La directora del museo, Emilie Gordenker, ha definido a
«La joven de la perla» como «la Mona Lisa holandesa». «Ha maravillado por todo el mundo, pero ahora siente nostalgia», ha puntualizado.

Gordenker ha asegurado que la obra de arte regresará a la
habitación que ocupaba antes de la renovación y en las mismas condiciones: «Una de las grandes experiencias para todo aquel
que visita el Mauritshuis es encontrarse con la joven en ese 
espacio íntimo. Lo mantendremos así. Estamos incorporando
todas las medidas de seguridad para controlar las visitas porque
es una habitación pequeña. Pero ahora que es bien conocida
queremos que la gente venga a verla a su casa».

La pieza, del siglo XVII, fue elevada a la categoría de icono mundial cuando se adaptó al cine la novela homónima de Tracy Chevalier.
La película estaba protagonizada por Scarlett Johansson y Colin Firth.

Pero no es la única. La galería, que data del siglo XVII y a la que se
han añadido un ala nueva que duplica el espacio, posee una gran colección de la Edad de Oro holandesa. A los tres trabajos de Vermeer
se suman importantes piezas de Rembrandt y Jan Steen. Y también «El jilguero», de Fabritius, en el que se basa la novela de Donna Tartt. Todo un best seller del año pasado.