This three-dimensional view of asteroid Bennu was created by the OSIRIS-REx Laser Altimeter (OLA), contributed by the Canadian Space Agency, on NASA’s OSIRIS-REx spacecraft. From Feb. 12 through 17, OLA made more than 11 million measurements of the distance between OSIRIS-REx and Bennu’s surface as the spacecraft flew less than 1.2 miles (2 km) above the surface – the closest orbit ever achieved by spacecraft. OLA obtained these measurements by firing laser pulses at Bennu and measuring the amount of time it takes for the light to bounce off the asteroid’s surface and return to the instrument. That time measurement is then translated into altitude data. Using this data, the OLA team created the 3-D model of Bennu’s surface. The colors represent the distance from the center of Bennu: dark blue areas lie approximately 197 feet (60 meters) lower than peaks indicated in red. Some parts of the asteroid have not yet been measured, which creates gaps in the image. OLA will take nearly a billion more measurements throughout 2019 to complete the first-ever high-resolution 3D lidar map of a near-Earth asteroid.
Dentro de millones de años podría ocurrir en nuestro sistema solar
Un ‘planeta’ moribundo sobrevive a la destrucción de su estrella
En el disco de escombros que ha quedado tras la explosión de una estrella, convertida ahora en una pequeña enana blanca, ha permanecido el resto de un antiguo planeta. Este planetesimal orbita dentro de lo que fue el radio original de su ‘sol’ y seguramente ha perdurado gracias a su riqueza en metales pesados, como el hierro y el níquel.
SINC||04 abril 2019 20:00
Ilustración del planetesimal o fragmento planetario (en primer término, dejando a su paso una cola de gas coloreada de amarillo) orbitando la enana blanca que se ve al fondo, en el centro del disco de escombros. / Universidad de Warwick/Mark Garlick
Un equipo internacional de astrónomos, algunos españoles, ha descubierto los restos todavía unidos de un planeta que ha sobrevivido a la muerte de su estrella, reducida hoy a una enana blanca llamada SDSS J122859.93 + 104032.9 localizada a 410 años luz de distancia de la Tierra.
Este planetesimal se ha encontrado en el disco de escombros de una estrella enana blanca localizada a 410 años luz
Los autores, que publican su estudio en la revista Science, creen que este planetesimal formó parte de un planeta más grande en el pasado y se han sorprendido al comprobar que su órbita está más cerca de su estrella de lo que se creía posible: da un giro cada dos horas.
Su riqueza en metales pesados como el hierro y el níquel pudo ser lo que le ayudó a sobrevivir a la destrucción de su sistema planetario, según los investigadores, que lo han descubierto dentro de un disco de escombros que sirve de ‘alimento’ a la enana blanca.
Este disco está formado por cuerpos rocosos compuestos de hierro, magnesio, silicio y oxígeno, los cuatro bloques clave en la construcción de nuestro planeta y la mayoría de los cuerpos rocosos. En su interior se descubrió un anillo de gas que fluía de un cuerpo sólido, como si se tratase de la cola de un cometa. Este gas puede estar generado por el propio cuerpo o por la evaporación del polvo al chocar con pequeños residuos dentro del disco.
Los astrónomos estiman que este planetesimal debe de tener un tamaño de al menos un kilómetro, aunque podría alcanzar unos pocos cientos de kilómetros de diámetro, comparándose con algunos de los asteroides más grandes conocidos en el sistema solar.
Ilustración de un disco de escombros en torno a una enana blanca. / NASA/JPL-CALTECH
Por su parte, las enanas blancas son los cadáveres de estrellas como nuestro sol que han quemado todo su combustible y se han desprendido de sus capas exteriores, dejando atrás un denso núcleo que se enfría lentamente.
Este es el caso de la estrella anfitriona de este sistema, que se ha encogido tanto que el planetesimal orbita dentro del radio original de su sol. Los datos del estudio sugieren que el fragmento fue más grande y, probablemente, se trata de un planeta pulverizado cuando la estrella comenzó su proceso de enfriamiento.
Su riqueza en metales pesados como el hierro y el níquel pudo ser lo que le ayudó a sobrevivir a la destrucción de su sistema planetario
"La estrella habría tenido originalmente alrededor de dos masas solares, pero ahora la enana blanca representa sólo el 70% de la masa de nuestro Sol; es muy pequeña –aproximadamente del tamaño de la Tierra– y esto hace sea extremadamente densa, como todas las enanas blancas”, explica el autor principal, Christopher Manser, investigador de la Universidad de Warwick (Reinio Unido).
La gravedad de la enana blanca es de cerca de 100.000 veces la de la Tierra. Esto significa que un asteroide típico sería destruido por sus fuerzas gravitacionales si pasase demasiado cerca de ella.
El profesor Boris Gänsicke, también coautor del estudio e investigador de la universidad británica, comenta: "El planetesimal que hemos descubierto está en lo profundo del pozo gravitacional de la enana blanca, mucho más cerca de donde esperábamos encontrar algo. Esto solo es posible porque es muy denso o porque tiene una fuerza interna que lo mantiene unido. Por eso proponemos que está compuesto en gran medida de hierro y níquel”.
"Si fuera hierro puro podría sobrevivir donde se encuentra ahora –añade–, pero igualmente podría tratarse de un cuerpo rico en hierro con una gran fuerza interna para mantenerlo unido, lo que coincide con el hecho de que el planetesimal sea un fragmento muy denso del núcleo de un planeta. Si esto es correcto, el cuerpo original habría tenido cientos de kilómetros de diámetro”.
El futuro de nuestro sistema solar
El hallazgo de este planetesimal también proporciona pistas sobre qué planetas pueden residir en otros sistemas solares y abre una ventana para mirar al futuro del nuestro, cuando desaparezca dentro de unos 6.000 millones de años.
"A medida que las estrellas envejecen –aclara Manser– se convierten en gigantes rojas, que 'limpian' gran parte de la zona interna de su sistema planetario. En nuestro sistema solar, el Sol se expandirá hasta la órbita de la Tierra y arrasará con nuestro planeta, Mercurio y Venus. Marte y el resto de los planetas que están más alejados sobrevivirán y se desplazarán hacia afuera”.
Ofrece pistas de lo que podría ocurrir a nuestro sistema solar dentro de 6.000 millones de años
Las teorías actuales predicen que dentro de 5.000 o 6.000 millones de años nuestro sistema solar tendrá una enana blanca en lugar del Sol, orbitada por Marte, Júpiter, Saturno y los planetas exteriores, así como asteroides y cometas.
Es probable que ocurran interacciones gravitacionales en esta nueva configuración de nuestro sistema planetario, lo que significa que los planetas más grandes pueden empujar a los cuerpos más pequeños hacia una órbita que los acerque a la enana blanca, donde serían destruidos por su enorme gravedad.
“Respecto a la Tierra, los modelos muestran que no tiene posibilidades de sobrevivir y que será engullida por el Sol mucho antes de que la estrella llegue a la fase de enana blanca”, apunta Eva Villaver, astrofísica de la Universidad Autónoma de Madrid que participa en el estudio.
"El caso de nuestro planeta es distinto al planetesimal observado, que es probable que sea el núcleo de un planeta como Jupiter que ha perdido todas sus capas externas”, explica Villaver, aunque apunta otra posibilidad: “También podría ser un asteroide que ha sobrevivido en orbitas lejanas y que luego ha sido lanzado hacia la proximidad de la estrella”.
Espectroscopía desde Canarias
Es la primera vez que se usa la espectroscopía (estudio del espectro de las radiaciones de los objetos) para encontrar un cuerpo sólido en órbita alrededor de enanas blancas. En concreto, se han utilizado las variaciones sutiles en la luz recibida de este sistema para identificar el material adicional que está siendo arrancado de la superficie del planetesimal.
También podría ser un asteroide que ha sobrevivido en orbitas lejanas y luego ha sido lanzado hacia su estrella
A partir de las observaciones realizadas con el espectrógrafo OSIRIS del Gran Telescopio Canarias (GTC), instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos de la isla de La Palma, el equipo estudió el disco de escombros que orbita a la enana blanca.
El coautor Pablo Rodríguez Gil, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de La Laguna (ULL), apunta que este planetesimal “es el segundo encontrado orbitando alrededor de una enana blanca muy cerca de ella”. El anterior se localizó con otra técnica, el llamado 'método del tránsito’, porque los restos pasaban frente a la estrella y bloqueaban parte de su luz.
“Para encontrar esos tránsitos –precisa Gil– tiene que darse una alineación casi perfecta entre el plano del disco de escombros y nuestra línea de visión. Como esto no ocurre con frecuencia, se ha de observar un gran número de enanas blancas para dar con la geometría adecuada”.
“Con el GTC y sus instrumentos vamos a seguir estudiando otros sistemas con discos de escombros muy similares al de SDSS J122859.93+104032.9 para encontrar más planetesimales orbitando enanas blancas y recoger valiosa información”, concluye la coautora Paula Izquierdo Sánchez, estudiante de doctorado del IAC/ULL.
Referencia bibliográfica:
C.J. Manser et al. “A planetesimal orbiting within the debris disc around a white dwarf star”. Science, 4 de abril de 2019.
Los homínidos de Tongzi podrían ser un nuevo linaje humano en Asia
Entre 1972 y 1983 se hallaron cuatro dientes en la cueva de Yanhui en Tongzi, al sur de China, y fueron asignados por su antigüedad de entre 240.000 y 172.000 años a un Homo erectus o a un Homo sapiens arcaico. Un estudio revela ahora que estos restos no se ajustan al patrón morfológico de Homo erectus clásico, por lo que podrían representar a los tan buscados denisovanos.
SINC||03 abril 2019 12:05
Los cuatro dientes de Tongzi. / Song Xing et al
Los investigadores María Martinón-Torres y José María Bermúdez, de Castro, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), son coautores de un estudio sobre los homínidos de Tongzi, publicado en la revistaJournal of Human Evolution, que revela que sus dientes no se ajustan al patrón morfológico de Homo erectus clásico por lo que podrían potencialmente representar a los tan buscados denisovanos.
Los cuatro dientes estudiados, hallados entre 1972 y 1983 en la cueva de Yanhui, en Tongzi, al sur de China, tienen una cronología de entre 240.000 y 172.000 años de antigüedad, y se asignaron en un principio a Homo erectus tardío o a un Homo sapiens arcaico.
Los resultados apuntan a la existencia de más de una población humana en el este de Asia durante este período
En este estudio, liderado por Song Xing del Institute of Vertebrate Paleontology and Palaeoanthropology de Pekín (IVVP), además de las comparaciones morfológicas estándar, se ha reevaluado la morfología de los dientes de los homínidos mediante análisis de morfometría geométrica y microtomografía computarizada (micro-CT).
Los dientes de Tongzi se compararon principalmente con homínidos del mismo período cronológico (Pleistoceno Medio tardío) y/o de la misma área geográfica (Asia oriental), aunque se ha incluido una amplia gama de homínidos en la muestra comparativa.
En general, los resultados apuntan a la existencia de más de una población humana en el este de Asia durante este período: una que puede clasificarse taxonómicamente como H. erectus (representada por fósiles como Zhoukoudian, Hexian y Yiyuan); y una segunda que se caracteriza por la expresión de rasgos derivados que se encuentran más comúnmente en especies del género Homo más recientes, como la simetría de la corona, la reducción lingual y la superficie de la dentina simplificada del tercer premolar.
“Serán necesarios más hallazgos fósiles y genéticos para poder evaluar la taxonomía de las poblaciones “no-erectus” del Pleistoceno Medio asiático, como los homínidos de Tongzi, quienes podrían ser unos buenos candidatos al linaje de los denisovanos”, señala María Martinón-Torres.
Posibles candidatos: los denisovanos
Son una población relacionada con los neandertales que habitó en Asia durante el Pleistoceno Medio tardío y el Pleistoceno Superior, y que se descubrió en el año 2010 a partir del análisis genético de una falange y un diente hallados en la cueva de Denisova, en el macizo de Altai (Rusia).
De los denisovanos se ha obtenido abundante información genética, pero apenas se tienen restos fósiles, por lo que su aspecto físico y su identificación en el registro fósil sigue siendo un misterio.
Referencia bibliográfica:
SongXing et al. "Late Middle Pleistocene hominin teeth from Tongzi, southern China" Journal of Human Evolution 130: 96-108 mayo de 2019
Two new productions compare the sufferings and strengths of modern-day women
The productions examine the sufferings of the modern-day women through the mythological characters of Draupadi and Shoorpanakha.
Vidhya Subramanian
Dressed in a saffron costume acclaimed, as Bharatanatyam exponent Vidhya Subramanian took to the stage at Stein Auditorium in India Habitat Centre on Wednesday evening, to recite the cheer haran of Draupadi from the pages of the Mahabharata, the audience was little prepared for what lay ahead. With her feet wrapped in a sari, the moment her legs went up in the air as she lay on the ground, they trembled with fear as invisible men assaulted her. The audience’s eyes froze when she echoed Nirbhaya’s name minutes later. She was then heard saying, “We are Draupadi. Draupadi is us”. The act titled Still I Rise premiered at Palo Alto in California in May last year.
Written by Muskan Bhardwaj |Chandigarh |Updated: April 5, 2019 8:13:39 am
Chandigarh music fest to raise funds for under-privileged kids
KRBF brings together music lovers, to aid funds for under-privileged children suffering from congenital heart defects. The musical opus will unfold with Parikrama leading the jam on April 19 with folk and contemporary duo, Maati Bani, and contemporary Indie pop singer Shubhangi Joshi.
Chandigarh’s ‘Kasauli Rhythm and Blues Festival 2019’ music fest will aid funds for under-privileged children suffering from congenital heart defects. (Representational Image)
One of the biggest music-based fund-raisers in the country, ‘Kasauli Rhythm and Blues Festival 2019’, will host its eighth edition on the Easter weekend from April 19 to 20.