Los 21 adultos y 13 niños, estos con edades entre los 2 y los 17 años, que viven en el inmueble de la calle de Peironcely 10, en Entrevías, edificio que el fotógrafo Robert Capainmortalizó durante la Guerra Civil como símbolo de los bombardeos franquistas, tendrán que dejar sus pisos en alquiler. El propietario, el empresario Luis Santiago Barrena Iturbe, les ha comunicado su intención de derribar el inmueble. El edificio no está protegido a pesar de su valor histórico.
El pasado martes, Barrena Iturbe se presentó en el edificio para comunicar a 14 familias que viven en él que tendrán que desalojar sus casas porque el edificio será demolido en los próximos dos meses. Dos de los inquilinos, Juan Nolasco y Mario Arraga, señalan que el casero les comunicó que “el derribo parcial iba a comenzar este mes de octubre”, cuando la pareja que vive en el piso número 1 deje la vivienda, como han anunciado. El viernes, varios vecinos, como Rosa Báez, han recibido por burofax una notificación en la que se les deniega la prórroga de su contrato de alquiler, por el que, según declararon a EL PAÍS el pasado agosto, pagan unos 350 euros. “Tenemos humedades, una instalación eléctrica de la época de la posguerra y las paredes se están cayendo poco a poco”,se lamentaba uno de los alquilados.
Luis Santiago Barrena Iturbe es propietario de 14 de las 15 viviendas del edificio y también es “el dueño del hotel Ibis de la M-30 y está vinculado a numerosas empresas inmobiliarias”, ha informado la la plataforma #SalvaPeironcely10 en un comunicado. La plataforma, promovida por la Fundación Anastasio de Gracia, vinculada al sindicato UGT, está integrada por 20 entidades nacionales y extranjera. En junio pasado, estas instituciones iniciaron una campaña para que el inmueble fuera declarado Bien de Interés Patrimonial por la Comunidad de Madrid, y que el Ayuntamiento lo recogiese en su catálogo de bienes y espacios protegidos “por su especial valor histórico”. La plataforma pedía ante todo que las personas que viven en Peironcely fueran realojadas en viviendas dignas y que, posteriormente, la casa se convirtiese en un espacio museográfico sobre la Guerra Civil.
El empresario ha anunciado a los vecinos su intención a pesar de que el Ayuntamiento de Madrid se comprometió, el pasado 20 de julio en un pleno, a proteger el edificio, incluyéndolo en el catálogo de bienes y espacios protegidos. El compromiso del Ayuntamiento incluía la resolución de las malas condiciones de habitabilidad del edificio, según explicó el pasado julio el concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo. La propuesta al pleno llegó a través de la responsable de Cultura del PSOE en el Ayuntamiento, Mar Espinar, quien afirmó entonces que ya existía un informe de enero de Madrid Salud, organismo dependiente del Ayuntamiento, que señalaba que “el edificio observa problemas de insalubridad y muy deficientes condiciones de habitabilidad que suponen un grave riesgo para la salud física y psicológica de los moradores”.
La casa de Peironcely sufrió los impactos de la metralla en noviembre de 1936, durante el asedio y los bombardeos sobre Madrid de los sublevados. El célebre fotógrafo húngaro Robert Capa la convirtió en un símbolo, gracias a la publicación en revistas extranjeras de un reportaje que incluía la foto de la fachada agujereada, pero con unos niños sonrientes jugando delante entre los escombros.
Fachada del inmueble de Peironcely, 10, con las huellas de la metralla que han sido tapiadas.FUNDACIÓN AGFITEL
La memoria histórica sobre esta casa fue recuperada en 2010, cuando el fotógrafo José Latova, con motivo de una exposición sobre los bombardeos en Vallecas, identificó la casa de Peironcely con la retratada por Capa. Esas huellas de la guerra, que seguían visibles en algunos tramos de la fachada, han sido cegadas recientemente por empleados del empresario, han informado los vecinos.
Según Latova, el reportaje de Capa eran “imágenes de propaganda” contra la sublevación franquista porque el barrio ya estaba deshabitado por los bombardeos cuando hizo las fotos y los niños que aparecían en las imágenes también los había retratado Capa en otras zonas de la ciudad. El trabajo del fotorreportero fue publicado en medios de Francia, Estados Unidos (revista Life), Reino Unido y Suiza. Latova subrayó que esta fue la primera foto de Capa con gran repercusión.
Por su parte, la Dirección General de la Comunidad de Madrid notificó el pasado 30 de agosto a la Fundación Anastasio de Gracia su decisión de "desestimar" la solicitud de Bien de Interés Patrimonial para Peironcely10. Ante esta decisión, según el coordinador de #SalvaPeironcely, José María Uría, se ha presentado un recurso de alzada ante la Consejería de Cultura y se ha convocado, para el 28 de octubre, un acto en Peironcely en el que el hispanista Ian Gibson, uno de los intelectuales que apoya la petición de que la casa sea convertida en centro cultural, leerá una carta dirigida a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, para que se comprometa con la protección del inmueble. “Esta casa es un emblema de la base social de Madrid”, subraya Uría. Fue construida en 1927 y respondía al modelo de vivienda barata para familias obreras. Tras la guerra fue reconstruida y parcelada en pisos.
A la campaña #SalvaPeironcely10 se unieron personalidades y entidades culturales españolas y extranjeras. Como los escritores Juan José Millás, Almudena Grandes, Rosa Regás, Luis García Montero y Espido Freire, el historiador Julián Casanova, la fotógrafa Colita, el ex director general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza y los cantautores Luis Pastor e Ismael Serrano.
ESPINAR: “NO TE PUEDES RELAJAR Y LUEGO LAMENTARTE”
La portavoz de Cultura del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Mar Espinar, anunció ayer que llevará una pregunta a la próxima Comisión de Urbanismo “para ver si se puede frenar el derribo y el desalojo de las familias”. Espinar criticó a Ahora Madrid porque “mientras ellos piensan, el mundo sigue”. “No puedes relajarte y luego llevarte las manos a la cabeza. Urbanismo debe advertir al propietario que este tema se está aún estudiando. La licencia de derribo la da el Ayuntamiento, así que debe ser consecuente”.
Por su parte, fuentes de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid declararon a EL PAÍS que "hay un compromiso del pleno del Ayuntamiento para proteger el edificio y que el Gobierno municipal actuará en consecuencia", sin especificar más detalles.
Cartel de Alphonse Mucha para la obra 'Medea', interpretada por Sarah Bernhardt.MUCHA TRUST
“El sol tenía un brillo estival, a las seis ya se oían los trinos y el ajetreo de la Rambla. Los gritos y el ruido de los carruajes llenaban el aire desde el amanecer”. Quien describió así las primeras horas de un día de abril de 1898 en Barcelona es el artista checo Alphonse Mucha, llegado entonces para ilustrar una Historia de España. Mucha fue uno de los artífices del art nouveau, el modernismo que tanto brilló precisamente en la ciudad catalana. Casi 120 años después de aquel viaje que le llevó, durante tres meses, también por Tarragona, Valencia, Granada, Córdoba, Toledo, San Sebastián, Madrid... llega a la capital la exposición Alphonse Mucha, que resume su enorme variedad creativa, con más de 200 piezas entre óleos, carteles, fotografías, esculturas y objetos decorativos.
Del periplo Mucha dejó escritas unas memorias inéditas, que ahora se han traducido del checo al inglés, por primera vez, y a las que ha tenido acceso este diario. En ellas describe su euforia por la naturaleza que veía y por una belleza “presente por doquier”; su fascinación por las corridas de toros (“orgías de heroísmo”) y la diversidad de las gentes, “españoles de tez oscura, unos descendientes de África; otros, herederos de los celtas de cabello castaño o de los visigodos rubios". Resfriado en el fresco interior de la Mezquita de Córdoba, admirado del “milagro árabe de la Alhambra” o impresionado por “la mortal tristeza” de El Escorial, quedaron también un cuaderno de dibujos, y tres óleos y una acuarela, uno de ellos representa a Fernando el Católico aceptando las llaves de Granada.
Sin embargo, el motivo principal de su recorrido español se truncó con la muerte, en 1900, del editor de París que le había encargado tan placentera tarea. Tampoco podemos deleitarnos con las fotografías que tomó porque en la aduana, unos agentes con exceso de celo, le velaron los negativos. Mucha fue un apasionado del arte de la imagen, se divertía tomándose como modelo o fotografiando a sus amigos, como a Gauguin, tocando el armonio, sin pantalones, en el estudio del checo.
Estas fotografías sí pueden verse en la exposición Alphonse Mucha, en el Palacio de Gaviria, un edificio de mediados del XIX que antes fue centro comercial de decomisos y discoteca. La retrospectiva, hasta el 25 de febrero de 2018, organizada por la empresa Arthemisia y la Fundación Mucha, transmite la poliédrica creatividad de este artista. En el paseo dominan sus carteles de mujeres sensuales y elegantes, retratadas desnudas con su cámara; coquetos autorretratos fotográficos, pero también hay joyas, diseños de vestuarios, etiquetas, botes, cajas de galletas, abanicos...
Nacido en 1860 en la región de Moravia, entonces en el Imperio Austriaco, Mucha fue otro de los muchos aspirantes a artista que recaló en París. Llegó en 1887 a una megalópolis que preparaba la Exposición Universal y construía su Torre Eiffel. Sobrevivió como ilustrador de libros y revistas en unos años en que las principales ciudades europeas hervían por los cambios políticos y tecnológicos, que se iban a trasladar al art nouveau. Nombre que procede de una galería de arte parisiense, pero una etiqueta que a Mucha no le gustaba, cuenta su hijo Jiri en el catálogo de la exposición.
ver fotogaleríaEl artista Alphonse Mucha, en un autorretrato fotográfico en su estudio de Bohemia.MUCHA TRUST
Reminiscencias bizantinas
Su estilo se caracteriza por las reminiscencias bizantinas, con flores, arabescos y una aureola mística que impactaron en el París finisecular, todo ello favorecido por una novedosa técnica de impresión: la litografía en color, un proceso que supervisaba en todos sus pasos. Sin embargo, lo que cambió la vida de Mucha fue su cruce con la popularísima actriz francesa Sarah Bernhardt, tras el encargo del cartel para la obra Gismonda, en 1894. Cuando la intérprete lo vio, le dijo: "¡Qué bonito! Desde ahora vas a trabajar para mí, no te vas a separar de mí".
El afiche tapizó las paredes de París y le convirtió en un artista popular. Los parisinos se enamoraron de ese anuncio alargado y de tonos pastel con el que logró un contrato de seis años con Bernhardt. Las grandes marcas querían al fenómeno que había convertido los carteles en obras de arte: Moët and Chandon, etiquetas para perfumes, calendarios, paneles decorativos, jarras... “Mi arte, si se puede llamar así, se puso de moda. Se difundió por fábricas y talleres”, declaró. En 1904, visitó Estados Unidos, donde trabajo en murales y decorados de obras de teatro. La prensa lo agasajó como “el mejor artista decorativo del mundo”.
Eslavo defensor de la independencia de su tierra del yugo Habsburgo, imprimió su patriotismo a lo que producía porque “el artista tiene que ser fiel a sus raíces nacionales”, sostenía. Fue quien diseñó los primeros sellos y billetes de la recién nacida Checoslovaquia, en 1918, por la desintegración del Imperio Austro-Húngaro. Su nacionalismo fervoroso rebrotó al final de su vida creativa, con los 20 grandes cuadros de un proyecto que llamó Epopeya eslava. Para un hombre que de palabra y obra había mostrado tanto amor por su patria, no es difícil imaginar lo que supuso la invasión nazi de Bohemia y Moravia, el 15 de marzo de 1939. Mucha fue arrestado e interrogado por la Gestapo. Cuando lo liberaron se encontraba en un estado tan lamentable que murió poco después, el 14 de julio. Sin embargo, su arte sobrevivió y los cuadros de la Epopeya eslava, escondidos durante la Segunda Guerra Mundial, reaparecieron en los años sesenta en Checoslovaquía.
MÍSTICO Y MASÓN
Junto al amor por su patria, Alphonse Mucha mostró un elevado interés por lo espiritual. Si conocer a Sarah Bernhardt le llenó el bolsillo de dinero, contactar con el dramaturgo sueco August Strindberg le sumergió en la masonería. En enero de 1898, Mucha se unió a la logia parisiense del Gran Oriente de Francia, la más antigua de la Europa Continental, explica el catálogo de la exposición. Su credo fue desde entonces difundir con su arte el amor y la belleza, para contribuir a la evolución del ser humano. Mucha expresó esa espiritualidad en óleos como Visión (estudio en azul) y la experimentó en autorretratos con doble exposición que le daban un aspecto espectral.
Julie Mehretu, ante la obra 'Conjured Parts (Bardu)', de 2016, en el Centro Botín, BELÉN DE BENITO
Dice Amin Maalouf que Julie Mehretu "insufla armonía en el caos de nuestro tiempo" porque "doma la ferocidad del mundo confiriéndole gracia y dignidad". Tal vez se refiere el autor franco-libanés de Identidades asesinas a que debajo de las pinceladas enmarañadas de la artista etíope hay un principio de orden, una especie de cuadrícula, una base arquitectónica. Esa marca es muy visible en muchos de los enormes lienzos que se pueden ver desde hoy en el Centro Botín, pero en otros, como en la impactante pintura que acaba de terminar a partir de una fotografía de una manifestación nazi en Dresde, hay que mirar a un lado para encontrar esa concordia, al gran ventanal de la sala por donde se cuela la luz y el mar de la bahía santanderina en el nuevo edificio diseñado por Renzo Piano.
"Es increíble ver mis obras con esta luz natural y este entorno", comentaba esta mañana la creadora de 47 años, una de las más destacadas de su generación en EE UU, donde se fue a vivir su familia cuando era niña. Sus pinturas y dibujos reflejan los conflictos mundiales, desde la guerra de Siria hasta el racismo. "Hay racismo en EE UU como en todo el mundo. El auge de ahora del racismo es muy complejo. Pero también hay avances y una importante reacción proteccionista, como se ve en el Brexit, en EE UU o con el crecimiento de la derecha en Alemania. Son movimientos cíclicos, de acción y reacción, que se repiten a lo largo de la historia. He tenido que inventar un nuevo lenguaje para navegar dentro de esta situación convulsa para poder contarla", señaló.
De hecho, una de las cuestiones más llamativas de la obra de Mehretu es el singular uso que hace del dibujo y la pintura, técnicas que soportan el peso de la tradición, y que se dan por muertas cíclicamente en el mundo del arte, para contar los conflictos que nos rodean. "Siempre he trabajo con ellas. El lenguaje me eligió. La marca es el primer gesto. Hay marcas tan finas y elegantes de personas de hace 5.000 o 6.000 años. Los que niegan las posibilidades de la pintura son los que consideran que está muerta", dijo. "Está reinventando el idioma de la pintura como instrumento vivo para explicar qué está pasando", apuntó el director artístico del Centro Botín, Benjamin Weil.
La exposición Julie Mehretu. Una historia universal de todo y nada reúne una selección de cerca de 30 pinturas y 60 dibujos en una suerte de 'flash-back' de diez años, según explicó Vicent Todolí, comisario de la exposición, que permanecerá abierta hasta el 25 de febrero, tras recalar una selección de la misma en la Fundación Serralves de Oporto. En el Musac de León se pudo ver en 2006 una exposición de la obra de esta creadora, que despuntó en la escena artísitica neoyorquina de los noventa. Ahora, se ha reunido la muestra más completa de Mehretu en Europa. Es una de las artistas de su generación más emergentes del momento, como pone de manifiesto la gran retrospectiva itinerante que se está preparando en EE UU que se inaugurará en Los Ángeles y concluirá en el Whitney de Nueva York. Por una de sus obras se ha llegado a pagar siete millones de dólares, según señaló Weil.
ampliar fotoVarias personas observan la exposición, ayer, en la presentación.PEDRO PUENTE HOYOS (EFE)EFE
En el recorrido expositivo que propone el Centro Botín de Santander, en su segunda gran exposición, tras la dedicada a Carsten Höller, en su apertura de finales de junio, se puede apreciar desde "cierta visión crítica de la utopía de las vanguardias", hasta una "distopía" final, pasando de "un mundo de luz a un mundo de oscuridad", añadió Todolí, también presidente de la Comisión Asesora de Artes Plásticas de la Fundación Botín.
La Mehretu es una artista "en constante evolución" que, "a pesar de que tuvo éxito pronto, no ha caído en la tentación de seguir haciendo lo mismo, sino que ha evolucionado, tomando sendas bastante divergentes", indicó. Sus pinturas se crean "a través de la destrucción": "borrando construye y construyendo destruye". Un proceso creativo que queda patente en las obras toda vez que forma parte de las mismas.
"Mi pintura evoluciona hacia la oscuridad debido a los movimientos sociales ocurridos entre los años 2011 y 2013, de las revueltas sociales en EE UU, México, Brasil y el Norte de África. "Nací en Etiopía y nos vimos obligados a salir en busca de una libertad que no teníamos. Después de una dictadura muy duradera creíamos que teníamos la posibilidad de lograrla, pero no fue así. Ese enfrentamiento se refleja en mi puntura, que evoluciona hacia algo más gris y más oscuro para inventar una manera de contar lo que ocurre. Es gris pero también tiene posibilidades", explicó la artista.
Cuando un artista es muy poderoso, acaba siempre por crear un público a su propia imagen y semejanza. En la muestra del pintor Ignacio Zuloaga, que se celebra en la sala Mapfre de Madrid, se puede comprobar una vez más esta relación mágica. Consiste en que la mayoría de espectadores de la obra de un gran artista suele tener un diseño físico muy parecido a las figuras de los cuadros. Esta misteriosa atracción mutua se da a menudo en los grandes eventos artísticos en galerías y museos. El arte joven produce espectadores jóvenes, la pintura abstracta atrae a espectadores desinhibidos, la estética pop se ve rodeada de espectadores alegres y desenfadados, el realismo social engendra espectadores serios y comprometidos, el informalismo genera estetas informales, las instalaciones, performances y happenings disparatados acumulan siempre gente loca alrededor, que juega a convertirse ella misma en obras de arte. En este caso al mundo recio y oscuro de Ignacio Zuloaga, compuesto de damas de negro, caballeros severos, toreros y manolas, retratos adustos con galgos puntiagudos, castillos y paisajes bajo nubarrones morados, que se corresponde con un público compuesto en su mayoría por personas de edad consolidada, hombres y mujeres de diseño antiguo, que contemplan los cuadros como quien se mira en un espejo de luna del armario con una actitud reverente y educada. Parecen ser españoles muy españoles los que deambulan en silencio por el aire denso y penumbroso de la sala, admirados por la maestría del pintor que, en su momento, pese a ser vasco, encarnó el espíritu nacional castellano.
Esta mutua atracción como fenómeno estético se manifestó públicamente por primera vez en la exposición que en 1964 Andy Warhol realizó en Filadelfia. Por un percance del transporte los cuadros no llegaron a tiempo a la galería; no obstante, la inauguración se celebró con las paredes vacías. Warhol desde un altillo descubrió que la sala se parecía a una pecera llena de crustáceos que se movían, excitados unos por otros, como única fuente de energía. A nadie le importaba que no hubiera cuadros. Estaban allí solo para mirarse en el espejo del artista como única forma de existir. En ese momento, Warhol tuvo la revelación de que aquellas criaturas que llenaban la sala eran su obra de arte. Si un bote de sopa Campbell es un icono americano, ¿por qué no podemos serlo yo ─se dijo el artista─ y cada uno de los espectadores? Su verdadera creación eran aquellos extraños seres que había conseguido reunir entre cuatro paredes blancas y que no se parecían en nada al resto de los habitantes de Nueva York, sino solo a sí mismos como tribu, el rostro blanco con polvos de arroz, adornada la cresta roja con plumas de marabú y el cuerpo anoréxico alicatado con cristales de colores.
Esta relación mágica no solo se produce en las galerías y en los museos; se expresa también en la historia de un país y conforma la imagen de una sociedad. Ignacio Zuloaga, nacido en Eibar en 1870, es el pintor coetáneo de la Generación del 98 y asume plásticamente la estética de la España Negra, con el derrotismo de una literatura amarga, que trata de revivir el espíritu castellano como símbolo de lo español. Pese a que se formó en París en 1890, donde pudo absorber todo el aire de la modernidad y las alegres vivencias del arte como una fiesta feliz, de regreso al país, adherido a un clasicismo pictórico, frente a la España luminosa de Sorolla adoptó el aire conservador, tradicionalista e incluso reaccionario. Su talento y poder como artista está fuera de discusión, pero Zuloaga tiene una dimensión política, puesto que puso su arte al servicio de una opción ideológica franquista hasta el punto de pintar al propio dictador como figura histórica y al general manco Millán Astray como modelo de heroísmo. Si Pablo Picasso con el Guernica produjo un grito mundial contra la violencia fascista, Zuloaga trató de plasmar como réplica el asedio del Alcázar de Toledo en 1936 por las fuerzas republicanas. El contenido nacionalista de su obra está aliado a la celebración de tradiciones populares, escenas de labriegos segovianos a la sombra de su boina, de señoras con mantilla negra, de poblachos con campanarios envueltos en nubes atormentadas. Más allá de esta plástica potente, pero estéticamente rancia y tenebrosa, la pregunta que uno se formula ante la exposición de Zuloaga es si la España de este pintor existe todavía, si esos espectadores de aspecto grave que deambulan por la sala son figuras escapadas de los cuadros en busca del autor. Junto a la muestra de Zuloaga, en la sala contigua se exhiben unas pinturas de Joan Miró. La sala estaba deshabitada y llena de luz. Solo una joven, abanicándose con un catálogo, contemplaba un óleo surrealista lleno de estrellas. Esta única espectadora, de belleza transparente, era también una criatura de Miró.
La película húngara Jupiter's Moon, una fábula fantástica sobre la crisis de los refugiados en Europa del director Kornél Mundruczó, ha ganado este sábado el premio a la mejor película de la sección oficial del Festival de Sitges en su 50ª edición. Según el jurado, el galardón lo ha recibido por "valentía al mezclar fantasía con un tema tan actual". Además, ha obtenido el trofeo a los mejores efectos visuales.
El Premio Especial del Jurado ha sido para la noruega Thelma, de Joachim Trier, que también ha visto reconocido su guion en el palmarés, y el premio a la mejor dirección -y también mejor dirección novel- ha recaído en la francesa Coralie Fargeat por Revenge. Los galardones a las mejores interpretaciones los han obtenido Marsha Timothy, por Marlina the Murderer in Four Acts, y Rafe Spall por The Ritual.
Tráiler de 'Jupiter’s Moon'.
El palmarés de la sección oficial se completa con el premio a mejor cortometraje para R.I.P., de los cineastas catalanes Albert Pintó y Caye Casas, que han logrado un doblete al obtener también el Premio del Público gracias a su largometraje Matar a Dios. El Premio de la Crítica José Luis Guarner ha resultado ex aequopara la brasileña As boas maneiras, de Juliana Rojas y Marco Dutra, y The Killing of a Sacred Deer, del griego Giorgos Lanthimos.
Jupiter's Moon, que se estrenará en España el 7 de noviembre, arranca con una secuencia impactante, en la que se ve a una oleada de inmigrantes intentando cruzar ilegalmente la frontera para entrar en Hungría. Uno de ellos, Aryan, recibe un disparo de la policía, y esa herida le confiere el poder de levitar. Con la ayuda de un médico corrupto, que se queda fascinado con el poder de Aryan y a la vez espera sacarle partido a ese milagro, el inmigrante, que solo quiere reencontrase con su padre. intentará huir de un campo de de refugiados. Mundruczó, director de White God y habitual de Cannes, trabajó durante un tiempo en un centro parecido, y de ahí salió la idea, en la que llega incluso a reflexionar sobre un nuevo Mesías sin abandonar el formato de superhéroes y el tono fantástico. Su título señala directamente al corazón del problema: la luna de Júpiter es Europa.
Tráiler de 'Thelma'.
Entre el resto del larguísimo palmarés del certamen de Sitges, por su multitud de secciones, destaca el premio a mejor documental para el extraordinario 78/52,de Alexander O. Philippe, que analiza la mítica secuencia de la ducha de Psicosis, de Alfred Hitchcock, que dura 52 segundos y contiene 78 planos (de ahí su título). Y el premio Méliès de Plata, galardón que otorga cada festival de este género para escoger a final de la temporada el mejor filme del año de terror o fantástico, recayó en Thelma, de Trier, que ya había dejado un buen sabor de boca en Cannes.
Getafe Negro arranca mañana su décima edición atrayendo a más de un centenar de escritores a la localidad madrileña y con Europa, el humanismo y la libertad de prensa como ejes
Carteles de la última edición del festival de novela negra Getafe Negro en la localidad madrileña.JULIAN ROJAS
Han pasado 10 años desde que al escritor Lorenzo Silva se le ocurrió una idea loca: “Aunque el modelo de citas culturales descentralizadas funciona en otros países —como en Francia—, lanzar un festival literario centrado en la novela negra y con aspiraciones globales desde las afueras de Madrid, tuvo algo de temerario”. Silva, además de ideólogo es comisario de Getafe Negro, festival literario que desde mañana (y hasta el 24 de octubre) celebra su décima edición llenando la localidad del sur de Madrid de misterio, asesinatos, escritores, lectores, gincanas, mesas redondas y literatura, mucha literatura.
“Las primeras ediciones fueron difíciles”, reconoce Silva, “cuando le explicaba la gente el proyecto siempre me preguntaban: ‘Y... ¿por qué en Getafe?’. A lo que yo les contestaba: ‘Y… ¿por qué no?”. Su instinto no le falló: si en la primera edición hubo 40 autores invitados, en la que arranca mañana se superan los 150con grandes nombres de la literatura como: John Banville, Almudena Grandes, Eduardo Mendoza, Marta Sanz, Ian Manook, Víctor del Árbol, Carlos Zanón, Manuel Gutiérrez Aragón, Juan Madrid, Luca D’Andrea, Antonio Mercero, Enrique Urbizu, Bruno Arpaia, Julián Ibáñez...
“Banville —que acaba de ganar el Premio RBA de Novela Policiaca 2017 conPecado y que firma bajo el seudónimo Benjamin Black— es uno de los mejores escritores de novela negra actuales; Luca D’Andrea, el mejor representante del spaghetti crime [novelas negras italianas que triunfan en decenas de países con su fórmula global] y Manook, uno de los grandes renovadores del género en Francia”, resume Juan Carlos Galindo, periodista de EL PAÍS, apasionado del género y autor del blog Elemental en este diario.
Los tres autores que cita tienen novela recién salida del horno, como los barceloneses Carlos Zanón y Victor del Árbol: “Dos de los mejores y más prestigiosos dentro y fuera del género negro”, apunta Galindo. Y todos ellos estarán presentes en la cita en encuentros con los lectores o en mesas redondas gracias al esfuerzo de David Barba, coordinador de la programación literaria del certamen.
“Si el festival se presentó con una edición dedicada a África, en nuestro décimo aniversario no hemos invitado a un solo país, como en las ediciones anteriores”, cuenta Silva; “esta edición se centra en un continente, en Europa, con la intención de ampliar la mirada y hacer recapitulación”. Así, según explican los organizadores, la cita gira en torno a tres ejes: “El futuro del Viejo Continente en un momento en el que los valores que han construido Europa están en entredicho; la libertad de expresión, cuya defensa exige una reflexión sobre las formas de poder en el siglo XXI y el secuestro del humanismo ya que la sociedad actual valora cada vez menos su legado”.
Además, se profundizará en la figura de la Guardia Civil como personaje literario, tras la eclosión de novelas relacionadas con el cuerpo, y en la violencia terrorista de ETA en su faceta literaria. Si Patria de Fernando Aramburu fue el libro del año pasado, Edurne Portela relata en Mejor la ausencia, su primera novela, la dura vida cotidiana de una familia vasca entre las décadas de los años setenta y ochenta, donde además del terrorismo aparecen la violencia machista, la precariedad económica o la heroína.
“Corremos riesgos desde la primera edición”, dice con orgullo Silva. “Por un lado, seguimos apostamos por autores noveles como Portela o Lorenzo Luengo. Por otro, el Premio Getafe Negro ha colocado en el panorama literario a autores que no eran tan conocidos y que han acabado siendo fenómenos”, agrega. Todo con un presupuesto de 50.000 euros, aportados por el Ayuntamiento de Getafe. A esta partida se suma otra de cuantía semejante obtenida a través de varios patrocinios.
“El futuro de la novela policiaca está asegurado en Getafe: 10 años nos parecen todavía pocos porque con Getafe Negro ganamos todas y todos”, resume la alcaldesa Sara Hernández, socialista. Lorenzo Silva lo cuenta así: “Getafe ya tiene dos marcas conocidas: el Getafe Fútbol Club y Getafe Negro”.
ENCUENTROS CON ESCRITORES
Almudena Grandes. La madrileña presenta su última novela, Los pacientes del doctor García. Martes 17, a las 19.00. Espacio Mercado.
Eduardo Mendoza. El galardonado con el Premio José Luis Sampedro 2017 participa en un encuentro con lectores en la biblioteca Luis Rosales de Carabanchel. Miércoles, 18 de octubre, a las 19.00.
Luca d’Andrea. El italiano habla de su thriller La sustancia del mal. Biblioteca pública del Retiro Elena Fortún. Jueves 19, a las 19.00.
John Banville. El irlandés charlará acerca de Pecado, premio RBA de Novela Policiaca 2017. Biblioteca Regional Joaquín Leguina. Viernes 20, a las 19.00.
When the total solar eclipse swept across the United States on Aug. 21, 2017, NASA satellites captured a diverse set of images from space. But days before the eclipse, some NASA satellites also enabled scientists to predict what the corona — the Sun’s outer atmosphere — would look like during the eclipse, from the ground. In addition to offering a case study to test our predictive abilities, the predictions also enabled some eclipse scientists to choose their study targets in advance.
Predictive Science, Inc., San Diego, Calif. — a private computational physics research company supported by NASA, the National Science Foundation and the Air Force Office of Scientific Research — used data from NASA’s Solar Dynamics Observatory, or SDO, to develop an improved numerical model that simulated what the corona would look like during the total eclipse. Their model uses observations of magnetic fields on the Sun’s surface and requires a wealth of supercomputing resources to predict how the magnetic field shapes the corona over time.
As the corona and solar material spread outward from the Sun, they can manifest themselves as disturbances in near-Earth space, known as space weather. “Space weather models must be able to characterize the structure of the corona in order to improve forecasts of the path and possible impacts of these events,” Predictive Science president and scientist Jon Linker said.
One key tool are computer models that simulate events on the Sun before they even happen. This comparing of models and observations is a core aspect of heliophysics — the field of science dedicated to understanding the Sun and its dynamic influence throughout the solar system. Without the ability to measure the corona directly, heliophysicists test their theories by using complex computer simulations.
Eclipses offer a unique opportunity for scientists to test such models. During the total eclipse, the Moon completely obscured the Sun’s bright face, revealing the innermost part of the corona — the region where solar eruptions such as coronal mass ejections originate, but is difficult to observe under ordinary circumstances. By comparing their predictions to the observations gathered during the eclipse itself, researchers can assess and improve the performance of their coronal models.
The model the Predictive Science researchers used for their final prediction of the August 2017 eclipse was their most complex yet. In addition to SDO’s maps of the Sun’s magnetic field, it also utilized SDO observations of filaments — serpentine structures on the Sun’s surface comprised of cool, dense solar material.
Greater complexity demands more computing hours, and each simulation required thousands of processers and took about two days of real time to complete. The research group ran their model on several supercomputers including facilities at the Texas Advanced Computer Center in Austin, Texas; the San Diego Supercomputer Center in California; and the Pleiades supercomputer at the NASA Advanced Supercomputing facility at NASA’s Ames Research Center in Silicon Valley, California.
Predictive Science, Inc. developed a numerical model that simulated what the corona would look like during the Aug. 21, 2017 total solar eclipse. Click and drag the slider to compare the model’s predictions (left) to a photo taken the day of the total eclipse (right).
Credits: Predictive Science, Inc./Paul Holdorf/Joy Ng
“Based on a very preliminary comparison, it looks like the model did very well in capturing features of the large-scale corona,” Linker said. In its increased complexity, the model demonstrates that even the Sun’s fine magnetic structures are intimately related to the vast structure of the corona.
While scientists were running their models, NASA’s own Solar and Terrestrial Relations Observatory, or STEREO-A spacecraft, was also able to peer into the future and provide clues as to what the corona would look like the day of the eclipse. As the eclipse drew closer, due to STEREO-A’s position behind the Sun and the particular rotation rates of the Sun and Earth, STEREO-A’s view of the corona on Aug. 12, 2017, was virtually the same those within the path of totality would see nine days later on Aug. 21. That is, STEREO-A’s vantage point is roughly nine days in advance of Earth’s.
STEREO’s key instruments include a pair of coronagraphs — telescopes that use a metal disk called an occulting disk to study the corona. Just like a total eclipse, the occulting disk blocks the Sun’s bright light, making it possible to discern the surrounding corona.
Due to NASA’s STEREO-A’s position behind the Sun and the particular rotation rates of the Sun and Earth, STEREO-A’s view of the corona on Aug. 12, 2017, was virtually the same those within the path of totality would see nine days later on Aug. 21. Click and drag the slider to compare STEREO-A’s eclipse prediction (left) to observations from ESA/NASA’s SOHO (right) — which was positioned to share Earth’s view of the corona — the day of the total eclipse.
Credits: NASA/ESA/Goddard/STEREO/SOHO/Joy Ng
Coronagraph images from Aug. 12 and 21 show great similarity; both feature a dominant three-streamer shape. Here, the STEREO image is compared to an image from the joint ESA/NASA Solar and Heliospheric Observatory, or SOHO, which was positioned to share Earth’s view of the corona on Aug. 21. The slight difference in the location of the streamers is due to the fact that STEREO-A and SOHO view the Sun from slightly different angles.
“The small difference between the Aug. 12 and Aug. 21 images show the Sun’s atmosphere evolves very slowly — as we expect it to, in its declining phase toward solar minimum,” said Angelos Vourlidas, a STEREO science team member and heliophysicist at the Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory in Laurel, Maryland. “The Sun is slowly going to sleep — but not quietly, as the recent spate of solar activity reminded us!”
Solar minimum is the period of lower solar activity in the Sun’s natural approximately 11-year cycle. In times of greater solar activity, the dynamic corona could have evolved too quickly to make such a prediction useful. But in these times nearing solar minimum, both Predictive Science and STEREO’s eclipse predictions offered an opportunity for researchers to improve models and our understanding of the Sun’s current activity.
Due to NASA’s STEREO-A’s position behind the Sun and the particular rotation rates of the Sun and Earth, STEREO-A’s view of the corona on Aug. 12, 2017, was virtually the same those within the path of totality would see nine days later on Aug. 21. Click and drag the slider to compare STEREO-A’s eclipse prediction (left) to observations from ESA/NASA’s SOHO (right) — which was positioned to share Earth’s view of the corona — the day of the total eclipse.
Predictive Science, Inc. developed a numerical model that simulated what the corona would look like during the Aug. 21, 2017 total solar eclipse. Click and drag the slider to compare the model’s predictions (left) to a photo taken the day of the total eclipse (right).
Credits: Predictive Science, Inc./Paul Holdorf/Joy Ng
As far as galaxies are concerned, size can be deceptive. Some of the largest galaxies in the Universe are dormant, while some dwarf galaxies, such as ESO 553-46 imaged here by the NASA/ESA Hubble Space Telescope, can produce stars at a hair-raising rate. In fact, ESO 553-46 has one of the highest rates of star formation of the 1,000 or so galaxies nearest to the Milky Way. No mean feat for such a diminutive galaxy!
Clusters of young, hot stars are speckling the galaxy, burning with a fierce blue glow. The intense radiation they produce also causes surrounding gas to light up, which is bright red in this image. The small mass and distinctive coloring of galaxies of this type prompted astronomers to classify them, appropriately, as blue compact dwarfs (BCD).
Lacking the clear core and structure that many larger galaxies — such as the Milky Way — have, BCDs such as ESO 553-46 are composed of many large clusters of stars bound together by gravity. Their chemical makeup is interesting to astronomers, since they contain relatively little dust and few elements heavier than helium, which are produced in stars and distributed via supernova explosions. Such conditions are strikingly similar to those that existed in the early Universe, when the first galaxies were beginning to form.
Like most solar sounding rockets, the second flight of the FOXSI instrument – short for Focusing Optics X-ray Solar Imager – lasted 15 minutes, with just six minutes of data collection. But in that short time, the cutting-edge instrument found the best evidence to date of a phenomenon scientists have been seeking for years: signatures of tiny solar flares that could help explain the mysterious extreme heating of the Sun’s outer atmosphere.
FOXSI detected a type of light called hard X-rays – whose wavelengths are much shorter than the light humans can see – which is a signature of extremely hot solar material, around 18 million degrees Fahrenheit. These kinds of temperatures are generally produced in solar flares, powerful bursts of energy. But in this case, there was no observable solar flare, meaning the hot material was most likely produced by a series of solar flares so small that they were undetectable from Earth: nanoflares. The results were published Oct. 9, 2017, in Nature Astronomy.
“The key to this result is the sensitivity in hard X-ray measurements,” said Shin-nosuke Ishikawa, a solar physicist at the Japan Aerospace Exploration Agency, or JAXA, and lead author on the study. “Past hard X-ray instruments could not detect quiet active regions, and combination of new technologies enables us to investigate quiet active regions by hard X-rays for the first time.”
The NASA-funded FOXSI instrument captured new evidence of small solar flares, called nanoflares, during its December 2014 flight on a suborbital sounding rocket. Nanoflares could help explain why the Sun’s atmosphere, the corona, is so much hotter than the surface. Here, FOXSI’s observations of hard X-rays are shown in blue, superimposed over a soft X-ray image of the Sun from JAXA and NASA’s Hinode solar-observing satellite.
Credits: JAXA/NASA/Hinode/FOXSI
These observations are a step toward understanding the coronal heating problem, which is how scientists refer to the extraordinarily – and unexpectedly – high temperatures in the Sun’s outer atmosphere, the corona. The corona is hundreds to thousands of times hotter than the Sun’s visible surface, the photosphere. Because the Sun produces heat at its core, this runs counter to what one would initially expect: normally the layer closest to a source of heat, the Sun’s surface, in this case, would have a higher temperature than the more distant atmosphere.
“If you’ve got a stove and you take your hand farther away, you don’t expect to feel hotter than when you were close,” said Lindsay Glesener, project manager for FOXSI-2 at the University of Minnesota and an author on the study.
The cause of these counterintuitively high temperatures is an outstanding question in solar physics. One possible solution to the coronal heating problem is the constant eruption of tiny solar flares in the solar atmosphere, so small that they can’t be directly detected. In aggregate, these nanoflares could produce enough heat to raise the temperature of the corona to the millions of degrees that we observe.
One of the consequences of nanoflares would be pockets of superheated plasma. Plasma at these temperatures emits light in hard X-rays, which are notoriously difficult to detect. For instance, NASA’s RHESSI satellite – short for Reuven Ramaty High Energy Solar Spectroscopic Imager – launched in 2002, uses an indirect technique to measure hard X-rays, limiting how precisely we can pinpoint the location of superheated plasma. But with the cutting-edge optics available now, FOXSI was able to use a technique called direct focusing that can keep track of where the hard X-rays originate on the Sun.
“It’s really a completely transformative way of making this type of measurement,” said Glesener. “Even just on a sounding rocket experiment looking at the Sun for about six minutes, we had much better sensitivity than a spacecraft with indirect imaging.”
FOXSI’s measurements – along with additional X-ray data from the JAXA and NASA Hinode solar observatory – allow the team to say with certainty that the hard X-rays came from a specific region on the Sun that did not have any detectable larger solar flares, leaving nanoflares as the only likely instigator.
“This is a proof of existence for these kinds of events,” said Steve Christe, the project scientist for FOXSI at NASA’s Goddard Space Flight Center in Greenbelt, Maryland, and an author on the study. “There’s basically no other way for these X-rays to be produced, except by plasma at around 10 million degrees Celsius [18 million degrees Fahrenheit]. This points to these small energy releases happening all the time, and if they exist, they should be contributing to coronal heating.”
There are still questions to be answered, like: How much heat do nanoflares actually release into the corona?
“This particular observation doesn’t tell us exactly how much it contributes to coronal heating,” said Christe. “To fully solve the coronal heating problem, they would need to be happening everywhere, even outside of the region observed here.”
Hoping to build up a more complete picture of nanoflares and their contribution to coronal heating, Glesener is leading a team to launch a third iteration of the FOXSI instrument on a sounding rocket in summer 2018. This version of FOXSI will use new hardware to eliminate much of the background noise that the instrument sees, allowing for even more precise measurements.
A team led by Christe was also selected to undertake a concept study developing the FOXSI instrument for a possible spaceflight as part of the NASA Small Explorers program.
FOXSI is a collaboration between the United States and JAXA. The second iteration of the FOXSI sounding rocket launched from the White Sands Missile Range in New Mexico on Dec. 11, 2014. FOXSI is supported through NASA’s Sounding Rocket Program at the Goddard Space Flight Center’s Wallops Flight Facility in Virginia. NASA’s Heliophysics Division manages the sounding rocket program.
El festival Grigri Pixel atrae talleres, charlas... Y a los inventores africanos más entusiastas. Están trabajando en un misterioso elemento mobiliario que presentan este sábado en una fiesta en el barrio de Arganzuela
Estos son los cinco innovadores africanos participantes en Grigri Pixel 2017: Bay Dam de VX Lab (Dakar, Senegal), Ismael Essome de Madiba & Nature (Kribi, Camerún), Mané Toure Ndèye de Côté Jardin (Dakar, Senegal), Aderemi Adegbite de ICAF (Lagos, Nigeria) y Afate Gnikou Kodjo de Woora Make (Lomé, Togo).ÁLVARO GARCÍA
El imaginario occidental está cargado de estereotipos sobre África. Seguramente, muchos visualizarán a los hechiceros como hombres enjutos y ancianos, ocultos detrás de máscaras fantásticas y lanzando sortilegios en torno a un puchero humeante. Pero no es así. Los magos africanos de este siglo XXI son jóvenes, visten vaqueros y zapatillas deportivas, algunos fuman, o lucen rastas o camisa y corbata. Han estudiado ingenierías o disciplinas artísticas y son emprendedores. Tienen ideas y talento. Y existen. De hecho, cinco de ellos se encuentran en Madrid, invitados por el festival Grigri Pixel, que este año celebra su segunda edición. Se trata de un programa de residencias de artistas, encuentros y talleres que gira en torno a la fabricación de objetos mágicos en espacios urbanos.
"Se trata de conectar iniciativas ciudadanas del continente africano con espacios de autoorganización vecinal de Madrid con un objetivo claro: la fabricación del grigri", explica la comisaria del proyecto, Susana Moliner. Un grigri es un amuleto protector que normalmente lleva consigo una persona. "Nos pareció un concepto muy acertado porque es una intervención de los espacios públicos para protegerlos y reencantarlos y, al mismo tiempo, da una segunda vida a los objetos reparando, reciclando y recuperando", abunda Moliner.
Con esta idea en mente, han llegado a Madrid cuatro hombres y una mujer, casi todos en la veintena, de países muy diversos. Ellos son Aderemi Adegbite de ICAF(Lagos, Nigeria), Ismael Essome Ebone de Madiba & Nature (Kribi, Camerún), Afate Gnikou Kodjo de Woora Make (Lomé, Togo), Mané Toure Ndèye de Côté Jardin y Bay Dam de VX Lab, ambos de Dakar, Senegal.
El reto de estos cinco inventores africanos es crear un objeto de mobiliario urbano a partir de prácticas y estrategias colaborativas, artísticas y de fabricación digital. Desde el 2 de octubre han trabajado mañana y tarde en las instalaciones de Medialab Prado con grupos de voluntarios. Y allí están cortando maderos, soldando, diseñando planos en 3D y manejando varios ordenadores a la vez tan solo un par de días antes de la puesta de largo de su grigri, su invención, que será el sábado 14 de octubre en una gran fiesta en el antiguo mercado de frutas de Legazpi. Aquí se encuentra la sede del Espacio Vecinal Arganzuela (EVA), elegido para beneficiarse de esta iniciativa.
El objeto debe responder a las necesidades planteadas por los vecinos de EVA. "Lo mismo que cuando en cooperación vas a una comunidad a preguntar qué hace falta", resume la comisaria. "Hemos hecho lo mismo preguntando cuáles son las amenazas, las fortalezas, etc.". Por eso, cuando los jóvenes inventores llegaron a Madrid el día 2, no sabían qué iba a salir de sus mentes y de sus manos durante las dos siguientes semanas de trabajo. Tormenta de ideas mediante, cada uno de los participantes se encargó de una parte aportando sus conocimientos y experiencia, y el grigri ha ido tomando forma. No se puede contar qué es, pues debe permanecer en secreto hasta el sábado 14. Pero ofrecen pistas.
Pista 1: Va de comida
"Como el espacio de EVA se encuentra en un antiguo mercado de frutas, nos pareció seductor trabajar el tema de la alimentación en la ciudad como manera de generar comunidad. ¿Qué mejor que fomentar el diálogo en torno a una mesa?", cuenta la comisaria. De alimentación sabe mucho la senegalesa Mané Toure Ndèye. Apenada por el desperdicio de comida en su ciudad, sobre todo de fruta, quiso hacer algo al respecto y creó Côté Jardin, un espacio donde se ofrecen zumos y batidos. También ofrece talleres de cocina que buscan recuperar recetas tradicionales, pues están cayendo en el olvido desde el auge de los alimentos procesados. Mané dinamizará el banquete que se ofrecerá en el evento del sábado con Cocinar Madrid, un colectivo que pasea su cocina móvil por varios mercados madrileños para recoger y compartir platos y recetas tradicionales. "Ahora estamos pensando cuáles son los platos que interesarán, que además deben ser simples para que la gente los pueda hacer en casa", comenta. Mané y Cocinar Madrid prepararán este cóctel durante el curso Cocina tu grigri, el sábado 14 por la tarde, que invita a recuperar "la memoria y la magia de los objetos de la cocina".
Pista 2: Se puede transportar
Será una especie de banquete móvil, "un objeto que va a ir por el barrio para dinamizar comidas colectivas", en palabras de Moliner. La elección obedece al deseo de los miembros de EVA: que no sea algo que se quede entre ellos. "Muchas veces los espacios autogestionados son muy auto referenciales y se preguntan cómo llegar a otros colectivos: inmigrantes, señoras mayores…".
Mané adelanta otras claves: "El carrito tiene integrado un huerto y placas solares". El togolés Afate Gnikou está a cargo de la parte constructiva. "Estamos cortando un tubo y tenemos distintas piezas que ahora debemos soldar. La parte interna es de hierro, y la exterior de madera. Gnikou sabe qué se trae entre manos, pues la suya es una auténtica mente privilegiada. Es geógrafo y un hombre al que le gusta entender cómo funcionan las máquinas. Un día llegó a sus manos una impresora 3D y quiso saber cómo funcionaba y si se podía replicar. Y pudo: buscó las piezas que necesitaba en los basureros electrónicos que hay en su país y creó la primera impresora 3D hecha en África, toda con material reciclado de ordenadores, escáneres y otros cacharros. Su trabajo le ha sido reconocido con el premio a la mejor innovación del encuentro internacional de FabLabs de 2014 en Barcelona. Hoy lidera Woora Make, una estructura que da apoyo a programas relacionados con la educación, la salud y la industria, y también acaba de abrir un espacio libre y gratuito para otros inventores de Togo.
Pista 3: Reciclaje y sostenibilidad
"El grigri va a ser autónomo, va a generar la energía que consuma a través de las placas solares que están construyendo", señala Afaté, muy interesado en esta tecnología que acaba de aprender. Y también reciclará. Quien más sabe del asunto es Ismael Essome. Es ingeniero medioambiental de Yaundé, la capital camerunesa, pero vive en Kribi, un parque natural donde está desarrollando la gran idea que tuvo un día que paseaba y sufría por toda la basura que hay en su país. Ismael recoge objetos de plástico como botellas y construye canoas que flotan y sofás donde uno se puede sentar cómodamente. Madiba & Nature es su startup y con ella lleva un proyecto de turismo basado en prácticas ecológicas. "Está desarrollando un módulo que tendrá un jardín vertical y dos recipientes para basura separados: uno para plástico y otro para residuos orgánicos. El de plástico tendrá un sistema autónomo de reciclaje de residuos. Los plásticos van a pasar por aquí —señala un dibujo de un plano— y se desintegrarán en muchos trozos", vaticina.
Pista 4: Un salón para compartir
Aderemi Adegbite, nigeriano, representa la parte artística. "Era muy importante tener toda una reflexión sobre el relato y la narrativa, lo que queremos contar con esto", describe Susana Moliner. Él es el responsable del Iwaya Community Art Festival (ICAF Lagos). Realiza prácticas artísticas en espacios abandonados de Lagos, a las que invita a artistas nigerianos y de otros lugares de África. En Madrid, está inmerso en un trabajo bien abstracto. "La idea es crear una especie de sala de estar móvil, y que sea donde se ponga en funcionamiento el grigri. Estamos pidiendo a la gente que venga a este evento y traiga un objeto de su propia casa para crear una especie de salón holístico, comunitario. No es mío ni tuyo, sino nuestro". Y Moliner abunda: "Se encargará de la presentación para el sábado, pero también de cómo el uso del grigri pueda conectar a la vecindad, porque la idea es que se siga usando, que no sea un muerto".
Pista 5: Videomapping
El videomapping o mapeo de vídeo es una tecnología multimedia que permite proyectar sobre volúmenes usando un proyector de vídeo y así recrear imágenes en estructuras tridimensionales usando un software especializado. "El problema es que tiene unos precios prohibitivos", apunta Moliner. El colectivo AVFloss, que trabaja en contenidos audiovisuales con licencia libre, buscaba un software libre y dieron con Map Map, el que ha desarrollado Bay Dam. Y ahora están preparando una representación para la fiesta del sábado. "Haremos una proyección en el mercado que unirá realidades y dimensiones", cuenta el senegalés. "Conectará el pasado, el presente y un futuro que nos gustaría para este lugar" dice, enigmático. Bay Dam es fundador del VX Lab, un laboratorio dedicado a la investigación y experimentación en artes digitales, y está involucrado activamente en la creación y desarrollo de software de código abierto.
Y todo esto, ¿para qué?
La fabricación de un objeto para los vecinos de Arganzuela es solo el pretexto. Hay una causa mayor detrás de Grigri Pixel: la creación de redes entre comunidades. "No solo con EVA, también tenemos una treintena de colaboradores y queremos que se conozcan", relata Moliner. También hay un componente de destrucción de estereotipos: dar la vuelta al sentido de hacer cooperación. Se suele pensar en ella de norte al sur o del sur al sur, pero en este caso se trata de unas personas de África que tienen unos saberes importantes y los transmiten aquí, en el norte. "También es importante dar otra imagen a los africanos inmigrantes en España, decirles que hay cosas muy buenas en sus países de origen, porque no siempre las tienen en cuenta cuando están aquí", puntualiza Moliner. "En definitiva, hay una parte material y concreta pero también es un proyecto con una apuesta política y filosófica importante: sin ellos no somos nada y necesitamos encontrarnos".
En cuanto a los cinco innovadores, todos coinciden en el valor del intercambio de conocimientos, en los aprendizajes que se llevan a casa. Afaté, por ejemplo, ha aprendido a fabricar placas solares caseras. Mané cuenta que se le abre un mundo de posibilidades tras haber conocido las cocinas móviles de Cocinar Madrid y le gustaría replicarlas en Dakar. Para Aderemi, trabajar en grupo es toda una experiencia. "Los artistas somos unos obsesos del control, pero esto no va de tu idea, tienes que trabajar con cinco personas y no puedes cerrar tu mente. Es una nueva forma de trabajar y estoy aprendiendo mucho. Me gusta".
TODO SOBRE GRIGRI (Y SU FUTURO)
La fiesta de la presentación final del grigri tendrá lugar el sábado 14 de octubre a las siete de la tarde en el Espacio Vecinal Arganzuela (Plaza de Legazpi, 7) de Madrid. También se proyectará una sesión de mapeo de vídeo y habrá una pichada de música electrónica africaa a cargo del artista Moko Kiatu.
Grigri Pixel continuará en noviembre de 2017 en Barcelona, donde se realizará un taller de producción en colaboración con HANGAR y la Taula Eix Pere IV, ambas entidades situadas en el barrio del Poblenou, con la colaboración de dos makers provenientes del continente africano: Modou Ngom (Senegal) y Zineb El Fasiki (Marruecos).
La iniciativa se enmarca en el programa de ACERCA: Programa de Capacitación para el Desarrollo en el Sector Cultural de la Cooperación Española y el diseño y dinamización del taller ha corrido a cargo dela oficina de arquitectura especializada en procesos de diseño colectivo Enorme Studio (Madrid); el ingeniero electrónico y profesor en la Universidad Politécnica de Madrid Yago Torroja, y Blanca Callén, que es investigadora y profesora en el centro universitario de diseño BAU.
La desconocida biblioteca del ‘president’ Lluís Companys
El político que proclamó el Estado catalán en 1934 se llevó parte de sus libros a su exilio en Francia. Obras, la mayoría en español, cuya existencia no se sospechaba
Parte de la biblioteca de Lluís Companys, en la que se encuentran 'Le comte de Monte-Cristo', de Dumas; 'Novelas españolas', 'Cadaqués', de Josep Pla, y las obras completas de Lope de Vega.MASSIMILIANO MINOCRI
El retrato del político impulsivo,buen orador pero no muy cultivado, de discurso incendiario y construido sobre tópicos que hacen los historiadores delpresidente de la Generalitat de Cataluña Lluís Companysse relativiza tras echar una ojeada a su, hasta ahora, desconocida biblioteca. Los escritos de Cicerón, la primera edición completa delQuijoteen francés,Las mil y una nocheseditada en 1858,Le comte de Monte-Cristoen una versión con ilustraciones de 1852, las obras completas de Lope de Vega,Episodios nacionalesde Pérez Galdós,Páginas escogidasde Azorín, Jacinto Benavente, Emilia Pardo Bazán, los poemas de Gabriel y Galán… son algunos de los 250 libros que pertenecieron a Lluís Companys (Tarrós, Lérida, 1882-Barcelona, 1940) y que ofrecen un perfil muy distinto del político que proclamó el Estado catalán dentro de la República Federal Española el 6 de octubre de 1934 y, tras ser indultado y volver a serpresidentdurante la Guerra Civil,fue capturado en Francia por la Gestapo y fusilado por Franco en 1940, un día como hoy de hace 77 años.
TESOROS DE PAPEL
Histoire de l’admirable don Quixotte de la Manche, una edición en cuatro pequeños volúmenes (13,5 x 5,5 centímetros cada uno) traducida por Filleau de Saint-Martin e impresa en Ámsterdam en 1692, es el mayor de los tesoros de papel que perteneció a Lluís Companys. Además de tratarse de la primera traducción completa al francés que se realizó de la obra de Cervantes, Filleau de Saint-Martin reescribió el final del libro y dejó vivo a don Quijote, de forma que años más tarde él escribió las partes 5º y 6ª de la novela.
Las mil y una noches, en una cuidada edición con ilustraciones de 1858, oLe comte de Monte-Cristo, de Alexandre Dumas, impreso en París en 1852 e ilustrado por Staal y Beaucé, son algunos de los ejemplares que conviven con diccionarios, libros de Derecho, de arte y mucha poesía.
Tan distinto como que las tres cuartas partes de esos títulos, seguramente sus libros más queridos puesto que Companys tuvo que abandonar Barcelona la madrugada del 24 de enero de 1939 rumbo a París con lo que pudo llevarse en un coche, están en castellano y retratan a un hombre culto que apreciaba lo español. “Son los libros que llevó consigo cuando se exilió y entonces uno escoge lo que más aprecia”, comenta la propietaria de la biblioteca, que pide mantenerse en el anonimato. El conjunto lo vendió un sobrino deCarme Ballester,la segunda esposa de Companys, en 2010 en Saint-Malo, en la Bretaña francesa.
Los ejemplares, en buen estado de conservación, contienen muchas dedicatorias, entre ellas algunas tan significativas en esos momentos de crisis política como la del diputado y escritor Álvaro de Albornoz —presidente del Gobierno de la República en el exilio entre 1947 y 1951—, quien le obsequió con su conferenciaEl fascismo y las armas y las letras españolas, que pronunció en el Ateneo de Barcelona en 1938: “Al presidente Lluís Companys, en la gran tragedia de la República, con tantas simpatías por Cataluña como amor a España”.
Manuel Azaña,que le nombró ministro de la Marina en 1933 antes de ser presidente de la Generalitat, le dedicó su libroMi rebelión en Barcelona(1935): “A don Lluís Companys, un muy amigo, que le recuerda afectuosamente”. De Azaña es también una cuidada edición, encuadernada por Brugalla con tapas de madera, de un discurso que pronunció en Barcelona el 18 de julio de 1938. Es una edición limitada de 75 ejemplares con dedicatoria impresa alpresident. En su biblioteca hay lugar también para la lírica, y aparecen títulos en catalán comoLlibre blanch. Policromi-tríptic(1905), un poemario de Caterina Albert —que firmaba con el seudónimo de Víctor Català— que Companys le dedicó a su mujer: “A la meva doneta estimada i bonica; eternament, tu Lluís”.
Dedicatoria de Álvaro de Albornoz a Companys en 1938 en la que dice tener “tantas simpatías por Cataluña como amor a España”.MASSIMILIANO MINOCRI
“La idea que se tiene de este político cambia radicalmente al conocer su biblioteca. Primero se ve que era un hombre con inquietudes intelectuales y también que no tenía aversión a lo español”, afirma la propietaria, quien revela que en 2010 la persona que adquirió el conjunto en Francia ofreció donarlo a la Biblioteca Nacional de Cataluña sin que sus responsables mostraran interés, y también al Ayuntamiento de Barcelona, con la misma respuesta.
Ricardo Cayuela, bisnieto de Lluís Companys, está entusiasmado con la idea de que se haya conservado la biblioteca de su antepasado. “En 1936 Companys se divorció de mi bisabuela, Mercé Micó, y se casó con Carme Ballester, una mujer muy dinámica que tuvo una vida muy complicada. Fue bastante valiente porque, ya viuda, refugió a judíos en París durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando fusilaron a mi bisabuelo, su segunda mujer lo heredó todo y lo que yo sé es que a su muerte [en París en 1972] cartas, libros, fotografías y muebles pasaron a manos de un sobrino de ella a quien le hemos perdido la pista”, explica Cayuela por teléfono desde México. El escritor y editor, que fue redactor jefe de la revistaLetras Libresdesde su creación en 1999 hasta 2012, añade: “Mientras que vivió, mi abuela sí que mantuvo una relación epistolar con Carme”, añade.
La familia mexicana
Los abuelos de Ricardo Cayuela, Maria de l’Alba Companys y Héctor Gally, se exiliaron a México tras la Guerra Civil. Allí tuvieron tres hijos, uno de ellos María Luisa —la madre de Ricardo—, pero ninguno regresó a España. De forma que los descendientes directos del político catalán, que solo tuvo dos hijos con su primera mujer —aunque el varón, Lluïset, siempre estuvo enfermo y murió en Francia—, están todos en México. “Mi familia conservaba algunos objetos de Companys, como plumas, gafas, pitilleras, cartas, fotografías y hasta el testamento ológrafo que escribió el 15 de octubre de 1940, justo antes de su fusilamiento; pero lo donamos todo a la Generalitat”, comenta Ricardo Cayuela (Ciudad de México, 1969).
“Yo no conozco cuáles eran sus gustos literarios, sí sé que fue un gran periodista y fundó varios periódicos. Él salió de Cataluña casi con lo puesto, con lo que podía llevarse en un coche, pero al ser el presidente de la Generalitat es probable que alguien le ayudara y pudiera hacer una pequeña mudanza. Sería muy interesante poder estudiar su biblioteca”, añade.
El presidente de la República Manuel Azaña le regala su libro 'Mi rebelión en Barcelona' a su “muy amigo” Companys.MASSIMILIANO MINOCRI
Los historiadores coinciden en la idea de que el presidente de la Generalitat que declaró la independencia de Cataluña mostraba un escaso interés por la literatura. Opinión que quizás, tras conocerse la existencia de esta biblioteca, se modifique:
“Tenía una gran capacidad para conectar con la ciudadanía. Fue un político más impulsivo que reflexivo. Leer habría leído pero no se le notaba, no había referencias literarias en sus discursos. Fue un mal estudiante que se dedicó a tiempo completo a la política; además le gustaba mucho la vida nocturna, jugar al billar…”, comenta el historiador Arnau Gonzàlez, autor junto aEnric Ucelay da Caldel ensayoContra Companys, 1936. La frustración nacionalista ante la revolución(2012. Universidad de Valencia), un ensayo que analiza un complot para asesinar al presidente.
Un periodista nato
“Mi impresión es que la curiosidad estrictamente literaria de Companys fue escasa. Era un periodista nato, hombre de redacción con el horario que eso supone, a quien se le intuye una cultura rápida, política, poco meditada. Orador de verbo fácil, efectivo pero reiterativo y lleno de tópicos”, explica Ucelay da Cal, catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Idea que también comparteJosep Maria Solé, catedrático de Historia Contemporánea de la Autónoma de Barcelona y el primer director que tuvo el Museo de Historia de Cataluña, entre 1996 y 2000. “En 1935 estuvo condenado a cadena perpetua en el penal de El Puerto de Santa María junto a algunos miembros de su Gobierno, hombres cultos, lo que sin duda le influyó”, afirma Solé, quien recuerda que Companys era, ante todo, un periodista de raza, más preocupado por lo que ocurría en la calle que en los libros. La historia tendrá que reescribirse ahora que la sociedad catalana ha recobrado el interés por la figura del político, y cuando la propietaria se decida a mostrar su tesoro.
La madre, María Nebot, y las hermanas Teresa, Ruby y Mary. Pilar está a la izquierda de la madre.ARCHIVO PERSONAL DE LA FAMILIA DUAYGÜES
"¡La guerra ha terminado! dice todo el mundo y los periódicos. Ayer se rindió Madrid y aquí en Barcelona no dejaron de tocar las sirenas en señal de alegría...”. Pero el regocijo no era tal en casa de Pilar Duaygües, hija de una familia acomodada y hermana de tres mujeres mayores que ella que salieron al exilio: una había sido enfermera en el frente, otra, miliciana y una tercera, periodista. Todas con estudios e inquietudes artísticas. A Pilar, nacida en la Seu d’Urgell en 1921, le encantaba escribir y lo hizo sin desmayo, día a día desde 1936 a 1940. Al acabar la guerra escondió los diarios en el colchón por temor a los registros —Franco no salía bien parado en sus notas— pero quiso el destino que se conservaran durante décadas. Murió en 1998 y sus hijos leyeron entonces aquellos legajos que describían una vida bajo las bombas, de felicidad con sus compañeros de clase, entre las miserias del racionamiento, los amores tempranos y la inquietud en casa por la suerte de los suyos.
Querido Diario: hoy ha empezado la guerra es el título del libro que se pone a la venta el próximo martes donde Tània Balló y Gonzalo Berger han seleccionado algunos de aquellos cuadernos que la editorial Espasa promociona equiparando el relato al de la niña judía Ana Frank. No son comparables, pero comparten un valor: la mirada prístina de una joven sobre una tragedia inhumana. “El documento aporta la fotografía pura, el relato de cada instante sin voluntad de transformación, porque no está dirigido a nadie, salvo a ella misma. Es un relato inalterado. Están las bombas, pero también la vida que se abre paso, los bailes, las sesiones triples de cine”.
LA HISTORIA DE UN HALLAZGO
¿Cuántas milicianas hubo en la Guerra Civil? No se sabe, pero Tània Balló y Gonzalo Berger tienen en marcha una investigación para censarlas a todas. No es un trabajo fácil, pero es apasionante, porque la miliciana era una figura femenina que la dictadura desterró con esmero. “Representaban lo contrario exactamente de los ideales femeninos franquistas: una mujer que cogía las armas, libremente, para defender una causa política y porque, además ya sabían que lo que se jugaba en aquella contienda iba a influir de forma determinante sobre la igualdad y la libertad que ya muchas ejercían”, explica con pasión Balló.
A la búsqueda de esas milicianas, Tània y Gonzalo encontraron el nombre de Teresa Duaygües y llamaron a los familiares. Respondieron unos sobrinos. En efecto, dijeron, la tía Teresa fue miliciana y luego se exilió. Otra de sus tías, enfermera en el frente y otra, periodista. ¿Y la pequeña? “Mi madre escribió unos diarios”, respondieron. Y los mostraron por primera vez.
Los diarios describen también la infamia que el régimen franquista tenía reservada a las mujeres. Si las tres hermanas se fueron al exilio, a Pilar no le quedó otra que cumplir con el ideario femenino del nacionalcatolicismo: “Ella completó sus estudios de Magisterio y tenía inquietudes artísticas. En sus notas se detallan las exposiciones que visitaba, el teatro, sus clases primero en una academia y después en el internado del instituto obrero. Sin embargo, su causa cayó del lado de los vencidos y acabó siendo esposa y madre, nunca ejerció de maestra”, cuenta Tània Balló, escritora, directora y productora de cine, que ve en esta historia recién desenterrada del pasado “un peliculón”. “Es un material óptimo para llevar al cine porque la muchacha que lo escribía era una apasionada del cine, hasta 150 películas menciona en el libro y eso confiere a su relato, finalmente, una enorme capacidad visual, describe los acontecimientos con una gran fuerza visual”.
A través de sus notas el lector puede asomarse a las azoteas de Barcelona mientras silbaban las balas de unas ventanas a otra, temblar con las siluetas negras de los aviones y sentir la histeria colectiva de las mujeres que se amontonaban ante el mercado con sus cartillas de racionamiento para que les dieran una botella de lejía, naranjas, harina, con fortuna un poco de pan. La joven Pilar se levantaba a las cinco de la mañana —después de una madrugada en vela corriendo de la casa al refugio cuando sonaban las sirenas— para guardar la cola del abastecimiento doméstico. Pasar frío durante tres horas no garantizaba el producto que se había ido a buscar. “Cada día hay más escasez de carne y demás y hoy contó [mi madre] que en el mercado mataron a tres mujeres. Ya hace día que mueren muchas mujeres por la aglomeración de gente”, escribió el 16 de octubre de 1936.
Sobre estas fotografías descarnadas de lo ya conocido, Berger destaca algunas otras que sirven para romper mitos, como el empleo de las armas por parte de los religiosos: “...Resulta que vivimos al lado de los frailes, de la iglesia y de su imprenta. Los curas con ametralladoras, escopetas y revólveres hacían fuego contra el cuartel que está al lado...”, escribía el 19 de julio de 1936. O el uso del catalán. “Pilar estuvo carteándose con su marido en catalán después de la guerra”. Con él se casó y tuvo dos hijos, los mismos que descubrieron a la muerte de la madre que en la casa se guardaban 10 diarios escritos con una mirada adolescente que llamaba revolución a la guerra que asoló España.
Mata Hari, en un retrato sin datar.MUSEO DE FRISIAEFE
¿Cómo evitar el tópico al referirse aMata Hari,la espía por excelencia y la mujer oscurecida por su fama defemme fatale? ¿Cómo hacer justicia a la joven holandesa de buena familia casada con un marido alcohólico que le contagio la sífilis, a ella y a los dos hijos de ambos, y le arrebató a la niña? En el centenario del fusilamiento en Francia de Margaretha Geertruida Zelle (1876-1917), su nombre real, una muestra en el Museo de Frisia, abierto en Leeuwarden, su ciudad natal, trata de devolver su rostro a una chica de provincias que arrasó en la Belle Époque con sus bailes exóticos, y fue encarnada en el cine por las actrices Greta Garbo, Marlene Dietrich, Jeanne Moreau o su compatriota Sylvia Kristel.
Quedan muy pocos objetos personales de Mata-Hari a los que acudir. Apenas un broche, sus tarjetas de visita, como bailarina oriental y como Margaretha MacLeod, el apellido de su marido, un militar destacado en la actual Indonesia, entonces colonia holandesa. También el álbum de recortes de su carrera y los sonajeros de sus hijos, Norman y Louise, apodada Non. El museo los ha dispuesto de forma casi teatral, acompañados de una mesa que semeja la del interrogatorio de su consejo de guerra por espionaje en Francia. Pero hay algo más valioso en la sala enMata Hari, el mito y la muchachay es su correspondencia personal y los informes del juicio. Un conjunto epistolar que es la guía desesperanzada de un ser humano que se había reinventado.
ampliar fotoFoto policial de Mata-Hari cuando fue detenida por militares franceses y acusada de doble espionaje.MUSEO DE FRISIAEFE
Llegó a París en 1903 con 27 años, divorciada y arruinada, y pasó de los salones privados a los teatros de moda: del Olympia al Folies-Bergère, interpretando a su manera las danzas de Java que había visto durante su matrimonio. “Su trayectoria guarda un paralelismo inesperado con el escándalo que rodea hoy al productor de Hollywood Harvey Weinstein. Ella tenía gran éxito entre los hombres y a los 15 años perdió un trabajo en una escuela local por acoso sexual. Luego fue maltratada por su marido y acabó prostituyéndose para sobrevivir”, dice Julie Wheelwright, autora deLa amante desgraciada: Mata Hari y el mito de la mujer en el espionaje. La estudiosa despeja rauda las dudas sobre la vida de la holandesa. “Sí, se acostó con hombres por dinero, pero después de que su exmarido se negara a pagar la manutención de su hija, y ella perdiera la custodia. Fue reclutada -y luego traicionada- por los alemanes bajo el código H21, y trabajó también para los franceses. Uno de sus mensajes más valiosos fue descartado, pero resultó cierto. El uso de tinta invisible era muy importante durante la Primera Guerra Mundial, y le dijo a sus contactos en Francia que los germanos la llevaban en las uñas. No la creyeron”.
El problema es que Mata Hari,ojo del díaen malayo, ya mantenía relaciones con militares de ambos bandos antes de la contienda y estaba endeudada. “Me gustan los oficiales. Prefiero ser la amante de uno pobre que la de un banquero rico”, dijo durante el proceso. Los servicios secretos germanos se aprovecharon de su situación, aunque también le dieron un adelanto de 20.000 francos (37.000 euros de hoy). Y ella, que jugó al exotismo y el desnudo en París, Montecarlo, Viena o Milán, no vio que ambos bandos la vigilaban. Con su pasaporte holandés, país neutral durante la guerra, cruzaba fronteras sin problemas, y no apreció a tiempo el cambio de mentalidad generado por la lucha. De golpe, desaparecieron los mismos varones que pagaron por verla entre 1905 y 1914.
ampliar fotoEl broche que Mata-Hari dejó para su hija Louise.MUSEO DE FRISIAEFE
Antes de acabar en la prisión parisina de Saint-Lazare, y luego frente a un pelotón de fusilamiento en Vincennes el 15 de octubre de 1917, Margaretha Zelle fue una niña cualquiera. Su progenitor tenía una buena tienda de sombreros, pero se arruinó. A los 18 años, ella contestó a un anuncio en busca de esposa firmado por el capitán Rudolph John MacLeod, 20 años mayor, bebedor y autoritario. Se casaron en 1895. Él le contagió la sífilis y sus dos hijos la heredaron. Norman, el niño, murió a los dos años intoxicado por el mercurio usado para tratarla. Non, falleció a los 21 por un aneurisma cerebral, “pero creemos que pudo ser por lo mismo”, dice Weelwright. Una tragedia con un fogonazo casi redentor al final. “Se enamoró del oficial ruso Vadim Masloff y quería empezar de nuevo”. Vadim nunca recibió las cartas que su amada le escribió desde la cárcel. Tampoco su hija, que murió sin volver a verla.
¡Increíble! Misterio acantilado produce ¨huevos¨ cada 30 años en Guizhou
Un misterio acantilado del que salen ¨huevos¨ en el suroeste de China ha atraído recientemente mucha atención en internet. El acantilado, situado en el condado de Sandu, provincia de Guizhou, tiene un nombre chino Chan Dan Ya, lo que significa en español ¨la pared rocosa pone huevos¨. La mayoría de las rocas son del tamaño de un balón de fútbol, mientras que las más pequeñas todavía están incrustadas dentro del acantilado, cuentan con sólo partes de ellos sobresaliendo. Según el gobierno local, el acantilado está en una zona escénica que ha estado abierta al público desde 2010. Tiene unos 100 metros de largo y cinco metros de altura. Los residentes locales dijeron que algunos "huevos" caen del acantilado cada 30 años, "como huevos puestos por una gallina". Al pie del acantilado se encuentran muchas rocas que cayeron en el pasado. La mayoría de ellos son redondos o ovales con un diámetro de hasta 50 centímetros. Las rocas verdes son duras y tienen marcas como los anillos anuales de los troncos de los árboles. Los geólogos dijeron que Guizhou era una vez un océano grande, y que los huevos de la roca podrían haber sido formados por una sustancia marina.
La escritora francesa Anne Bert.FAMILIA DE ANNE BERTAFP
La semana pasada la escritora francesa Anne Bert cruzó la frontera de su país con Bélgica, traspasó el umbral de un hospital y dio el consentimiento final al médico que llevaba meses supervisando su petición de eutanasia. Era el fin de una larga batalla: el intento fallido de la autora por convencer a las autoridades galas de la necesidad de acabar con el sufrimiento de enfermos incurables legalizando la ayuda médica a morir, prohibida en Francia pero permitida desde 2002 en la vecina Bélgica. Dos días después de su muerte en una cama belga llegó a las librerías su legado póstumo, Le tout dernier été —El último verano, solo disponible en francés—. "Me gusta levantarme antes de que amanezca, como si así pudiera adelantar la llegada del día. Esta mañana me he despertado pronto. La noche ha sido corta. Hace dos años que el ELA me roba mis sueños y trocea mis noches vacías, ya nunca tranquilas ni profundas", empieza la narración.
Su nueva obra es un recorrido emocional en el que transita por el angustioso momento en que el médico le informa de que padece esclerosis lateral amiotrófica, allá por 2015, y el lector la acompaña por un último verano, el de 2017, en el que ya ha tomado la decisión de poner fin a su vida con ayuda médica. En medio, la frustración ante el progresivo deterioro de su cuerpo, momentos de disfrute con su hija en la playa con el eterno nubarrón de la enfermedad sobrevolando cada instante, y una enorme impotencia e incomprensión frente al sistema sanitario francés, que solo permite la sedación profunda hasta la muerte pero no acepta la eutanasia. "¿Dormir a un enfermo para dejarlo morir de hambre y sed es de verdad más respetuoso con la vida que ponerle fin administrando un producto letal?”, lanzó en una carta abierta a los candidatos presidenciales en uno de sus últimos alegatos antes de rendirse a la evidencia de que moriría en tierra extranjera.
Como la mayoría de escritores, Anne Bert, de 59 años, era poco conocida fuera de las fronteras de su país, y su obra no ha sido traducida. Novelista de "lo íntimo", etiqueta que prefería a la habitual denominación de autora erótica con la que se le denominaba, sus palabras no circularon mucho más allá de las estanterías del hexágono. Tampoco lo hacen de momento, pero con la noticia todavía caliente de su fallecimiento en un hospital belga, a cientos de kilómetros del lugar donde habría deseado morir, su libro ha irrumpido en las listas de más vendidos en Francia con una primera edición de 40.000 ejemplares y una reimpresión de otros 30.000.
Bert no quería escapar fuera para morir. Le horrorizaba la idea de estar en un lugar extraño en un momento de tanta vulnerabilidad emocional. Quería despedirse en su país. "Es escandaloso que en Francia tengamos que ir al extranjero a morir con dignidad, como en la época en que las mujeres tenían que huir para abortar", comparaba. Batalló contra esa obligación de poner kilómetros de por medio para disponer de un médico que cumpliera su voluntad. En su último verano mantuvo una larga e infructuosa conversación con la ministra francesa de Salud, Agnès Buzyn, antaño partidaria de la eutanasia pero en los últimos tiempos alineada con la posición del presidente Macron, que no considera la legalización de la eutanasia como una prioridad.
La última entrada de su blog, diez días antes de su adiós, la dedicó a responder a un médico que la acusaba de hacer turismo de eutanasia. "Le confirmo que sí. Que frente a una enfermedad incurable y a la muerte que se aproxima, he buscado —y encontrado— médicos profundamente humanistas que no me dejan de lado", contestó.
El anestesista belga François Damas es uno de los que entraría en el perfil descrito por Bert. Durante toda su carrera ha ayudado a morir a 150 pacientes, entre ellos ocho franceses, un alemán y otro italiano. El médico explica a EL PAÍS que el número de enfermos llegados de fuera de Bélgica para morir es todavía testimonial. "Podemos calcular que son unos 20 cada año, la mayoría procedentes de Francia". Ello supone solo un 1% de las algo más de 2.000 eutanasias anuales practicadas en Bélgica. La dificultad de viajar a otro país para obtener el visto bueno de dos médicos a la eutanasia es una barrera, aunque como explica Damas, una vez ha habido un primer contacto personal, la comunicación puede mantenerse por teléfono, sms o correo electrónico.
Este sábado, la familia de la escritora ha cumplido con su voluntad de esparcir sus cenizas en el mar. Lo han hecho en el océano Atlántico, cerca del municipio de Saintes donde vivía. Embarcada en el proceso de despedirse del mundo, consciente de su próxima partida, en su libro deja testimonio de la complejidad de las sensaciones que asaltan al que se sabe más fuera que dentro. Más muerto que vivo. "A diferencia de las primeras veces, las últimas no me transmiten más que una sensación dulce y cálida, casi triste. Me gusta abrir mucho los ojos, respirar todo el aire que quepa en mis pulmones, concentrarme en el momento, absorber la belleza del mundo y de las cosas. Sin duda mis últimas veces tienen el aroma de la incredulidad. No tengo más que preguntas sin respuesta".
Una novela gráfica recrea la vida de Emmy Ball-Hennings, fundadora del cabaret Voltaire, cuna de la vanguardia artística europea surgida durante la Primera Guerra Mundial
Emmy Ball-Hennings fue dadá. Como el movimiento nacido en el cabaret Voltaire de Zúrich, que fundó con Hugo Ball en 1916 y del que fue la artista principal, su vida fue un camino de destrucción de todos los códigos establecidos, una negación de todo ideal y una reivindicación de la irracionalidad. “En el futuro robaré bancos y escribiré poemas”, contestó de niña a su madre. Fue poeta, pero también prostituta, actriz, cantante, drogadicta y, sobre todo, la musa de una Europa convulsa mientras se desangraba por la Primera Guerra Mundial. El ángel dadá(El Paseo), una novela gráfica del historiador y traductor cordobés Fernando González Viñas con dibujos del alicantino José Lázaro, recrea su historia.
“Emmy Ball-Hennings fue dinamita necesaria para la explosión del dadaísmo”, afirma González Viñas, quien se ha lanzado a la novela gráfica como el mejor medio para dar a conocer una figura poco conocida en España, pese a su relevancia en el movimiento artístico atribuido a Tristan Tzara. Alemania reeditó las obras de Emmy Ball-Hennings el pasado año con motivo del centenario de la revolución cultural dadaísta. "Pero en España era necesario reivindicar su figura y su papel en un mundo donde el caos era la vida”, afirma el autor.
Nacida en Flensburg (Alemania) en 1885, se casa en 1904 con un actor aficionado que la abandonó al morir su primer hijo, vuelve a quedar embarazada del húngaro Wilhelm Vio, se lanza a actuar por los caminos de Europa y vuelve a verse sola con una niña, que Emmy termina por entregar a su madre. Consigue sus primeros contratos como artista y se entrega a la vida, a la droga y a la literatura hasta recabar en un Berlín bohemio donde el arte bullía en cada rincón. Actúa en el Linden Cabaret, publica Las otras estrofas del éter (que ella tituló La última alegría) y conoce todos los tugurios de París, “el ombligo del mundo donde habitan las almas libres”, según escribe González. De vuelta a Múnich conoce a Kandinski, al poeta Van Hoddis, a algunos de sus amantes y a quien sería su pareja final, Hugo Ball, con quien años más tarde fundaría el cabaret Voltaire.
Viaja con Ball a Zúrich, donde el autor colabora con la revista pacifista Der mistral, es detenido por portar un pasaporte que ella robó y sobreviven con la ayuda de amigos alemanes. El 5 de febrero de 1916 abren el cabaret Voltaire, al que acuden Sami Rosenstock, conocido como Tristan Tzara, Georges Janco, Marcel Janco y Max Oppenheimer. González Viñas lo recrea: “Era un teatro con mesas en el patio de butacas donde se combinaba la lectura simultánea de poemas en diferentes idiomas con música de piano, la declamación de versos guturales, debates acalorados sobre arte y política y exposiciones con la menuda y magnética figura de Emmy Ball-Hennings, que abrió el local con la canción Danza de los muertos, a escasos kilómetros del campo de batalla. Por allí pasan James Joyce, Herman Hesse y algunos autores aseguran que también Lenin, que vivió nueve casas más arriba del local.
Viñeta de la novela gráfica 'El ángel dadá'
Pero como el dadaísmo es ruptura, la pareja deja el cabaret en cinco meses y se refugia en Ascona (Suiza), donde una comunidad precursora de lo que después sería el movimiento hippie, clama por el naturismo y el amor libre. Es la comuna de Monte Veritá, en la que se alojaron Hesse, Isadora Duncan y Rainer Maria Rilke, entre otros. Emmy Ball-Hennings murió el 10 de agosto de 1948 en Lugano, después de que un cáncer se llevara a su pareja y la vida le devolviera a su hija.
“Lo más conocido del dadaísmo es la explosión de este movimiento. Pero para que eso sucediera fue necesario el volcán que supuso Emmy Ball-Hennings. Fue la musa de todos y también del expresionismo”, resume el autor de la novela gráfica, que bebe de fuentes documentales y deja solo un escaso margen a la ficción. González Viñas incluso le atribuye la creación de la denominación dadá, que en rumano, origen de Tzara, significa sí sí; en francés, balancín; y en alemán, allí allí, que era la expresión que utilizaba Emmy Ball-Hennings cuando quería salir. “Es una rebelde que se reengancha a muchas vidas. El libro relata en cada uno de los nueve capítulos algunas de ellas. Fue la primera dadaísta y, como tal, fue la primera en acatar la premisa fundamental del movimiento: la ruptura”, resume el autor.
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LA CONEXIÓN ESPAÑOLA
Emmy Ball-Hennings y Julio Álvarez del Vayo, según el dibujo de José Lázaro.
Entre los hombres con los que compartió su intensa vida Emmy Ball-Hennings destaca el español Julio Álvarez del Vayo, a quien conoció en 1917 como corresponsal de guerra. Álvarez del Vayo sería ministro de Estado de la II República española, embajador en México y fundador del FRAP, el Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico que luchó contra la dictadura de Francisco Franco.
El español compartió con la artista los días de gloria de esta en Zúrich, hasta que Ball, según relata González Viñas, le persiguió con un arma por las calles. La joven terminó alejándose de Álvarez del Vayo para volver “con el hombre con el que podía rezar” y que se comportó como un padre con su hija.