DE LAS CONVERSACIONES (DE ÁNGELES)
Los ángeles siguen las “trayectorias” de sus custodiados, caminando junto a ellos… a veces se interponen… a veces van por encima… y otras veces lo hacen por detrás… la posición de los ángeles depende de la circunstancia del destino que la persona atraviesa, o bien… depende de aquella circunstancia que está atravesando a la persona… por consiguiente, sus trayectorias responden a las geometrías de las almas que cuidan mientras el destino las atraviesa, sumando experiencias a un karma elaborado desde y hacia una eternidad que, en vida, es algo intangible y de lo que el humano carece de consciencia… algunos humanos perciben la eternidad… otros la niegan… algunos humanos son conscientes de la eternidad… otros consideran que se trata de una utopía del pensamiento… algunos humanos sienten que hay una realidad más allá de su propia realidad, mientras que otros humanos no alcanzan siquiera a descifrar su propia realidad… como sea, la eternidad sólo se revela según los contenidos de cada karma… por consiguiente todas las apreciaciones son válidas hasta que la revelación adquiere propio peso y su manifestación se torna implacable… la razón individual prevalece en tanto y en cuanto se desenrolla la vida, luego la realidad de la circunstancia se vuel ve bien otra… un fenómeno bien conocido por los ángeles, que en la práctica, comparten el paralelo simultáneo en el cual se encuentran, con el mundo supuestamente real que viven aquellos que respiran, siendo que ambos se conectan con la eternidad a través de cuerdas que no son otra cosa que cordones umbilicales cósmicos… recuerda, el cordón umbilical de los nacidos de madre, y el cordón umbilical que a modo de túnel conecta el karma con la eternidad de la cual se procede…
Los ángeles ven aquello que el humano no ve mediante sus ojos… así como oyen todo aquello que el humano no percibe mediante sus oídos… pero yendo más lejos, los ángeles “sienten” las esencias que los humanos no perciben debido a la pobreza de sus sentidos… dicho de otra forma, los ángeles ven con claridad meridiana lo que está sucediendo en una interacción entre humanos… siendo que los ángeles tienen una perspectiva en 360º, esto es que no sólo oyen más allá de las palabras, sino que ven cómo se estructuran las intenciones… siendo que los mismos ángeles no pueden intervenir para modificar el karma de un ser humano, ni alterar del karma de otro… excepto que haya una habilitación explícita desde la eternidad para ello… intervenir para modificar una causa, es alterar las consecuencias, y ello conlleva una conversación entre los ángeles involucrados, donde ambos saben que el orden cósmico prevalece por sobre la vida humana… expresado de otra manera, ningún humano escapa al orden cósmico, y los ángeles tampoco, siendo que el orden cósmico responde a la eternidad, y ésta a la creación…
Las conversaciones entre ángeles alteran y/o modifican el tiempo humano, pudiendo acelerarlo sin que los humanos participantes de una circunstancia tengan consciencia de ello… o bien, pudiendo ralentizarlo hasta casi paralizarlo, sin que los seres humanos participantes de una misma circunstancia lleguen a tener idea de ello… el tiempo alterado y/o modificado responde a una paradoja matemática que es universal, por lo tanto se agrega o se quita del libro de la vida, o sea que se brota o se seca en el árbol de la vida, entendiéndose por ello que “algo” mereció la intervención del “más allá” para resolver una coyuntura en el “más acá”… por ende, la perspectiva de los ángeles no es la de los humanos en sus cuerpos… y la perspectiva de los humanos depende de lo que portan en su karma, algo que se aprecia en sus auras…
Los ángeles no están únicamente en la Tierra sino en todo el universo tangible, y en los intangibles también… por ende, hay tantos ángeles como existencias hay… diseminadas y ocupando espacios en todas las direcciones… siendo que en el espacio no hay arriba así como no hay debajo… no hay sur así como no hay norte… no hay este como no hay oeste… no hay lados intermedios… no hay fronteras… no hay banderas… no hay monedas… no hay precios… ni límites… lo cual implica que los ángeles pueden ir y venir sin perder de vista a sus custodiados… sus circunstancias… sus palabras… sus pensamientos… sus acciones… sus inacciones… sus hechos… sus sueños… esto es, todo lo que está comprendido en el tiempo concedido a karma… siendo que éste (karma) al encarnarse se envuelve en un tiempo y ocupa un espacio, algo que no ocurre cuando el espíritu prescinde del cuerpo… ya que allí, el tiempo no existe y el espacio funciona mediante una geometría que no puede ser traducida ni a palabras, ni siquiera al pensamiento humano… entonces, una vez más, los ángeles responden y pertenecen a un ámbito cósmico que se ubica muy distante por sobre el entendimiento humano y sus razones… siendo que el cosmos es mucho más que estrellas, planetas, satélites y astros errantes… casi podría decirse que hay un “cosmos” más allá del cosmos… y dicho orden supera cualquier idea de ciencia humana, como también supera cualquier idea de filosofía humana…
En el cosmos no humano, tanto el que se ve como en el que ni siquiera se imagina, nada se negocia… no hay una pizca de sal a cambio de una pizca de azúcar… no hay una onza de oro a cambio de un metro cuadrado… no hay una onza de plata a cambio de un destino… no hay un gramo de platino a cambio de poder… no hay un kilo de algodón a cambio de un futuro… no hay una tonelada de soja a cambio de un karma… cada quien responde a su espíritu y éste es a la esencia que se porta en el alma… por lo tanto, no se puede modificar lo escrito en el libro de la vida, ni tampoco se puede cambiar lo que está marcado en el árbol de la vida… y dicha ley o si se quiere, dicho orden, rige para todo en cualquier ángulo del cosmos…
Entonces los ángeles se comunican mediante pensamientos… entre ellos rigen los silencios y además, las pausas… los silencios representan a cuerdas que unen la eternidad de la cual se desciende uniendo a la existencia con la eternidad hacia la cual se dirige… mientras que las pausas son los vacíos necesarios para que la densidad se disipe, marcando las huellas que una vez estampadas, no pueden ser borradas por nadie… un fenómeno físico del más allá, para el cual el ser humano no está acondicionado a comprender… ya que en su concepción todo se compra y todo se vende, incluyendo la ciencia y los valores humanos… esto no encaja en el orden al que pertenecen los ángeles, así es que estos ven más allá de los horizontes y conocen el devenir de aquellos que les han sido destinados a su custodia…
Las circunstancias demandan conversaciones entre los ángeles donde los pensamientos emergen como esferas… la interlocución o la interacción de dos humanos o más, demandan la participación de dos o más ángeles, en una fórmula siempre impar, donde habiendo dos humanos, será necesaria la presencia de dos ángeles más un tercero del que habrá disposición a interceder, intervenir, o habilitar y permitir… en el contexto humano, mientras dura el tiempo respirable, el ángel es consciente de los contenidos de la vida así como del contenido de los sueños… todo se inscribe y todo se registra porque de todo se dará testimonio… y el testimonio del ángel custodio, una vez atravesado el túnel que conduce a la eternidad, no es ni cuestionable ni opinable… simplemente es… y así quedará en el karma para la eternidad siguiente… pero es prudente reiterar que en el espacio de los ángeles no rige el tiempo humano, ni tampoco su espacio… siendo que se trata de un “más allá” paralelo y simultáneo que tampoco está en la Tierra, ni en ninguno de sus paralelos… podría decirse entonces que se trata de un lugar contiguo donde las leyes humanas de la física no tienen lugar, y donde las leyes humanas de la química, tampoco tienen lugar… de allí que las conversaciones de los ángeles respondan al orden cósmico en el que se producen… un mundo más allá del mundo… un espacio más allá del espacio… un hueco en lo que el humano entiende como espacio-tiempo…
