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África tras la Guerra Fría | Blog Africa no es un pais | EL PAÍS

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África tras la Guerra Fría | Blog Africa no es un pais | EL PAÍS

África tras la Guerra Fría

La causa de los conflictos ya no es ideológica como en el pasado sino que se trata de contiendas privadas a efectos de depredar recursos económicos

Caricaturas de líderes mundiales, sobre un muro.
Caricaturas de líderes mundiales, sobre un muro. PIXABAY
Se cumplen 30 años de la caída del Muro de Berlín. El 9 de noviembre de 1989 fue una divisoria de aguas en la historia universal. Este hecho anunció el principio del fin de la Guerra Fría y del mundo bipolar hasta entonces conocido, con profundas transformaciones en todo el planeta. Poco más de dos años más tarde, el derrumbe de la Unión Soviética terminó consolidando el cambio a una nueva etapa. En todo el proceso y después, África atravesó muchos cambios.


“En la atmósfera no hay fronteras” | Planeta Futuro | EL PAÍS

Músicas, palabras e imágenes que invocan a la tierra | Blog Africa no es un pais | EL PAÍS

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Epitafio de un poeta: “Aíslame del infierno con una cortina de verdor” >> Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

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Epitafio de un poeta: “Aíslame del infierno con una cortina de verdor” >> Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

El principito_02

Intentar mostrar la riqueza de la cultura saharaui. Ese es el objetivo de este espacio. Una cultura nacida de la narración oral, de los bellos paisajes del desierto, de las vidas nómadas y el apego a la tierra, de su origen árabe, bereber y musulmán, de sus costumbres únicas y de la relación con España que se remonta a más de un siglo. Una cultura vitalista, condicionada por una historia en pelea por la supervivencia desde 1975. Coordina Sukeina Aali Taleb



Epitafio de un poeta: “Aíslame del infierno con una cortina de verdor”

Por:  14 de noviembre de 2019
JC Y BADI












Juan Carlos Gimeno cogido de la mano de su amigo Badi Mohamed Salem, junto a los poetas nacionales saharauis en 2017, en las jornadas de la Universidad Popular de los Movimientos Sociales, UMPS, campos de refugiados saharauis
Texto: Profesor Juan Carlos Gimeno Martin, Universidad Autónoma de Madrid, experto en la sociedad saharaui.
Epitafio de un poeta: “Aíslame del infierno con una cortina de verdor”
Fotografía Bahia MH Awah 
Nos ha abandonado Mohamed Mustafa uld Mohamed Salem uld Mohamed Lamin uld Abdelahe, nos ha abandonado Badi, que Dios lo bendiga, el decano de los poetas saharauis. Nació en el  año 1936 en un lugar que se conoce por el nombre de Echnaba, en la región de Guelta y se encuentra hoy en la parte ocupada por Marruecos del Sáhara.
Badi  es reconocido entre los suyos como el señor de la poesía saharaui, pero era sobre todo señor de su propia vida, de su humanidad. Para Badi como para Antonio Machado no había nada por encima de ser hombre;  y él se hizo hombre siendo saharaui y nómada, como los demás nos hacemos hombres y mujeres siendo de otro lugar y de otras maneras. Humanidad y dignidad son conceptos que designan la misma materia del ser que somos sobre la tierra, no pueden separarse. La digna humanidad de Badi se desplegaba en cada uno de sus actos. Cuando te saludaba al encontrarse contigo y te daba la mano, no era la mano lo que te daba, sino lo que iba con ella, el mismo.
Su hospitalidad era la de los saharauis de jaima grande, su casa siempre abierta para las suyos y para todos los que la visitábamos. A todos nos atendía. Le buscábamos por su conocimiento del Sahara, de la historia de su pueblo y de la vida, conocimiento que nos regalaba en torno al te, en una conversación siempre inteligente. Ejercía de anfitrión con elegancia. Hay personas que tienen un don, su mera presencia te enriquece; Badi era uno de ellos. Siendo tan grande su humanidad en su presencia elevaba la tuya subiéndote a su altura.
Era un ser universal como hombre y como poeta. Apreciaba los encuentros con otros poetas que le confirmaban la convicción de que la poesía era universal, que las preguntas y los sentimientos que provocan la creación poética se dan en todos los lugares y en todas las lenguas. Amaba la conversación inteligente, el juego, la provocación.
En una ocasión en 1998, Manuel Rivas el periodista, novelista y poeta, también universal y gallego, visitó los campamentos saharauis en un momento donde el Referéndum se veía al alcance de la mano. Badi, le acogió en su jaima, junto a un joven poeta saharaui, Ebnu, que tradujo la conversación entre estos dos personajes. De aquel encuentro Manuel Rivas escribió este testimonio:
Badi tiene ahora 60 años. Si vuelve a casa, las tablillas donde escribe sus poemas serán su tesoro. Son de madera del mar, amarga, que no gusta a las polillas. La tinta está hecha con carbón, agua o leche, y resina de las talha (acacias). El tintero es una piedra cóncava. Y se usa para escribir una caña afilada.
-             ¿Y qué hace cuando se termina la tablilla?
Badi, el poeta, me mira como si calibrase de qué clase de madera está hecho el periodista.
-             ¿Qué voy a hacer? La borro. Lo lavo con agua y jabón.
-             ¿Y el poema?
-             El poema se va con el agua.
Luego añade: “Lo importante es lo que se guarda en el corazón”
Es así como Badi te acogía en sus brazos, te provocaba, te alejaba, y luego te invitaba y volvía a acogerte entre sus brazos. Buscaba comunicarse de corazón a corazón, las palabras eran un medio, no un fin en sí mismo. Muchas veces me comentó que era una lástima que yo no entendiera hasanía y siempre nos comunicáramos a través de un intermediario que nos traducía: yo no podía recibir directamente el sentimiento desde el que me hablaba.  
Badi no hablaba por su boca, sino desde el centro de sí mismo, recurriendo a toda su vida. Era un narrador extraordinario. Sus relatos, fincados en una vida que se hundía en memorias de arena y piedra de las experiencias de su padre (y su madre) y de los padres de sus padres hacían de él no sólo un poeta, y un narrador, sino un maestro y un sabio. Cada historia que nos contaba guardaba la compostura que merecía, se expresaba tanto en prosa como en poesía y todas se terminaban en risas y el entrechocar de las manos que revela la complicidad entre el narrador y su audiencia. “El narrador, escribió Walter Benjamin, es el hombre que permite que las suaves llamas de su narración consuman por completo la mecha de su vida. En ello radica la incomparable atmósfera que rodea al narrador…”. Badi, se ajustaba a esta figura del narrador de Benjamin; en él, “el justo se encuentra consigo mismo”.
Con la marcha de Badi el mundo se nos ha hecho más pequeño. El me consideraba su amigo, su hermano. Yo le visitaba en cada viaje a los campamentos, buscaba su compañía, su sabia conversación, sus consejos certeros, su afecto. Eran tan provechosas las visitas a su jaima que en cada ocasión sentía que mi vida se enriquecía, que me hacía más grande y en una ocasión se lo dije. Me contestó, condescendiente: “también a mi me pasa lo mismo, con tus visitas crezco y me hago más grande, pero cuando te vas menguo, me vuelvo más pequeño”.
La marcha de Badi ha hecho el mundo más pequeño, ha hecho de todos nosotros huérfanos. Badi, además de amigo y hermano era para mi un padre, como son todos los hombres del mundo que merecen nuestro respeto.
Poeta, desde niño tuvo vocación para la creación, como su padre, su abuelo, su bisabuelo y “hasta por diez generaciones”, nos dijo un día. Su familia es conocida en el Sahara por tener ese don del verso. También fueron poetas sus tíos y sus hermanos: Mohamed Salem Abdelahe y Mohamed Lamin Salem Abdelahe. El primero, un gran y reconocido poeta, “un poeta real, no como yo” dijo Badi un día, quedó atrapado en el Sahara ocupado; murió en el Aaiún en 2009, con 84 años, los que Badi habría cumplido el año que viene. Badi no volvió a ver a su hermano mayor desde que se separaron en  1975. Su segundo hermano, Mohamed Lamin Salem Abdelahe, murió en 1956 en el la batalla de Teguel. “Ese hermano mío que cayó fue un gran poeta. Era mayor que yo, yo le sigo a él en el nacimiento. Era un buen, buen poeta.” nos dijo con un sentimiento de dolor que seguía vivo cincuenta años después.
Que Dios bendiga a los tres hermanos y les permita ahora reunirse, ya que en vida no lo permitieron las injustas acciones de los hombres.
Mohamed Salem Abdelahe, su hermano diez años mayor que él, fue maestro de muchísimos jóvenes que aprendieron a hacer poesía con él. Uno de ellos, a la muerte de Mohamed Salem Abdelahe, que llegó a los campamentos huyendo de los territorios ocupados, le comentó a Badi que en los últimos años, su hermano ya no quería recitar su poesía, ni que las recitaran otros y les había pedido a los jóvenes que se olvidasen de ella, que la sacasen incluso de su mente. Los buenos musulmanes, cuando sienten que su vida llega a su fin, tratan de ordenarla; los que son poetas escriben poemas donde se retractan de las vanidades de la vida (poemas de remordimiento, conocidos bajo el término “atawba”); se concentran entonces en honrar al glorioso y abandonan las veleidades humanas, aquello que forma el velo artificioso de la vida que distrae del fondo de la misma, en el convencimiento de que en el fondo todo es vanidad. Esta es una verdad que alcanza tanto para los hombres como Badi y su hermano, como para los reyes y sultanes. También ellos se verán ante la justicia del último día, y entonces se enfrentarán con su responsabilidad en el dolor y la devastación que provocaron.
BADI  EBNU  BAHIA












Badi  no hace muchos años compuso su propio poema de arrepentimiento, su propio atawba. Conozco el poema gracias a la traducción que de él hizo mi amigo Mohamed Salem Abdelfatah, el mismo que acompañó a Manuel Rivas en su visita a Badi, un poeta saharaui que escribe en castellano. El nombre por el que le conocen “Ebnu”, significa hijo de mártir, nombre que le dieron cuando era niño,  a la muerte de su padre, Dios le bendiga, caído en los bombardeos de la aviación marroquí sobre los saharauis en éxodo en Tifariti en febrero de 1976. Para mi Ebnu es un poeta grande saharaui, que en lugar de componer en hasanía escribe en español.
Un fragmento de este poema (una tal·laa) dice asi:
Perdóname los pecados el día de la congregación de la humanidad
y de todas las criaturas en la llanura del encuentro final.
El día en que todo lo escrito colgará de los cuellos,
el día, del que no hay escapatoria, ni escondite,
cuando sin una gota de agua, crujan secas las bocas
ante el juicio y la condena y ante la investigación
y cada cual busque, a diestro y siniestro, su historial.
El día del triunfo de la justicia y la verdad.
¡Oh Altísimo y Superior!
Aíslame del infierno con una cortina de verdor.
Este poema tiene una significación muy especial para mí. Con el fondo de la música de Mozart tuve el raro privilegio de leérselo a mi padre agonizante en la habitación de un hospital en Madrid la noche víspera de su muerte en octubre de 2014. Dios le bendiga a él también.  
Badi, mi padre, Ebnu y yo estamos enredados para siempre en esta bella historia que constituye una muestra de la posibilidad de una digna convivencia entre seres humanos, unidos en la vida y en la muerte. Ebnu la ha trasladado con mucha sensibilidad en un poema que me regaló.
HOMENAJE  
Un padre y un hijo inmersos
cada uno en el mismo dolor.
Duele el tiempo que se ha perdido
y duele el tiempo que está por perder.
El hijo sentado al borde del lecho
de su vida entera le susurra versos
de Badi, el bardo de la otra vida, que
desde el camino comparte y atesora.  
Al oído la noche se alarga, se extiende
lenta y dolorosa sobre un dromedario que por
los llanos de Tiris, hacia Leyuad se encamina.
El corazón dando la espalda se despide
despacio al trote de una sinfonía, un réquiem
de Mozart, a los años que le prestó la vida.
(Ebnu, Mohamed Salem Abdelfatah, 2016)
No se puede hablar de Badi sin mencionar a su inseparable grupo de poetas, y en especial a su amigo el gran poeta Beibuh, que nos dejó en octubre del año 2017; Dios lo bendiga.  Cualquiera que haya conocido a Badi y Beibuh, cualquiera que haya estado en su presencia, apreciaría la inmensa humanidad de cada de uno de ellos y la excelencia particular de su poesía. Siendo saharauis los dos y a la vez tan distintos como hombres y como poetas su sintonía era tal que cuando empezaba una frase el otro la completaba.  En el lecho de muerte Beibuh esperó la entrada de Badi a su jaima para entregar su vida.
Ayer soñé a Badi en algún lugar del Tiris, que era para él la imagen del paraíso, sobre el que el gran poeta y sabio Mohamed Uld Tolba cantó: “Si alguien ha dormido en Tiris bajo las estrellas y con la cabeza apoyada en un skaf y dice que pasó la noche solo, miente”. Beibuh le daba la bienvenida en la entrada de una jaima apartando con su brazo la cortina de verdor de la que habla Badi en su poema. Los hermanos de Badi, Mohamed Salem Abdelahe y Mohamed Lamin  Abdelahe, el padre de Ebnu, mi propio padre y muchos otros aguardaban dentro.
Dios los bendiga para siempre y nos bendiga ahora en nuestra orfandad.

SOBRE LOS AUTORES

Sukina Aali-TalebHija del exilio, Sukina Aali-Taleb nació en Madrid por casualidad, de padre saharaui y madre gallega. Es miembro del grupo de escritores La Generación de la Amistad Saharaui y coautora del libro "La primavera saharaui, los escritores saharauis con Gdeim Izik", tras los acontecimientos de El Aaiún, en 2010. Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura en institutos públicos de Madrid. Como no puede ser de otra manera, apoya al Frente POLISARIO en proyectos de ayuda a su pueblo, refugiado y abandonado a su suerte en Tinduf (Argelia), desde hace cuatro décadas.
Roberto MajánRoberto Maján, ilustrador. Le gusta decir que fue el último humano nacido en su pueblo; piensa que eso lo hace especial. Y que su abuela se empeñó en llamarle Roberto en memoria de Robert Kennedy asesinado cuatro días antes. En la época en que nació y se bautizó, el Sahara era español, en el mal sentido de la palabra. El lo sabía por las cartas que recibía de su tío Ramón, destinado allí en su servicio militar. Los sellos que las franqueaban prefiguraron el universo imaginario que tratará de recrear en las imágenes de este blog.
Bahia Mahmud AwahBahia Mahmud Awah. Escritor, poeta y profesor honorario de Antropología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, natural de la República del Sahara Occidental. Nacido en los sesenta en la región sur del Sahara, Tiris, la patria del verso y los eruditos. Cursó estudios superiores entre La Habana y Madrid, donde reside. Pertenece al grupo de Escritores Saharauis en lengua castellana.
Willy VeletaWilly Veleta. Willy Veleta consiguió su licenciatura de periodismo de una universidad estadounidense (ahí queda eso) y ha trabajado en todos los canales privados de TV en España… de los que huyó cuando se dio cuenta de que querían becarios guapos. Ahora es profesor de periodismo en inglés y prepara su tercer libro, una novela sobre los medios.
Liman BoichaLiman Boicha. Se licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente en Cuba. Después de una larga ausencia regresó a los campamentos de refugiados saharauis y durante cuatro años trabajó en la Radio Nacional Saharaui. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado Los versos de la madera y ha participado en varias antologías de poesía saharaui: Añoranza, Um Draiga, Aaiún, gritando lo que se siente, entre otras. Forma parte del grupo poético Generación de la Amistad Saharaui y es miembro de la Asociación de Escritores por el Sahara-Bubisher.
Larosi HaidarLarosi Haidar. Tras el alto el fuego, se instaló en Granada, donde se licenció y doctoró en Traducción e Interpretación. Actualmente es profesor de esta misma disciplina en la Universidad de Granada y ha publicado varios trabajos relacionados con la cultura saharaui. También ha participado en varias antologías de poesía saharaui.

Murió el genio y “duende del verso saharaui”, Badi Uld Mohamed Salem Uld Abdalahi >> Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

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Murió el genio y “duende del verso saharaui”, Badi Uld Mohamed Salem Uld Abdalahi >> Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

El principito_02

Intentar mostrar la riqueza de la cultura saharaui. Ese es el objetivo de este espacio. Una cultura nacida de la narración oral, de los bellos paisajes del desierto, de las vidas nómadas y el apego a la tierra, de su origen árabe, bereber y musulmán, de sus costumbres únicas y de la relación con España que se remonta a más de un siglo. Una cultura vitalista, condicionada por una historia en pelea por la supervivencia desde 1975. Coordina Sukeina Aali Taleb





Murió el genio y “duende del verso saharaui”, Badi Uld Mohamed Salem Uld Abdalahi

Por:  13 de noviembre de 2019
BADI & BAHIA
Texto Bahia Mahmud Awah y foto de Juan Ignacio Robles
“En la lengua de cada poeta duerme un ángel, duende del verso, el sheitan”, Badi Mohamed Salem Abdalahi
El sábado 9 de noviembre de 2019 el poeta y erudito saharaui Badi nos dejaba. Llevaba tres días diciendo a sus hijas que pronto se iría. Pero el mismo día en el que se celebraba las fiestas de عيد المولود  nacimiento del profeta Mahoma, le confesó a su familia que quería dejar “un consejo al pueblo saharaui”, una confidencia en verso que escribió y entregó a su familia, como si estuviera preparando su epitafio final. Se levantó, rezó y mientras oraba sobre su inmaculado aliwish se precipitó, cayendo sobre su altar en el día más deseado para un creyente. Al marcharse como erudito y poeta quiso ratificar su compromiso con la causa de su pueblo y aconsejarle velar por el mejor logro de lucha anticolonial, que es su unidad.
يا الشعب الفكرك مرفوع       لا أدير الوحد فنزاع
لا ترظي بها مفكوع          و لا تصيفط بها طماع
Oh, pueblo,
De altura en tus principios.
No cuestiones tu unidad,
ni la uses para consentir
el enfadado,
ni la minusvalores
para complacer al mercenario.
Badi fue un hombre que consagró su vida a la poesía, porque la poesía, como dijo García Lorca, “no quiere adeptos, quiere amantes”. Durante una de nuestras entrevistas con él para “Legna, habla el verso saharaui” en 2011, Badi nos dejó una clave de un erudito que sabe orientar: “El rol de un poeta es guiar a su sociedad”. Pero su mira iba más allá del simple amo del verbo en su esplendor, así zanjaba: “Pero la sociedad debe estar atenta a lo que dice el poeta”. 
Badi era natural de la región del verso, los guerreros anticoloniales, los caballeros andantes y los eruditos saharauis, Tiris. En más de una ocasión le escuché en su jaima contar a sus interlocutores dónde nació y se crio y yo en esas ocasiones a veces traducía. Otras sólo le escuchaba, cuando iba personalmente a visitarle a su jaima en el exilio para preguntarle sobre incógnitas de mis investigaciones sobre la literatura saharaui y sus artífices de siglos pasados. “Mi verdadero nombre es Mohamed Mustafa pero todos me conocen como Badi Mohamed Salem. Nací en 1936 en  اجناب Echnaba, pequeña población de nómadas cercana al pueblo de Guelta, en el límite de Tiris con la región norteña de Zemur.
Mi relación con ese coloso del verso que se nos ha ido, viene de mi infancia, ya que estuvo de militar con mi padre en el cuerpo de Tropas Nómadas durante el periodo colonial. Mi difunta madre, la poeta Jadiyetu Mint Omar, fue la mejor amiga de la que fuera su esposa en los años 60, Bagra Mint El Kenti Uld Mohamed El Jalil. De niño me familiaricé con sus versos, que mi madre memorizaba y recitaba en nuestra casa primero en Auserd, y posteriormente en sus últimos años en el exilio.
Una de las últimas veces que estuve en la jaima de Badi fue en 2017 junto a sus amigos los profesores Juan Carlos Gimeno y Juan Ignacio Robles, codirectores de “Legna, habla el verso saharaui” y recopiladores y estudiosos de la obra de Badi y otros grandes poetas nacionales saharauis. Estábamos acompañados por la antropóloga Rocío Medina y la investigadora portuguesa Isabel Gomes. Badi nos recibió acompañado de sus hijas y nos agasajó a lo grande en su jaima como se hace a los amigos en la cultura saharaui. Anteriormente recuerdo que en 2011, tras invitarle a que hiciera con nosotros el viaje a Tiris cuando trabajábamos en la película “Legna, habla el verso saharaui”, tuvo que renunciar debido a sus problemas de visión. Al regreso del viaje estuvimos un día con él en su acogedora jaima en la daira Farsia para contarle nuestra experiencia, despedirle e invitarle a que en el próximo viaje a Tiris viniera. Nos dijo que le hubiera gustado acompañarnos en aquel viaje del que regresábamos pero en otras condiciones porque estaba en víspera de una operación de cataratas. Entonces nos habló de su inmenso amor por Tiris, pasaje que incluí en mi libro “Tiris, rutas literarias”: “Si existiera el paraíso el día del juicio final, éste estará entre los montes de Auserd, Leyuad, Leshuaf, Amat Larfaad y toda esta zona de Tiris”.
Era una confesión sublime de amor por esa región, novia de los poetas. “Parece, cuando se ama, que el mundo entero tiene rumor de primavera”, decía Juan Ramón Jiménez. “Junto a mi familia en aquellos años con nuestros ganados recorríamos el Sáhara del sur hacia el norte, hasta Uad Saguia y al sur hasta adentrarnos en Mauritania sobre todo su región de Taganet, siempre persiguiendo la lluvia y los pastos”. Taganet es la morada del clásico mauritano Mohamed Uld Adubba que no dejó ningún monte de su orografía que no hubiera cantado en su poesía y que inmortalizaron los clásicos del houl Aulad Abba, como Badi inmortalizó Tiris en sus poemas y lo cantaron Aulad Eida, Sadum y El Jalifa. Similitudes en amor por la tierra que tuvieron las dos colosales figuras de las letras hasanianas.
Me resulta difícil destacar la envergadura de un hombre del verso como él, sin pensar en Jorge Guillén, Walt Whitman, Miguel Hernández, García Lorca, Antonio Machado, Mahmud Derwich, Eduardo Galeano, Mario Benedetti, Mohamed Uld Adubba, Aulad Haddar o de figuras saharauis del siglo pasado como el vate anticolonial Edjil Uld Sidi Baba, quien fue su poeta mentor, según me comentó en una ocasión. “En toda nuestra historia y en las épocas que hemos vivido se han destacado tres poetas, Edjil Uld Sidi Baba, Beniug Uld Abdelahi y Uld Hueidi. Y sin olvidar a Lehbib Uld Sneiba”.
El ocaso de la vida de este inmortal en la memoria se ha consumido en este pensamiento del poeta mejicano Amado Nervo, cuando dijo; “Veo al final de mi rudo camino, que yo fui el arquitecto de mi propio destino”. Así era Badi, profundo en su verso, insumiso, notorio, sensible, complejo, solidario, subjetivo e indomable, comprometido con su gente e implicado con su causa hasta mancharse. Y un poeta como él fue duro de roer y dulce de amar y sufrir por lo suyo como dejó constatado en sus últimos versos, consejos y la despedida a su pueblo.    
La desaparición física de Badi le ha convertido ya en inmortal en la memoria saharaui y todo aquel que ha sabido y entendido la envergadura de su profundo verso. Porque, como dijo Lord Byron “Jamás mueren en vano los que mueren por una causa grande”.

SOBRE LOS AUTORES

Sukina Aali-TalebHija del exilio, Sukina Aali-Taleb nació en Madrid por casualidad, de padre saharaui y madre gallega. Es miembro del grupo de escritores La Generación de la Amistad Saharaui y coautora del libro "La primavera saharaui, los escritores saharauis con Gdeim Izik", tras los acontecimientos de El Aaiún, en 2010. Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura en institutos públicos de Madrid. Como no puede ser de otra manera, apoya al Frente POLISARIO en proyectos de ayuda a su pueblo, refugiado y abandonado a su suerte en Tinduf (Argelia), desde hace cuatro décadas.
Roberto MajánRoberto Maján, ilustrador. Le gusta decir que fue el último humano nacido en su pueblo; piensa que eso lo hace especial. Y que su abuela se empeñó en llamarle Roberto en memoria de Robert Kennedy asesinado cuatro días antes. En la época en que nació y se bautizó, el Sahara era español, en el mal sentido de la palabra. El lo sabía por las cartas que recibía de su tío Ramón, destinado allí en su servicio militar. Los sellos que las franqueaban prefiguraron el universo imaginario que tratará de recrear en las imágenes de este blog.
Bahia Mahmud AwahBahia Mahmud Awah. Escritor, poeta y profesor honorario de Antropología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, natural de la República del Sahara Occidental. Nacido en los sesenta en la región sur del Sahara, Tiris, la patria del verso y los eruditos. Cursó estudios superiores entre La Habana y Madrid, donde reside. Pertenece al grupo de Escritores Saharauis en lengua castellana.
Willy VeletaWilly Veleta. Willy Veleta consiguió su licenciatura de periodismo de una universidad estadounidense (ahí queda eso) y ha trabajado en todos los canales privados de TV en España… de los que huyó cuando se dio cuenta de que querían becarios guapos. Ahora es profesor de periodismo en inglés y prepara su tercer libro, una novela sobre los medios.
Liman BoichaLiman Boicha. Se licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente en Cuba. Después de una larga ausencia regresó a los campamentos de refugiados saharauis y durante cuatro años trabajó en la Radio Nacional Saharaui. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado Los versos de la madera y ha participado en varias antologías de poesía saharaui: Añoranza, Um Draiga, Aaiún, gritando lo que se siente, entre otras. Forma parte del grupo poético Generación de la Amistad Saharaui y es miembro de la Asociación de Escritores por el Sahara-Bubisher.
Larosi HaidarLarosi Haidar. Tras el alto el fuego, se instaló en Granada, donde se licenció y doctoró en Traducción e Interpretación. Actualmente es profesor de esta misma disciplina en la Universidad de Granada y ha publicado varios trabajos relacionados con la cultura saharaui. También ha participado en varias antologías de poesía saharaui.

LITERATURA SAHARAUI: IDENTIDAD Y EXILIO >> Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

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Intentar mostrar la riqueza de la cultura saharaui. Ese es el objetivo de este espacio. Una cultura nacida de la narración oral, de los bellos paisajes del desierto, de las vidas nómadas y el apego a la tierra, de su origen árabe, bereber y musulmán, de sus costumbres únicas y de la relación con España que se remonta a más de un siglo. Una cultura vitalista, condicionada por una historia en pelea por la supervivencia desde 1975. Coordina Sukeina Aali Taleb



LITERATURA SAHARAUI: IDENTIDAD Y EXILIO

Por:  05 de noviembre de 2019
Ali-salem-aurpegia
texto y foto: Ali Salem Iselmu Musa, periodista y escritor saharaui
Toda lengua hablada y escrita está en constante movimiento, se va enriqueciendo de diferentes sonidos y vocablos. Los bereberes, los árabes y otros grupos que siempre se han movido al sur del Sáhara, son los que han configurado la lengua hasania que hablan los saharauis, incorporando términos del castellano con la llegada de los europeos a las costas de África.
Cuando hablamos de la identidad de un pueblo, tenemos que ir a sus raíces haciendo un recorrido desde los primeros grupos humanos que dejaron como principal legado, las pinturas rupestres, las tumbas prehistóricas y distintos instrumentos tallados en piedra.
En el caso del Sahara Occidental, podemos decir que en un momento determinado de la historia fue un bosque húmedo y frondoso. Los restos de plantas fosilizadas en la sebjas[1] son un testigo de los distintos cambios climáticos que ha sufrido esa parte noroccidental de África.
Los primeros habitantes del Sáhara que dejaron letras y símbolos tifinagh[2] son los bereberes sanhaya[3], cuya lengua ha sobrevivido en el sur de Mauritania en la ciudad de Butilimit[4] y es hablada por un grupo bilingüe que combina la lengua sanhaya con el hasania.
El Sáhara Occidental es un territorio diverso y extenso. En la parte norte, la zona de Zemmur y Saguia El Hamra, podemos encontrar un territorio menos árido, con mayor fauna y flora. En la parte sur, en el Tiris y la región de Río de Oro, la tierra es más inhóspita. Allí es donde los nómadas han tenido más éxito criando grandes rebaños de dromedarios.
El saharaui como nómada siempre ha buscado sabiduría en el desierto, ha reflexionado entrono a la naturaleza, ha cantado preciosos poemas sobre la tierra. El poeta Sid Brahim Ueld Salama Ueld Eydud desde el exilio de su identidad observa su tierra después de un largo tiempo y de sus labios brotan los siguientes versos:
يلعڴل ابكي مانك معذور               البكي اللي ماهو مستور
رافع راسك ماهو محدور                بيك الفرح مافيك اثقال
وتحدولك واحد وثنين                  ڴلابت تيرس دمعك سال
بيك اللي تعرف من شي زين             فيها مات راجع محال

Oh, amor, llora que no estás
disculpado.
Llora con la cabeza en alto
y no escondas tus lágrimas,
porque de alegría desbordas
y ningún mal te pesa.
Los montes de Tiris
ante ti se perfilan, uno y dos…
Y ahora
haz que corran tus lágrimas
porque sabes de hermosos
tiempos que no volverán[5].
Los poetas, eruditos y sabios saharauis siempre han estado acompañados de sus discípulos fundando escuelas de pensamiento místico y religioso. Tenemos los casos de Chej Mohamed El Mami en la zona del Tiris, autor del libro del nomadeo, él escribió en hasania bellos manuscritos en los que habló de la cultura del pueblo del Sáhara Occidental y sus particulares diferencias de Mauritania y Marruecos. Trasladó a los nómadas una serie de leyes y pensamientos que han servido como base para la estructura social del campamento de jaimas.
La figura del notable, del juez, del maestro y del guerrero aparece descritas en esa primera literatura que surge en hasania mediante tratados teológicos y poéticos en los que se habla del principio y del final de los ciclos naturales, de la vida y la muerte.
La fábula como parte del pensamiento crítico de las sociedades nómadas siempre ha estado presente a través de Chertat, un personaje creado por el imaginario popular y que simboliza la avaricia, el miedo y el hambre. Protagonista de innumerables aventuras en las que algunas veces se convierte en cazador de liebres y vuelve al campamento nómada con las manos vacías. Entonces lo recibe un grupo de niño y le preguntan si ha traído alguna liebre. Chertat perplejo ante la pregunta y a la vez sorprendido, contesta que detrás de una colina próxima al campamento hay una liebre, cuando él sabe que no ha cazado nada.
Los niños salen corriendo, dejando detrás de ellos una pequeña nube de polvo de arena. Chertat los observa una y otra vez, sale corriendo detrás de los niños creyendo su propia mentira.
Grandes poetas como Badi, Beibuh y otros tantos, han mantenido el hasania viva a través de extensos poemas que hablan del paisaje humano y terrestre. Manteniendo vital una lengua que junto con el árabe y el castellano constituyen ese diverso mosaico que compone la literatura saharaui.
Toda una generación de poetas y poetisas exiliados en los campamentos son los que han cantado desde la nostalgia y la añoranza, a la tierra perdida. El hasania aparece como lengua de resistencia frente a la ocupación marroquí.
La Generación Saharaui del 73 es un ejemplo claro de los primeros textos y poemas escritos en castellano en la revesita “Irifi” o el diario “La Realidad” que era editado en árabe y castellano. De esta generación podemos destacar al gran intelectual y diplomático saharaui Bujari Ahmed, autor de numerosos artículos de actualidad.
En el árabe clásico podemos citar a la poetisa Nana Rachid autora de varios libros editados en Argelia y otros países.
Ella representa la generación de escritores saharauis que han adoptado la lengua árabe para su creación literaria.
Cuando hablamos de la literatura en el Sáhara Occidental, no podemos dejar de mencionar a la Generación de La Amistad Saharaui, una generación de poetas que se constituyó en el año 2005 en Madrid. Esta generación ha bebido de la literatura latinoamericana y de la experiencia cubana. Varias de sus antologías han sido editadas en España, Reino Unido, Francia o Uruguay por citar algunos países.
Una literatura surgida sobre el exilio y la perdida de forma dolorosa de la tierra, es la que caracteriza hoy a la mayoría de los creadores saharauis y marca en buena medida su experiencia literaria.
He aquí el siguiente poema que recoge la identidad inequívoca del nómada saharaui, su apego a la tierra, a los paisajes vacíos que han servido para imaginar la lluvia y el pasto. Escribir en el interior de una jaima milenarios manuscritos y trasladarlos a una tabla de madera de generación en generación, esa ha sido la razón suprema de una literatura única que ha conservado su palabra desde esa identidad que sobrevive en el exilio:
Tierra desnuda
De la tierra desnuda,
Nacen ardientes historias.
Las páginas de la vida, se vuelven transparentes.
Las colinas guardan la arena virgen.
El silencio es una palabra quieta.
El camino una ruta infinita.
El hombre espera la primera estrella,
abre sus manos al cielo
del interior de sus ojos
nacen las luces que buscan
la sombra de la nostalgia.
ارض عارية
من الارض العارية، تولد قصص الحرق.
صفحات الحياة، تصبح شفافة.
التلال تحفظ الرمال العذراء.
الصمت كلمة هادئة.
الطريق  مسار بدون نهاية.
الرجل ينتظر النجم الأول
يمد يديه الي السماء   
و من داخل عينيه
 تولدة أضواء
 تبحث عن ظل الحنين.

              

[1] Fondo de una depresión cerrada, en un medio árido, que se caracteriza por la acumulación de sal y la ausencia de vegetación.
[2] Es un sistema de escritura consonántico. Los pueblos bereberes de África del Norte, llamados númidas, construyeron un poderoso imperio que sucedió al de Cartago y tenían su propio sistema de escritura denominado líbico o númidico.
[3] Grupo de origen bereber que introdujo el dromedario en el Sahara y Mauritania entorno al siglo III y colonizó esa vasta región.
[4] Es una ciudad del suroeste de Mauritania en la región de Trarza.
[5] Bahia M. Awah, Tiris rutas literarias.

SOBRE LOS AUTORES

Sukina Aali-TalebHija del exilio, Sukina Aali-Taleb nació en Madrid por casualidad, de padre saharaui y madre gallega. Es miembro del grupo de escritores La Generación de la Amistad Saharaui y coautora del libro "La primavera saharaui, los escritores saharauis con Gdeim Izik", tras los acontecimientos de El Aaiún, en 2010. Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura en institutos públicos de Madrid. Como no puede ser de otra manera, apoya al Frente POLISARIO en proyectos de ayuda a su pueblo, refugiado y abandonado a su suerte en Tinduf (Argelia), desde hace cuatro décadas.
Roberto MajánRoberto Maján, ilustrador. Le gusta decir que fue el último humano nacido en su pueblo; piensa que eso lo hace especial. Y que su abuela se empeñó en llamarle Roberto en memoria de Robert Kennedy asesinado cuatro días antes. En la época en que nació y se bautizó, el Sahara era español, en el mal sentido de la palabra. El lo sabía por las cartas que recibía de su tío Ramón, destinado allí en su servicio militar. Los sellos que las franqueaban prefiguraron el universo imaginario que tratará de recrear en las imágenes de este blog.
Bahia Mahmud AwahBahia Mahmud Awah. Escritor, poeta y profesor honorario de Antropología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, natural de la República del Sahara Occidental. Nacido en los sesenta en la región sur del Sahara, Tiris, la patria del verso y los eruditos. Cursó estudios superiores entre La Habana y Madrid, donde reside. Pertenece al grupo de Escritores Saharauis en lengua castellana.
Willy VeletaWilly Veleta. Willy Veleta consiguió su licenciatura de periodismo de una universidad estadounidense (ahí queda eso) y ha trabajado en todos los canales privados de TV en España… de los que huyó cuando se dio cuenta de que querían becarios guapos. Ahora es profesor de periodismo en inglés y prepara su tercer libro, una novela sobre los medios.
Liman BoichaLiman Boicha. Se licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente en Cuba. Después de una larga ausencia regresó a los campamentos de refugiados saharauis y durante cuatro años trabajó en la Radio Nacional Saharaui. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado Los versos de la madera y ha participado en varias antologías de poesía saharaui: Añoranza, Um Draiga, Aaiún, gritando lo que se siente, entre otras. Forma parte del grupo poético Generación de la Amistad Saharaui y es miembro de la Asociación de Escritores por el Sahara-Bubisher.
Larosi HaidarLarosi Haidar. Tras el alto el fuego, se instaló en Granada, donde se licenció y doctoró en Traducción e Interpretación. Actualmente es profesor de esta misma disciplina en la Universidad de Granada y ha publicado varios trabajos relacionados con la cultura saharaui. También ha participado en varias antologías de poesía saharaui.

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El principito_02



Intentar mostrar la riqueza de la cultura saharaui. Ese es el objetivo de este espacio. Una cultura nacida de la narración oral, de los bellos paisajes del desierto, de las vidas nómadas y el apego a la tierra, de su origen árabe, bereber y musulmán, de sus costumbres únicas y de la relación con España que se remonta a más de un siglo. Una cultura vitalista, condicionada por una historia en pelea por la supervivencia desde 1975. Coordina Sukeina Aali Taleb



EL PELIGRO ES COMÚN: EL CULTURICIDIO HASANÓFONO

Por:  19 de septiembre de 2019
20190910_123618 (1)








ARTICULO/Estudio académico
Bahia Uld Mahmud Uld Awah, antropólogo investigador, escritor y poeta  oriundo del Sahara Occidental. Investigador independiente en la región del Sahel y el Occidente africano, Sahara Occidental y Mauritania. Agosto de 2019.
RESUMEN
En este trabajo trato de enfatizar sobre la necesidad de un frente intelectual mauritano-saharaui que tenga la capacidad de visibilizar, dar respuesta y condenar el culturicidio (etnocidio cultural) que practica Marruecos contra la identidad hasanófona en los territorios que ocupa del Sahara Occidental y su patente reproducción destructiva en la sociedad hasanófona en Mauritania. Se trata de una reflexión necesaria en un contexto compartido por los dos pueblos bidan, únicos en esta región del Sahel y el Occidente africano, el pueblo mauritano y el saharaui.
Palabras clave:
Identidad hasanófona-Culturicidio-apropiación-oratura aljamiada- Sahara Occidental-Mauritania-intelectuales hasanófonos
ABSTRACT
In this paper I emphasize the need for a Mauritanian-Saharawi intellectual front that has the ability to make visible, respond and condemn the culturicide (cultural genocide) that Morocco practices against the hasanophone identity in the occupied territory of the Western Sahara, as well as its patently destructive reproduction in Mauritania’s Hasanophone society. This is a necessary reflection in a context that is shared by the two Bidani peoples, unique to this region of the Sahel and West Africa : the Mauritanian and the Sahrawi people.
Siendo una reflexión y a la vez un llamado ante un peligro común que acecha a la cultura hasanófona de los pueblos afro-senhaya-bidan del Sahara Occidental y Mauritania, creo que es justo buscar un antecedente histórico que nos introduzca de forma subjetiva en este trabajo de reflexión que en estas circunstancias atañe a esta parte del continente africano, Sahara Occidental y Mauritania. Recordar que en 1929 uno de los detonantes que hizo que el emir anticolonial del Adrar mauritano Sidahmed Uld Ahmed El Aida  optara por romper con su emirato de Ould Yahya Ben Ozman y se incorporara a la lucha anticolonial de los saharauis había sido dos talaa, dos poemas, que escribió el poeta y guerrero anticolonial saharaui Edjil Uld Sidi Baba Uld Beniug[1] y envío a los notables del emirato de Adrar que se encontraban reunidos discutiendo sobre la presencia colonial francesa, que muchos no veían con buenos ojos a diferencia de sus paisanos de Ahel El Guebla[2] mauritanos. El emir de Adrar en esa ocasión recibió una carta que Edjil encargó hacerle llegar a través de un emisario de confianza saharaui llamado Sneid Uld El Garadi[3].
Sidahmed Uld Ahmed El Aida ante los notables de su emirato pidió que se leyeran los poemas que iban en la carta, que el emisario Sneid Uld El Garadi procedió a recitar con su prodigiosa voz. Y al concluir la recitación de los dos talaa, un notable sentado muy cerca del emir, que no comulgaba con la idea anticolonial francesa, contestó al descifrar el mensaje de Edjil:
– A la persona que ha escrito estos poemas habría que cortarle la lengua.
El emir Sidahmed Uld Aida dirigiéndose a su yemaa respondió a todos los notables haciendo esta pregunta:
– ¿Sabéis cómo cortarle la lengua a esta persona?
Y los notables del emirato respondieron con el silencio, para que el emir y poeta diera la respuesta más contundente y a la vez sorprendente, su fidelidad anticolonial francesa. Entonces el emir contestó:
– Para cortarle la lengua a esa persona, recoged vuestras jaimas y acampad junto a él.  Mahmud Awah (2014: 108, 109)
Esta fue la respuesta de Uld Ahmed El Aida que no dejó lugar a dudas en su intención de que debían unirse a los saharauis que se enfrentaban al peligro colonial que les acechaba a saharauis y mauritanos. Pienso que esta anécdota de la historia en común debe servir a los intelectuales hasanófonos como ejemplo en este contexto de culturicidio que peligra la identidad hasanofona.
Los saharauis y los mauritanos, por sus peculiaridades de identidad cultural que les diferencian a su entorno geográfico, son cosmoespirituales. Cuando reflexionan sobre un hecho que les atañe proceden guiándose por adagios, proverbios y con el pensamiento de sus sabios, eruditos y poetas. Valga como ejemplo este aforismo saharaui que reza “Una mano sola no aplaude”, expresión equivalente a “La unión hace la fuerza”, cuando hay un peligro que amenaza algo en común.  Un planteamiento de la filosofía popular que asocio al caso del culturicidio que acecha contra la cultura bidan [4]afrosenhaya que abordo en este trabajo de reflexión. Un etnocidio contextualizado en términos de prácticas sociales y de culto religioso que no sólo afecta al híbrido de lenguas hasania y su literatura aljamiada, لغن  [legna][5] mucho distante y diferente a la marroquí, sino que ha ido más allá y afecta a toda la identidad cultural. Se trata de una política intencionada y diseñada con sus métodos desde una cultura premeditadamente politizada y usada por Marruecos contra la identidad hasanófona en su conjunto. Un culturicidio que atenta contra el patrimonio cultural en todas sus dimensiones tanto en los territorios que Marruecos ocupa del Sahara Occidental como la soberana Mauritania.
Escribí sobre este tema y lo traté en varias ponencias académicas, tanto en Europa como en Estados Unidos. También lo trasladé en conferencias a pensadores africanos de fecundas obras de estudio relacionadas con las culturas orales como es el caso de Ngügi wa Thiongo, el referente académico e intelectual crítico contra la erosión que causan las políticas coloniales y neocoloniales a muchas oraturas africanas. Para mí es un tema de preocupación que debatí en más de una ocasión con intelectuales del exilio saharaui en España y en Argelia. Tal vez por circunstancias no lo he podido conseguir con referentes mauritanos, pero la intención siempre ha estado presente. Reflexionando me di cuenta que esta acción de militancia académica e intelectual no debe limitarse en visibilizar sólo el culturicidio de una parte que afecta a la cultura hasanófona en el Sahara Occidental y olvidarse de sus otros peligrosos efectos que inquietan a más de tres millones de afrohasanianos en la vecina Mauritania. Y es por ello que toco los tambores para que los atentos y receptivos hermanos intelectuales mauritanos acudan a este debate que nos atañe a todos, los afrohasanianos o bidan.
Indagando sobre antecedentes que han tratado desde la crítica las culturas orales africanas encontré un interesante artículo de la investigadora y periodista Gemma Solés Coll. Un trabajo que titula “El arte Igbo”, un estudio a partir de la gran novela del escritor y poeta nigeriano Chinua Achebe “Todo se desmorona”. Y en el que decía:
“Achebe habla del arte igbo como reflejo de su propio mundo: dinámico, lleno de fuerza y energía, que confiere cualidades de extroversión (va de la privacidad del artista al dominio público) y sociabilidad. Como nuestra aproximación al arte africano, en concreto al arte igbo, va a ser a nivel de cultura grupal como entidad creadora, más que a nivel individual, podemos hablar de “arte igbo” como el conjunto de creaciones artísticas de la cultura igbo, fruto de artistas anónimos. Solés Coll (2011: 31)
La cultura hasanófona en su configuración no es más que parte de esa compleja realidad cultural presente en diferentes partes del África negra. Poco estudiada por el académico postcolonial. Y sí tergiversada por la literatura colonial y neocolonial, como es el caso del Sahara Occidental y Mauritania en los fondos a los que han sido movilizados recursos y autores marroquíes.
Recientemente a finales de julio de este año 2019 leí un artículo del escritor mauritano Abdulah Ould Bouna que me llamo mucho la atención por ser un llamado ante el peligro de un fenómeno anticultural nunca dado en la región, salvo en los periodos de la repartición colonial del continente africano con su destrucción de lenguas y culturas. Ould Bouna titula en árabe su artículo: المغرب خطر استراتيجى يهدد الأمن القومى الموريتانى “Marruecos es un peligro estratégico que amenaza la seguridad nacional mauritana”. Podéis imaginar todo lo que esto conlleva cuando se trata de la usurpación de hechos históricos y de identidad cultural. En el sentido de Frantz Fanon.
"En los países subdesarrollados, las generaciones anteriores han resistido a la labor de erosión realizada por el colonialismo y, al mismo tiempo, han preparado la maduración de las luchas actuales. (...) Fue necesario que más de un colonizado dijera «esto ya no puede durar», que más de una tribu se rebelara, que más de una sublevación campesina fuera aplastada, que más de una manifestación fuera reprimida para que ahora podamos sostenernos con esta certidumbre de victoria". Fanon (1961: 59)
Este osado autor mauritano advierte que “Desde principios del siglo XXI, Marruecos ha seguido una estrategia de largo plazo y de riesgo sin precedentes para Mauritania”. Y destaca los factores ya visibles en Mauritania que delatan este peligroso culturicidio contra la identidad cultural e historia hasanófona de Mauritania. Ould Bouna en sus argumentos cita algunos ejemplos como estos:
    • Marruecos está inundando las librerías en Mauritania con obras falsas que afectan y tergiversan toda la historia material y moral de Mauritania. Y difunde que todos los sabios mauritanos son marroquíes.
    • Marruecos ha irrumpido en una pequeña capa social mauritana que se dedica al libro de los eruditos hasanófonos para enfrentarla, partiendo de sus tesis, con el hermano pueblo saharaui.
    • Marruecos está usando las corrientes sufíes y sus extremas interpretaciones religiosas para influir en las tolerantes corrientes espirituales, religiosas y tribales desde antaño practicadas en Mauritania.
    • Marruecos para esta política está usando la inteligencia marroquí en el juego de la violencia y el contrabando de armas en Mauritania.
    • Marruecos está apoyando a través de su administración la gestión del mercado de drogas y el contrabando que socavan aún más a una sociedad mauritana estrechamente conectada y unida a su cultura. Ould Bouna (2019: Artículo)
Partiendo de estas precisiones de Ould Bouna, es de subrayar que Marruecos se ha apropiado de sabios y eruditos saharauis y mauritanos marroquinizándolos, en contra de la historia de los dos pueblos hasanófonos. Y aquí subrayo las obras y cofradías de Chej Mohamed Elmami, كتاب البادية “Qitab Albadia”; Mohamed Uld Tolba, Chej Malainin y la de Mohamed Uld Mohamed Salem. A principios de la década de los ochenta el culturicidio, o si queremos llamarle etnocidio cultural contextualizándolo desde la vertiente académica, comenzó a denunciarse en el Sahara ocupado a través de la militancia saharaui en el exilio y la diáspora y principalmente desde la militancia saharaui que vive bajo la ocupación marroquí, como es el caso de los activistas saharauis de derechos humanos. Ante ese peligro el intelectual hasanófono ya estaba movilizado y atento al acentuarse esta batalla en su dimensión que conculca y afecta a todo el patrimonio en la parte ocupada del Sahara Occidental. Esta denuncia comenzó a incidir en el debate intelectual y político saharaui en el exilio, poniendo énfasis sobre el peligro que se cierne sobre lo común, es decir la cultura e identidad hasanófona compartida por saharauis y mauritanos. Recientemente algunos intelectuales mauritanos al percatarse tardíamente de los tentáculos de este depredador cultural, aún de manera muy tímida, comenzaron a reaccionar ante el peligro.
Si nos situamos un poco antes en los antecedentes culturales entenderíamos muy bien esta categoría de culturicidio que ya ha adquirido gran escala en el Sahara Occidental y se ha propagado a Mauritania. El difunto intelectual y diplomático saharaui Mohamed Fadel Uld Ismail Uld Es-Sweyih en los años noventa en su libro “El primer Estado Saharaui” aclaraba la configuración étnica afro-senhaya de los pobladores del Sahara Occidental en los siguientes términos:
“El pueblo saharaui es un pueblo africano, de origen árabe-negro-berberisco. Los saharauis pertenecen a los árabes de las tribus Hassán, fracción de los Beni Maquil (originarios de la península Arábiga), quienes llegaron al Sahara y a sus comarcas limítrofes durante los siglos XII y XIII y se mezclaron con las poblaciones berberiscas de Sanhadja que ya vivían en esta región desde el siglo VIII. La mezcla, a lo largo de los siglos, entre las poblaciones autóctonas (Sanhadja) y las poblaciones llegadas del norte, y también con las poblaciones afro-negras que poblaban originariamente la región, dio nacimiento a una población mora, compuesta particularmente de mauritanos y saharauis”. Uld Ismail (1998: 12)
Esta cita de Uld Ismail nos dilucida la abismal diferencia de origen ancestral y de configuración sociocultural actual que separa de Marruecos a estos dos pueblos, saharauis y mauritanos. Y nos advierte que este culturicidio está apareciendo procedente de una cultura intrusa, ajena e impuesta que Marruecos, que comenzó a imponer militarmente en los años setenta en los territorios saharauis ocupados, y que ahora comienza a aplicar en el otro tejido de la misma cultura, Mauritania, pretendiendo desconfigurarla y tergiversarla social y culturalmente.
Como antropólogo, he ido abriendo espacio en mi reflexión y preocupación a esta categoría de culturicidio y la he ido proyectando al mundo académico, tanto en Estados Unidos como en Europa. Resulta evidente la sabiduría saharaui y mauritana en su manera de sopesar un inminente peligro cuando decían, حوت يلكم حوت  es decir “el pez grande se come al chico”.
En un pasaje de mi libro “El sueño de volver” reflexiono sobre cómo el proceso de liberación nacional saharaui y su escuela de pensamiento han invertido en la educación de las nuevas generaciones saharauis, sobre todo los que éramos estudiantes de secundaria, y que fuimos formados por otros estudiantes que habían adquirido su bachillerato o el COU durante los últimos años del periodo colonial español en el Sahara Occidental.
“La meta principal inculcada en nuestras mentes era que pronto regresaríamos al estado saharaui libre y soberano y que nos estábamos preparando para llevar y asumir futuras responsabilidades en las infraestructuras de la nueva nación africana saharaui. Recuerdo que los profesores y los dirigentes que nos visitaban nos recalcaban que seríamos los forjadores del futuro y que España no nos había dejado gente preparada como cuadros, tan solo un profesor y un ATS que cayó en el 1976 en los bombardeos de la localidad de Um Draiga. Por eso se necesitaban médicos, ingenieros, periodistas, profesores, juristas, estadistas, economistas, antropólogos, abogados… Así nos orientaban en las conferencias que nos impartían aquellos cultos y bien parecidos jóvenes melenudos polisarios. Mahmud Awah (2007:51)
Hoy al pensar en este frente cultural y su poder desde su relato en común y compartido entre saharauis y mauritanos, me halaga pensar que juntos seremos suficientes porque ante ese peligro ya sumamos y no restamos por un objetivo de integridad cultural y de identidad hasanófona.  Pienso que ya hace tiempo que toca revertir lo invertido para saldar esa deuda educativa generacional que nos han dado los sabios, eruditos y poetas de nuestra cultura hasaní, y entender por dónde y cómo nos acecha el culturicidio marroquí y poner diques de contención intelectual. También de gestión del liderazgo que deben asumir los dirigentes de ambos pueblos, tanto a nivel regional como nacional. Y si lo logramos habremos cumplido lo que en el siglo pasado nos habría definido el líder y pensador africano Kwame Nkrumah. “No soy africano porque nací en África, sino porque África nació en mí”. Los saharauis y los mauritanos son el mismo pueblo que el colonizador dividió y dispersó en entidades tribales y étnicas unidas por la hasanofonía y su cultura de la que emana su pertenencia a esa parte del África hasanófona y del África saheliana-occidental.
En esta batalla los intelectuales deben estar concienciados y preparados para enfrentarse a esta lacra, alimentada por regímenes reaccionarios contemporáneos, que aún persisten en un continente, que dio mucho por lo más noble de la vida, la libertad, la igualdad, el respeto y la diferencia cultural y de identidad africana. Estos versos de Miguel de Unamuno traducidos y adaptados según la oratura y sus reglas de hasania, sirven para recordar a intelectuales y académicos mauritanos y saharauis que están abocados a desempeñar el rol que le deben a la cultura e identidad hasanófona. بين ايديكم يبك مثبوت\ ليام الفعل الترجم\ كم من شاعر عن ناس اموت\ ؤ فعل حي ابك يتكلم “Cuando me creáis más muerto/ retemblaré en vuestras manos”[6].
El peligro se trata de ser o no ser y como se dice con la filosofía popular hasanófona العاقل يفهم ابقمز “El aghel yafham ib ghamza”, es decir, “el inteligente entiende con un simple guiño”. La cultura hasanófona está en el ojo del huracán marroquí, y si no se enfrentan unidos saharauis y mauritanos a este devorador les engullirá irremediablemente.

BIOGRAFIA
La literatura aljamiada, aproximación general. Karima Bouras. Departamento de Español Universidad Ibn Badis de Mostaganem.
Los condenados de la tierra. Por Frantz Fanon, noviembre de 1961.
Tiris, rutas literarias. Bahia Mahmud 2015.
El primer Estado del Sahara Occidental. Mohamed-Fadel Uld Ismail Uld Es-Sweyih 1998.
Africaneando. Revista de actualidad y experiencias. Núm. 06, 2º trimestre 2011. www.oozebap.org/africaneando



[1] Figura destacada en la historia de la resistencia anticolonial saharaui, también fue uno de los grandes poetas del siglo XX. Este prestigioso poeta saharaui nació en 1856 en Saguia El Hamra y murió en 1936 en Abetih, región norte de Zemur.
[2] Las tribus del sur mauritano que comulgaron desde el primer momento con la presencia colonial francesa en Mauritania.
[3] El nombre de este personaje de la historia saharaui casi desconocido lo he podido rescatar de la memoria del orador literario Mohamed Salem Uld Abdelmayid, a raíz de un viaje de investigación que compartimos en la región de Tiris, octubre de 2011.
[4] Definición de la cultura saharomauritana que articula su identidad en la lengua hasania hablada en el Sahara Occidental y Mauritania. Incluye tanto personas de raza negra como blanca que usan el idioma hasania.
[5] Literatura aljamiada producida del hibrido de lenguas de origen árabe-negro-berberisco, es decir de la lengua  senhaya, zenaga, mezaba incluso del soninké y el wólof escrita con caligrafía árabe, de oratura oficial en el Sahara Occidental y Mauritania.
[6] Versos del poema ‘Me destierro a la memoria’ de Miguel de Unamuno (1864-1936)

SOBRE LOS AUTORES

Sukina Aali-TalebHija del exilio, Sukina Aali-Taleb nació en Madrid por casualidad, de padre saharaui y madre gallega. Es miembro del grupo de escritores La Generación de la Amistad Saharaui y coautora del libro "La primavera saharaui, los escritores saharauis con Gdeim Izik", tras los acontecimientos de El Aaiún, en 2010. Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura en institutos públicos de Madrid. Como no puede ser de otra manera, apoya al Frente POLISARIO en proyectos de ayuda a su pueblo, refugiado y abandonado a su suerte en Tinduf (Argelia), desde hace cuatro décadas.
Roberto MajánRoberto Maján, ilustrador. Le gusta decir que fue el último humano nacido en su pueblo; piensa que eso lo hace especial. Y que su abuela se empeñó en llamarle Roberto en memoria de Robert Kennedy asesinado cuatro días antes. En la época en que nació y se bautizó, el Sahara era español, en el mal sentido de la palabra. El lo sabía por las cartas que recibía de su tío Ramón, destinado allí en su servicio militar. Los sellos que las franqueaban prefiguraron el universo imaginario que tratará de recrear en las imágenes de este blog.
Bahia Mahmud AwahBahia Mahmud Awah. Escritor, poeta y profesor honorario de Antropología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, natural de la República del Sahara Occidental. Nacido en los sesenta en la región sur del Sahara, Tiris, la patria del verso y los eruditos. Cursó estudios superiores entre La Habana y Madrid, donde reside. Pertenece al grupo de Escritores Saharauis en lengua castellana.
Willy VeletaWilly Veleta. Willy Veleta consiguió su licenciatura de periodismo de una universidad estadounidense (ahí queda eso) y ha trabajado en todos los canales privados de TV en España… de los que huyó cuando se dio cuenta de que querían becarios guapos. Ahora es profesor de periodismo en inglés y prepara su tercer libro, una novela sobre los medios.
Liman BoichaLiman Boicha. Se licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente en Cuba. Después de una larga ausencia regresó a los campamentos de refugiados saharauis y durante cuatro años trabajó en la Radio Nacional Saharaui. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado Los versos de la madera y ha participado en varias antologías de poesía saharaui: Añoranza, Um Draiga, Aaiún, gritando lo que se siente, entre otras. Forma parte del grupo poético Generación de la Amistad Saharaui y es miembro de la Asociación de Escritores por el Sahara-Bubisher.
Larosi HaidarLarosi Haidar. Tras el alto el fuego, se instaló en Granada, donde se licenció y doctoró en Traducción e Interpretación. Actualmente es profesor de esta misma disciplina en la Universidad de Granada y ha publicado varios trabajos relacionados con la cultura saharaui. También ha participado en varias antologías de poesía saharaui.

KALPA | Thuk Je Che Tibet - Inicio

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QUÉ ES KALPA

Kalpa es término sánscrito que significa eón o largo período y es utilizado principalmente en cosmología budista e hindú.

En budismo existen cuatro tipos diferentes de kalpas: El kalpa de uso más común dura unos 16 millones de años. Un kalpa de corta duración mide unos 1.000 kalpa comunes o 16.000 millones de años. Un kalpa de tamaño medio dura unos 320.000 millones de años, equiva
lente a unos 20 kalpas cortos. Un gran kalpa dura unos 4 kalpas de tamaño medio, unos 1,28 billones de años.

Buda Gautama no habló sobre la duración exacta de un kalpa en años, pero ofreció varias analogías para calcularlo:

Imagina un enorme cubo vacío en el inicio de un kalpa, con una longitud de arista de unos 25,6 km; una vez cada cien años, insertamos una pepita de mostaza en el cubo. Cuando el cubo se llene, el kalpa terminará.

Imagina una montaña de roca con unas medidas de 26x26x26 km (ancho, largo, alto). Tomamos un pequeño trozo de tela y la frotamos con él una vez cada 100 años. Cuando la montaña desaparezca desgastada, el kalpa terminará.

En una ocasión, varios monjes quisieron saber cuantos kalpas habían transcurrido hasta la fecha. Buda les dio una analogía sorprendente:

Si cuentas el número total de granos de arena de las profundidades del río Ganges, desde donde comienza hasta donde desemboca en el mar, incluso ese número será menor que el número de kalpas que ya han transcurrido.

El Libro Guinness de los récords incluye el Kalpa de 4.320 millones de años como la mayor medida de tiempo de la que se tiene referencia.


Thuk Je Che Tibet
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NASA Live: Official Stream of NASA TV

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Upcoming Live Events (All Times Eastern)
Monday, Nov. 18, 2 p.m.: NASA’s Sounding Rockets: Cutting-edge Science, 15 Minutes at a Time
Monday, Nov. 18, 4:30 p.m.: Commercial Lunar Payload Services media teleconference. NASA will announce additional American companies joining the competitive pool for delivery services to the surface of the Moon through the agency’s Commercial Lunar Payload Services (CLPS)  project. Audio of the teleconference will stream live on this page.
Wednesday, Nov. 20, 3 p.m.: NASA Science Live - Black Hole 101.
Friday, Nov. 22, 5:30 a.m.: NASA TV coverage of Alpha Magnetic Spectrometer repair spacewalk. Spacewalk is scheduled to begin at about 7:05 a.m. Astronauts Luca Parmitano of the European Space Agency (ESA) and Andrew Morgan of NASA will venture outside the International Space Station for the second in a series of five planned spacewalks to repair the particle physics experiment outside the orbiting laboratory.
Sunday, Dec. 1, 6 a.m.: NASA TV coverage of Russian Progress cargo spacecraft launch to International Space Station. Launch is scheduled at 6:30 a.m. EST for the Progress 74 from the Baikonur Cosmodrome in Kazakhstan.
Tuesday, Dec. 3, 8 a.m.: NASA TV coverage of Russian Progress cargo spacecraft docking to International Space Station. Launch is scheduled at 8:40 a.m. EST.
Wednesday, Feb. 5, 11:15 p.m.Launch of Solar Orbiter. Solar Orbiter, a joint NASA/ESA (European Space Agency) mission, will address central questions concerning our star, the Sun. The spacecraft will launch on a United Launch Alliance Atlas V 411 rocket from Space Launch Complex 41 at Cape Canaveral. NASA’s Launch Services Program is managing the launch.

ESA - Luca Parmitano

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ESA - Luca Parmitano





Cosmic Repair Spacewalks
Set to Start this Friday
The International Space Station’s cosmic particle detector will get its first repair job during a series of spacewalks starting this Friday, Nov. 15.

Commander Luca Parmitano of the European Space Agency will lead at least four excursions into the vacuum of space. NASA Flight Engineer Andrew Morgan will assist the commander. The duo will use the new tools and hardware on a series of spacewalks to repair the Alpha Magnetic Spectrometer’s thermal control system.
Astronauts (from left) Luca Parmitano, Christina Koch and Andrew Morgan are pictured at the robotics workstation inside the cupola, the International Space Station’s “window to the world.”
Live spacewalk coverage begins Friday at 5:30 a.m. EST on NASA TV, our website and the NASA YouTube channel.
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