáticas. Unos trazos dibujados a tiralíneas conectan el texto que cuenta la forma en que perdió la vida cada una de las hermanas Waits con su imagen. La primera, de nombre Placentia, murió al tragarse un enjambre de abejas durante un festival de apicultura. La segunda, sor Sharpella Waits, monja de toda la vida, murió envenenada al ingerir una hostia rancia, dice literalmente el texto. La tercera, mantuvo una larga lucha contra el cáncer de pulmón durante muchos años, aunque lo que causó la muerte de Peoria Waits fue un cenicero que alguien le arrojó certeramente a la cabeza. Por último, Clamedia murió como consecuencia de los cortes que se infligió con los bordes de papel de su propio testamento cuando se disponía a firmarlo.

Son muchas las imágenes que tienen una fuerza especial en la inclasificable serie de curiosidades concebidas por Tom Waits. Una de las más poderosas lleva el título de Semillas. Es un collage en el que aparecen mecanografiados los nombres de personajes por los que el cantante siente una devoción particular. Me tomé la molestia de separarlos en dos grupos, en función de lo cerca que me parecía estar de ellos:
a) Thelonious Monk, Jack Kerouac, James Brown, Cantinflas, Gregory Corso, Nina Simone, Stravinski, Ike y Tina Turner, Alfred Hitchcock, Samuel Beckett, Charles Bukowski, Ray Charles y Houdini.
b) Reverendo Gary Davis, Nelson Algren, Fisk Jubilee Singers, Harry Partch, Big Joe Turner, Hank Ballard, Mabel Bercer, Sticks McGee, Charley Patton, Skip James, Alvin Cash, reece DJ Pancake, Frank Stanford, Roland Kirk, Bernard Herman, Chester Burnette y Little Water.
Un mapa perfecto, histórico, de la mente del artista. Músicos, literatos, un payaso inesperado (Cantinflas), un mago (Houdini). Otro (Hitchcock), y así sucesivamente. Seguir la pista de los nombres menos conocidos fue un ejercicio fascinante.


El guardián de las semillas

Tom Waits

Tom Waits / courtesy Schirmer / Mosel
Cuando un ser humano decide trasladarse a otro hábitat hay dos cosas que jamás se olvida de llevar consigo: las canciones que más le importan y un puñado de semillas. Esta pieza responde a la intención de despertar en quien la ve el deseo de convertirse en el guardián de sus propias semillas. Se trata de un proceso fácil, divertido y gratificante: elige una fruta, una flor, un vegetal o cualquier otra criatura y exprímela; recoge lo que cae con una máquina de escribir y aguarda a que se sequen las palabras; haz después una serie de etiquetas con los nombres de tus héroes y colócalas junto a las semillas. Entierra después el mapa en tu jardín de iconos y espera a que germine. Tu relación con los misterios de la vida se hará mucho más profunda.
Waits-Corbijn (‘77-‘11). Anton Corbijn, Tom Waits. Schirmer/Mosel-Verlag GmbH, 2013. 272 páginas. 179 dólares. Edición limitada de 6.600 copias.

el dispensador toma:
Wikipedia: 
Parábola del sembrador - Wikipedia, la enciclopedia libre
La parábola del sembrador es una de las parábolas de Jesús encontrada en los tres Evangelios sinópticos, Mateo 13:1-9, Marcos 4:1-9 y Lucas 8:4-8, además en el evangelio apócrifo de Tomás (9).
El texto de la parábola según el evangelio de Marcos es el siguiente:
Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando Él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: «He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.

el dispensador dice:
puedes fotografiar a las personas,
puedes fotografiar alguna de sus obras,
puedes fotografiar algunos de sus momentos,
puedes fotografiar algunas de sus circunstancias,
puedes fotografiar algún instante,
puedes fotografiar paisajes,
puedes fotografiar algunos hechos...

pero no puedes fotografiar emociones,
no puedes fotografiar sensaciones,
no puedes fotografiar intenciones,
no puedes fotografiar misericordias,
no puedes fotografiar compasiones,
no puedes fotografiar solidaridades,
no puedes fotografiar desprecios,
no puedes fotografiar pensamientos,
no puedes fotografiar reflexiones...

cada acto de la vida,
opera al modo de una semilla,
de algún árbol viene,
a alguna tierra va...
y la tierra puede ser tierra,
así como la arena puede ser tal,
así como puede ser la semilla de un vendaval...

cada vez que piensas algo,
dicho pensamiento es una semilla...

cada vez que pronuncias algo,
dichas palabras son en sí mismas semillas...

cada vez que haces algo,
dicho "hacer" es una semilla...

cada vez que ignoras algo,
dicha ignorancia, también es una semilla...

todas las semillas están contadas,
las más destacadas,
las más despreciables...
las queribles,
también las negables...
porque todo lo que sucede en el mundo humano,
cursa como fruto...
dependiendo del lugar,
dependiendo del tiempo,
dependiendo del momento,
dependiendo de la intención,
y de todo aquello que al ser parte del destino... forma parte del universo.

curiosamente,
el ser humano y su gracia,
también son una semilla...
JUNIO 03, 2013.-


LA PIEDRA DEL ÁNGULO ► ¿Profetizó esta piedra la muerte y resurrección de Cristo? | Cultura | EL PAÍS

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¿Profetizó esta piedra la muerte y resurrección de Cristo? | Cultura | EL PAÍS

¿Profetizó esta piedra la muerte y resurrección de Cristo?

Jerusalén acoge la polémica Piedra del arcángel Gabriel, que divide a los expertos sobre la traducción de su texto, entre los que dicen que anuncia la muerte de Jesús y los que no



La Piedra de Gabriel. / [AUTFOTO]collection jeselsohn / bruce zuckerman

“¿Quién eres? Yo soy Gabriel”. Son palabras escritas en hebreo sobre una tabla de piedra, en la época del segundo templo de Jerusalén, hace más de 2.000 años, y encontradas durante la década pasada por unos beduinos en la zona del mar Muerto, en Jordania. Se trata, en esta zona, del artefacto arqueológico más importante desde los rollos bíblicos descubiertos entre 1947 y 1956, y se expone ahora y hasta enero en el Museo de Israel. Es fuente, además, de gran polémica, porque una sola línea, borrosa y difícil de leer, traducida de formas muy distintas, avanza o recoge para algunos estudiosos la muerte y resurrección de un mesías que puede ser Jesús de Nazaret.

Se trata de un artefacto insólito porque presenta un texto escrito con tinta sobre una roca, que, atendiendo a su superficie, permaneció siglos semihundida en el suelo, probablemente en una caverna o lugar cubierto. Sus 87 líneas, de las que solo se puede leer un 40%, narran la aparición del arcángel Gabriel a una figura humana, a la que le advierte de la destrucción de Jerusalén. “Pronto todas las naciones lucharán contra Jerusalén”, asevera. El segundo templo fue destruido por los romanos en el año 70 de la nueva era. Gabriel se identifica por nombre en tres ocasiones en el texto.

Ese arcángel aparece por primera vez en el Antiguo Testamento en el Libro de Daniel, de contenido apocalíptico. En el Evangelio de Lucas es el encargado de anunciarle a María que su hijo será Jesucristo. El Corán se refiere a él, con el nombre de Yibril, como la entidad celestial que le revela el verbo divino a Mahoma. En la nueva exposición en Jerusalén se muestran referencias al arcángel en antiguas ediciones de esos libros sagrados, desde una Biblia en hebreo manuscrita en Burgos en 1260 a un rollo del mar Muerto de hace dos milenios.

“En realidad, la roca es un rollo del mar Muerto pero sobre piedra. Sigue la misma técnica de escritura, de líneas y columnas, y también está confeccionado con tinta”, explica Adolfo Roitman, comisario de la exposición, titulada Yo soy Gabriel.“Es una muestra de que las palabras son eternas, frente a las ruinas de edificios de aquella época. La palabra se mantiene en el tiempo”.

Es, además, capaz de generar controversia inacabable. En este caso, por la línea número 80 de la piedra, incompleta. Habla de un plazo de tres días, y contiene una referencia al futuro. En 2007 el profesor y jefe de estudios bíblicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén Israel Knohl se aventuró a avanzar una traducción: “En tres días vivirás”.

Aquello convulsionó el campo de los estudios bíblicos. ¿Existía un texto religioso posiblemente anterior a la era de Jesucristo que avanzaba el concepto de la resurrección de un mesías? ¿Contaban los primeros cristianos ya con un paradigma previo, que establecía que el hijo de Dios en la tierra resucitaría en un tercer día? ¿Acaso era el mesías y su regreso al mundo de los vivos parte de la tradición judía y el cristianismo la hizo suya?

En los años pasados ha habido investigaciones, simposios, debates e infinidad de artículos escritos sobre las tres palabras hebreas en la roca. Knohl ha cambiado de idea sobre la traducción. Ahora acepta otra, más literal: “En tres días el signo será dado”.

“Aun así, creo aún que el texto se refiere a una nueva alianza para el pueblo judío, un nuevo testamento para Israel”, explica Knohl a este diario. “En la piedra se habla de la liberación de Jerusalén, de tres días, de alguien que asciende al cielo. Gabriel dice luego que lleva a alguien al cielo, y eso se conecta de algún modo con la tradición mesiánica. Se puede entender como una fuente para la tradición cristiana”, añade.

La piedra la adquirió el anticuario Ghassan Rihani, que tenía tiendas en Jordania y Reino Unido. En este último país la compró el coleccionista suizo-israelí David Jeselsohn. La ha cedido ahora temporalmente al museo israelí.


el dispensador dice:
El Salmo 117 alienta a los cristianos a reconocer en el acontecimiento de la Pascua de Jesús «el día en que actuó el Señor», en el que «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular».

¿cuántas piedras han sido arrojadas?,
¿cuántas culpas han sido lapidadas?,
¿cuántos ángulos han sido desechados?,
¿cuántos corazones han sido negados?,
¿cuántas razones han sido burladas?,
¿cuántos argumentos han sido mentidos?,
¿cuántos espíritus han sido denigrados?,
¿cuántas muertes no han existido?...

cada roca conserva sus razones,
cada roca habla según sus porciones,
cada roca conduce oraciones,
cada roca es faro de singulares iluminaciones,
puede ser útil para acercar posiciones,
puede ser ángulo de imperecederas construcciones...
todo depende de ciertos dones,
para atender la vida,
según las capacidades de las sensaciones...

muchas veces,
no hay razón legítima que fundamente razones,
donde los ángulos no guardan lógica,
donde lo que ata... se opone a las posiciones,
donde lo que desata... es opuesto a las decisiones,

he allí la importancia de los ángulos,
piedras fundamentales que sustentan extremos,
proveyendo equilibrios,
justo allí donde no los vemos...

el hombre exhibe una especial soberbia,
no entiende que hay semillas en todas las hierbas,
no comprende que del Verbo procede la siembra,
se ve mezquino ante la antinomia entre machos y hembras...

pero todo es cuestión de geometrías,
ya que de ello dependen las perspectivas,
así de los arroyos, como de las rías,
allende los mares hay aguas sentidas,
allende las piedras hay visiones consentidas...

detén tu paso,
observa paciente,
¿dónde reside el ángulo del don de gente?,
puede que donde comience la vida,
se justifique la muerte...
puede que donde la historia se escriba,
se determine la suerte...
¿sueños?,
¿esperanzas?,
¿intenciones vehementes?,
en cada piedra hay una razón inerte,
si descubres sus sentidos,
cambiarán tu suerte.
las piedras son inversas,
en las químicas de las mentes...
JUNIO 04, 2013.-



CAMINANTE ▲ Francisco piensa que una Iglesia que no camina es una Iglesia que se cae - La Gaceta

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Francisco piensa que una Iglesia que no camina es una Iglesia que se cae - La Gaceta

ENTREVISTA A FRANCESCA AMBROGETTI

"Francisco piensa que una Iglesia que no camina es una Iglesia que se cae"

Es la coautora de El Jesuita, la única biografía sobre el nuevo Papa, un libro que registra sus dichos y que brinda un perfil de un hombre al que todo el mundo quiere conocer. La primera edición apareció en 2010 y vendió 3.800 ejemplares. Hoy se reedita y se traduce en buena parte del mundo, lidera las listas de títulos más vendidos en varios países de habla hispana y puede superar los cinco millones de copias a nivel global.



masmenos
La Franciscomanía, el pobre de Asís y el libro argentino que se 
convierte en best seller mundial

- ¿Cómo nació El Jesuita?
- Después de un encuentro con corresponsales extranjeros, en el que participé, durante mucho tiempo no habló prácticamente con nadie. Le entregué el proyecto del libro y lo guardó en un bolsillo. Tiempo después, luego de un viaje a Roma, hizo unas breves declaraciones, algo completamente inusual en él. Entonces le dije a Sergio Rubin, quien sería coautor de la biografía, que era el momento para insistir. Nos recibió pero se negaba a avanzar con la idea. Nos entregó un paquete grande diciendo que allí estaban todas sus conferencias, sus retiros, sus textos. Nos quedamos helados, pensando que eso serviría para armar una suerte de collage pero no un texto que reflejara coherentemente su pensamiento. Nos paramos para irnos y desechar definitivamente el proyecto. En ese momento recordé una pregunta que me había hecho una amiga sobre el significado de la paciencia para Bergoglio. Entonces le pregunté que había querido decir con que había que "transitar la paciencia". Se le iluminó la cara y dijo: "si me van a hablar de estos temas…" Prendimos el grabador y el libro empezó a surgir. Esa pregunta activó una fibra que disparó su interés por hablar. Sin esa pregunta, no existiría el libro.

- ¿Qué está pasando con el libro?
- Cuando lo estábamos armando, Bergoglio nos decía que era un trabajo inútil porque a nadie le iba a interesar. Cuando lo vea, le diré que no fue tan inútil. El libro se agotó inmediatamente, ya salió la reedición para los países de habla hispana, liderando las listas de más vendidos. Están en marcha muchísimas traducciones para todo el mundo. El objetivo del libro era acercar al entonces cardenal a la gente. Queríamos que los lectores experimentaran lo cautivante que era para todos los que tenían un trato personal con él. Ahora lo experimenta el mundo.

- En la biografía, Bergoglio recuerda que Benedicto XVI decía que el catolicismo no debía ser una simple lista de prescripciones, apuntando a la necesidad de cierta flexibilidad, pero también afirma que hay que tener cuidado con pretender una "religión a la carta". 
- Creo que es el hombre del punto medio. Ya veremos cuál es ese punto medio en los casos concretos y frente a los desafíos que deba enfrentar. Creo que los electores vieron en él a un hombre equilibrado capaz de llevar adelante los cambios que necesita la Iglesia. Cuando habla de la educación, dice que no se puede educar solamente sobre la base de marcos de seguridad ni solamente sobre la base de zonas de riesgo. "Tiene que haber una proporción. Hay que caminar con un pie en el marco de seguridad, en todo lo que viene adquirido, y con el otro pie tentar zonas de riesgo", afirma. La faceta docente de Francisco no ha sido debidamente analizada y es una faceta que se puede extender a su pontificado. Sostiene que sin riesgo no se puede avanzar pero tampoco a puro riesgo. Siempre hay referencias al movimiento. Piensa que una Iglesia que no camina es una Iglesia que se cae como un castillo de arena. Lo primero que le dice a los cardenales es que caminen. Caminar implica cambio. 
- ¿Cómo seguirá su relación con la Argentina? 
- Su lugar en el mundo es Buenos Aires aunque tiene profundas raíces italianas. Eso lo convierte en un papa no italiano que se parece demasiado a uno italiano. No creo que se sienta extraño en Roma ni que los romanos lo sientan ajeno. De hecho, por sus ascendientes italianos, podría pedir la ciudadanía. Pero sí es cierto que está muy apegado a su país, y en particular a Buenos Aires. En el libro recuerda cuando vivía en Frankfurt e iba al aeropuerto a ver cómo despegaban los aviones, pensando que alguno de ellos volaba hacia la Argentina. 
© LA GACETA
 Francisco: "Los alimentos que se tiran a la basura se roban de la mesa del pobre"

Francisco: "Los alimentos que se tiran a la basura se roban de la mesa del pobre"

El Papa condenó al "cultura del desperdicio" y llamó a "mejorar la distribución de comida en el mundo"



Si bien comenzó su discurso hablando del medio ambiente, con motivo de la celebración de la Jornada Mundial del Ambiente, el papa Francisco dedicó gran parte de su audiencia general de hoy al hambre mundial y condenó que "los alimentos que se tiran a la basura se roban de la mesa del pobre".

Frente a una Plaza San Pedro repleta de fieles y bajo un cielo azul, el Papa basó sus palabras en el Evangelio de la solemnidad de Corpus, en el que Jesús da de comer a la multitud con cinco panes y dos peces, y al final les pide a los discípulos que nada del alimento sobrante se desperdicie.

En ese sentido, el Sumo Pontífice afirmó que la Jornada Mundial del Medioambiente "invita a contrarrestar el desperdicio de alimentos y a mejorar su distribución en el mundo", y fustigó la "cultura del descarte".

Francisco aseguró que "en muchas partes del mundo, no obstante el hambre y la desnutrición existentes, se desechan los alimentos" y enfatizó que "cuando la comida se comparte de modo justo, nadie carece de lo necesario". "Los alimentos que se tiran a la basura son alimentos que se roban de la mesa del pobre, del que tiene hambre", subrayó el primer papa argentino.

"Estamos viviendo un momento de crisis; lo vemos en el ambiente, pero sobre todo lo vemos en el hombre. ¡La persona humana está en peligro: he aquí la urgencia de la ecología humana! Y el peligro es grave porque la causa del problema no es superficial, sino profunda: no es sólo una cuestión de economía, sino de ética y de antropología", dijo en otro fragmento de su catequesis, según el sitio del Vaticano.

En ese sentido cuestionó que "las que dominan son las dinámicas de una economía y de una finanza que carecen de ética". "Por lo tanto, hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos de la ganancia y del consumo: es 'la cultura del descarte'. Si se estropea una computadora es una tragedia, pero la pobreza, las necesidades y los dramas de tantas personas acaban entrando en la normalidad...", criticó..
 
 
el dispensador dice:
de pronto,
te vuelves caminante...
de repente,
una espada invisible,
te bendice en el hombro,
haciéndote caballero andante...
de pronto,
el silencio se quiebra,
y las visiones te alcanzan por delante...
de repente,
cuidar el paso,
habilita a no apurar lo "urgente"...
de pronto,
las prisas se vuelven lentas...
de pronto,
las palabras se arrean inquietas...
reflexionas,
piensas,
¿por qué yo en esta senda?,
¿por qué a mí esta merienda?,
¿quién me señala,
quién me alienta?...
la vida trazada es como una prenda,
cumples pasos según las brisas que te aventan,
y no es una cuestión de cultos,
como tampoco lo es de iglesias,
sino de oraciones que se escalan,
para asir una estrella...
no debes atender a aquello que pesa,
muchos caminos se construyen con piedras,
muchas vidas consisten en lo que se recolecta,
si no aprendes las diferencias,
entre las curvas y las rectas,
perderás perspectiva,
extraviando tus sueños apenas la siesta...
hay un mañana que aún no sucede,
a él llega sólo aquel que se atreve,
a pronunciar suave lo que la voluntad rece,
sin esfuerzo la realidad no cuece...
evangelizar sin evangelios,
este lapso pertenece a ellos,
andan buscando la concesión de sus tiempos,
pero no han aprendido a reconocer los vientos...
debes seguir el designio eterno,
nadie discute... el pronunciamiento del Verbo.
JUNIO 05, 2013.- 
 
Dios reside en el espíritu de cada ser humano,
El Verbo impulsa las almas como también las manos...
debes subir según lo indicado,
debes orar para doblar lo sembrado...
cuando los abismos sean cerrados,
un nuevo tiempo será legado...
ven,
sube,
escala el pasado...
hay en la cima un ángel esperando...
cuando se descubra,
extenderá su mano,
el último impulso,
renovará la alianza... concediendo el legado.
caminante... permanece andando...
después de la vida...
el reconocimiento se revelará para seguir caminando.
el dispensador.
 
no creas que es casual lo sucedido... 
lo que se anda en la Tierra,
jamás pierde espacio... tampoco cae en el olvido.

ÁNGELES ▲ Miguel Ángel regresa a Úbeda | Cultura | EL PAÍS

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Miguel Ángel regresa a Úbeda | Cultura | EL PAÍS

la vuelta de un tesoro artístico

Miguel Ángel regresa a Úbeda

La estatua de ‘San Juanito’, atribuida al genio y destrozada en la Guerra Civil, volverá a la ciudad 77 años después tras una compleja reconstrucción en Italia



La escultura de 'San Juanito' atribuida a Miguel Ángel, antes de su destrucción en 1938. / FUNDACIÓN MEDINACELLI

Todo el mundo en la localidad jiennense de Úbedaha oído hablar de ella, pero casi nadie la ha visto. La escultura del siglo XV de San Juanito o San Juan BautistaNiño, atribuida a Miguel Ángel, acabó hecha añicos en agosto de 1936, durante una acción iconoclasta que arrasó varias obras de arte del altar mayor de la Capilla del Salvador (convertida en garaje). Entre ellas, esta escultura de mármol y un retablo de madera creado por Alonso Berruguete del que solo se conserva la figura de Cristo. Más de 77 años después, la célebre representación del santo está a punto de volver a la vida, tras un complejo sistema de restauración llevado a cabo en Italia. Tras su resurrección, regresará a la ciudad renacentista de Úbeda (Patrimonio de la Humanidad desde 2003 junto a la cercana Baeza). El lugar donde todo el mundo la dio por perdida para siempre.

La Fundación Casa Ducal de Medinaceli, propietaria de la Capilla del Salvador, envió a comienzos de 1995 los fragmentos conservados —en Úbeda se asegura que la cabeza la tiene un vecino en su casa— al Opificio delle Pietre Dure de Florencia, uno de los institutos de conservación de patrimonio más importantes del mundo. La misión se antojaba casi imposible: recomponer la figura a partir de los 17 fragmentos que apenas representan el 40% del total. Después de 18 años, y tras posponerse, una y otra vez, los trabajos por complejos, la restauración está a punto de concluir. Con ayuda de la última tecnología de escáneres láser 3D, la empresa Unocad de Vicenza ha desarrollado un método para reconstruir la volumetría de la escultura, a pesar de tener solo vistas parciales, a partir de los fragmentos y las escasas imágenes conservadas de antes de la destrucción, como una recuperada recientemente en la que se puede ver su parte posterior.



Parte posterior de la escultura, en una imagen anterior a 1938. / fundación medinacelli

La finalización de los trabajos, que han contado con la aportación económica de un fondo que el gobierno italiano destina para intervenir en obras en el extranjero dañadas por guerras o desastres naturales, coincidirá con la celebración el 24 y 25 de junio de unas jornadas internacionales en Florencia —festividad de San Juan, patrón de la ciudad—. Entonces se explicarán los trabajos, la azarosa historia de la escultura y las últimas noticias relativas a la atribución del San Juanito.

La escultura de 130 centímetros de altura, representa a San Juan a la edad de 10 años vestido con una zalea de cordero que le pasa por el hombro izquierdo ceñida por un cinturón. Llegó a España de la mano de Francisco de los Cobos, secretario y favorito del emperador Carlos I. La recibió como regalo de la República de Venecia durante su primer viaje a Italia, entre 1529 y 1533, cuando acompañó al emperador durante su viaje triunfal para ser coronado en Bolonia.

En Úbeda, ocupó un lugar destacado en el altar mayor de la Capilla del Salvador. De los Cobos, natural de la ciudad, lo mandó construir a Diego de Siloé en 1536. Ejecutado por Andrés de Vandelvira, el conjunto acabó creando escuela en el Renacimiento español.

La paternidad

El historiador y arqueólogo Manuel Gómez-Moreno basó su atribución de la pieza a Miguel Ángel en el análisis de la escultura y en comparación con otras obras de juventud del artista del Renacimiento. Sus conclusiones quedaron recogidas en Obras de Miguel Ángel en España, publicado en Archivo español de arte y arqueología (1930).

Cabeza. Definió un “rostro inexpresivo”: “labios finos, entreabiertos, ojos pequeños, con párpados abultados, dibujada la niña y con un punto en medio; nariz recta, barbilla débil, resultando muy redonda la cabeza, pelo rizado, corto, cuello con arrugas”.

La pieza de la base y los dedos. “Baste consignar como iguales la roca sobre la que posa esta imagen y las del Baco,La Piedad del Vaticano y el David, obras escalonadas entre 1497 y 1503; las facciones del rostro van bien con las del Ángel y el San Procolo del sepulcro de Santo Domingo, en Bolonia, de 1494; la técnica de los dedos, con rayas marcando sus coyunturas; la del pelo y las lanas; los oscuros obtenidos por filas de hoyitos hechos a trépano; el equilibrio de masas; todo en fin, comprueba lo arriba dicho”

Para su decoración, De los Cobos, gran coleccionista, reunió obras de arte, adquiridas o regaladas en sus viajes por media Europa junto a Carlos I, el hombre más poderoso del mundo por entonces. Desde 1547, De los Cobos está enterrado bajo la enorme cúpula que corona el altar mayor de la Capilla.

En 1930, el prestigioso historiador Manuel Gómez-Moreno aseguró que no había duda que el San Juanito era obra de Miguel Ángel, y que se trataba de la imagen dada por desaparecida desde el siglo XVII que realizó el escultor para Lorenzo Pierfrancesco de Medici en 1495. “Su examen plástico arguye una perfección irreprochable y ajustada a los cánones miguelangelescos”, aseguró. Desde entonces, los autores que han hablado de esta escultura, han dudado de su atribución, pero nadie ha cuestionado su factura florentina de finales del siglo XV o su vinculación con el taller del artista.

La Casa Ducal no ha querido desvelar detalles sobre los trabajos “pioneros” de recuperación de la obra ni de la investigación llevada a cabo para determinar si realmente salió de las manos de Miguel Ángel. Juan Manuel Albendea, director general de la fundación, se remite a las próximas jornadas. Aunque sí adelanta que la ubicación final de la pieza será la Capilla de San Salvador de Úbeda. “No en el retablo mayor, donde estuvo, por razones de conservación, pero sí en una sala situada sobre la Sacristía, donde se explicará también la historia de la pieza y la restitución. La ubicación definitiva dependerá mucho del consenso en torno a la atribución”.



Llegó a España de la mano del secretario y favorito de Carlos I

Una autoría que, según ha podido saber este diario, se ha visto confirmada por los recientes trabajos de investigación llevados a cabo para intervenir en la pieza. Uno de los hilos conductores para seguir el camino del San Juanito desde Italia a España está relacionado con la pasión coleccionista de De los Cobos y su relación con Vittoria Colonna, poderosa mujer casada con Francisco Fernando de Ávalos, noble napolitano de origen español y militar ilustre de Carlos V. Además de poeta, Colonna era protectora de artistas como Miguel Ángel. Con él, compartió una apasionada amistad. Pero para más detalles sobre esa relación habrá que esperar al mes de junio en Florencia.


el dispensador dice:
ángeles sueltos,
espíritus desiertos,
¿hacia dónde se dirigen?,
observan los puertos,
¿qué es lo que buscan?,
los trabajos en los huertos,
¿vienen por la siembra?,
vienen a recoger los "hechos"...

ángeles sueltos,
caminos resueltos,
lo que no se hizo,
ya no tiene tiempo,
las nubes de Úbeda,
reposan sin vientos,
¿dónde están las almas,
que han perdido sus tiempos?,
¿dónde están las palabras,
que deformaron los rumbos,
imponiendo modelos siniestros?,
ahora viene el quiebre,
el que no escucha hiere,
el que no atiende hierve,
el que no ve se adhiere,
nada es según conviene,
cada momento determina quién viene,
quién se va... quién permanece...

ángeles sueltos,
lo que haces con el alma,
no tiene vueltos,
simplemente se hace,
porque así es el concierto,
nadie navega sin dirigirse a puerto,
nadie es capaz,
de atravesar los infiernos,
las almas que allí van,
no tienen regreso,
la maldad flota,
atrapada en su peso,
la cuerda no se suelta,
cuando fue atada a los hechos...

no es cuestión de mármol,
no es cuestión de cincel,
no es cuestión de letra,
dejada en papel...
no es cuestión de iglesia,
no es cuestión de culto,
es cuestión de no burlar,
el destino grabado en lo "suyo"...

¿dónde golpea la quilla?,
¿dónde va dicha proa?,
¿sabe que las aguas guardan su hora?,
¿sabe en qué horizonte su puerto aflora?,
la incertidumbre envuelve los ojos,
nadie cruza puertas sin saber de cerrojos,
no hay mañana para los flojos,
el futuro que viene se pinta de rojo...

nada es como se ve,
nada es como se cree,
el recuerdo en la roca,
graba las mentes...
sigue adelante,
haz como puedes,
no te detengas aún cuando llueve,
la senda está abierta para el que quiere,
es sabio aquel... que a su ángel atiende.
JUNIO 06, 2013.-

MUCEM ► Un faro cultural para el Mediterráneo

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Un faro cultural para el Mediterráneo

Un faro cultural para el Mediterráneo

El espectacular Mucem abre sus puertas en medio del puerto de Marsella

El museo está dedicado a las civilizaciones surgidas en torno a la cuenca del Mare Nostrum


Una pasarela con celosías sobre el puerto de Marsella, símbolo visual del Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo. / A. C. Poujoulat (AFP)

Se distingue en el horizonte como un cubo de cristal que surge del mar, recubierto de una espectacular membrana de cenefas arabescas de hormigón, que privan al visitante del espectacular paisaje costero que lo envuelve, tal vez para que sea capaz de apreciarlo todavía más. Cuando lo abandonamos, durante el disparo inaugural de los actos de la capitalidad cultural europea, el Mucem permanecía envuelto en la polvareda y sin fecha de entrega definida.

Tras cinco meses de preparativos a contrarreloj, el nuevo Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo fue finalmente inaugurado ayer por François Hollande. El presidente francés aseguró que la ciudad puede sentirse “orgullosa” de este nuevo equipamiento, el primero de un plan de descentralización cultural eternamente pospuesto en la vida de la República. Hollande no dudó en afirmar que la existencia de este museo reforzará “la emergencia de la solidaridad entre las dos riberas del Mediterráneo” y que contribuirá a “amplificar el horizonte de libertad de los pueblos árabes, que persiguen prolongar, no sin dificultades, su primavera”. Se diría que sobreestimaba el potencial de un simple museo, si no fuera porque la promoción del multiculturalismo parece su propia razón de ser.

Sus responsables insisten en que el Mucem no será solo un museo, sino un faro que irradiará las culturas mediterráneas. El director del centro, Bruno Suzzarelli, considera, orgulloso, que este “no cuenta con ningún equivalente en toda Europa” y aspira a convertirlo “no solo en un lugar de exposiciones, sino en el nuevo centro neurálgico de la ciudad”.



'Bleu II' de Joan Miró, expuesto en el Mucem. / Claude Paris (AP)


El hombre que lo ha erigido, el arquitecto Rudy Ricciotti, también lo considera el epicentro de una nueva onda expansiva que propagará la cultura por toda la ciudad portuaria. “No se trataba de crear un museo, sino un nuevo territorio”, explicaba ayer Ricciotti, que se impuso ante la práctica totalidad del clan de los arquitectos-estrella que perseguían el encargo, con Rem Koolhas y Zaha Hadid a la cabeza. Les superó con una propuesta “porosa y sensual, que reivindica la belleza estética enfrentándose al minimalismo anglosajón”, en sus propias palabras. “Quise que el edificio fuera como una de esas mujeres mediterráneas con las que Hitchcock decía que no quería trabajar, porque adivinaba el sexo en sus rostros”, describió Ricciotti.

El museo, de 15.000 metros cuadrados de extensión, aspira a seducir a 300.000 visitantes al año, además de convertirse en un “aspirador de turistas”, según un portavoz de la oficina de turismo local. Lo hará con exposiciones temporales sobre el arte y la civilización de la cuenca mediterránea. Las dos primeras fueron destapadas ayer, antes de quedar abiertas al público este viernes. El negro y el azul recorre la historia del Mediterráneo reinterpretándolo como un conflicto entre la aspiración a la concordia entre sus pueblos y las innumerables guerras que lo han impedido. La exposición se abre con los Desastres de la guerra de Goya, enfrentados con el Bleu II de Miró y su apacible contemplación marina. “Igual que existe un sueño americano, existe otro mediterráneo. Los mediterráneos nos esforzamos en seguir soñando por mucha destrucción que hayamos contemplado”, explicaba el comisario, Thierry Fabre, que ha orquestado un recorrido histórico que va de las campañas napoleónicas hasta el 15-M.

La segunda muestra se titula El bazar del género y aborda la desigualdad femenina y los problemas ligados a la sexualidad en el Mediterráneo, a través de objetos de la vida diaria, recortes de prensa y fragmentos de películas alternados con obras de Louise Bourgeois, Niki de Saint-Phalle o Pierre et Gilles. La fotógrafa sevillana Pilar Albarracín, presente en la exposición, preside la fachada del nuevo edificio con una de sus imágenes: una matadora calzada con tacón alto y con una olla exprés bajo el brazo. Solo una incógnita parece ensuciar el radiante futuro que todo el mundo vislumbraba ayer. ¿Encontrará el Mucem un público masivo que se interese por el multiculturalismo, allá donde otros foros han fracasado? El majestuoso Palacio del Pharo dirige un mal augurio desde lo alto de la colina vecina. Fue construido a pie de mar por Napoleón III para la emperatriz Eugenia, pero nunca se instalaron en él. Cuando cayó el imperio, el edificio seguía vacío y con la fachada inacabada. A partir del viernes, el Mucem intentará escapar al mismo destino.



La inauguración del museo, ayer, a cargo del presidente francés, François Hollande. / J. P. Pelissier (Reuters)


el dispensador dice:
hacen falta faros,
hacen falta guías,
hacen falta puertos,
hacen falta huertos,
donde sembrar cultura,
donde sembrar recuerdos,
donde sembrar ancestros,
donde guardar aquello,
que entendemos como "nuestro",
sentido de las vidas,
más allá de lo opuesto,
más allá de lo contrapuesto,
más allá de lo impuesto,
más allá del secuestro,
más allá de lo que se impone como siniestro...

solía decirse: "donde hay agua, hay cultura", pero el mundo ha perdido sus gestas, y al hacerlo se han deformado los hechos sociales que establecen los ángulos culturales... nexos, puentes, que habilitan a los acercamientos, a las distinciones, a conferir valor a los silencios, a honrar nuestras palabras, a elevar nuestros sentidos, a exaltar nuestros sentimientos... hablando a través del arte y sus expresiones. Cuantas más Alejandrías, mejor... Cuantos más faros, mejor... ya que cuanta más cultura expuesta... más memoria despierta.
JUNIO 06, 2013.-

SAUDADES ► Y como una mala canción de moda te nombro y te repito - 07.06.2013 - lanacion.com  

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Y como una mala canción de moda te nombro y te repito - 07.06.2013 - lanacion.com  

Línea & letra / Poesía interpretada por Pablo Bernasconi

Y como una mala canción de moda te nombro y te repito

Cubierto con la cremosa ornamentación
De los pasteles
Me he desvaído como el breve gas de las gaseosas
Tras el marino azul de tu uniforme,
Y con mi corbata listada y gomosa de gomina
Soy otro perdido más
Por el ruido de la orquesta
En fiestas juveniles,
Y otro más entre los nombres
Escritos con tinta sobre el cuero
En tu bolsón de colegiala.
En: Gonzalo Millán. Relación personal
Ediciones Universidad Diego Portales

Millán

Santiago de Chile, 1947 - 2006
 
Aunque es uno de los poetas chilenos más destacados del siglo XX, Gonzalo Millán tuvo también una consistente carrera como artista plástico, e incluso combinó ambas disciplinas en la poesía visual. Vivió largo tiempo en Holanda y fue traductor del neerlandés. Roberto Bolaño se contó entre sus admiradores..

el dispensador dice:
y a veces,
según pintan las mañanas,
según se dibujan las tardes,
según se enredan las noches,
regresan ciertas imágenes,
de manos adolescentes entrelazadas,
calles otoñales con hojas prestadas,
circuitos espontáneos,
simplemente andando,
simplemente buscando,
simplemente esperando,
que algún mañana vaya arribando,
uniendo aquello que anda disperso,
imaginando, elucubrando,
que lo que acerca... a veces te va alejando...
que lo que une... te va distanciando...
porque así se presenta la vida,
como un camino tejido,
como otro camino enredado,
cuando quieres darte cuenta,
todo lo que esperas que suceda,
seguramente ya ha pasado.
JUNIO 07, 2013.-

MAREAS ► El sonido de la naturaleza | elmundo.es

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El sonido de la naturaleza | elmundo.es

LOS SONIDOS DEL MAR



Carlos de Hita


... y la marea contaba a todos los rompeolas el ventarrón que venía de más allá de Ushant.
Rudyard Kipling, Ellos.

Sentados en un rompeolas la marea nos trae todas las voces del mar. Las grandes olas, nacidas por el  empuje del viento a cientos, quizá miles de kilómetros de distancia, llegan a  los rompientes y se hacen más altas, como reuniendo las últimas fuerzas antes de batir la playa.

En el puerto, a cubierto, el espigón calma las aguas, pero no al viento marino, que sacude las arboladuras de los barcos. El puerto es entonces un gigantesco instrumento de viento y cuerda.

Pero los sonidos que nos llegan del mar son incontables. Por encima del agua, las aves marinas gritan y se lamentan; a veces solitarias, a menudo en colonias tan ruidosas que sólo el mar puede callarlas. La tempestad rompe contra las rocas; las salpicaduras de agua salada rocían la costa.  Oculta tras la niebla, la sirena de bruma de un faro lanza su aviso para navegantes. En las oquedades el mar regolfa, se arrastra en una restinga, respira por un bufadero.

La marea nos trae otras voces de mares lejanos. Hasta aquí llega el estampido de una ballena franca al  desplomarse  contra la superficie. Se escuchan también los chillidos de las focas monjes de la costa africana, las bramidos de las focas elefante de la otra orilla del Atlántico.

Y si prestamos atención por debajo del agua, bajo el rompeolas, con la presión bloqueando nuestros oídos, percibiremos las llamadas neumáticas de las mismas ballenas francas que respiraban y chapoteaban en superficie; los pulsos de ecolocación que sirven a los delfines mulares para navegar literalmente de oídas; los sonidos que emiten algunos peces  -¿es correcto decir voces?- al hacer vibrar las membranas que envuelven su vejiga natatoria; el crepitar de las langostas al frotar  una estructura en forma de peine de una de las patas delanteras contra una placa rugosa situada en la cabeza: igual que hace un grillo al frotar sus ala, o un violinista al arrastrar el arco contra las cuerdas.



Foto
Una ballena franca salta sobre el agua en la Península Valdés (Argentina). | Carlos de Hita.

De nuevo al aire libre, la marea se retira al fin y en la bajamar, con la costa convertida en un inmenso barrizal, los silbidos melancólicos de las aves limícolas nos traen nuevos mensajes.

En este montaje, cuya publicación coincide con el Día Internacional de los Océanos, hemos oído fragmentos del Atlántico recogidos en sus dos orillas. De los puertos gallegos de  la Costa da Morte, donde aún braman las sirenas de niebla, a las ensenadas de la Península Valdés, en la Patagonia. De las cuevas hacia mar abierto en la costa sahariana hasta los puertos de Bretaña.  De la superficie batida por los temporales del Atlántico norte a las profundidades insondables del Atlántico sur, donde nadan las ballenas.
http://www.carlosdehita.es

Carlos de Hita@CarlosdeHita

el dispensador dice:
el encuentro fue indescriptible,
sucedió allá por los lejanos comienzos de los noventa,
cerca de Puerto Madryn,
en la muy patagónica Península Valdés,
verla pasar por debajo de nuestro barco,
verla adelantarse,
verla retozar en aguas cristalinas hasta el fondo,
verla enseñándonos el valor de la creación,
el poder de las existencias,
la intangibilidad de la naturaleza que nos contiene...
estaba allí al alcance de la mano,
pero no se podía tocarla,
había varias... 
las suficientes para admirar sus envergaduras,
sus tamaño, sus dulzuras,
madres, crías, ternuras,
el viento estaba helado,
los ojos no alcanzaban,
el alma se exaltaba,
aura vibrante en consonancia...
sé que hablamos,
y lo he considerado una gracia mayor,
algo irrepetible...
suelo conversar en encuentros imposibles,
suelo amar lo que se me concede,
suelo tomar la oportunidad en el respeto que ella merece...

toda la creación guarda espíritu,
toda la creación guarda alma,
toda la creación se comunica,
alcanza con exponer las sensibilidades olvidadas,
alcanza con exponer los sentidos negados,
alcanza con desprenderse del tiempo y sus pasados...
alcanza con sintonizar lo obvio y superar lo burlado,
las ballenas estaban allí,
simplemente retozando,
enseñándonos que procedemos del mismo origen,
aquello que comenzó en el túnel,
cuando aquel verbo fue pronunciado,
despejando el caos... 
ofreciendo la Tierra como hogar, 
aún cuando esté desquiciado...

otras veces me ha ocurrido,
otras tantas me ha pasado,
cuando se escala el respeto,
no se teme lo salvaje,
sentidos que se van sintonizando,
armonías sonando...
he hablado con delfines,
y hasta a la orcas me he acercado,
para admirar lo que son,
seres con distinto estuche,
pero bajo un mismo legado,
ya que nada diferencia,
a los hijos que se han creado...

mareas que han subido,
mareas que han bajado,
mares cuyas distancias,
se navegan si tu mismo,
te has navegado.
admiro las lejanías,
que supe haber caminado,
hoy soy hombre de orillas,
un lobo de mar apagado.
amo lo recibido,
amo lo que me han dado,
me siento un elegido,
mi consciencia me ha abrazado,
y apenas si tengo manos,
para agradecer lo concedido,
ser un iluminado... 
silencios me han ido ganando,
ahora que me estoy yendo,
sé por qué nos vamos... flotando.
JUNIO 08, 2013.-
 
 
 

POSEIDÓN ► Comunión con el mundo - 07.06.2013 - lanacion.com  

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Comunión con el mundo - 07.06.2013 - lanacion.com  



Literatura europea

Comunión con el mundo

En los textos de Cartas de Poseidón, Cees Nooteboom dialoga con la mitología griega pero, sobre todo, despliega un singular arte de la observación, hecho de erudición y asociaciones
Por  | Para LA NACION


Setenta y seis textos componen Cartas a Poseidón . Este libro, explica Cees Nooteboom, tiene como propósito escribir a ese dios cartas que versen "sobre cosas que leo, veo y pienso". La prescindencia de una finalidad rigurosa le otorga a la obra una libertad orientada hacia el encanto de lo fragmentario y evidencia la curiosidad omnívora del escritor holandés por el mundo que lo rodea. Una noticia o una sencilla experiencia de su vida pueden merecer que les dedique una o dos páginas de austera reflexión.

El material es muy heterogéneo: el casamiento de un hombre con una muerta, que requirió el permiso del presidente de Francia; el descubrimiento de una galaxia, la conversación telefónica que mantiene desde Menorca con una colega estadounidense que está en Dublín, un infanticidio, unas plantas acuáticas que forman praderas submarinas, el encuentro con un chico que le despierta la extraña sensación de haberse cruzado consigo mismo.

Detrás de la apariencia de miscelánea surge la visión unificadora de Nooteboom cuya voluntad indagatoria -expresada en continuas preguntas retóricas- se expande para contar, describir, analizar, suponer e imaginar en su intento por captar la esencia de algo. Se trata de un ejercicio exento de soberbia, casi un juego por su espontaneidad y porque se justifica en sí mismo sin la ambición de arribar a grandes revelaciones. Sus inquietudes metafísicas suelen quedar suspendidas en interrogaciones: "¿Cuándo existe una persona?", "¿Está igual de muerto alguien que lleva dos mil años muerto que quien falleció el año pasado?", ¿"Qué es más misterioso, ser mortal o inmortal?".

Uno de sus estímulos es la contemplación de pinturas, dibujos y fotografías. Incluso un muro puede predisponer a su sensibilidad para ver en él un poema en el que han intervenido "el viento del norte, el calor de agosto, las lluvias de febrero". En el caso de Asedio de Aire-sur-la-Lys, de Pieter Snayers, su fascinación por el cuadro lo lleva a identificarse con uno de los soldados españoles que participaron del asedio y que será rescatado de la muerte cada vez que alguien mire la pintura. Sin embargo -concluye Nooteboom-, ni el arte ni la historia podrán decir nada sobre los pensamientos de aquellos hombres.

La naturaleza también le motiva observaciones. Puede conmoverse por un ágave próximo a morir de su jardín español o contrastar irónicamente la imagen de un idílico paisaje primaveral con la implacable necesidad de alimento de los seres vivientes y dictaminar: "La naturaleza es comestible. Todo está listo para comer". Su empatía animista convierte en una suerte de amuleto un pedazo de pared encontrado en la Reserva Ecológica de Buenos Aires, y diseña un bestiario en el que hay lombrices cuya "triste escritura expresa un anhelo de muerte", un pulpo que vive a dos kilómetros y medio de profundidad, una ballena que al morir provee un "gran banquete funerario que puede durar cientos de años". Un pez del río Amazonas llamado pirarucú, que lleva veintitrés millones de años en el planeta, lo hace pensar en la inmortalidad de la especie de manera similar a la de John Keats en su "Oda a un ruiseñor".

Nooteboom demuestra una pasión por la minuciosidad que quizá provenga de la escuela flamenca de pintura, trasmutada en literatura. Una sólida erudición le permite trasladarse sin alarde por diferentes épocas y disciplinas culturales desplegando sin pausa su capacidad asociativa. De una moneda arrojada al Río de la Plata por Borges pasa al hundimiento del anillo del Dux en Venecia y a los infinitos hundimientos de cuerpos ("marineros, piratas, buceadores, víctimas de tiburones, náufragos, suicidas") que, junto con el de un avión, los del Titanic y del Graf Spee, constituyen un "ballet aterrador". Le basta ver a una tortuga, como él mismo reconoce, para comenzar con sus "piruetas mentales" que lo conducen primero a la paradoja de Zenón de Elea sobre la tortuga y Aquiles, y después al rey de España, que acaba de ser operado del talón.

La mitología griega ocupa un lugar fundamental en su libro. Aunque no da una razón precisa para la elección de Poseidón como destinatario de sus cartas, este dios reaparece una y otra vez en los textos en su papel de silencioso interlocutor y como símbolo de la cultura helénica. El escritor holandés parece sentirse mucho más a gusto con la indómita sensualidad del politeísmo pagano que con las distantes abstracciones del monoteísmo cristiano. Los dioses griegos -reflexiona- nos acercaron "a todo cuanto nos inflige dolor y nos brinda la vida, a todo cuanto somos capaces de entender. De lo otro no entendemos nada. Y ante esa nada se nos exige postrarnos, pero ¿quién se postra ante la Nada?".

En Cartas a Poseidón se intuye cierta añoranza por una sacralidad perdida y un sereno fatalismo. Sus páginas muestran a un humanista del siglo XXI que invoca a la divinidad oceánica -elemento primordial y antagonista-, para que lo asista en su incesante comunión intelectual con el mundo.

Cartas a Poseidón



 
Cees Nooteboom
Siruela
Trad.: Isabel-Clara Lorda Vidal
221 páginas
$ 175.


Poseidón - Wikipedia, la enciclopedia libre
Poseidón[2] (griego antiguo: Ποσειδῶν[3] , romanización: Poseidỗn, pronunciación: clásica: poseːdɔ́ː̀n , Koiné: po̞siːdˈo̞ːn , bizantina: posiðˈon) es el dios del mar, las tormentas y, como «Agitador de la Tierra», de los terremotos en la mitología griega. El nombre del dios marino etruscoNethuns fue adoptado en latín para Neptuno (Neptunus) en la mitología romana, siendo ambos dioses del mar análogos a Poseidón. Las tablillas en lineal B muestran que Poseidón fue venerado en Pilos y Tebas en la Grecia micénica de finales de la Edad del Bronce, pero fue integrado en el panteón olímpico posterior como hermano de Zeus y Hades. Poseidón tuvo muchos hijos y fue protector de muchas ciudades helenas, aunque perdió el concurso por Atenas contra Atenea. Le fue dedicado un himno homérico


el dispensador dice: nada es como parece... nada es como lo cuentan... nada es como figura en la historia manipulada... antes que la humanidad fuese transplantada a la Tierra, ésta era un caos geológico, ordenado según los preceptos de la creación, pero caos al fin... la humanidad permanecía a la espera, sin poder nacer, sin poder asistir a los ciclos de los tiempos respirables, sin mundo para ejercer los destinos, atrapada en paraísos, purgatorios e infiernos "pendientes"... para entonces ya había "gastado" varios mundos... sin aprender a recuperarlos... siempre soberbia... siempre limitada por sentidos escasos, menos por entonces... esperaba... ¿quién trajo el aire a la Tierra?... ¿quién trajo el agua a la Tierra?... ¿quién contribuyó a ordenar el caos?... ¿quién hizo que la vida fuese potencialmente posible?... ¿quién?... muchos fueron los actores convergentes en voluntades y esfuerzos... muchas fueron las sapiencias confluyentes, necesarias para el hecho... el universo tal como se ve demanda espíritus para ser transitado, de extremo a extremo... a sabiendas que para las almas nada queda lejos... y que el aura identifica a los cuerpos... así como sus calidades espirituales... Poseidón fue el encargado de traer las aguas, de allí su trascendencia... ya que ello demandaba sabiduría de los equilibrios necesarios, de las químicas prudentes, de las fricciones adecuadas... esas que hacen que "el agua", las aguas sean "fuentes" que abran el desfiladero que conduce hacia el "mañana necesario"... ese tiempo que se ve antecedido por el "ayer", pero que se revela en el "hoy" como energía cinética en plena ejecución... sí, Poseidón lo hizo, y no era un mito griego... ya que la humanidad espiritualizada debería esperar aún mucho tiempo para poder "ser", para verse acondicionada a la posibilidad de "estar"... las mitologías no le proporcionan suficiente honor. Él mismo fue quien ordenó la distribución de los asentamientos humanos en los comienzos de la Tierra "humana"... guiando el llamado "sacrificio fundacional" traducido por atlantes y lemures, en un tiempo que se ha extraviado hasta el próximo transplante. Al conducir los "sentidos" de las aguas, Poseidón hizo la magia necesaria para distribuir los vientos... agitando la Tierra para su debida oxigenación... al desaparecer Atlántida y Lemuria, en una noche de ensueños poseidónicos... los griegos recuperaron del Egipto Nubio la memoria pre-Ptolomeica, por ende pre-Alejandrina... transformando las visiones santuariales de los oráculos, reviviendo en Delfos su "vibra"... para lo cual demandaron el concurso de Apolo... cuando fue negado, Poseidón perturbó la función neuronal de algunos humanos, creando las epilepsias y otras patologías neurológicas que perduran hasta hoy... acrecentándose según los olvidos y las omisiones sin remordimientos. ¿quieres conectarte con Poseidón y su estirpe?... escríbile una carta... colócala en una botella... apropiadamente acorchada, sin aire dentro... lánzala al mar, desde un acantilado... y él, Poseidón te responderá la petición... en hechos, en sueños, en la herencia de tu destino. JUNIO 09, 2013.-

TEOREMA ► Arquímedes: la Ciencia y el Arte » La Aventura de la Historia, revista de divulgación elaborada por expertos y catedráticos de prestigio

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Arquímedes: la Ciencia y el Arte » La Aventura de la Historia, revista de divulgación elaborada por expertos y catedráticos de prestigio

Arquímedes: la Ciencia y el Arte 7 junio 2013
La primera exposición dedicada al inventor, astrónomo, matemático, físico, repasa los múltiples aspectos de su extraordinaria aportación en el mundo antiguo y en los siglos sucesivos. Sus teoremas se siguen estudiando en los colegios 2.300 años después

Entre otras, la historia atribuye a Arquímedes la invención de las catapultas que retrasaron la derrota de su ciudad, asediada por los Romanos, y de otros artefactos como el reloj  de agua, el planetario mecánico, la rueda dentada, la rosca hidraúlica y el tornillo sin fin. Ideada por el Museo Galileo y el de Historia de la Ciencia de Florencia, la exposición se divide en dos ramas principales: la primera explica el alcance del progreso de las ciencias facilitado por el científico nacido en la Siracusa de la Magna Grecia (287-212 a.C.) en la edad helenística.

Siguiendo la reproposición filológica de las máquinas que la tradición atribuye a Arquímedes, los visitantes pueden observar modelos funcionantes de mecanismos, aplicaciones multimedia y films en 3D, que ilustran sendos funcionamientos para experimentar un verdadero viaje en el tiempo y en el espacio.

La segunda se ocupa de los tratados del científico siracusano valiéndose de códices manuscritos -a través de reproducciones de altísima calidad-, que contienen sus trabajos y testimonian los aspectos más significativos del éxito de Arquímedes y de su mito hasta el redescubrimiento de sus investigaciones por parte de los humanistas del siglo XV y hasta la utilización ventajosa por los artífices de la Revolución Científica.

Un atractivo recorrido entre hallazgos arqueológicos -esculturas, pinturas, mosaicos, dibujos e instrumentos científicos originales- para recrear el contexto en que vivió y fue activo Arquímedes, se ofrece en ocho apartados:

La muerte de Arquímedes, 1660-1670, Guillaume Courtois.

La Siracusa de Arquímedes narra el esplendor de la ciudad siciliana en el III siglo a.C. ; Siracusa y el Mediterráneo, principales centros para el desarrollo del saber científico y técnico descritos por la arqueología y aparatos multimedia; Arquímedes y Roma importante capítulo histórico de la antigüedad, que registra el asesinato de Arquímedes por parte de los romanos durante el asedio de Siracusa; Arquímedes y el Islam en el que la civilización islámica estudia y comenta algunas obras del gran matemático y físico griego: La revalorización de Arquímedes en Occidente momento en que se retoma en consideración sus investigaciones de matemática y geometría; Leonardo y Arquímedes demuestra el interés de los artistas por Arquímedes con anotaciones de Piero della Francesca; Galileo y Arquímedes testimonia la obra de Arquímedes como punto de referencia y ejemplo a seguir por Galileo a lo largo de su carrera científica; y La Geometría de Arquímedes celebra las geniales intuiciones geométricas y mecánicas de Arquímedes.
Completa el contenido expositivo una curiosa galería de imágenes de invenciones y objetos titulados Arquímedes: desde lámparas, barcas, trenes, escafandros, submarinos e, incluso, un cráter bautizado con su nombre.

Como explica Umberto Brocoli, Superintendente de los Bienes culturales de Roma: “Todos nosotros somos hijos de Arquímedes desde el punto de vista del imaginario, a él le debemos nuestra ciencia y las invenciones más revolucionarias . En la antigua Siracusa, Arquímedes es el precursor de Leonardo, Newton y Einstein” o Paolo Galluzzi, director del Museo Galileo de Florencia: “Arquímedes ha sabido crear unos teoremas que 2300 años después constituyen la base de la enseñanza de nuestras escuelas. Ésta es la primera vez que se le dedica una reseña para reconstruir toda la base histórica que le rodea”.
Carmen DEL VANDO BLANCO


el dispensador dice:
¿qué te inspira?,
¿qué ves que tus ojos no miran?,
¿qué es lo que tus poros repiran?,
¿quién te ha legado la sabiduría?,
¿de dónde proviene tu geometría?,
¿qué recta marcó tu día?,
¿qué esfera gestó la idea de las guías?,
¿hace honor a tu vida, esta galería?...

aquello que sorprende,
es lo que no se olvida,
algo había en esa mente,
que aún ilumina...

hay una ecuación en cada vida,
que conlleva propia geometría,
adecuadas formas,
sentido de las alquimias,
donde las auras revelan,
el destino según sus tiempos,
según sus momentos,
entrelazados entre noches... sueños... y días.

¿qué te inspira?...
comprar y vender ciencia no sirve,
comprar y vender arte no sirve,
si no se guardan filosofías,
se pierde el sentido de las noches...
de los sueños... y de los días...
por ende se pierde el sentido de la vida...
ése es el eje de la existencia,
del lugar de la "sabiduría",
dar sin pedir nada a cambio,
ya que siempre estamos de paso,
convocados a extender nuestras manos,
para asirnos en un abrazo...
cultivando el "humanismo",
como gracia de cada ser humano.
JUNIO 09, 2013.-

 

BISBEE || Quemadura de la venganza | Cultura | EL PAÍS

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Quemadura de la venganza | Cultura | EL PAÍS

ESPECIAL FERIA DEL LIBRO / EN PORTADA

Quemadura de la venganza

Louise Erdrich, la voz literaria de los indios norteamericanos, vive en una reserva

La violencia contra las mujeres recorre una obra literaria calificada como “deslumbrante”

La injusticia, la venganza y el paso del tiempo marcan 'La casa redonda', su nueva novela



La escritora estadounidense Louise Erdrich. / Philippe Matsas / Opale
Cuando el pasado mes de noviembre Louise Erdrich (Minnesota, 1954) se subió al escenario para recibir el National Book Award a la mejor obra de ficción del año habló de la resistencia y el estado de gracia que caracteriza a las mujeres indias norteamericanas, dijo que La casa redonda (Siruela) trata sobre una inmensa injusticia que recorre todavía hoy las reservas indias y pronunció unas palabras en ojibwe, el idioma de sus antepasados. Con esta novela, la número 14 de su carrera, Erdrich se impuso a Junot Díaz y Dave Eggers, y con ella ha cerrado una trilogía que incluye Plaga de palomas, calificada de “deslumbrante obra maestra” por Philip Roth y finalista del Premio Pulitzer en 2009.

Pensar en Erdrich simplemente como la principal voz literaria india norteamericana sería reduccionista. Decir que su novela es una denuncia de las sistemáticas violaciones que sufren las mujeres en las reservas (según un informe de 2009 de Amnistía Internacional, que cita como epílogo al final del libro, una de cada tres padecerá esta violencia sexual y el 86% de los ataques se producen a manos de hombres que no pertenecen a la comunidad) obviaría la fuerza de esta obra de ficción en la que a partir de un universo muy concreto se aborda la iniciación en el violento mundo adulto de un crío furioso y desconcertado. Joe y su padre arrancan las raíces de un árbol que ataca los cimientos de la casa al comienzo de la novela y en esa imagen dice Erdrich que se sostiene su libro, en “la inmensa dificultad de enderezar un mal de raíz”. De la mano de este muchacho, Erdrich teje una historia de familia, de amistad, de pasado y presente. Por medio de la ficción recorre la fina línea que delimita un espacio político, y dota de un eco de denuncia ancestral a esta aventura trágica.

Poeta, cuentista, autora de cinco libros infantiles y tres de no ficción, esta escritora también es propietaria de la librería Birchbark Books, especializada en literatura indio-norteamericana. No ha prestado sin embargo demasiada atención a los círculos literarios tradicionales. Vive en una reserva. Es la mayor de siete hermanos, su abuelo materno fue jefe de la tribu ojibwe, —una de las seis originales de Estados Unidos— en Turtle Mountain, el mismo lugar donde ella imparte un taller literario junto a una de sus hermanas cada verano. Su padre, de ascendencia alemana, y su madre daban clases en el internado que el Bureau for Indian Affairs creó en Dakota del Norte. El cuento con el que debutó a principios de los ochenta, The best fisherman in the world (“El mejor pescador del mundo”), acabó por convertirse en el primer capítulo de su primera novela Filtro de amor, con la que se alzó con el Premio Nacional de la Crítica en 1984. Erdrich formó parte de la primera promoción mixta de la Universidad de Dartmouth y allí conoció a su futuro esposo, Michael Dorris, su primer agente, con quien firmó a medias una novela y, según ella ha reconocido, con quien mantuvo una complicada relación literaria.

Puede que en el fondo
yo sea un chaval de 13 años. Joe me enganchó tanto que me ha costado soltarle, le echo de menos

Juntos tuvieron tres hijas, que se sumaron a la familia que Dorris había formado al adoptar a tres niños indios americanos. Uno de sus hijos murió a los 21 años en un accidente de coche. Los otros dos denunciaron por abusos a Dorris en un caso que acabó por cerrarse tras el suicidio del escritor en 1997, dos años después del divorcio de Erdrich. Ella tuvo otra hija y, como explica en las notas que cierran la novela, mientras escribió La casa redonda padeció un cáncer. La entrevista se realiza vía correo electrónico y Erdrich en sus respuestas da una vez más muestras de su talento para el diálogo escrito.


PREGUNTA.¿Es cierto que su padre, cuando era niña, le daba un centavo por cada historia que escribía? ¿De qué trataban esos relatos?
RESPUESTA. Mis primeros cuentos eran sobre niñas con increíbles talentos ocultos. Vivían en casas exageradamente decoradas con objetos del mejor gusto que podía imaginar; enormes pianos y camas con dosel. Mi padre me pagaba y yo usaba ese dinero para comprar helados de polo con sabor a fruta.

P.¿Y qué leía?
R. Cualquier libro que cayera en mis manos. Había una biblioteca en el pueblo y allí encontré mis primeros libros favoritos: Colmillo blanco, de Jack London, y Rebelión en la granja, de George Orwell.

P. Joe, el protagonista de La casa redonda, tiene 13 años. ¿A esa edad hay diferencias muy marcadas entre lo que un niño o una niña pueden hacer en una reserva?
R. Puede que en el fondo de mi corazón yo sea un chaval de 13 años. Joe me enganchó tanto que me ha costado soltarle y le echo de menos. Envidiaba la libertad que tienen los chicos, pero también les compadecía. Crecí en los años de la guerra de Vietnam. Mi padre luchó en la Segunda Guerra Mundial. Ser llamado a filas y que te forzaran a ir a la guerra me parecía la cosa más aterradora que le podía pasar a una persona. Así que siempre contemplé con horror ese potencial destino.

P. Joe parece impaciente por entrar en el mundo adulto; impaciente, asustado y resuelto y confundido. ¿Cómo fue el reto de habitar la voz de un muchacho adolescente? ¿Contar esta historia a través de esta única voz fue una decisión consciente?
R. Resultó ser un personaje más poderoso de lo que imaginaba en un principio. Muchos de mis otros libros están escritos desde varios puntos de vista, pero no podía soltar a Joe. No podía dejar de ser un chico de 13 años y de hecho lo encontraba profundamente liberador. No sentía que hubiera ninguna otra forma posible de contar esta historia. No podía contarla desde el punto de vista de Geraldine, o del juez. Tenía que ser Joe porque solo él tenía el peso emocional que yo necesitaba, solo él tenía el coraje de pensar en venganza. En mi mundo, los chicos son muy protectores con sus madres. Pensé en mis hermanos y en mis sobrinos. Son feroces en la defensa de sus madres. Otra razón por la que necesitaba a un chico es porque son ellos quienes se meten en problemas. Hacen cosas ridículas. Tienen ideas locas. Les he visto, les he estudiado, como todas las mujeres hacen, para sobrevivir y porque este comportamiento temerario nos llena de desesperación.

La escritura es una manera de cavar más hondo, de pensar más profundo, en este
mundo amenazado

P.¿Cuánto tiempo trabajó en el libro?
R. Escribí el libro en el espacio de cuatro años, probablemente. Trabajo simultáneamente en varios libros, así que me resulta difícil calcular cuánto me ha llevado cada uno. A veces incluyo material que he tenido escrito durante 20 años. Tengo relatos de hace décadas en los que aún estoy trabajando, tratando de que funcionen.

P.¿De qué van los talleres de la Turtle Community College en los que participa con su hermana?
R. Son importantes porque los hacemos en la lengua ojibwe, un idioma que está en peligro de extinción. Los talleres son bastiones de pensamiento en un mundo cada vez más superficial. Tenemos cada vez más y más maneras de comunicarnos de forma superficial, y sin embargo la necesidad de hablar de forma más profunda está dentro de nosotros. La escritura es una manera de cavar más hondo, de pensar más profundo, de sentir más hondo en este mundo amenazado.

R. Sus padres trabajaban en un internado del Bureau of Indian Affairs. ¿Contempló seguir sus pasos?
R. Quería prestar un servicio a mi gente de alguna manera. El arte es un servicio, pero al antojo del artista. Una contradicción.

P.¿Sigue escribiendo poesía?
R. La poesía escribe al poeta, y uno no tiene elección en este asunto. Últimamente sí estoy escribiendo poesía. El movimiento entre prosa y poesía rige mi trabajo, no tengo opción sobre si escribo una cosa u otra. El trabajo mismo lo escribe.

P.Plaga de palomas y La casa redonda están conectadas. Los padres de Joe aparecen en ambos libros, pero sobre todo la idea de venganza y de justicia es el nervio central. ¿Es esto de lo que trata la trilogía, sobre el dolor y el paso del tiempo, sobre los conflictos y la injusticia?
R. También, de alguna manera, esta trilogía trata sobre el absurdo. Incluso en los momentos más serios se producen situaciones absurdas. La trilogía trata sobre injusticia, justicia, reparación, la profunda quemadura de la venganza, y sí, sobre el tiempo.

P.¿Comparte con Joe su sentido del humor?

Lo que me fascina es el encanto, la dulzura, la extraña bondad que posee y cultiva tanta gente que hace el mal
R. Lo comparto todo con él. Será siempre una parte de mí.

P.¿Cómo ha influido la tradición ojibwe en su forma de narrar?
R. Todo es una mezcla y la cultura ojibwe es una de las influencias más fuertes en mi escritura, al igual que lo es en mi vida.

P.¿Es la impunidad lo que explica el abuso constante y las violaciones de las mujeres indias norteamericanas?
R. Esta es una excelente manera de explicarlo: impunidad. Pero la violencia contra las mujeres no ocurre únicamente en nuestra cultura. Yo diría que la historia de La casa redonda es universal porque la cuestión central es sencillamente: ¿mataría un muchacho de 13 años para proteger a su madre? En tiempos difíciles esta pregunta ha sido contestada y resuelta.

P.¿Cuánto tiempo lleva aprendiendo ojibwe?
R. He estudiado ojibwe durante muchos años. Odio pensar cuántos porque aún hablo como si fuera una niña pequeña. El inglés manda cuando escribo. Pienso que la desaparición de un idioma es como un trozo de complejidad histórica que desaparece, una verdad, una criatura. Algo muy similar ocurre con la Naturaleza que perdemos a cada hora por nuestra rapacidad a la hora de obtener recursos energéticos fósiles.

P.¿Cómo es su rutina?
R. Escribo tanto como puedo. Limpio lo menos posible. Con toda mi alegría cuido de mis hijas.

P. Escribe a mano. ¿Da esto un ritmo especial a su prosa? ¿Es cierto que se ata literalmente a una silla para escribir?
R. Tengo que reírme porque fue solamente al principio de arrancar a escribir prosa que me ataba a una silla. Ahora que soy más mayor puedo estar sentada eternamente. Y escribo a mano porque ver el carácter personal de mi forma de narrar me resulta muy importante. Mi escritura cambia según cambia la narración y necesito la conexión personal física y emocional.

P. En el centro de su novela está Geraldine, la madre ultrajada de Joe. ¿Qué papel ha jugado la maternidad en su vida como escritora?
R. Esta es una pregunta inmensa. No tengo forma de entender ni remotamente cuán profundamente me ha cambiado la maternidad. Adoro a mis hijos y haría cualquier cosa en el mundo por ellos. Ser madre es algo tan fundamental que no cuenta como una influencia. Es una forma de existir. De todos modos, es la trivialidad de las tareas del hogar lo que yo desprecio. A veces veo a hombres escritores casados con mujeres que se hacen cargo de toda la mierda del día a día y me pregunto ¿cómo sería eso?

P. En el libro se habla del monstruo que uno de los personajes lleva dentro o que su hermana siente que está en la raíz de su maldad. ¿Se puede escapar de este monstruo?
R. El mal es el mal, no hay escapatoria. Sin embargo, lo que me fascina es el encanto, la dulzura, incluso la extraña bondad que posee y cultiva tanta gente que hace el mal.


el dispensador dice: todas las historias de nuestros ancestros están mentidas... peor cuando se trata de los pueblos originarios de las américas... mucho peor cuando se refiere a las "naciones" nativas de América del Norte... ¿por qué Bisbee?, porque en Bisbee, Arizona, EEUU, se ubica la Escuela del Sudoeste de Medicina Botánica, fundada por Michael Moore... un lugar de "memoria" humana, un lugar que contiene todo aquello que las ciencias de conveniencias han querido ocultar, un lugar donde se guardan los "incunables" de la historia de las sabidurías nativas de las américas, sus linajes, sus estirpes, sus naciones... los pueblos originarios molestan, incomodan, de allí que estén cercados por las ignorancias, las violencias, los desprecios, y dominados por el alcohol y la droga.  La historia actual, la que sustenta y sostiene a un extraño poder supremo, sin espíritu, sin alma, pero con hambre de destinos ajenos, necesita deformar y evaporar la "otra historia", aquella que describe los "humanismos posibles", las sabidurías simples, los conocimientos al servicio de las gentes, las habilidades al servicio de los pueblos, los dones y los talentos como objetos del culto público... hoy, los pueblos originarios son objeto turístico, que se usa y se abusa para mantener entretenidos a los esclavos, a los sometidos, a las víctimas de un modelo trágico y perverso que mantiene al mundo humano dominado. Las intolerancias han sido prolijamente sembradas... se habla de "diversidades"... pero detrás, asoman las negaciones comunes a una máquina de impedir que diluye cualquier observación, cualquier iniciativa, cualquier reflexión. Cuando una sociedad olvida u omite sus fundamentos filosóficos, se convierte en paria de sí misma... cuando una sociedad quiebra sus valores éticos, consume sus mañanas... cuando una sociedad "fabrica" una historia a la medida de sus cinismos, sencillamente se extingue. JUNIO 10, 2013.-
ahora sabes que Bisbee existe... que es algo semejante a un "santuario" que conserva el conocimiento que las ciencias de conveniencias han negado por décadas... por siglos... por el desprecio a lo genuino...
http://www.swsbm.com  
contiene todo aquello, que no conviene que se sepa...
 

INSOMNIA || Literatura de insomnio | Cultura | EL PAÍS

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Literatura de insomnio | Cultura | EL PAÍS

IDA Y VUELTA

Literatura de insomnio

El purgatorio de no dormir se transmuta sin esfuerzo en un paraíso de lectura



El insomnio en los viajes es también un buen momento para enfrentarse a un buen libro. / Getty Images

En algunos viajes se sobrelleva el insomnio como una maleta muy pesada; esa maleta que se ha subido y bajado por escaleras, que se ha recogido de cintas transportadoras, que se ha ido volviendo una roma compañía, que se ha levantado con dificultad para depositarla en el portaequipajes de un taxi. De una noche a otra, el insomnio se ha ido agravando, se ha adaptado a los sucesivos tamaños mezquinos de las habitaciones de hotel, se ha dejado adivinar en la perspectiva de un corredor vacío y en el dibujo de la moqueta. Al abrir la puerta con la llave magnética, en la primera ojeada a la cama y a la luz recién encendida en las mesas de noche, el insomnio es otro huésped fantasma que se ha adelantado para ocupar su sitio. El insomnio es una criatura de las habitaciones de hotel como el pulpo gigante lo es de las profundidades submarinas. La presencia exagerada del televisor enfrente de la cama ya anuncia las deshoras inevitables frente a la pantalla encendida. Las cortinas en la ventana están de antemano ligeramente separadas para permitir el paso de la primera claridad del día que advertirán los ojos extenuados de permanecer abiertos.

El insomnio en los viajes, las noches en blanco del jet lag, son el reino de las lecturas excesivas, de las lecturas febriles, del hartazgo y el desagrado de leer, de la lectura que se disgrega en una somnolencia agitada que no llega a la condensación plena del sueño, en un duermevela de palabras escritas o como murmuradas al oído por una voz monótona. Parece que los párpados pesan y lo recién leído se desliza muy rápido en el sinsentido. Hay que apagar rápido la luz, que encogerse de lado en la cama extraña, que apoyar la cara contra una almohada demasiado grande o demasiado mullida y en cualquier caso misteriosamente refractaria al descanso.

Algunos de los grandes libros de mi vida me afectaron más porque los leí sin interrupción en las noches de insomnio

Hay que encender la luz de nuevo. Hay que mirar la hora. Hay que elegir entre quedarse en la oscuridad con los ojos muy abiertos o apretando los párpados y capitular del todo al insomnio. En el extremo del cansancio es posible alcanzar una serenidad resignada, y entonces la privación del sueño se convierte en una conquista: horas por delante de un silencio muy limpio, en las que será posible leer sin ninguna interrupción, oyendo si acaso, cuando se acerque el amanecer, un canto solitario de mirlo.

El purgatorio del no dormir se transmuta sin esfuerzo en un paraíso de lectura. Algunos de los grandes libros de mi vida me afectaron más porque los leí sin interrupción en rachas de varias horas, en las noches sucesivas de insomnio tras el regreso de un viaje, después de esa noche escamoteada del vuelo entre Nueva York y Madrid, cuando a la una de la madrugada azafatas amables y despóticas deciden que son las siete y que ha llegado la hora de cambiar de golpe la oscuridad por una luz de clínica y de tomar un arbitrario desayuno. Así leí Vida y destino, de Vasili Grossman, sus muchos centenares de páginas devoradas en unas cuantas noches de jet lag. En otro regreso las noches sin dormir me las consumió una meticulosa biografía de Emily Dickinson, Lives Like Loaded Guns, de Lyndall Gordon.
La concentración excesiva, la ofuscación mental de insomnio, exageraban la claustrofobia y el miedo de los personajes de Grossman bajo la sombra de Stalin en la misma medida en la que lo volvían a uno más sensible a toda la virulencia de las pasiones secretas que podían cruzarse y alimentarse entre sí en el mundo estrecho y cerrado en el que se movía Emily Dickinson.

En sus noches de insomnio, en el cuarto cerrado del que acabó por no salir nunca cuando había visitas, Emily Dickinson corregía de manera incesante poemas y escribía cartas a la luz de una vela. En estas noches mías de no dormir yo he leído sobre todo las cartas que escribía Gustave Flaubert, también a deshoras, también en un cuarto de solterón y solitario, muchas de ellas después de haber trabajado todo el día en la escritura de Madame Bovary. Cartas de insomnio en el insomnio: las de Emily Dickinson, oraculares y concisas, caben en un libro; las de Flaubert ocupan cinco volúmenes y varios miles de páginas en la edición de La Pléiade. De ese océano de palabras se pueden extraer riquezas que no parece que puedan agotarlo nunca. Siruela publicó hace unos años las cartas dirigidas a Louise Colet en una traducción de Ignacio Malaxecheverría. En mi viaje de insomnio yo he llevado conmigo esta vez una selección de ochocientas páginas muy tupidas de texto, muy bien presentadas y anotadas por Bernard Masson, en una de esas ediciones de bolsillo atractivas y baratas que son la gloria de las librerías francesas.

Uno de los atractivos de la correspondencia de Flaubert es seguir la escritura lentísima de 'Madame Bovary'
En Madame Bovary Flaubert quiso lograr lo que nadie había imaginado antes que él, una prosa que tuviera un grado máximo de control e intensidad, al mismo tiempo limpia y flexible, tan objetiva como un informe científico, tan soberana y completa en su significado como una ecuación matemática. En una carta dice que una metáfora ha de aspirar a la precisión de la geometría. En la generación anterior a la suya, Balzac y Stendhal habían escrito novelas atropelladas de peripecias en las que la narración quedaba interrumpida casi a cada párrafo por los comentarios en primera persona del autor. En una carta Flaubert explica, célebremente, su ideal inverso: que el autor sea tan omnipresente pero tan invisible entre sus personajes como Dios entre sus criaturas. Balzac y Stendhal podían escribir una novela completa en unas semanas, a la velocidad risueña a la que componían Mozart o Rossini. Uno de los atractivos casi perversos de la correspondencia de Flaubert es seguir paso a paso la escritura lentísima de Madame Bovary, que se prolonga a lo largo de cinco años y centenares de cartas. No existe otro monumento como ese al oficio de la literatura: la soledad de cada día, la paciencia obstinada, la vigilancia cuidadosa de cada palabra, el corregir y tachar, copiar de nuevo, volver sobre lo escrito, sin permitirse ninguna indulgencia, prefiriendo, dice Flaubert, “rabiar como un perro” antes que dar por hecha una frase apresurada, antes de que un párrafo alcance su plena maduración.

Pero cada día, después del trabajo “deliciosamente atroz” en la novela, a las dos o a las tres de la madrugada, después de pasarse diez horas midiendo milimétricamente cada palabra, Flaubert, con una fortaleza física e intelectual inexplicables, en un estado de estimulación que hace imposible el sueño, Flaubert se pone a escribirle a un amigo o a su amante de París. Y entonces la escritura misma es el desmentido de todos sus principios, porque ahora se deja llevar sin control alguno por lo que se le pasa por la cabeza, se entrega a la desmesura de contar, inventar, divagar, reírse con una risa como de Cervantes o de Rabelais, a la confesión impúdica, al chisme y al escarnio, a todo lo que no se permite en la novela. Y esa carta larguísima escrita a toda velocidad en una madrugada de insomnio es tan admirable como una página de Madame Bovary que costó una semana entera.
www.antoniomuñozmolina.es


el dispensador dice:
crece el insomnio,
algo se agita,
alguien grita,
hay llamados doblando esquinas,
gentes sumergidas,
en letras perdidas,
mentes que buscan estar aturdidas...
superar sus noches,
sobrevivir a sus días,
nadie espera lo que se olvida...

hay insomnio globalizado, creciente,
algo mantiene despiertas a las gentes,
nadie sabe que sucede,
porque nadie revela lo que les duele,
todo es privado,
nadie se altere,
el mediatismo todo lo puede...
¿se han perdido los sueños?,
¿nadie duerme?,
donde no hay amados, 
las manos se pierden...
donde no hay afectos,
los puentes se funden,
los abrazos muerden...

cuando no hay sueños,
los paraísos se confunden,
las gentes no duermen,
las voluntades sucumben,
todo se niega,
las intolerancias cunden...
lo que se lee,
se oxida y se consume,
cuando la letra no hace mella,
el camino se anda,
pero se evaporan las huellas,
se pierden las sombras,
brotan las penas...

domina el insomnio,
nadie se encuentra,
lo que se lee,
sin sueños,
es letra muerta.
JUNIO 10, 2013.-

VISIONES || La epopeya de un país | Cultura | EL PAÍS

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La epopeya de un país | Cultura | EL PAÍS

EL LIBRO DE LA SEMANA

La epopeya de un país

Erico Verissimo ofrece un gran retrato histórico de Brasil a través de cuatro familias

El primer volumen de esta intensa trilogía, ‘El continente’, se publica ahora en España



Ruinas de un palacete en Sao Miguel, al sur de Brasil. / Getty Images

La literatura brasileña crece en el exterior al mismo ritmo que su economía en los mercados internacionales. Convertido en una especie de controvertido El Dorado contemporáneo para los jóvenes portugueses (y no solo para los portugueses, también para españoles e italianos, especialmente), que ven en el mayor país sudamericano la única oportunidad de futuro sin tener que cambiar de lengua, Brasil continúa una feliz expansión cultural a la que España no ha sido ajena en estos últimos años. Y la historia de esa expansión tiene también algo de metáfora económica: el número de libros traducidos aumenta considerablemente cada año, y este hecho se hace especialmente significativo porque partíamos de un escenario de casi absoluto desconocimiento de su mundo editorial.

Por eso, junto a la aparición más o menos arbitraria de jóvenes escritores brasileños importados de la mano de algún premio en su país, se hace justo reconocer la trascendencia de la publicación de El continente, de Erico Verissimo (1905-1975), uno de los libros estructurantes y, al mismo tiempo, más conocidos y populares de la literatura brasileña del siglo XX. Su autor, periodista y editor (vinculado a la mítica Editora do Globo, de Porto Alegre), además de autor de novelas, cuentos, libros de viajes, autobiografía y ensayos, fue también traductor, y uno de los más prestigiosos de su país, de escritores como Edgar Wallace, Aldous Huxley o John Steinbeck. Una personalidad singular, sin duda, que ha hecho del suyo uno de los nombres más reconocidos de la literatura brasileña de su siglo.

El continente, publicado en 1949, constituye la primera parte de la monumental trilogía El tiempo y el viento, de la cual forman también parte El retrato (1951) y El archipiélago (1961). Los tres títulos suman un total de más de dos mil páginas en las que Verissimo ofrece al lector una gigantesca aproximación a la historia de Brasil vista desde el Estado de Rio Grande do Sul, junto a las fronteras de Uruguay y Argentina, convertido en una especie de microcosmos con papel destacado para la propia formación del Estado “gaucho”, uno de los gentilicios de aquella tierra donde se fusionan las influencias culturales. Así, el lector que se adentre en la trilogía tendrá la oportunidad de recorrer dos siglos de la historia del sur del Brasil, desde mediados del siglo XVIII, con la ocupación del Continente de San Pedro, y 1945, fin del Estado Nuevo fundado por Getúlio Vargas en 1937.

El continente es un
libro estructurante y,
al mismo tiempo, uno
de los más conocidos y populares de la literatura brasileña
del siglo XX

El continente, parte inicial de esta gran epopeya, se sirve de las estrategias propias del neorrealismo para narrar la historia de la fundación del Estado a través de la intrahistoria de cuatro familias, cuyas vidas y relaciones sirven de argumento a Verissimo para ofrecer el relato de una sociedad conflictiva, en la que confluyen jesuitas e indios con el telón de fondo de la violencia dominada por las luchas entre portugueses y españoles por dominar el territorio, y cuyas raíces se hunden en el siglo XVI. La lucha por la tierra y las guerras internas, siempre analizadas desde una perspectiva realista, que concede a su vez gran importancia al desarrollo psicológico de los personajes y no desdeña el uso de algunos argumentos del modernismo (la libertad lingüística con la que se expresa el narrador es buen ejemplo de ello), se apoderan de la obra hasta convertir al lector en un elemento más de la narración, atento a los ajustes y desajustes con que se articulan los principios identitarios del territorio en cuestión. El continente, que avanza en la historia señalada hasta finales del siglo XIX, tiene por todo ello algo de libro de historia y algo de tratado de mentalidades, siempre con unas virtudes narrativas indudables, que convierten a algunos de sus protagonistas (como la mítica Ana Terra) en personajes inolvidables de la cultura brasileña, con mucha frecuencia adaptados al cine o a la televisión.

Todo ello está a disposición del lector español gracias al trabajo encomiable de Basilio Losada, que nos ofrece una traducción rigurosa de un texto complejo, y que Antonio Machado Libros ha tenido la lucidez y la valentía de hacer llegar a nuestro mercado. El propio Erico Verissimo afirmó que “cuando soplan los vientos de cambio, unas personas levantan barreras, otras construyen molinos de viento”.

Esperemos que las barreras entre Brasil y España, entre España y los países lusófonos, hayan desaparecido para siempre, y que a la publicación de El continente puedan seguir las de los dos volúmenes que cierran esta trilogía monumental, El tiempo y el viento, tras cuya lectura es mucho más fácil comprender ese país, que es en realidad un continente o, casi, un planeta por explorar.

El tiempo y el viento. El continente. Erico Verissimo. Traducción de Basilio Losada. Antonio Machado Libros, 2013. 592 páginas. 20,90 euros

el dispensador dice:
hay fantasmas vagando,
paredes descascaradas,
ventanas que se han olvidado,
alguien por allí ha pasado,
se ha ido, 
todo es imagen de un espejo quebrado,
ya nadie atiende lo que ha quedado,
poco a poco se va cayendo,
poco a poco se va derrumbando...
las gentes temen a los espíritus,
de allí que pasen de largo...

lentamente el ayer va alcanzando,
a una historia gastada,
recuerdos enterrados,
gana el silencio,
se escuchan pájaros,
los techos han caído,
el cielo está esperando,
aquí no quedan testigos,
de lo sucedido, de lo pasado...
nadie detrás de las ventanas,
nadie esperando lo inesperado.
JUNIO 11, 2013.-

AYERES ► Nadie sale ileso de la infancia >> Sin Título (Untitled) >> Blogs EL PAÍS

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Nadie sale ileso de la infancia >> Sin Título (Untitled) >> Blogs EL PAÍS

Nadie sale ileso de la infancia

Por: | 10 de junio de 2013
Tu mi placer11

Qué mayor misterio que el del propio pasado. Las cicatrices de aquello que, al parecer, ha quedado perdido en la memoria. Episodios, olores, imágenes fijas. Impresiones.  El trabajo del guatemalteco Luis González Palma, uno de los más destacados fotógrafos latinoamericanos, suele desviar la mirada hacia dentro. Como quien cierra los ojos y contempla rostros. En su obra abundan las imágenes en sepia que adquiren una calidad untuosa y sensible gracias al uso del asfalto o las láminas de oro que usa en el proceso.

Junto a su mujer, la artista argentina Graciela de Oliveira, presentan en Madrid el resultado de un proyecto narrativo y fotográfico titulado Tú/mi placer, en Casa de América, dentro del programa de PhotoEspaña. Una indagación simbólica en la relación de pareja y la familia. 
 
Ella se corta el pelo. Una larga cabellera sedosa. Lo hace al cumplir 33 años y con un mes de gestación de su segundo hijo. Como relata Graciela de Oliveira, en ese momento se planteó aparcar su trabajo como artista y dedicarse a las demandas de la maternidad. Darle la espalda a sus proclamas feministas y ceder a la necesidad de redefinir lo íntimo. Pero no dejó el arte. Al contrario, ese corte de pelo marcó el inicio de un proyecto desarrollado junto a su pareja titulado Jerarquías de intimidad. Entre 2002 y 2008 desarrollaron las series Conjugación, El encuentro, El duelo, La anunciación y La separación.Este último episodio requiere un nuevo corte - una “mutilación”- de su melena que, en esta ocasión se convierte en material maleable y sensible, de poderes simbólicos, casi oníricos. Convertida en peluca, se adhiere al rostro del hombre, de la madre, transforma a los hijos o es utilizada para el juego.

Tu mi placer13La exposición Tú /mi placer toma el nombre de otra de las series expuestas. Una que combina fotografías y letras de boleros escritas a la manera de tablas para medir la visión. Alude a cierta violencia soterrada, no explícita. Quizá a aquellas trampas del afecto en busca de la aceptación o el poder sobre el otro. Son como escenarios rotos.
 
Un muro con dos agujeros a la altura de los ojos invitan al voyeurismo. En el reverso del muro un video cuenta otra historia. A González Palma le interesan los territorios simbólicos del amor, el desamor, el miedo. Como dice en la entrevista del video que ponemos a continuación, “poner imagen a ese desconocimiento que uno tiene de uno mismo”. Un recorrido psicológico que parte de otra de sus afirmaciones: "Nadie sale ileso de la infancia".

Esta exposición tiene que ver con la vida y la familia de los artistas. No tanto en el resultado, que puede disociarse de la anécdota, sino con cierta pulsión por auscultar y exponer el ser emocional que comparten. Una forma de escarbar en el pasado, el que empieza con el hecho de nacer, hasta convertirlo en genealogía.
Todo tiempo pasado es producto de la imaginación.


Sin Título

Pero, ¿qué es el arte contemporáneo? Hay tantas respuestas como artistas. Por eso Sin título (Untitled) es un espacio abierto para informarse, debatir y, sobre todo, apreciar el arte de todos los tiempos y lugares, con especial énfasis en el latinoamericano. Un blog colectivo de contenidos originales y comentarios sobre la actualidad.

Sobre los autores

Es un blog colectivo elaborado por periodistas especializados de EL PAÍS y otros colaboradores.


el dispensador dice:
vamos contruyendo memoria,
vamos sumando hechos,
vamos colectando imágenes,
ser niños no es suficiente,
para aprender los ángulos de la vida,
nadie te enseña a pasar el día,
nadie te enseña a soñar la noche,
de pronto te encuentras siendo adulto,
atrapado en un destino,
capturado por enredos y cultos,
intentando agregar tiempo,
a ciertos espacios ocultos...
y de golpe te llaman,
te avisan que debes irte,
y te das cuenta...
así de repente,
que sólo has aprendido a portar heridas,
que has aprendido a sobrevivir,
lo que otros han hecho para herirte...
y también descubres,
que uno mismo debe resolver,
los significados de cada momento,
que cuando finalmente entiendes,
eres nada más que viento.
JUNIO 11, 2013.-

OTROS CIELOS || La aventura de evangelizar China | Cultura | EL PAÍS

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La aventura de evangelizar China | Cultura | EL PAÍS

La aventura de evangelizar China

'El tiempo del cielo', es la tercera novela del físico Enrique Joven.

Cuenta cómo un grupo de astrónomos jesuitas europeos pretendió evangelizar China en el siglo XVII



El físico y escritor Enrique Joven. / CRISTÓBAL MANUEL

Si Enrique Joven fuera librero, le resultaría difícil elegir en qué estante colgar su tercera obra, El templo del cielo (Roca Editorial), una mezcla que abarca novela histórica, ficción, ciencia y aventura.

“Habría que inventar un género: novela histórica con divulgación científica. Probablemente tendría que estar entre dos estantes”, imagina. Por suerte, Joven (Zaragoza, 1964) no es librero sino un autor que intenta acercar dos mundos que para el sentido común pueden sonar antagónicos: las letras y las ciencias. En su día a día como físico se gana la vida diseñando y construyendo instrumentos para telescopios en el Instituto de Astrofísica de Canarias. En los ratos libres (y no es que sean muchos), se dedica a escribir ficción. “En la universidad siempre había la pregunta clásica de si te ibas por el lado de la ciencia o el de las letras, como si fueran cosas completamente apartadas”, recuerda el escritor. “Como me gustan los dos campos, decidí escribir algo que tuviera que ver con mi profesión (físico), e incluir en las novelas cosas que el lector no está acostumbrado a leer”.

El templo del cielo narra la epopeya emprendida por un grupo de jóvenes científicos jesuitas europeos que en el siglo XVII partió de Portugal rumbo a la China con la ilusión de evangelizar aquel territorio ya entonces superpoblado por unos 200 millones de personas. El plan consistía en utilizar sus avanzados conocimientos en astronomía para acceder al entorno más cercano del emperador, un hombre de quien se esperaba la predicción de todos los eventos que sucedían bajo el cielo. De Nurhaci se esperaba, por ejemplo, que anticipara la fecha en que ocurrirían eclipses, para lo cual contaba con la ayuda de los sabios de entonces. Pero incluso a ellos resultaba difícil tal tipo de adivinaciones. Una historia curiosa, poco conocida y más real de lo que puede aparentar. “Todos los personajes, excepto el narrador, son reales”, aclara el autor. Y afirma que son verídicos todos los hechos del libro, “incluso algunos que parecen muy extraños”. “He añadido varios elementos de ficción más que nada para enlazar con mi novela anterior, El castillo de las estrellas”. Su primera obra, El libro horrible, fue publicada en 2002. El intervalo de tiempo entre los libros se debe a que ya le resulta difícil conciliar la escritura con su actividad principal, que le exige mantenerse actualizado. También es autor y guionista de la serie de divulgación científica Un programa estelar.

Aunque El templo del cielo pueda ser leída separadamente, Joven lo concibió como el segundo tomo de una trilogía que empezó con El castillo de las estrellas. Las peticiones de los lectores para que diera continuidad a la obra publicada en 2008 le animaron a buscar subsidios para la siguiente obra.

“Por casualidad encontré unas notas sobre la vida de estos astrónomos jesuitas y empecé a bucear en esta historia, que no es nada conocida”, comenta. La conexión entre las dos novelas es la presencia del Manuscrito Voynich, un misterioso libro escrito en un lenguaje desconocido que nadie jamás ha sido capaz de traducir. Actualmente, el documento está guardado en una biblioteca de la Universidad de Yale. “En El templo del cielo he querido desarrollar una de las teorías sobre su origen, la de que puede estar escrito en un antiguo lenguaje oriental”, explica Joven.

Como doctor en Ciencias Físicas incursionado en el mundo de las letras, Enrique Joven toma como suya la misión de acercar sus lectores al mundo de las ciencias. “Por desgracia, la ciencia está bastante apartada del día a día de la gente. Es bueno que sepamos por qué tenemos tanta tecnología, por qué funciona el GPS, que tenemos satélites en órbita con muchos instrumentos a bordo y ha habido mucha gente a lo largo de la historia que ha sido capaz determinar cómo se mueven”, ejemplifica.
"Actualmente nos movemos mucho gracias a eso”.

La ilusión de este físico por las letras no es la misma que mantiene para el actual estado de su profesión en España. Sobre el caso del lucense Diego Martínez, elegido el mejor físico europeo joven por la Sociedad Europea de Física, que no consiguió una beca para volver a trabajar en su país natal –actualmente vive en Holanda dice que “no es un caso aislado”. “Estamos hablando de política científica, y la situación aquí en el momento es muy mala. Hay grandes talentos y gente muy preparada que está saliendo del país, y muchos no pueden volver porque no hay empleo. Es la realidad y no es nada buena para los pocos que estamos dentro del sistema de investigación, pero es mucho peor para los que están empezando y tienen la ilusión de investigar y dedicar su vida a la ciencia, a la física, a la medicina”.



el dispensador dice:
hay templos,
hay santuarios,
hay ríos sin horarios,
hay caminos cortos,
hay caminos largos,
pero se acostumbran los atajos,
que producen retrasos,
afectados por atrasos,
que hacen de la vida un retazo...

hay cielos abiertos,
hay cielos cerrados,
hay cielos azules,
hay cielos estrellados,
todo es distinto,
cuando se mira desde abajo,
aunque las cosas estén cerca,
todo parece lejano,
el mejor cielo es aquel,
que está al alcance de la mano...

cuando se escala la montaña,
la cima se transforma en ventana,
alma y espíritu se unen,
admirando una tarde,
lagrimeando una mañana,
asumiendo que todo es importante,
cuando se toma distancia,
ya que la perspectiva se nutre,
de lo que nace y renace,
cada vez que el alma se desprende,
para convertirse en ave...

¿qué camino conduce a tu Dios?,
¿caminas solo o vas de a dos?,
¿andas convencido o la duda te tiene partido en dos?,
¿qué harás cuando al llegar a la cima,
descubras que la escalada más difícil,
es hacia la propia alma?,
¿qué harás cuando descubras,
que la noche que sueñas,
es la sombra que te herrumbra?,
ven,
sube,
el esfuerzo es una nube,
que a un nuevo cielo conduce...
ven,
sube,
la voluntad es otra nube,
que a tu cielo conduce...
al llegar,
no te asustes,
el cielo al cual acudes,
es el mismo que guarda tus virtudes.
JUNIO 12, 2013.-
 
 

CHINA ASIMÉTRICA || Wenguang Huang: “Los valores de China se han tirado por la ventana” | Cultura | EL PAÍS

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Wenguang Huang: “Los valores de China se han tirado por la ventana” | Cultura | EL PAÍS


Wenguang Huang: “Los valores de China se han tirado por la ventana”

El escritor chino-estadounidense publica su ópera prima 'El pequeño guardia rojo', escrita en inglés e inédita en su país de origen


El escritor Wenguang Huang. / TAO ZHANG

Nacido en Xi’an (centro de China) en 1965, Wenguang Huang se fue a Estados Unidos a hacer un doctorado tras la matanza de Tiananmen (4 de junio de 1989) y decidió reiniciar su vida en ese país, aunque vuelve con frecuencia a su tierra natal. El pequeño guardia rojo (Libros del Asteroide), su ópera prima, escrita en inglés y publicada en Estados Unidos, son las memorias de un muchacho y de un país que viven atrapados entre la tradición y el comunismo reinante, cuyas ideas aclara o amplía a través de correo electrónico.

Una novela que no se ha traducido al chino pese a que ha recibido varias ofertas de editoriales aunque con la condición de que cambiase algunos “pasajes sensibles”, como su participación en el movimiento estudiantil del 4 de junio. “Ahora no quiero publicarlo”, dice Wenguang, pero adelanta que en el futuro planea reescribir la novela en chino y añadirle algunos capítulos para esos lectores. “Las memorias de la década de los 70 se han hecho muy populares entre los nostálgicos de China. Pero primero lo publicaré en Taiwán y Hong Kong”.

Se trata de un autor que destaca las contradicciones entre confucianismo y comunismo durante la Revolución Cultural. Ante la pregunta sobre si piensa que el enorme desarrollo de las tres últimas décadas ha creado nuevas y más profundas contradicciones, el escritor cree que sí: “Mao y sus revolucionarios estaban obsesionados con construir la nueva sociedad de la utopía comunista a través de la destrucción de la vieja tradición y los valores confucianos. Los líderes comunistas de la era post Mao se han ido al otro extremo, convirtiendo el desarrollo económico en una prioridad irrevocable. En la actualidad, ningún otro partido político del mundo ha dedicado más energía a generar riqueza que el Partido Comunista Chino (PCCh). En consecuencia, no hay en el mundo ciudadanos más codiciosos que los chinos. Con Mao, la gente creía que “con la verdad y la justicia de tu lado, puedes ir a cualquier parte”. Ahora, el principio guía es “con dinero en tu bolsillo, puedes ir a cualquier parte. La cultura y los valores morales tradicionales se han tirado por la ventana. China padece contradicciones profundas".

Ningún otro partido político del mundo ha dedicado más energía a generar riqueza que el Partido Comunista Chino. En consecuencia, no hay en el mundo ciudadanos más codiciosos que los chinos


Su padre se desencantó del Partido Comunista Chino. Él y sus contemporáneos creían fervientemente en el comunismo. “Veían al PCCh, que representaba lo mejor de la sociedad, como un partido libre de corrupción, que construía una sociedad igualitaria, en la que el pueblo podía disfrutar de seguridad en el trabajo y de atención médica gratuita. En la era de Mao, pese a la puesta en marcha de una campaña política tras otra para purgar a los disidentes y a que el país estaba casi en bancarrota, mi padre tenía el cerebro tan lavado que no veía el lado oscuro del comunismo. En la era post Mao, cuando las descontroladas reformas capitalistas abolieron el trabajo seguro y la atención médica gratuita y ensancharon la brecha entre ricos y pobres, mi padre y sus camaradas, que sostuvieron la revolución, se sintieron abandonados y muy desencantados”.

La pregunta, entonces, es si el PCCh podrá erradicar la rampante corrupción. Wenguang cree que la corrupción seguirá creciendo si no aborda reformas políticas fundamentales, como elecciones libres, libertad de prensa e independencia judicial. “Pese a las muchas campañas iniciadas por el partido contra los corruptos, nada funciona. Por cada funcionario corrupto que captura, emergen miles”, y advierte: "Tiene que haber un cambio del sistema”.

Un retrato del pasado y del presente es que él cuenta que los jóvenes no se podían casar hasta que las autoridades les asignaran la vivienda y ahora no se casan porque no tienen dinero para comprar o alquilar un apartamento. ¿Qué es peor? “Es igual de malo. Los constructores, en connivencia con los gobiernos locales, se han forrado y han creado una burbuja inmobiliaria. Han inflado de tal manera los precios de la vivienda que en las ciudades la gente corriente, y en especial los jóvenes, no tienen acceso a ella, lo que crea tremendos problemas sociales”.

Otro retrato tiene que ver con el confucianismo vista como una filosofía feudal y obsoleta, pero en los últimos años el Gobierno ha erigido varios monumentos al maestro. Wenguang cree que se debe a la incapacidad de ofrecer una alternativa atractiva. El Gobierno, afirma, “ha iniciado campañas masivas de propaganda para elevar la fe de la gente en el comunismo pero nadie se traga sus mentiras. La corrupción y la codicia han originado una crisis de fe. Frente a esta degradación de los valores morales y sociales, mucha gente se ha volcado en el cristianismo y el budismo. El PCCh, preocupado porque esta fe religiosa, en especial la cristiana, pueda erosionar aún más el apoyo al partido y al monopolio de su dirección, se ha girado hacia el confucianismo y ha adoptado algunos de sus elementos. El programa del expresidente Hu Jintao de “construir una sociedad armoniosa” recogió abiertamente los valores confucianos. Incluso realizaron una película de propaganda sobre Confucio. Yo dudo de que el partido se salve inyectando confucianismo al comunismo”.


Manifestación de estudiantes en la Plaza de Tiananmen de Pekín en 1989.


Una de las consecuencias de la política de un solo hijo preocupa a Wenguang, porque muchos ancianos mueren solos y muchos serán abandonados. “La política del hijo único ha traído consecuencias sociales inesperadas. Quienes nacieron en los años 80 y 90 se encuentran con que tienen que cuidar de sus padres ancianos sin la ayuda de un hermano o hermana. Incluso si quieren cumplir sus deberes filiales no pueden. Además, la generación conocida como los pequeños emperadores y emperatrices nació en un momento de obsesión de toda la nación por hacer dinero. Son egoístas, están mal educados y han crecido sin un sentido de responsabilidad familiar. La piedad filial se ha convertido en un producto raro en China”.

Su abuela se mofaba, y el tiempo le ha dado la razón, de que lo que le enseñaban a él en la escuela sobre que “una sociedad comunista implica menos diferencias en términos de poder, posición social, bienestar y riqueza”. ¿Acaso el comunismo fue una gran mentira? “Cuando crecimos nos contaron que la ‘religión es el opio del pueblo’ y ahora escuchamos que el ‘comunismo es el opio de las masas’. Es verdad. Mao y sus revolucionarios crearon, en nombre del comunismo, una pesadilla orwelliana de brutalidad, pobreza y falta de libertad personal. Su colapso será inevitable”.

Hoy, en contra del consejo de su padre de luchar contra el capitalismo, Wenguang se ha dedicado, como su bisabuelo, a ganar dinero y comprar propiedades. ¿Será el comunismo una página en la historia milenaria de China? “En los últimos cien años, China ha atravesado muchas turbulencias, pero pese a la destrucción que trajo la guerra y el comunismo, China avanzará y los valores morales, sociales y culturales tradicionales desaparecidos renacerán”.

Sobre la matanza de Tiananmen y de la represión desatada tras el aplastamiento estudiantil, escribe en El pequeño guardia rojo: “Perdimos la ilusión de que podíamos cambiar China”, ¿se debe a ese fracaso la atonía política de la juventud china? Después de la masacre de Tiananmen, dice el escritor, el PCCh se embarcó en una campaña masiva para “hacerse rico’, con la esperanza de que el rápido desarrollo económico calmaría a las masas. En consecuencia, todo el país, y en especial los jóvenes, se dedicaron a hacer dinero y se olvidaron de la política. Diez años después, sin embargo, comenzamos a ver algunas señales estimulantes. Una nueva generación, harta de la corrupción rampante y las injusticias sociales, despierta a nuevas ideas y a través de Internet y los foros sociales promueve cambios políticos en China. Durante la ‘primavera árabe’ hubo protestas antigubernamentales en muchas ciudades chinas. Tengo mucha esperanza en la generación más joven”.

Wenguang recuerda que la actual elite del poder se niega a enfrentarse a los horrores pasados del comunismo y rechaza quitar de los altares a Mao y Deng. “Es difícil para China avanzar sin reconciliarse con el pasado”.

Una nueva generación, harta de la corrupción rampante y las injusticias sociales, despierta a nuevas ideas y a través de Internet y los foros sociales promueve cambios políticos en China

Un pasado que afectó también a la literatura, pero que desde los años noventa vive un renacer. Aunque la censura y los intereses comerciales, recuerda el autor de El pequeño guardia rojo, lastraron la literatura en la década de los noventa. “Pero hay escritores muy prometedores que luchan contra la censura y narran sin miedo sobre la China actual. El que más me gusta es Yan Lianke, que utiliza la sátira para explorar la complejidad y las contradicciones de la China moderna”.

¿Y el premio Nobel a Mo Yan? “Solo he leído dos libros de Mo Yan y me encantaron. Es un gran narrador, que presenta, con frecuencia en escuetas imágenes, la vida de la gente común en la China rural contemporánea. No estoy de acuerdo con el punto de vista político que Mo Yan expresa en público, pero comprendo su dilema. Como muchos dentro del sistema, es un hombre de contradicciones. Para gente como yo, que vive en una sociedad libre y democrática, es más fácil criticar, pero quien vive dentro, tiene que hacer ciertos compromisos para sobrevivir, como mi padre en los años 70. Me alegra que el Gobierno chino aplauda la concesión del premio a Mo Yan, pero también debe reconocer al otro ganador del Nobel: Liu Xiaobo”.


el dispensador dice:
todo es distinto a la distancia,
la perspectiva agrega sapiencia,
y también guarda relevancia,
aquello que lastima de cerca,
se transforma con elegancia... 

china es una composición de comarcas,
heterogéneas, con diversas marcas,
visiones de distintas estampas,
que se confunden en un mismo mapa,
donde nada está cerca,
donde las vidas fluyen en capas,
donde los destinos son ríos subterráneos,
tapados por las napas,
donde las dignidades se agachan,
donde las almas derrapan,
ante injusticias que atrapan...

las asimetrías dominan,
así como lo hacen las distancias,
cuando crees entender,
las cosas cambian,
según el paso y las comarcas,
allí se levantan murallas,
tras sentidas miradas,
tras quietudes y calmas,
tras las auras y sus almas...
las gentes sólo andan,
cumpliendo con sus destinos,
mientras sus tiempos se desbarrancan,
con un simple hoy,
y sin mañanas...

cuando andas por allí,
no puedes creer lo que ves,
tampoco entender qué es lo que pasa...
sólo debes circular,
observar sin esperanza,
a sabiendas que las vidas,
están perdidas y sin balanzas...
de pronto de paras,
miras a la distancia,
de todo queda enseñanza,
cuando el silencio se pierde... lejos... en lontananza.
JUNIO 12, 2013.-
 

I-MÁGINA ► La Úbeda de Muñoz Molina | espana | Ocholeguas | elmundo.es

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La Úbeda de Muñoz Molina | espana | Ocholeguas | elmundo.es


Foto
Paisaje de Úbeda con la Sierra Mágina al fondo, de la que tanto ha escrito Muñoz Molina..
Andalucía por descubrir

La Úbeda de Muñoz Molina


Mágina es la ciudad imaginada en las novelas del escritor Antonio Muñoz Molina, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, empezando por El jinete polaco. Pero, en realidad, Mágina es Úbeda, la ciudad en la que nació en 1956.


Mágina es para Antonio Muñoz Molina lo que Comala fue para Juan Rulfo o Macondo para García Márquez. Una vez el escritor dijo: «Desde el sur, Úbeda, la ciudad que hay en los mapas, se parece más que desde ninguna otra perspectiva a otra ciudad inventada por mi a la que llamé Mágina». En realidad, de imaginaria aquella ciudad sólo tenía el nombre. En todo Mágina era un trasunto de Úbeda. El autor de El jinete polaco sólo tuvo que mirar hacia el sur y tropezar con las montañas azuladas que se encrespan sobre el Valle del Guadalquivir para poner nombre a los escenarios por los que andan sus sueños, su memoria, su niñez y adolescencia.

Mágina es un lugar presente en buena parte de su obra. Lo es en especial en aquel hermoso libro que ganó el Premio Planeta y que hace unos años reeditó Seix Barral con una versión corregida. En El jinete polacoMuñoz Molina nos invita a pasear por una ciudad que es su propia piel sentimental, un mapa de los recuerdos donde todo encaja y en cuyas esquinas aún se perciben los pasos que dio antes de marcharse primero a Madrid y luego a Granada donde estudió, trabajó como empleado municipal y urdió la trama de sus primeros artículos y sus primeras novelas.

En San Lorenzo


El autor, entre rincones de Úbeda.
Antonio Muñoz Molina nació en 1956 en el barrio de San Lorenzo. Su madre aún vive y su padre murió hace ya algunos unos años. En sus novelas lo recuerda como un hombre sencillo y honrado que madrugaba para trabajar de hortelano en unas tierras que tenía a los pies de la muralla árabe, allí por donde Úbeda se deja caer en busca de las aguas del río mayor de Andalucía. En aquel barrio de San Lorenzo anida buena parte de la trama de El jinete polaco y, unos años después, de la novela El viento de la luna. Frente a la casa familiar está la Casa de las Torres, el primer gran palacio plateresco que Úbeda construyó como preámbulo a sus años dorados y renacentistas.

La plaza de San Lorenzo dibuja una ele mayúscula y hacia el sur, frente a los miradores que otean la sierra de Mágina está la iglesia en cuya espadaña creció una yedra que un malnacido taló hace unos años. En esta plaza jugó el escritor de niño y en ella se inspiró para muchos de sus párrafos. La ronda que circunvala las murallas ahora lleva el nombre del Premio Príncipe de Asturias de las Letras y hacia el este se llega en un delicioso paseo hasta la Redonda de Miradores, la trasera de la plaza Vázquez de Molina, conocida por los ubetenses como la plaza de Santa María, una de las plazas más bellas de España.

En Santa María


Plaza Vázquez de Molina.
En su trazado asimétrico abre las puertas la capilla de El Salvador, que Francisco de los Cobos, secretario de estado del emperador Carlos V, encargó como mausoleo. Los proyectó Andrés de Vandelvira, el mismo arquitecto que también trazó el palacio del Deán Ortega, hoy parador de turismo, y el palacio de las Cadenas, que acoge el ayuntamiento de la ciudad. Frente a él se halla la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares, abierta hace unos meses tras interminables años de restauración. Santa María es una plaza extraordinaria y al leer El jinete polaco el lector entiende el hechizo que este y otros lugares de su ciudad despertaron en el autor.

La literatura es el resumen de las grandezas y las miserias de los hombres y las mujeres, pero también la urdimbre de las ciudades, las tablas de una representación, el telón abierto de un teatro. Y Úbeda –perdón, quería decir Mágina– lo ha sido para su escritor más conocido. De ser cierta esa vieja frase de que la patria del hombre es su infancia, ya sabemos de qué color es la bandera del escritor Muñoz Molina.

Jaén limita al norte con las provincias castellano manchegas de Ciudad Real y Albacete. Al sur y al este con Granada y al oeste con Córdoba.

La Loma es una de las comarcas más importantes de Jaén. Sus dos ciudades más importantes son Úbeda y Baeza, situadas en un altozano frente a las azuladas estribaciones montañosas de Sierra Mágina. Una densa red de carreteras y líneas ferroviarias atraviesa la provincia de Jaén. La Autovía de Andalucía, A-4 (E-5), atraviesa la provincia en sentido norte suroeste.

El paso natural de Despeñaperros está a 40 kilómetros de Bailén, nudo de comunicaciones de donde nace la autovía A-44 (E-902), que conduce a Jaén y Granada. La carretera N-322 conduce a las ciudades de Baeza y Úbeda. Desde la capital se accede a las dos ciudades monumentales a través de la A-316.


el dispensador dice: los americanos, sean del norte, sean del sur, sean del medio, están acostumbrados a las distancias largas, interminables planicies con paisajes tan hermosos como monótonos... cordilleras extensas con recovecos que siempre alientan el no pasar de largo, el detenerse y admirar, el descubrir... por su parte, los europeos están acostumbrados a que las distancias sean cortas, y bien comunicados, cuando giras "descubres", te sorprendes, te detienes y no lo puedes creer, necesitar permanecer y observar, llenarte de imágenes que se tornan irrepetibles, y de tanto serlo se impregnan en las memorias, haciéndose letras, haciéndose pinturas, o transformándose en recuerdos que acompañan el "después" de cada quién, allá como acá. Sucede permanentemente... estás ensimismado en tus cosas, y de pronto cae el recuerdo de una imagen de esas bellas comarcas de cualquier lugar de la Europa, España, Portugal, Francia, Alemania, Holanda, Austria... Italia, República Checa... Irlanda, Escocia... y te quedas allí estupefacto, viendo cómo el tiempo se muestra a tus ojos, mezclando historia con actualidad, produciendo una alquimia de la que es imposible abstraerse... que se guarda en la memoria y permanece, repicando literaturas y pinturas... enseñando que la cultura humana se construye bajo un tiempo filosófico, donde cada cual tiene su oportunidad de participar para nutrir la gran huella... algo que permanece a pesar de los hombres y sus pasos. Algo, que muchas veces no convocan la atención de los apurados ni tampoco de los insensibles... porque la cultura, aunque no se crea, tiene vida propia y late para la eternidad. JUNIO 13, 2013.-

SARA LLAKTA ► El grano que dio origen a una civilización se hace libro | Andalucía | EL PAÍS

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El grano que dio origen a una civilización se hace libro | Andalucía | EL PAÍS

El grano que dio origen a una civilización se hace libro

Nutricionistas, filósofos, cocineros, historiadores y fotógrafos, coordinados por Pedro Cantero, han creado una obra que dignifica al maíz en Ecuador



Maizal andino en Ecuador. / javier andrada

Cuando Pedro Cantero, antropólogo y especialista en alimentación, impartía clases en la Escuela de Gastronomía de la Universidad de Cuenca (Ecuador) comprobó estupefacto que los alumnos estaban rodeados de natas, quesos, foies... productos más propios de la cocina francesa y totalmente desligados de su entorno. El maíz, el cereal americano por excelencia, es un auténtico desconocido en la alta cocina ecuatoriana. Recuperar su valor patrimonial, no sólo en lo gastronómico, sino también en lo ecológico y cultural, es el objetivo de Sara llakta. El libro del maíz, una publicación concebida como un objeto artístico que se presentó este martes en la Casa de la Provincia de Sevilla.

En Sara llakta, que en quichua significa tierra de maiz, colaboran 17 profesionales de los campos más diversos coordinados por el burgalés Pedro Cantero, uno de los creadores del grado Nutrición Humana y Dietética que imparte desde 2004 en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Javier Andrada, fotógrafo sabadellense afincado en la capital andaluza, es el otro español que forma parte del equipo en el que también hay agroecólogos, filósofos, historiadores, filólogos, gastrónomos, ingenieros agrónomos, cocineros, ilustradores y diseñadores. La obra, de la que se realizó una primera edición en 2009, se reedita ahora totalmente renovada por la Universidad de Cuenca, el Ministerio Coordinador del Patrimonio y el de Inclusión Económica y Social.

"En Ecuador está pasando ahora lo que ocurrió con el aceite de oliva en España a finales de los años setenta y principios de los ochenta, que no se valoraba e incluso empezó a sustituirse por otros aceites. Se trata de dignificar el maíz y valorar la riqueza que aportan sus cientos de variedades", explica el coordinador de la publicación.


Vendedora de choclos en el mercado de Cuenca. / javier andrada

Además de los textos de 12 profesionales y las más de 200 fotografías realizadas por Javier Andrada y Juan Pablo Merchán, el libro incluye 150 recetas en las que el ingrediente principal es el maíz, 80 de ellas recogidas por la chef Rosa Vintimilla y el resto por Cantero, quien es también gastrónomo.

"El maíz se cultivaba en chacras —huertos— asociado a otros productos como la alubia o la calabaza.
Hay platos ecuatorianos como el mote casado cuya base es el maíz y las alubias, que son alimentos complementarios. Una de las cosas que llamó la atención a los primeros españoles que llegaron al imperio Tahuantinsuyo [que ocupaba parte de lo que actualmente es Ecuador, Bolivia, Chile, Perú y Argentina] es que los indios cocían el maíz con ceniza. Los conquistadores consideraron este método una guarrería; pero en realidad con este procedimiento, que se llama nixtamalización, se enriquece el maíz con vitamina B", apunta el especialista en alimentación.

"Aunque el maíz llegó a España en el siglo XVI, precisamente al puerto de Sevilla, y su cultivo se expandió por todo el imperio, pero con la planta no llegaron sus costumbres de consumo, no se asoció a las leguminosas y no se enriqueció con la ceniza; de forma que la gente que consumía solo maíz padeció desnutrición y enfermadades como la pelagra", añade Cantero.

El trabajo de los fotógrafos da una idea al lector de la gran diversidad de colores y granos que tiene el maíz en toda la zona y muestra, además, a la gente que lo cultiva. "Pedro y yo recorrimos toda la columna vertebral de Ecuador y, gracias a la diversidad de sus ecosistemas, desde los distintos pisos alpinos hasta la zona más baja del sur subtropical, pudimos encontrarnos con el maíz en todos sus estadíos", concluye Javier Andrada, autor de numerosas publicaciones entre ellas una dedicada a los habitantes de las islas Galápagos titulada Habitar Galápagos. Encrucijada de naturaleza y cultura, que se publicó en 2011 también en Ecuador.


el dispensador dice: América, la del sur... la de los linajes del quiché, de los cakchiqueles, la de los olmecas, toltecas, mochicas, incas, urus, diaguitas, karaives... está llena de Dios, excelente descripción de inicio en las letras de Fernando Díez de Medina en su Nayjama, un observador que permanece latente a la espera de sí mismo, de su tiempo quebrado y no reconocido. Los dioses aman esta América, a la que le han prodigado alimentos para enriquecer los espíritus, gestando culturas ancestrales diezmadas desde el mismo comienzo de la conquista, el 12 de octubre de 1492... y América ha sido saqueada, enfermada, atropellada y esclavizada por los unos y los otros, supuestos portadores evangélicos de culturas vacías... curiosamente, en el maíz, la papa, el chocolate, si se quiere en la tierra, en el suelo, en la pacha, laten semillas que aportan nutrientes de futuros impostergables, contrariando las estrategias de los otros, los "futuros hipotecados". América tenía una prolija farmacología cuando la Europa sólo había aprendido a fabricar conflictos de tierras y señores... luego vino la historia primitiva, la manipulada, la de las bibliotecas quemadas, la de las letras perdidas... pero tal sucede con todo aquello que se miente, un buen día, magias mediante, se revierte... y la verdad aflora para quien la quiera ver. El epílogo de esta historia está aún por verse... pero los señores de allá aprendieron a robar a sus prójimos, a someterlos mediante impuestos, a denigrarlos quitándoles sus dignidades... mientras que los señores de acá, aprendieron a alimentar a sus gentes, a sabiendas que el futuro, cualquiera sea, se llama mañana necesario, y que todos, los corporizados y transitando sus tiempos respirables, y los que aún no vienen, espíritus del "pendiente" cíclico... todos... deben estar conectados con la pacha a efectos de dejar sus huellas y estampar sus sombras. Pacha estará aquí... cuando las soberbias ya hayan sido consumidas por las hogueras de las vanidades. JUNIO 13, 2013.-

¿PODRÍAS VIVIR SIN...? ► A un caracol - 14.06.2013 - lanacion.com  

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A un caracol - 14.06.2013 - lanacion.com  


Línea & letra / Poesía interpretada por Pablo Bernasconi

A un caracol

Por  | 

Si "la compresión es la primera cualidad del estilo",
tú la tienes. La contractilidad es una virtud
como también es una virtud la modestia.
No es el logro de una u otra cosa
capaz de adornar,
ni la calidad posible que se da
como inherente a algo bien expresado,
lo que valoramos en el estilo,
sino el principio oculto:
a falta de patas, "un método de conclusiones";
"un conocimiento de los principios"
en el curioso fenómeno de tu cuerno occipital.
  • De Marianne Moore. Poesía reunida. Hiperión. Traducción: Lidia Taillefer de Haya

Marianne Moore

Missouri, 1887 - Nueva York, 1972
Fue una de las representantes más excelsas -y excéntricas- del modernismo de cuño anglosajón. Su poesía favoreció un original uso silábico del verso y la alusión a animales, como en el célebre "El pangolín". Su figura fue tan popular para los neoyorquinos que llegó a inaugurar una temporada de béisbol..


el dispensador dice:
¿podrías vivir sin tus sueños?,
¿podrías vivir sin tus afectos?,
¿podrías vivir sin lo que haces?,
¿podrías vivir sin aire?,
¿podrías vivir sin el agua que bebes?,
¿podrías vivir sin el suelo que pisas?,
¿podrías vivir sin tus esperanzas?,
¿podrías vivir sin tus ilusiones?,
¿podrías vivir sin tus canciones?,
¿podrías vivir...?...
si tu no puedes... 
ningún otro ser humano puede...
porque la naturaleza todo lo puede,
ya que al ser humano contiene,
hoy, ayer, siempre...
y tu mismo como individuo,
has venido a transitar un camino,
que está prolijamente escrito,
desde mucho antes que hayas nacido...
hete allí la importancia,
que te trajo... por la cual has venido...
hete aquí la importancia,
para transitar tu camino,
honrando la vida que vives,
según aquellos designios...
que aún cuando no lo creas,
tu mismo has escrito...
según lo que se te dijo,
consciencia y ángel por medio...
¿podrías vivir sin el caracol y su paso?,
¿podrías vivir sin el ave y su canto?,
¿podrías vivir sin la paz en su manto?,
¿podrías vivir como un pentagrama sin llanto?,
¿dónde está la emoción en tu canto?,
¿por qué te atrapa el desencanto?,
¿si tienes tu mañana necesario?...
¿lo tienes?... ¿tu mañana necesario?...
alguien te lleva de la mano,
entonces,
sigue andando...
aprende a distinguir con el alma,
aquello que no puedes ver con tus ojos...
mucho es lo que no puedes ver,
pero existe más allá de lo que quieras creer.
JUNIO 14, 2013.-

CON EL CORAZÓN EN LA MANO ▲ Juan Ramón, poemas inéditos entre el infinito y la carne | Cultura | EL PAÍS

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Juan Ramón, poemas inéditos entre el infinito y la carne | Cultura | EL PAÍS

Juan Ramón, poemas inéditos entre el infinito y la carne

La primera edición de ‘Apartamiento’, con 40 inéditos, y 12 poemas nuevos de ‘Libros de amor’ arrojan más luz sobre el poeta


El poeta Juan Ramón Jiménez, en una foto tomada hacia 1914. / EFE

Quizá porque la obra de Juan Ramón Jiménez fue una incesante búsqueda de algo inalcanzable (llámese perfección, Dios, verdad o belleza), el poeta sigue dando, 55 años después de su muerte, sorpresas. La edición de Apartamiento, libro hasta ahora disperso, escrito por el de Moguer a principios entre 1911 y 1912, puede considerarse como una novedad absoluta, a pesar de que muchos de sus poemas, sobre todo los de su tercera parte, Bonanza, hayan sido ya publicados. El volumen que saca ahora a la luz la editorial Linteo (que también publica una tercera edición ampliada y revisada —con 12 poemas nuevos— de Libros de amor) ofrece por primera vez el conjunto de Apartamiento, que incluye 40 poemas y textos estrictamente inéditos y que nos abren las puertas de un libro-camino que confluye en una invocación final: Dios.

Pero, antes de subir al cielo, vayamos al suelo. Libros de amor estaba ya de camino a la imprenta cuando el poeta se enamoró de la que fue su mujer, Zenobia Camprubí. Juan Ramón abortó la publicación por miedo a herir los sentimientos de su prometida con un libro en el que hacía buen recuento de sus conquistas y amoríos. Zenobia ya le había reprochado algún verso de Laberinto y el poeta decidió que era mejor dejar en un cajón Libros de amor y no airear más intimidades. Casi un siglo después, en 2007, el libro vio la luz a cargo del estudioso José Antonio Expósito. Se convirtió en un acontecimiento mundial. Un Juan Ramón joven y carnal, muy distinto al poeta ensimismado con el cuerpo de algodón de Platero, asomaba por unos versos cargados de sudor y sexo. Sus aventuras con mujeres casadas, solteras, con una norteamericana madre de una hija, con la esposa del psiquiatra que atiende su depresión tras la muerte de su padre… “y sí, hasta monjas”, recuerda Expósito, convertían el poemario en todo un hallazgo. “El éxito fue colosal porque descubría a un Juan Ramón muy distinto al que nos han enseñado en el colegio. Recuerdo que el día de la presentación vinieron periodistas de todas partes, ¡hasta del Vaticano!”. Con los 12 poemas nuevos (encontrados en la Universidad de Puerto Rico) se cierra definitivamente la edición de Libros de amor, ya que sus 104 poemas están por fin completos. Más testimonios apasionados (“Césped con ella! ¡Césped con su cuerpo desnudo/ que aplastaba las margaritas y la hierba!/ ¡Carne de cristal, brazos que llenaban la brisa/ de una fragancia nueva, primaveral, eterna!”) de un hombre que desde muy pronto pisó la tierra aspirando al infinito.

En esa mirada perdida debemos situar Apartamiento, libro de la época de soledad y retiro, de ese apartamiento del título, en Moguer. Dividido en tres bloques, Domingos, El corazón en la mano (editadas ahora por primera vez) y Bonanza, traza un surco que lo unifica y le da sentido final: “En Domingo el yo se ensancha, en El corazón en la mano el yo va hacia sí mismo a través del dolor, y en Bonanza, se llega a la idea de Dios desde ese dolor”, explica Joaquín Llansó Martín-Moreno, encargado junto a Rocío Bejarano de la edición. “Es un libro cuyas dos primeras partes están sin todos los poemas, extraviados muchos durante los años del exilio”, continúa Joaquín Llansó Martín-Moreno. “Nosotros ibamos a sacar Bonanza como libro independiente, pero al investigar vimos que el deseo del poeta era que fuese una unidad, como se demuestra en sus notas y esquemas”.

En Apartamiento el poeta abre su yo, desde el cuerpo y desde el alma, hasta llegar a la invocación desnuda de Dios. La existencia le pesa. Lee a los místicos, la poesía del Siglo de Oro, y sobre todo, se adentra en Unamuno, a quien dedica Bonanza.“¡Derramará mi muerte,/ como un olor a rosa!”. En el segundo libro, El corazón en la mano, escribe Remordimiento:“Tiene este libro un olor que me recuerda/ el olor que tenía mi madre, un sosegado/ aroma de recato, sin explosión, esencia/ íntima de un placer vivo y velado…/ Cuando pasaba ella, lo dejaba tras sí/ como una vaga estela de dolor resignado…/ ¡Domingos de mi vida! ¡Cielo azul de aquel pueblo/ que pudo ser la dicha y sólo fue el cansancio!”.


el dispensador dice:
tengo el corazón en la mano,
siento que todo está distante,
incomprensivo, lejano,
incomprensible, pasado,
sencillamente atrapado,
por algo que es extraño,
y que le ha quitado el humanismo,
al propio ser humano,
que anda corriendo apurado,
sin destino... con el corazón en la mano...

huelo...
siento que algo huele a viejo,
algo ha quedado pegado a su tiempo,
repitiendo, repitiendo,
reclamando por lo que no se ha hecho,
a pesar de tener las propias manos,
libres a sus vientos...

siempre, siempre,
es bueno mirar lejos,
porque entiendes que con los abrazos,
se liberan las gentes de sus tiempos,
sintiendo cómo los corazones,
vibran juntos, al mismo tiempo.
JUNIO 14, 2013.-

ORILLAS DE LA ATLÁNTIDA ►El sonido de la naturaleza | elmundo.es

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El sonido de la naturaleza | elmundo.es


LAURISILVAS DE EL HIERRO


Carlos de Hita


De todas las Canarias, la de El Hierro es la isla más joven. Si en todo el archipiélago el vulcanismo es omnipresente, aquí da la sensación de que todo está en construcción, y que la obra puede volver a empezar en cualquier momento. Por eso, en un paisaje tan convulso contrasta aún más la serenidad de sus atmósferas sonoras. Y más en los bosques de niebla, las laurisilvas siempre verdes, casi siempre envueltas en la bruma.

En El Hierro una buena  parte de estos bosques están colgados del abismo. Literalmente. En la costa norte, un formidable corrimiento de tierras provocó un desplome del que apareció un inmenso anfiteatro, una pared curva de 700 metros de altura y unos 14 kilómetros de largo. Una ladera vertical de roca desmenuzada, sostenida por unos finos diques, planos de roca basáltica que emergieron por la presión del magma-véase la fotografía- y que actúan de armazón para sujetar las laderas.

Tras el desprendimiento llegaron  las nubes cargadas de la humedad del mar. El agua pulverizada, aliada con la paciencia del tiempo, enriqueció el terreno hasta cubrirlo de árboles. Y en este espacio escarpado, en estos bosques de bruma agarrados a unas tierras volcánicas a punto de desmoronarse, los pájaros de la laurisilva canaria encuentran la mejor acústica para la propagación de sus melodías.

Foto
Mirador de Jinama, en el norte de El Hierro. | Carlos de Hita

La variedad es pequeña, apenas unas pocas especies: mosquiteros,  herrerillos,  canarios, algunos cuervos, ratoneros y cernícalos. Un concierto minimalista sobre el que destacan los más locuaces, los mirlos de la laurisilva de El Hierro.

Mirador de Jinama, costa norte de El Hierro, mayo de 2013.


el dispensador dice:
el espacio sideral suena,
se mece como el océano,
oscila, vibra,
torna sus tonos según toma o libra...

las aguas se mueven,
se unen cuando llueve,
se energizan cuando el tronar las enloquece,
cada onda hace que las aguas suenen,
trayendo sonidos ancestrales,
de otros tiempos y otras gentes...

se está preparando el regreso,
de otros valores,
otras mentes,
emergiendo vapores calientes,
trayendo a la luz miradas con otras lentes,
vivencias de suelos potentes,
oricalcos renuentes,
recuperación de las fuentes...

cuando la naturaleza suena,
cuando el cielo angulado truena,
llegará un alba "buena",
justa para las almas que aguardan,
ser luz de verbenas,
ser sentimientos como velas.
JUNIO 15, 2013.-

 


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